Capítulo VII - El chico del internet
-Rugge y yo somos...- dijo Karol pero Rugge la interrumpió
-Su hija y yo somos amigos- dijo Rugge impidiendo que Karol dijera la verdad
-No, no es eso- dijo Karol mirando a Rugge
-No, es verdad, perdón por mentirle señora, su hija y yo somos mejores amigos- dijo Rugge -No digas nada más- le susurró Ruggero a Karol
-¿Y por qué no me podías decir eso?- preguntó su mamá
-Pues porque esto era muy reciente, nuestra amistad, hablo de nuestra amistad- respondió Karol abrazando a Rugge
-Bien, ya sepárense- dijo su mamá separándolos del abrazo
-Bueno, ya se tienen que ir a la clase de hoy, ¿no?- dijo Rugge para terminar la conversación
-Si, ya vámonos hija, adiós Ruggero- dijo su mamá
-Adiós mejor amigo- dijo Karol y Rugge solo movió la mano, Rugge se subió a su departamento y Karol comenzó a caminar hacia la puerta, pero su mamá la detuvo
-Karol- dijo su mamá
-¿Qué pasó?- preguntó
-A mí no me vas a mentir, obviamente todo lo que hiciste fue fingido, cuando termine la clase quiero hablar seriamente contigo señorita- respondió su mamá
-Si mamá- dijo Karol con un último suspiro
Por otro lado, estaban los chicos del departamento de cuatro, Chiara, Katja, Gastón y Lio. Chiara estaba hablando por chat, con un chico que conoció por ahí, se llamaba Oliver, a Chiara realmente le gustaba este chico, era el momento perfecto para olvidarse de Jorge y seguir adelante, Chiara llevaba hablando horas con el, pero por el otro lado estaba Katja, hablando por el mismo chat y con el mismo Oliver, ellos también llevaban horas, incluso días, pero ninguna de las dos sabía que Oliver hablaba con las dos al mismo tiempo.
-¿Por qué esa cara de felicidad?- preguntó Katja
-Porque creo que encontré al amor de mi vida- respondió Chiara
-¿Enserio?, es difícil encontrar al amor de tu vida frente a una computadora- dijo Katja
-No, lo encontré en internet, en una página de citas, llevamos horas hablando, me dice cosas tan lindas, y gracias a él me voy a olvidar de Jorge- dijo Chiara
-Pues me parece bien que ya te vayas olvidando de Jorge, parece que nunca va a terminar con Sheila, perdón si te molesta que diga eso- dijo Katja
-No importa, como te dije estoy lista para olvidar a Jorge, y tú, ¿qué haces?- preguntó Chiara
-También estoy hablando con un chico muy lindo- respondió Katja
-Que padre, somos como gemelas, hacemos las mismas cosas, y dime, ¿él es tan lindo como este chico?- preguntó Chiara
-Si, ningún novio me trata como el, aunque todavía no somos novios, pero vamos a ser- respondió Katja
-Tengo una idea, hay que hacer una cita doble, vamos tú con él y yo con mi chico al restaurante del centro- propuso Chiara
-Si, me encanta la idea, ya le mande un mensajito sobre esto, hay que esperar que responda- dijo Katja
-Yo también, que te parece la cita, ¿para el miércoles?- preguntó Chiara
-Mañana es miércoles, pero mejor, ya lo quiero conocer en persona- respondió Katja
-Yo también- dijo Chiara
-¿Qué te parece si vamos juntas a comparar vestidos para la cita?- preguntó Katja
-No soy mucho de vestidos, si quieres tú te compras un vestido y después me acompañas a mí a comprar ropa- respondió Chiara
-Si- dijo Katja y las dos se emocionaron
Las dos chicas estaban muy emocionadas, pero no sabían que en verdad iban a salir con el mismo chico, esto les traería muchos problemas.
Caro y Agus habían salido en una cita, durante casi todas las vacaciones no se habían visto, así que era la excusa perfecta para estar todo el día juntos, ese día habían ido a el campo más bonito de la ciudad, donde había viento libre de gases y humos, un lugar hermoso para tener un picnic.
-Extrañaba estos momentos así contigo- dijo Agus
-Yo también, pero en la mayoría solo te extrañaba a ti, con solo verte me alegro muchísimo- dijo Caro pero bajo la mirada, como si estuviera triste
-Solo hay algo que no me cuadra- dijo Agus
-¿Qué cosa?- preguntó Caro
-Has cambiado mucho, antes de vacaciones estabas feliz, últimamente estás triste, como si no quisieras estar conmigo- respondió Agus
-No, si quiero estar contigo, aparte no estoy triste, estoy muy feliz por estar contigo- dijo Caro tomando la mano de Agus
-Es que sigue sin parecerme, por tu mirada se nota que te pasa algo, por favor dime qué tienes- dijo Agus
-Pues Agus, estoy igual que siempre, soy la misma, no estoy triste- dijo Caro
-Está bien, te creo- dijo Agus y Caro lo abrazó
-Bueno, ya vámonos que se está haciendo tarde- dijo Caro poniéndose de pie
-Esta bien- dijo Agus
Los dos chicos comenzaron a guardar todo lo que traían, pero Agus creía que Caro le había mentido, ya no era la misma, y estaba dispuesto a encontrar la razón del por qué.
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