Hola, soy Berry y tengo seis años, me gusta el chocolate pero sé que no debo comerlo, amo las galletas de mantequilla pero sé que tampoco puedo tocarlas. No tengo hermanos y me gustaría tener uno, pero sería genial que fuera un niño para que me protegiera.

Berry no es mi nombre real pero prefiero que me llamen así, mami dice que es mejor que mi nombre. No tengo amigos, Carla ya no se junta conmigo porque dice que soy una niña rara pero al menos Liz y Mel todavía son mis amigas. Mi mejor amiga se llama Penny, es mi vecina y ella me quiere mucho.

Mami se está convirtiendo poco a poco en mi papi, ya no tengo en quien confiar. Cuando uno se pone violento el otro también lo hace y yo término en el medio. Me lastiman mucho pero no puedo hacer nada.

Mi papi le gusta que vea como se mete el polvito blanco por la nariz pero no le gusta que lo toque. Me dijo que se llama cocaína y que falta poco para que lo pruebe. Quiero hacerlo, tal vez papi me quiera si lo hago.

A mami no le gusta que toque sus botellas, una vez tomé una de ellas y bebí un poco, sabía tan feo que lo escupí y dejé caer la botella al suelo, mi mami se molestó mucho y me pego hasta que me desmayé.

Quiero tener otro papi y quiero tener otra mami, pero Dios escogió a ellos para mí y debo quererlos.