▪Capítulo 42▪

Sakura▪

-¡Hola, chicas!-digo con una sonrisa mientras entro en el coche con Sasori.- ¿Qué tal? Les presento a Sasori, él es uno de mis mejores amigos y es muy...

-¿Gay?-dice Sasori divertido.

Suelto una carcajada.-Y muy simpático.-digo divertida.-Sasori, ellas son Ayame y Tayuya. A Ayame la conozco hace una semana y a Tayuya hace un par de años y son muy...

-¿Lesbis?-suelta Ayame divertida.

Suelto una carcajada.-Y muy simpáticas.-digo divertida.- ¿Vamos al Centro Comercial, verdad?

-Sí, ahí fue donde vi el vestido que te dije ayer.-dice el chico pelirrojo.-Y yo también necesito ropa así que...-dice divertido.

Deposito un beso en su mejilla y sonrió.- ¿Mañana nos vas a ayudar o vas a llorar como una magdalena durante toda la boda?

Sasori no contesta y suelto una carcajada.

El lunes, una chica que se llama Lía, llamo a Sasuke preguntando si el hacía trabajos de fotografías de boda y lo contrato, este nos preguntó si le podíamos ayudar ya que necesita a alguien más con una cámara y un asistente, para hacer las fotos de la boda que es mañana.

Aproximadamente, tardamos veinte minutos en llegar al Centro Comercial del centro de Minato y estaciono el coche en una de las plazas del aparcamiento para inválidos.

Ayame lleva una semana yendo a rehabilitación en el hospital y, por lo que parece, se está recuperando según lo que los médicos le dijeron ayer.

Por el momento, deberá quedarse una semana más en Tokio con Tayuya, lo cual no me molesta tanto, ya que he plantado una bandera de tregua con Tayuya pero no la consideró mi amiga, en cambio con Ayame es diferente la situación.

Dejo la silla de ruedas abierta en la esquina del maletero del coche y Sasori deja a Ayame sobre esta después de haberla sacado del coche en brazos.

-Gracias.-dice Ayame con una sonrisa de agradecimiento.-Encantada de conocerte, aunque te daré dos besos cuando vuelva a caminar.

-Igualmente.-dice Sasori sonriendo.-Espero que sea muy pronto.

Sinceramente, me alegro de que esta chica vuelva a caminar y que pueda volver a andar en moto por las calles de Londres.

Durante esta semana Ayame ha podido aprender a conducir su silla sin ningún tipo de ayuda.

Subimos a la planta más alta del centro comercial donde están los restaurantes y las tiendas de ropa en donde Sasori vio la ropa para la boda de mañana y entramos en la tienda.

-¿Alguna me puede subir la maldita cremallera?-pregunto a Tayuya y a Ayame que están en el pasillo de los probadores.

-¿Ya has salido?-pregunta Sasori desde el interior de su probador.

Entro en el probador del pelirrojo y sonrió al ver cómo va vestido.

-¿Sabes qué?-digo mientras observo como Sasori da vuelta el borde de la camisa blanca que lleva puesta.-Estas perfecto.-digo con una sonrisa.

-¿Yo que haría sin ti?-dice antes de besar mi mejilla.

Los dos salimos del probador y quito los soquetes negros que llevo puestos con el vestido.

-¿Qué les parece?-pregunto a Ayame y a Tayuya mientras me miro en el espejo del pasillo de los probadores.

-A mí me gustan como van vestidos.-dice Ayame encogiéndose de hombros.

Deposito un beso en la mejilla de la chica y esta sonríe.

-A mí también, deberían comprarlo.-dice Tayuya mientras se sienta en la esquina de mi probador, al lado de la silla de ruedas en la que esta Ayame.

Sasori hace dos fotos en la que salimos en el espejo y, en cuanto pagamos la ropa para mañana, salimos de la tienda para comprar los zapatos.

-¿Les gustan estos? Parecen cómodos.-enseñándoles unos zapatos de tacones altos de charol color crema y cerrados que he tomado de uno de los estantes de la tienda.

-¿Cómodos?-pregunta Ayame con los ojos abiertos como platos al ver el tacón alto de los zapatos.

Suelto una carcajada.-No parecen incómodos.-me encojo de hombros y pido mi número a una de las chicas que trabaja en la tienda ante la mirada de Tayuya y Ayame.

*******

-¿Te ayudo a colocarte el vestido? Pregunta Tayuya mientras camino hacia la habitación de Sasuke después de que la chica me haya peinado.

Si algo de las bodas no me gusta es el hecho de tener que levantarme temprano para peinarme, maquillarme y vestirme.

-No hace falta, eso se lo pido a Sasuke.-digo con una sonrisa de agradecimiento y con una pizca de maldad antes de entrar en la habitación del chico.

Durante esta semana, había dormido con Sasuke en la misma cama y literalmente lo que menos hacíamos era dormir, pero ese era nuestro pequeño secreto.

-¿Ya te has levantado?-pregunto a Sasuke que sale de su baño envuelto en una toalla. Me lo como con la mirada, intencionalmente dejo caer la bata que me cubría y dejo al descubierto mis pechos ya que solo llevo las pantis de encaje negro.

-¿Me ayudarías con el vestido?-saco el vestido de la bolsa en la que lo había guardado al lado de la caja de los zapatos.

-Si.-dice en un suspiro.- ¿Cuánto llevas levantada?

-Me he levantado a las siete para que Tayuya me peine, me maquillare después de colocarme el vestido.

Me meto en el vestido y le doy la espalda a Sasuke para que cierre la cremallera, este se me acerca y me susurra al oído mientras la sube.-Sabes si no tuviéramos este compromiso, te tiraría en la cama.

Una sonrisa de perversión asoma mi rostro, me doy vuelta cuando este termina de cerrar la cremallera y lo beso, cuando nos separamos me dirijo al baño.

-Me visto y bajo a la cocina a desayunar, ¿Quieres que te suba algo?-pregunta Sasuke mientras se coloca unos bóxer negros.

-¡Bajo en cuanto termine de maquillarme!-digo desde el interior del baño.

Sasuke▪

El timbre suena por toda la casa y dejo la taza de café sobre la barra de la cocina antes de abrir.

-¡Buenos días!-dice Sasori con una sonrisa de oreja a oreja.

Esta demasiado cambiado ya que, aunque siempre suele ir conjuntado, suele llevar su flequillo hacia arriba o hacia un lado, parte de las veces lo lleva hacia arriba y suele vestir sencillo, a diferencia de hoy que lleva una camisa blanca, un pantalón de vestir negro, unos zapatos de vestir italianos negros, un moño del mismo color que el traje y saco. Su pelo parece más rojo y está completamente peinado hacia atrás.

-¡Buenos días!-digo mientras cierro la puerta de entrada.-Sakura se está terminando de maquillar no tardara en bajar.

-Eso espero.-dice divertido y al mismo tiempo nervioso.-Todavía hay que hacerle las fotos a la novia.

-¿De quién están hablando?-dice una voz femenina demasiado familiar para mí mientras baja las escaleras del piso.

-De ti, te estamos esperando, tenemos que largarnos ya.-dice Sasori divertido.

Dejo mi taza ahora vacía. En el interior del fregadero de la barra de la cocina y observo a Sakura bajar las escaleras.

Esta realmente preciosa, aunque diga que nunca se casara porque no quiere tener problemas y el matrimonio le causara problemas, será la novia más preciosa que haya existido.

Su pelo está recogido en un moño bajo hacia un lado formando a partir de una trenza con mechones de pelos grandes, hay un mechón de pelo fino suelto en el costado de su rostro.

Parte del maquillaje que se ha puesto es muy suave aunque se puede notar. Su piel blanca esta aterciopelada. Sus pestañas están cubiertas por rímel y sus párpados están cubiertos por sombras en tonos claros. El lápiz de ojos de color negro hace que sus ojos jade brillen un poco más de lo habitual y sus labios están pintados de rosa suave.

El vestido que lleva puesto es realmente hermoso. Es negro y por encima de las rodillas y de tiras gordas que forman un escote de forma de pico ya que las tiras se cruzan antes del escote. La parte de arriba parece ajustada. La parte de abajo del vestido es un poco más amplia pero no mucho, la tela está formada por pequeñas rosas que hacen que se note la diferencia de la parte de arriba de la de abajo.

Los zapatos que lleva puesto son cerrados, de tacón alto y de color crema y seguramente hagan que mida cinco o seis centímetros más de lo habitual.

-¿A quién se le ocurre casarse en enero?-pregunta Sakura mientras guarda su móvil en el bolso de mano de color crema que llevara a la boda.

-Mi hermano se casó por estas fechas.-pienso mientras lavo la taza en el fregadero.

-Deidara y yo siempre hemos pensado que estaría bien casarnos en invierno, poca gente lo hace y nuestra boda sería una excepción.-dice Sasori.

-Yo ni de broma.-dice Sakura divertida.-Me congelaría en el vestido, sin chaqueta y, además, si todo está mojado se mojaría el vestido.

-¿Lo tienes todo planeado?-pregunto divertido.

-Antes era en lo que más pensaba pero con el tiempo, todo cambia.

-¿Dónde están las cosas?-pregunta Sasori cambiando de tema.

-En el sofá, te ayudaremos a guardar todo.-dice Sakura.-Bien nos vamos.-dice mientras deja su taza, ahora vacía, en el interior del fregadero.

-Claro.-digo con una sonrisa.-A trabajar.

Me ajusto la corbata y camino al sofá a ayudar a Sasori con las maletas donde se encuentran las cámaras y las luces. 

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