▪Capítulo 37▪

▪Sakura▪

Pulso el botón con la flecha blanca del teclado de mi ordenador y suelto una carcajada al ver la imagen de todos los chicos con la cara llena de crema de chocolate y nata.

Flashback

Salgo de mi cama solo con mis calcetines rosas sin hacer ruido y me acerco a Temari y la despierto, las dos bajamos las escaleras hasta el segundo piso.

Cuando estamos delante de la habitación de Mikoto, abro la puerta sin hacer mucho ruido y me arrodillo a un lado de la cama de la pequeña.

-Mikoto...-susurro acariciando con un dedo su mejilla.

La niña frota los ojos con sus pequeñas manos y sonrió.

-¿Qué hora es?-pregunta la niña mientras se tapa más con sus sabanas en las que hay dibujos de flores rosas y lilas.

-No sé.-me encojo de hombros y le doy sus pequeñas gafas rosas.- ¿quieres ayudarnos a hacerle una broma a los chicos?-asiente con la cabeza.-No podemos hacer ruido.

La niña de levanta de la cama y las dos salimos en silencio de la habitación al pasillo donde nos espera Temari.

En la cocina, Izumi está lavando los platos de la cena de anoche y cuando nos ve, seca sus manos en un trapo que hay a pocos centímetros de ella sobre la barra de la cocina.

-¿Qué hacen las tres levantadas tan temprano?-pregunta antes de tomar a Mikoto en brazos.

-Le vamos a jugar una broma a los chicos mientras duermen.-sonrió pícara y Izumi me imita.- ¿Ha sobrado crema de chocolate de ayer?

Izumi suelta una carcajada y baja a Mikoto al suelo antes de sacar de la nevera un bol grande en el que suponía que contenía la crema de chocolate que había sobrado.

-¿Algo más? Si quieren las ayudo, puedo lavar esto después.-dice divertida.

-¿Botes de nata?-preguntó con una sonrisa pícara.-No estaría mal grabarlo todo, si puedes hacerlo tú...

Izumi suelta una risa malévola mientras saca de uno de los cajones de la esquina, tres botes de nata.

-Claro, ustedes suban todo esto yo las grabo.

La mujer le pasa el cuenco a Temari y los botes de nata a mí.

Cuando llegamos a la habitación, dejamos despacio todo en el suelo y le doy mi móvil a Izumi.

En cuanto Mikoto llega a la habitación con un pincel para cada una, mojamos los pinceles en el cuenco de crema de chocolate y nos acercamos a los chicos.

Minutos después de pintar a los chicos con la crema de chocolate sin que se despertarán, las tres echamos nata en los ojos y la nariz de los chicos aprovechando que siguen durmiendo como marmotas, Izumi para de grabar y en cuanto me devuelve el móvil, hago una foto.

Todos los chicos pasaron la noche en la habitación de Sasuke y Temari durmió conmigo.

******

Mientras terminamos de desayunar, sentimos gritos en el piso de arriba y hacen que las cuatro nos riamos.

Los chicos se han despertado y en parte me da miedo porque no sé cómo se vengaran, así que cuando escucho como bajan todos juntos las escaleras de madera de la casa, salimos de la cocina por la puerta que lleva al jardín.

Busco con la mirada un lugar donde no puedan vernos, Temari si mete entre dos arbustos que hay cerca de la puerta y yo corro hasta la piscina cristalizada del jardín.

Me escondo en la esquina de la entrada y veo como los chicos salen de la cocina en pijamas y con parte de la cara manchada de chocolate.

Suelto una carcajada y cuando veo que miran hacia la piscina, me doy cuenta de que no debí haberme reído.

Todos caminan rápido hacia la piscina cristalizada y corro hasta la otra esquina, esto no va a terminar bien para mí.

El primero en entrar es Gaara. Lo miro suplicándole que no me haga nada pero se limita a seguir caminando delante del resto de chicos hacia mí.

-¿Qué van a hacer?-pregunto desde el otro lado de la piscina en el que están los chicos.

Ninguno de los chicos dice nada y esto ya empieza a darme miedo, sobre todo cuando se dividen en dos grupos rodeándome para que mi única salida sea la piscina.

Ha llegado el final.

Los chicos me toman en alto y me columpian en el borde de la piscina. Puedo sentir lo fría que esta el agua.

-Podrán callar nuestras voces, podrá dormir nuestros cuerpos, pero nunca nos robaran la libertad.-suelto un grito y tapo con la mano la nariz para que no me entre agua.

Pocos segundos después, salgo a la superficie y nada hasta la orilla.

-¿Van a hacer que valla sin toalla hasta la casa?-pregunto mientras aparto mi pelo hacia atrás.

El agua esta helada pero estoy segura que si salgo, tendré más frio.

Sasuke baja la cremallera de la chaqueta negra de chándal que lleva puesta y sonrió.

-¿Me la dejas?-pregunto con una dulce sonrisa.

-Claro.-dice Sasuke.-Tampoco queremos que te pongas mala.

Nado hasta la escalera de la piscina y mientras camino hasta Sasuke, me quito la camiseta rosa de manga larga de mi pijama para secarme y no mojar la chaqueta.

-¿Necesitaran baberos o qué?-les pregunto a los chicos que ha excepción de Shikamaru, me miraban como bobos.

-¡Vamos chicos!-dice Sasuke.

Le guiño un ojo a Sasuke mientras me tapa con su chaqueta y subo la cremallera de esta.

-Gracias.-digo a Sasuke.

Los chicos ríen y Sasuke me toma como saco de papas antes de salir de la piscina cristalizada.

Fin del flashback

-¡Hora de abrir los regalos!-grita Izumi desde el piso de abajo.

-¿Y si nos quedamos aquí?-pregunto a Sasuke en un susurro antes de juntar mis labios con los suyos.

Levanto las sábanas blancas de la cama y me coloco encima de Sasuke vuelvo a bajarlas.

-Puede entrar mi cuñada o Mikoto...-dice Sasuke.

Hago como si no le escuchase y deposito pequeños besos en su cuello.

-¿Nos quedamos un poco más?-separo mis labios de los suyos y Sasuke sonríe.

-No tengo otra opción.-dice divertido antes de quitarme la camiseta de pijama y besarme.

*****

Coloco mi gorro negro sobre mi pelo liso y me miro en el espejo del baño.

-¿Has guardado todo?-pregunta Sasuke entrando en el baño.

-Sí, creo que no se me olvida nada...-miro a un lado y al otro de la barra del lavado y tomo el rímel que hay al lado de mi neceser con cosas necesarias que llevo en el bolso grande.- ¿Dejo el gorro o me lo quito?-le pregunto a Sasuke.

Sasuke me mira durante un par de segundos y después me quita el gorro para ver como estoy sin él.

Suelto una carcajada por su forma de quitarme el gorro y Sasuke sale del baño con el gorro y mi neceser.

-¿Eso significa que no?-pregunto divertida.

-Significa: no tiene sentido que te pongas un gorro cuando estas dentro de la casa y deja de mirarte al espejo, estas perfecta.-dice divertido.

Suelto una carcajada y lo abrazo. Abrazar a Sasuke es como abrazar un oso gigante de peluche.

Me pongo de puntitas para besarle y cuando el beso termina, salimos de la habitación.

En cuanto llegamos al salón, la mesa grande tiene un plato con tostadas y dos tazas de café que seguramente sea para nosotros ya que hemos bajado una hora tarde.

-Mientras desayunan damos los regalos. ¿Vale?-dice Izumi.

Mikoto entra en el salón y toma los regalos que están escritos con su nombre.

Sonrió al ver como la pequeña abre mi regalo sin preocuparse por estar rompiendo el papel. Me recuerda aquellos momentos en los que yo hacía lo mismo en casa mientras mi madre me grababa.

Durante unos veinte minutos, todos abrimos los regalos que hemos hecho los unos a los otros.

Me coloco los pendientes de perlas rosas que me ha regalado Izumi, guardo el dibujo que me ha regalado Mikoto en el que salgo con ella y guardo en la bolsa del regalo el perfume que me ha regalado Itachi.

-Falta uno.-dice Sasuke.-Deberías buscarlo en el árbol de Navidad, Sakura.

Miro a Sasuke con el ceño fruncido y me levanto de la silla.

-¿Quieres ayudarme?-pregunto a Mikoto.

La niña de pelo negro como la noche asiente y me ayuda a buscar el regalo durante un par de minutos hasta que encuentro la caja larga y rosa que cuelga de una hilo en una de las esquinas del árbol de Navidad.

-¿Qué es?-pregunto confusa mientras camino de nuevo hasta la silla en la que he estado sentada.

-Ábrelo.-dice Sasuke.

Le miro confusa abro la caja alargada rosa que contiene una cadena de oro con mi nombre en el centro.

Mi boca se abre en forma de O y me resulta imposible decir algo al respecto.

-Es preciosa pero...-no puedo dejar de observar la cadena, de verdad, es preciosa.-Te ha tenido que costar mucho y...

-¿Quieres dejarlo?-dice divertido. Se acerca a mí y saca de la caja alargada rosa la cadena de oro.

Retiro mi pelo hacia un lado para que pueda ponérmela y siento como mis mejillas están tomando color rosa, no sé cómo, pero ni me había dado cuenta de que Itachi, Izumi y Mikoto estaban observándonos.

-Gracias.-deposito un beso en la mejilla de Sasuke cuando termina de colocar la cadena en mi cuello y le sonrió tímida. 

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