#35: Aeropuerto

JUNGKOOK'S POV:

Me había resignado a saber que él no vendría por mi. Era de esperar que jamás iba a volver a saber de él, pero por otra parte tenía la esperanza de que entablaríamos una conversación antes de abandonar Seúl.

Toqué la puerta mientras una brisa me recorría de pies a cabeza provocándome un escalofrío. Suspiré intentando buscar calor. Venir de noche no fue una buena idea, pero no iba a tener otra oportunidad.

Sus ojos se aparecieron detrás de la puerta. Era él.

-¿Jungkook?- su voz con sorpresa me hizo sonreír. Sentí mis ojos húmedos al verlo.

-Me voy mañana.

Me senté en su sofá y me dio una taza de café amablemente. Tenía tanto que decirle. Su mano aterrizó en mi cabello y lo acarició con suavidad, haciéndome sentir lástima de mí mismo. Lo miré a los ojos dejando la taza de café sobre la mesa y hablé.

-¿Qué pasó con Jin?

Namjoon me observó con dolor. Presentía que su intento de conquistarlo había quedado en la historia. Suspiró pasando una mano por su cabello y una sonrisa triste se asomó por su rostro fugazmente.

-Solamente todo terminó- respondió. Asentí-. ¿Qué pasó con Taehyung?

Tomé aire ante la mención de su nombre, jamás quise que me afectara así pero al parecer era algo inevitable.

-Solamente todo terminó.

Y de una manera horrible. Todavía recordaba sus palabras cargadas de dolor, cuando me había dicho que me quería a pesar de que le había mentido todo ese tiempo. ¿Por qué había hecho todo esto? ¿Venganza? ¿Revancha?

Cubrí mi rostro con mis manos. No quería recordar todo eso.

-¿Te iras mañana?- preguntó regresándome a la realidad. Asentí.

-No tengo otra opción. Renuncié a mi carrera, dejé todo acerca de lo de ser modelo... Pero el boleto de avión es para mañana en la mañana. Me venía a despedir de ti.

Me sonrió, y me dió un abrazo. Me hacía falta aquel abrazo. Namjoon era mi mejor amigo, él, la única persona que siempre me había apoyado sin importar qué. No había razón para mentirle, no había razón para mostrarle mi otra manera de ser. Podía ser yo en todo momento y creo que no había tomado en cuenta nada de eso hasta entonces.

Suspiré profundizando el abrazo y sintiendo mi corazón romperse en un millón de pedazos. Me iba a ir.

¿Por qué?

<...>

Mi cabeza empezaba a caerse hacia adelante cuando desperté de golpe.

Era algo así como las nueve de la mañana, no la gran cosa. Sin embargo, viéndolo desde otro punto de vista, no había podido dormir el día anterior. Me había quedado hasta las cuatro de la madrugada dando vueltas en la cama y no había podido recobrar el sueño.

Había sido terrible y irritante, y ahora me hallaba en el aeropuerto rogando por tener una cama y poder descansar en paz.

Maldito insomnio.

-Despierta, Jungkook, el avión llegará alrededor de una hora- la voz de Yoongi se escuchó. Asentí sin dirigirle la palabra. Mi madre no me había vuelto a hablar, y con razón, y Mino andaba en otro mundo, no sabía por qué.

Revisé mi reloj y revisé mi celular. No había ningún cambio. Sólo el hecho de que ya no me quedaba una hora, sino cincuenta y nueve minutos, y el que una notificación de Twitter me había llegado, avisándome que tenía unas cuantas más.

Dejé descansar mi cabeza en el respaldo del asiento. Estaba por morir de aburrimiento.

Namjoon no me había vuelto a hablar, no me había llamado o me había enviado un mensaje. Parecía que la despedida de la noche anterior había sido suficiente y para mi desgracia, para mí no lo había sido.

El cariño que me había hecho falta durante todos los años de ser un modelo me lo había dado Taehyung y Namjoon, uno como romance y otro como amistad, pero al final de cuentas, sólo uno fue sincero, lo más triste, fue el que más menosprecié.

No sabía cómo me había convertido en una arpía, pero no era un sentimiento bonito.

Taehyung tampoco me había vuelto a hablar. Tenía la esperanza de encontrar un mensaje suyo en mi celular pero no importaba cuantas veces revisara, el último mensaje  que había sido enviado había sido el mío con él cursi apodo al final. "Simio".

Recuerdo esos tiempos y sólo me provocan nostalgia. Extrañaba que todo fuera así, que nos odiáramos con sinceridad me resultaba mejor que sufrir por el hecho de que era un estúpido egoísta que no podía superar el pasado.

Tal vez nuestra antigua historia era mejor que la nueva que estábamos padeciendo.

Simio idiota, era un maldito chico arrogante... Se suponía que debía ser así hasta el final y me desarmó completamente el nuevo Kim Taehyung. Estaba diferente, y verlo diferente fue extraño.

Recosté mi cabeza en el asiento de al lado y cerré los ojos al ver que a ninguno de mis acompañantes le importaba. Me gustaba dormir porque podía olvidarme de todo un rato, era una sensación única y al despertar lo único que quería hacer era volver a dormir.

Podía sonar perezoso pero no iba a negar que a veces podía tener mis momentos.

Sentí cómo alguien me picaba el hombro y abrí mis ojos de inmediato. Era Yoongi. Me dijo algo que no escuché y señaló la fila que había para entrar al avión. Genial, había dormido una hora y se habían sentido como cinco minutos. Me levanté del asiento y caminé hasta la fila para entrar al avión junto a los demás, la azafata teniendo un problema con un pasajero porque no se había traído su pasaporte.

Me balanceé sobre mis talones y suspiré. Pero qué mierda de día era. Lo único que quería era matarme, y sabía que estaba exagerando, pero por otra parte, era lo único que sentía de verdad. Era un canalla, un idiota. Era un maldito cobarde porque estaba huyendo de lo que no debería huir sino luchar por ello. Me odiaba totalmente.

Dirigí mi mirada hacia delante con pereza y mi entrecejo se frunció con confusión.

¿Qué hacía Jimin aquí?






TAEHYUNG'S POV:

-¿Qué quieres? Son las diez de la mañana- gruñí contra el teléfono al contestar.

Era Jimin... y ni sabía por qué me hacía esto. Me estaba muriendo de sueño y solamente quería quedarme en cama durmiendo como un oso hasta las seis de la tarde.

-Estoy en el avión- respondió, sentí su sonrisa-. Me voy a Nueva York, amigo.

-Oh, cierto, te vas hoy. ¿Qué tal todo?- pregunté.

-Bien. Parece que el vuelo se va a retrasar un rato por un problema con un pasajero pero al menos yo ya estoy adentro en mi asiento- se rió levemente y volvió a su tono de seriedad-. Y... te quería decir que me encontré con Jungkook.

-¿Qué?- solté-. ¿Cómo? ¿Cómo, cómo? ¿Está en el avión?

-Creo que todavía no entra...- suspiró, en un murmullo-. Taehyung, ¿te puedo decir algo?

-Me puedes decir lo que sea- dije sentándome en mi cama. Escuché cómo tomaba aire con nerviosismo.

-No lo dejes- exhaló, haciéndome pestañear impactado-. Taehyung, él te quiere, muchísimo. Sólo está confundido, sólo tiene la cabeza hecha un desastre y necesita que le digas que nada de lo que hizo importa y que tú lo quieres también de verdad. Taehyung, me contó todo. Me lo encontré antes de entrar el avión y sé por cómo me lo dijo que él no quería que nada de esto pasara, al menos no al final, pero ya era demasiado tarde- suspiró-. Taehyung, metí la pata y hasta el fondo. No quería hacerlo, pero lo hice. Por un error mío ustedes dos terminaron así y él se siente horriblemente culpable mientras que la culpa es solamente mía al final de todo. No lo dejes ir, Taehyung. Dime que no lo dejarás ir, porque si lo haces él estará mal, yo estaré mal y... no me lo niegues, tú estarás peor que cuando él se fue en secundaria. Lucha por él ahora que puedes hacerlo, Taehyung, todavía tienes tiempo.

-¿Cuánto tiempo?- pregunté cómo sarcasmo y tristeza, sonreí a medias-. Él se subirá al avión y lo perderé tal vez para siempre. Está bien.

-No lo está. Ven, yo retrasaré el vuelo.

Mis ojos se abrieron con impresión. ¿Él...?

-¿Qué?- solté.

-Yo me ocuparé de que el vuelo salga lo más tarde posible y tu casa queda cerca del aeropuerto, al menos relativamente cerca. No puedes tardar tanto en ir de allá para acá, pero necesito que ahora mismo seas rápido.

-De acuerdo- dije levantándome de la cama. Oh por Dios, ¿iba a hacer esto enserio?

-Suerte- dijo y sentí su sonrisa otra vez. Colgó y yo dejé el teléfono en la cama.

Tenía que ser rápido. De acuerdo, no podía ser complicado. Sólo tenía que vestirme lo más rápido posible e irme al aeropuerto en el auto de mi mamá.

Yo podía con eso.

Recogí la ropa que tenía tirada en el piso y me la puse velozmente, sin tiempo siquiera para darme una ducha. Me olí la axila pensando que tampoco podía oler tan mal.

Definitivamente, necesitaba desodorante.

Bajé corriendo las escaleras y cogí las llaves de auto saliendo sin pensarlo más. Tenía que llegar antes de que él se fuera o por último recurso detener el avión de alguna manera.

Hacía unos años, varios en realidad, tal vez ni siquiera estaría preocupado. Eran chicos. Los chicos al igual que las chicas iban y venían. Jamás había luchado por uno, en realidad, jamás había cometido alguna locura por uno.

Sólo por Jungkook, y todavía se sentía extraño. Solamente en las películas...

Y continuaba sintiéndose raro pero emocionante.

Llegué al aeropuerto y estacioné el auto en el primer espacio que encontré. Parece que era sólo para taxistas pero no me interesaba, ya después me encargaría de eso.

Ahora, ¿dónde conseguí un pase para entrar a las puertas de la embarcación?

Me dirigí a un mesón y le pedí a la chica lo que necesitaba. Me dió algo parecido a un pase y le sonreí agradeciéndole, corriendo inmediatamente adonde debía ir. No sabía si el avión ya había partido, no tenía tiempo para saberlo y no tenía teléfono para llamar a Jimin.

Ni siquiera sabía qué puerta era la que llevaba el avión de Nueva York.

Recorrí todo, trotando y corriendo cómo un loco. No podía ser verdad que justo al llegar me pasara esto. No había hecho todo esto para nada. Necesitaba al menos alcanzar a verlo antes que se fuera.

Fue ahí cuando mis ojos se encontraron con una puerta cerrada, un aviso que decía "Nueva York" y a un chico sentado encima de su maleta mirando el piso.

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