#34: Dejar de amarlo

TAEHYUNG'S POV:

-Lo lamento mucho, amigo- dijo Hoseok palmeando mi espalda suavemente y dándome una lata de cerveza. Negué con la cabeza, despeinando mi cabello con una mano.

No valía la pena seguir lamentándome, pero no tenía nada más que hacer. Le había enviado un mensaje a Jungkook hacía unas horas y no me había contestado. No sabía cómo tomar eso. El enojado debía ser yo, el que lo ignorara debía ser yo, pero no podía, porque lo quería demasiado y al fin cuando creí que lo nuestro podría tomar un buen camino... todo resultó ser una maldita mentira.

Ni si quiera comprendía como no me había dado cuenta antes, era algo obvio. Tan cambiado, su comportamiento extraño... Estaba tan seguro de sí mismo. Acabé creyendo que este nuevo Jungkook era fenomenal y que era aún mejor porque seguía
teniendo una parte del antiguo. Pero el problema había sido que no había quedado nada del viejo Jungkook... y yo quería a ese Jungkook, a Jungkookie, al chico que me odiaba en la secundaria y cada noche pedía por que mi oreo saliera sin cremita.

Un día me dijo que su sueño era cantar... Parecía tan esmerado en llegar a la universidad... ¿Por qué ahora parecía tan desesperado por llegar alto que aceptó se un modelo cualquiera? No lo entendía.

-¿Quieres que llame a Jimin?- me preguntó Hoseok amablemente. Negué con la cabeza otra vez, decaído-. ¿Quieres que te traiga unas putas para que te animen?

-Maldita sea, Jung, ni si quiera te he contado lo que pasó- gruñí volteando a verlo.

-Detalles, detalles. Yo sólo quiero ver a mi amigo bien. Además tú dijiste algo de Jungkook. ¿Terminaron, no?

Suspiré ocultando mi cara entre mis manos. Había sido peor que eso. En el fondo no quería terminar con él. Por fin tenía lo que me costó tener. A él, a mi lado. Y ahora, sólo era un chico perdedor, engañado y acompañado de mi mejor amigo el cual se acababa todas las cervezas de mi refrigerador. 

Ni si quiera tenía sentido luchar por él. Se iba a ir a Nueva York, iba a dejar este lugar de nuevo. Ya tenía una nueva vida allá y por desgracia mía yo no estaba incluido ni la vez anterior ni la de ahora, porque siempre acababa siendo el que arruinaba todo, siempre era la razón por la que se alejaba de aquí.

Tenía el sueño de que él volvería, que regresaría por una segunda vez. Pero si la primera vez regresó, terminó siendo un desastre, ¿por qué la segunda sería diferente?

Mi celular vibró y lo tomé con desesperación, esperando que fuera él. Era un mensaje de mi mamá, diciéndome que iba llegando a casa. Luego de que llegáramos a nuestro hogar terminado todo el problema del desfile, ella salió por unos temas de trabajo. "Mino".

-¿No tienes más cervezas?- me preguntó Hoseok husmeando en mi refrigerador.

-¿Tú qué crees? Amigo, tú pareces el deprimido alcoholizándote a estas horas. ¿Pasó algo?- cuestioné frunciendo el ceño.

-Además de que todavía no consigo el perdón de Jihoon y que acabo de verlo con otro tipo andar felizmente caminando por ahí, sí, todo bien- respondió tomándose de golpe un vaso de agua. Se limpió la boca con la manga de su camisa-. ¿Es que no soy suficiente para ese chico? ¿Por qué no me perdona?

-Tú tranquilo, ya pronto todo acabará- le aseguré, recordando que Jimin se iba a la mañana siguiente de Seúl-. Además si mal no recuerdo, tu intento de pedir perdón acabó en Jihoon con un huevo en la cabeza.

-¡No sabía que iba a terminar así!- se quejó.

Por favor, amigo, en el noventa y nueve de los casos cuando algo tiene que ver contigo sale mal.

-Pero Jihonnie ya pareció olvidarme, porque el chico con el que iba no era ninguno de sus hermanos ni ningún familiar de él que conociera. Esto es horrible. Me reemplazó con un tipo cualquiera. Necesito animarme.

-¿Quieres que nos vayamos de putas o que nos pongamos a ver películas románticas mientras comemos helado?- le pregunté. Me miró con ojos de cachorro y sus labios formaron un puchero.

-¿Puede ser la segunda opción?

Terminamos yendo a comprar helado y comiéndolo hasta no sé qué horas de la noche. Mi mamá ya había regresado y estaba en su habitación seguramente entrando en pánico de por qué su hijo estaba viendo "10 cosas que odio de ti" mientras comía helado con su mejor amigo Hoseok.

-Quiero beber alcohol- dijo haciendo una mueca-. ¿Podemos volver a comprar?

-Te tomaste toda la cerveza de la casa y en el supermercado no había más que helado y condones. A menos de que quieras tener sexo conmigo, ir de regreso a la tienda no servirá de nada.

-Pues si no hay nada más que hacer, ¿qué dices si reforzamos la amistad?

-¡Hoseok!

-Aguafiestas- dijo él.

-Alcohólico.

-Iré a fumarme un cigarro. Ya vengo- dijo dirigiéndose a la puerta de entrada.

-Tú no fumas.

-¡Ya sé!- exclamó desapareciendo de la casa y cerrando la puerta con fuerza. Bufé con entretención.

Iría a comprar más cervezas.

Claramente ninguno de los dos estaba bien, ambos teníamos problemas con nuestros novios, o más bien, nuestros ex novios. Al menos para mí se oía raro decir eso. Por un lado porque Jihoon y Hoseok era perfectos juntos y por mi lado, bueno, porque él y yo jamás fuimos novios de verdad. Solamente fue una mentira y siempre todo acababa mal con Jungkook. Quizá era mi culpa, quizá era su culpa... Quizá era nuestra culpa. Ambos. Ambos siempre.b

Los dos no encajábamos.

Éramos diferentes. Siempre éramos diferentes.

Nunca lográbamos encajar.

Tal vez era hora de aceptarlo y dejar que Jungkook se fuera.

Y lo haría.

Era cierto que a veces deseaba poder viajar en el tiempo y no haber sido un idiota con Jungkook. Jamás haberlo rebajado al nivel del ñoño escolar, sino haberlo dejado tranquilo, él con sus amigos, y yo con los míos. Deseaba volver en el tiempo y enamorarlo sinceramente en lugar de tener que pasar por todo lo que pasamos.

Quería verlo feliz, conmigo. Quería que tuviera a alguien, y que fuera yo. Quería saber que hubiera pasado si me hubiera quedado con Jeon Jungkook para siempre.

Mi móvil sonó y yo lo ví con pereza. De seguro era un mensaje de Hoseok diciéndome que lo ayudara a buscar cerveza. Lo abrí, lo leí, y una sonrisa nostálgica se formó en mi rostro sin mi consentimiento.

<Jamás podré olvidarte tampoco, simio. ~Jungkook>

Una pequeña y ligera risa abandonó mis labios. Definitivamente nunca podría dejar de amarlo.

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