#26: Resolver y crear problemas

TAEHYUNG'S POV:

¿Dónde se había metido ese maldito imbécil?

Llevaba desde las nueve de la mañana buscando a Hoseok. Había ido a su casa y su mamá me había dicho que no estaba, que había salido y no sabía a dónde. Este chico me irritaba. Ya lo había buscado en la tienda de sándwiches que había en la esquina de su cuadra y lo había llamado a su celular. Pero no, nada.

¿Estaría escapando de mí?

Toqué el timbre de la casa de Jihoon y esperé a que alguien abriera. Tal vez se había ido a disculpar con él y por eso no contestaba llamadas.

Es decir, si vino aquí los hermanos de Jihoon seguro lo habían matado a golpes, y ahí estaría la respuesta de porqué no contestaba su teléfono.

Si no había sido así, el que lo mataría a golpes sería yo si eso del beso era verdad.

—¿Taehyung?— Jihoon me abrió la puerta. Andaba en pijama y bata, con pantuflas de conejos blancos.

Se veía muy tierno así.

—¿Hoseok no ha venido?— pregunté. Él negó con la cabeza—. ¿No has sabido nada de él, verdad?

—Bueno, según mis hermanos la última vez que lo vieron fuer cerca de tu casa, encerrado en una cabina telefónica— respondió.

—¿Cabina telefónica cerca de mi casa?— murmuré tratando de recordar—. ¿Seguro?

—Sí. Creo que sigue allí, si no está en su casa. Mis hermanos lo han seguido desde que les avisé, luego de dejar tu casa, y Hoseok ha escapado de ellos desde entonces— contestó.

Los hermanos de Jihoon eran ídolos.

—Gracias, Woozie— le sonreí en despedida.

Él hizo un un puchero.

—No me llames Woozie— se quejó como un niño pequeño.

Su mamá lo llamaba Woozie. ¿Por qué yo no?

Caminé de regreso a mi casa, ahora poniendo más atención al camino buscando una cabina telefónica con un chico miedoso escondido en ella.

Y de repente, lo encontré.

El chico gallina temblando encerrado en una cabina telefónica cercana a mi casa. Parecía una jodida broma.

Saqué mi celular y le saqué una foto a Hoseok sin que me viera.

"Pa'l Instagram"

—Eh, idiota— lo llamé dando golpecitos en el vidrio. Sus ojos asustados se fijaron en mí.

Parecía corderito asustado. No pude evitar reírme de su expresión.

—¿Taehyung?— preguntó desconcertado. Salió de la cabina lentamente y se quedó parado frente a mí—. Los hermanos de Jihoon me están buscando de nuevo, hermano, necesito tu ayuda o voy a morir sólo y estéril— lloriqueó.

—¿Por qué te buscan?— dije haciéndome el tonto por un segundo—. Quizás porque... te besaste con Jimin.

—Mierda— masculló—. Escucha, sé que besarme con Jimin fue un error, pero...

No le di tiempo para acabar.

Ya le había estampado mi puño en su cara.

—¿¡Qué cojones te sucede!?— me gritó enfadado llevando ambas manos a su rostro, esoecíficamente, mandíbula y nariz.

—Engañaste a tu novio, imbécil— espeté—. Jihoon no merece a una basura como tú. Por un momento hasta pensé que Jimin había mentido acerca de aquel beso, pero ya veo que no. Solamente me di cuenta de que mi mejor amigo es una mierda de persona.

—¿De qué estás hablando? Taehyung, fue su culpa. Se lanzó y me besuqueó, ugh, di todo lo que quieras, pero yo no le regresé ese asqueroso beso— tembló—. Lo hubieras visto, Tae, de pensar en su boca acercándose a la mía me da asco. Fue peor que el día en que mi tía abuela me dió respiración boca a boca y se le cayeron los dientes postizos dentro de mi boca.

—Pues Jihoon...— empecé a hablar. Me interrumpí a mi mismo—. Qué asco, hermano, tu historia me da ganas de vomitar— mencioné. Él asintió, claramente estando de acuerdo. Sacudí la cabeza y seguí con la idea principal—. La cosa es que Jihoon cree que lo engañaste. Además, Jimin habló con él y le dijo una estupidez acerca de que ustedes dos no encajaban o una mierda así.

—No sé lo que le dijo Jimin, pero tengo que hablar con Jihoon. Sin embargo— vaciló—. Sus hermanos me persiguen noche y día. ¡Esos simios gigantes no duermen!

¿Debía mencionarle que yo le había pedido a Jihoon que mandara a sus hermanos?

¿Debía mencionarle que era muy gracioso verlo huir?

¿Debía decirle que tenía la cremallera del pantalón abajo y se veían sus calzoncillos de Bob Esponja?

Nah, eso se lo dejaba a Jihoon cuando el patán de Hoseok se fuera a disculpar con él.

—Ve a disculparte, Jung, si no lo haces correctamente ocurrirá lo mismo de la otra vez— le dije palmeando su hombro.

—¿La otra vez?— dijo tratando de recordar.

—Um, sí. ¿Lo recuerdas? Pelea con Jihoon, hermanos de Jihoon, Jihoon te dejó plantado— respondí. Él frunció el ceño pareciendo no comprender—. Hoseok en abstinencia.

Y al parecer esa fue la clave, porque automáticamente su cara cambió a una de tragedia.

—¿Y qué hago?— me preguntó—. Sus hermanos me harán puré de chico guapo antes de si quiera poder...

—¿Chico guapo?— lo interrumpí arqueando una ceja.

—Bueno, soy guapo y un chico. ¿Soy un chico guapo?

—Siempre tan optimista, eso es lo que me gusta de ti, imbécil— palmeé su espalda—. ¡Bien! El plan será que yo hablaré con Jihoon acerca de que le diga a sus hermanos que paren de seguirte, y tú irás a su casa a hablar con él luego de eso. ¿Qué dices?

Hoseok pareció pensarlo un poco.

—No entiendo eso de que soy optimista...

Hoseok, Hoseok, Hoseok, ese cerebro que tienes en tu cabeza no es sólo decoración, ¿lo sabías?

—¿Es enserio? ¿De todo lo que dije, te quedaste en la primera frase?

—Lo siento, pero no puedo pensar en más de una cosa a la vez, hermano— se justificó encogiéndose de hombros.

—Eres un idiota— susurré antes de tomar aire calmándome para volver a explicarle el plan.

—¿De verdad harías eso por mí?— me preguntó con ojos brillantes—. Te amo, Taehyung, eres mi héroe.

Me perturba.

—Ugh, sí, lo sé, sólo guárdate esos comentario Jung— dije rodando los ojos—. Y levántate del suelo, no era necesario arrodillarse para darme las gracias.

—Te debo una, hermano— insistió levantándose y dándome un abrazo.

Incómodo.

—Sí, lo sé, todos me deben una. Ok, aléjate de mí, Hoseok, ya empiezas a parecerte a tu tío abuelo Jung-Hong.

—Tía abuela. Era travesti. Si le dices tío se ofende— respondió poniéndome los ojos en blanco.

—¿Y cómo va todo con Jungkook?— preguntó de repente. Alcé ambas cejas—. Ya sabes, ¿cómo van ustedes dos? Tú siempre sabes el estado de la relación qué hay entre Jihoon y yo. Quiero saber cómo va el noviazgo de mi mejor amigo.

—Aw, que cursi eres Jung Hoseok— dije dándole un puño en el brazo.

—Auch.

—Jungkook y yo estamos bien, supongo. Aunque, me pone nervioso no saber si se quedará o no en Seúl permanentemente— admití.

—Y luego tú me llamas cursi— canturreó. Le di un golpe en el estómago—. ¡Oye!— dijo sin aliento—. ¿Qué te sucede?

—Ando muy agresivo hoy— me excusé mientras él caía al suelo del dolor.

Melodramático.

—¿Qué mierda, amigo, te llegó el periodo?— me preguntó.

—Ah, eh... sí. ¿Por qué no? Es la excusa que lanzan las mujeres para explicar sus cambios de ánimo— contesté encogiéndome de hombros.

—Ay no. Te estás convirtiendo en la tía abuela Jung-Hong.

—Idiota.

Y por si preguntan, la respuesta es sí, lo volví a golpear.

Llamé a Jihoon mientras veía a Hoseok retorcerse en el piso.

—¿Taehyung?— la voz dulce y tierna de Jihoon se escuchó del otro lado de la línea.

Estaba casi seguro de que sí Hoseok de enteraba de que encontraba tierno a su novio me daba una paliza.

—Hola, Jihonnie. Um... ¿podrías pedirle a tus hermanos que dejen de perseguir a Hoseok?— le pedí.

—¿Por? ¿Hablaste con él?— me preguntó.

—Sí, algo así. Quiere disculparse correctamente pero dudo que con las piernas rotas, sin brazos y estando más allá que acá, si entiendes a lo que me refiero, pueda hacerlo— respondí—. ¿Qué dices? ¿Les dirás algo?

—Sí...— murmuró—. ¡Ay, Taehyung!— exclamó inseguro—. ¿Qué le digo a Hoseok si se viene a disculpar? La última vez los perdoné pero aún así terminé dejándolo plantado.

—Oh créeme— dije, sintiendo mi pie aplastar por lo que reconocía como la espalda de Hoseok—. Créeme que su disculpa será mucho mejor que la anterior.

—De acuerdo... Um, pues hablaré con mis hermanos.

—Ok, adiós, Woozie— me despedí.

—Adiós, Taehyung.

Colgué la llamada y vi hacia abajo. Tenía mi pie aplastando la espalda de Hoseok y él alzaba la cabeza desesperadamente intentando verme a los ojos.

—Ya le dije a Jihoon que hablara con sus hermanos— le informé.

Frunció el ceño.

—Lo llamaste "Woozie"— gruñó.

—Um, sí— dije poniendo los ojos en blanco—. ¿Y?

—Yo lo llamo así cuando estamos en la cama.

PERO QUE ASCO DE TIPO.

—Creí que así lo llamaba su mamá— mencioné.

—También yo. Cuando le estoy dando...

—¡Cállate, maldita sea!— exclamé cubriendo mis orejas con mis manos—. Ugh, eres un cerdo.

—Lo sé— dijo sonriéndome inocentemente.

—Bueno, vete a pedirle disculpas a Jihoon, cerdito. El chico está molesto.

Hoseok asintió y nos quedamos en silencio por unos segundos hasta que Hoseok volvió a hablar.

—Cuando quieras hermano.

¿Cuando quieras hermano...?

—Ah, sí claro— respondí sacando mi pie de su espalda.

—Allá voy— gimió parándose con dificultad del suelo. Suspiró—. ¿Nos vemos en la tarde?

—Claro— acepté—. Nos vemos, Hoseok. Y me avisas luego si tuviste sexo con Jihoon.

—¿Por qué?— me preguntó extrañado.

Debo encontrar agua bendita para echársela toda encima.

—Para saber si se reconciliaron correctamente. ¡Nos vemos, tarado!— me despedí sonriente, empezando a caminar dirección a mi casa.

—Hasta luego— se despidió igualmente, pasando una mano por su cabello y dirigiéndose a la casa de Jihoon.

Agua bendita, agua bendita. ¿Por qué era tan difícil encontrar agua bendita para estos días? ¿Nadie era solidario y la vendía por internet?

Los agua benditeros de hoy en día eran demasiado egoístas.

Llegué a casa, me senté en el sillón, saludé a Jimin que estaba al lado mío, fui por una botella de agua a la cocina...

¿JIMIN?

—¿¡Qué haces aquí!?— exclamé saliendo de la cocina y regresando a la sala de estar. Él abrió la boca para responder—. Oh, espera— tomé un sorbo de agua y la escupí fingiendo sorpresa—. ¿Jimin? ¿¡Qué haces aquí!?— repetí.

—No es necesario hacerte el melodramático, Taehyung. Venia para hablar contigo— respondió encogiéndose de hombros—. ¿Hay algún problema en eso?

—Um, sí— obvié—. Hiciste que Jihoon y Hoseok se pelearan, de nuevo. Estoy bastante molesto contigo para hablarte como si fuéramos los mejores amigos.

—Espera. ¿Qué?— dijo levantándose del sillón y enfrentándome—. ¿A qué te refieres con eso de que provoqué una pelea entre Hoseok y Jihoon?

—Sé que te besaste con Hoseok, él mismo me lo dijo, y sé que fuiste al cine con él— espeté—. Te pedí que te alejaras de él por un tiempo, Jimin. ¡No es tan complicado!

—¿Quién te dijo lo del cine?— dijo confundido—. ¿Fue Hoseok?

—No— negué inmediatamente—. ¡Pero no importa quién fue! ¡De todas formas...!

—Fue Jungkook— me señaló con su dedo índice.

Fruncí el ceño.

—Sí, maldita sea, Jimin, fue Jungkook si es que estás tan interesado en saberlo.

—Lo sabía— masculló.

—El punto es que te pedí que te alejaras de la relación que mantiene Jihoon y Hoseok. Son felices juntos, Jimin. ¿No puedes solamente aceptarlo? Hoseok no te quiere como algo más que un amigo.

—Lo sé, Taehyung, y lo siento, no volverá a pasar. Sé que fui un tonto y...

—Le dijiste a Jihoon que Hoseok no era para él— espeté interrumpiéndolo—. Y con eso ya te has pasado. Sabes que Jihonnie es vulnerable y sensible. Fuiste muy bajo si te metiste con él para arruinar su relación.

—¡Ya lo sé!— exclamó—. Demonios, Taehyung, ya sé que fui un tonto y lo lamento.

—No es a mí a quien tienes que pedirle perdón. Es a Jihoon y Hoseok, sobre todo a Jihonnie. ¿Qué creías? ¿Que yo sería tu paloma mensajera y te ayudaría a que vuelvas a hacerte cercano a Hoseok y a Jihoon para arruinar más la relación de ellos dos?

—No, no esperaba eso. Pero necesito que tú también me perdones porque... porque rompí la promesa de no acercarme— masculló, mordiendo su mejilla interna.

—Pues no te perdonaré hasta que te disculpes con Jihoon y Hoseok.

—De acuerdo— suspiró—. Pero de verdad lo siento.

—Como sea, Jimin— dije intentando dejar ese tema a un lado—. Um... ¿De qué venías a hablar?

—Del desfile— dijo pasando ambas manos por su cabello—. Solamente...— se mantuvo callado por unos segundos, unos largos segundos con la mirada perdida—. Solamente quería... Um... Asegurarme de que ibas asistir.

Arqueé una ceja ante sus palabras.

—Pues sí, voy a ir, es algo seguro— respondí.

—¡Genial!— me sonrió repentinamente animado—. Solamente era eso. Supongo que... ya me voy.

—Adiós— me despedí para que se largara rápido.

—Adiós, Taehyung— asintió con la cabeza, yéndose en dirección a la puerta de entrada y desapareciendo detrás de ella.

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