#23: Actos del karma
El brazo de Taehyung en mi cintura me condujo hasta la fila del cine. Veríamos una película que él había escogido, recién salida la película a la pantalla grande. Yo no me quejé, ya que no tenía una mejor idea que la de él y de todas formas no se veía tan mala.
Notado sea el factor de que dije "tan mala" acentuando el "tan", unas mil veces, no nos vayamos a los extremos. Que Taehyung fuera lindo y adorable, no significaba que sus gustos fueran los mejores del mundo.
Es decir, ¿alguien recuerda a Irene?
-Estos son sus boletos. Aquí tiene, y gracias por comprar- la muchacha que atendía la caja le entregó los tickets al caballero que iba delante de nosotros, y tan pronto éste se fue, nosotros nos dirigimos a la chica.
Tenía un lindo tono de verde en su cabello, una nariz perfectamente respingada y una sonrisa cuadrada.
Volteé mi cabeza rápidamente a ver a Taehyung. Y volví mi mirada a la chica segundos después.
-Hola, mi nombre es Taehyuna. ¿Qué desean ver?- dijo dulcemente la chica.
Mis ojos se abrieron bruscamente aunque intentando pasar desapercibido por Taehyung, eso definitivamente no era de Dios.
Taehyung, Taehyuna, peli verde, peli verde, nariz respingada, sonrisa cuadrada.
Insisto, no-era-de-Dios.
Taehyung dió el nombre de la película y hablaron por unos cortos segundos de... de cosas que no llegué a entender, si debía ser sincero. Es decir, compréndanme. ¡Acababa de encontrar a la gemela perdida de mi novio! Me sentía como Albert Frankenstein cuando descubrió que la leche salía de la vaca en 1923.
Aún me sigo preguntando qué estaba haciendo con la vaca para descubrir eso.
En fin, hay cosas que es mejor no saber, igualmente ya sé mucho cómo pudieron notar, así que regresando al tema, ¡era como estar viendo juego de gemelas en vivo!
-¡Oh mi Dios!- de repente una voz chillona llegó a mis oídos-. ¡Eres Jeon Jungkook!- exclamó de nuevo la chillona y aguda voz. Era una chica, compañera de la tal Taehyuna por lo que podía ver ya que llevaban la misma blusa de trabajo y él mismo gorro ridículo con el nombre del cine.
Oh, no, esto no me olía nada bien.
Ah, no, era su aliento.
-¿Me das tu autógrafo?- preguntó ilusionada. Arqueé una ceja, intentando demostrar mi confusión falsa, ya que sabía perfectamente porqué me pedía mi firma.
Además, yo no quería darle mi firma, prefería darle una menta.
Por otro lado, se me hacía raro que una chica que prácticamente ni si quiera vivía en los Estados Unidos me conociera.
Y por otro lado (sí, mi vida tenía tres lados como un triángulo, viva la geometría), ¡la chica le conocía! Me sentía verdaderamente famoso aunque para mal, porque Taehyung no se podía enterar de que era modelo y ya saben.
Tuve que hacerla pasar por loca con problemas de reconocer gente.
-Lo siento, no te conozco- dije extrañado mientras empujaba a Taehyung para que dejáramos la fila.
La chica chillona se había Tirado al suelo y me agarraba psicópata mi tobillo mientras se arrastraba como trapo sucio lloriqueando melodramáticamente.
Qué miedo.
-¡Por favor!- lloriqueó-. ¡Dame tu autógrafo!
Definitivamente, ella era más que una fan.
Acosadora.
A esos extremos ya no me gustaba.
-¡No sé quién cojones eres!- dije fingiendo confusión.
Más bien alteración, de verdad que esta chica me comenzaba a dar miedo. Nunca antes nadie se había comportado así conmigo, normalmente una foto, sí, un saludo, de acuerdo, todo bien, pero nadie se había lanzado al suelo a pedirme un autógrafo.
-¿Por qué esa chica te pedía un autógrafo?- me preguntó Taehyung cuando ya nos encontrábamos en la fila para comprar los caramelos y las palomitas.
Unos guardias de seguridad que habían cerca habían tenido que alejar a la chica psicópata de mí y mi sensual tobillo.
Por un momento creí que moriría, pero como ya he dicho muchas veces antes, hierba mala nunca muere.
-Yo que sé- dije nervioso encogiéndome de hombros-. Tal vez se confundió o algo, de hecho he escuchado que existe algo parecido al daltonismo, solo que en vez de confundir colores, confundes personas.
-Ya veo, pero lo que no entiendo es cómo sabía tu nombre- insistió aún confundido Taehyung.
-¿Brujería? Últimamente es algo muy común- dije y mostré una sonrisa que tenía implícito "dejemos el tema y sigamos, gracias".
-Um... un pop corn grande, por favor, y dos gaseosas- ordenó Taehyung con una sonrisa al chico que había tras la registradora.
El chico desconocido que tenía una ficha en su camisa con el hombre de"Yugyeom" nos sirvió las palomitas y las dos gaseosas. Taehyung pagó. Después de todo si quiera tenía mi billetera en mano. Tomamos nuestros comestibles y nos dirigimos a nuestra respectiva sala de cine.
Nos sentamos en la tercera fila, verdaderamente cerca de la pantalla. Según Taehyung, de tan cerca era donde podías sentir la verdadera acción. Según mi punto de vista, tenía hambre.
Sí, de acuerdo, no había comida galletas desde hacía bastante. Deben tener compasión conmigo. Deben.
Saqué un puñado de mis palomitas impaciente y me las comí de un sopetón, sin que Tae me viera hacerlo. Me moría literalmente si alguien me veía comer en mi fase glotón.
Todavía recordaba la vez que me comí un hot-dog en la cafetería de la escuela a mis quince años. Palta, tomate, mayo, ketchup, mostaza... En mi defensa no había desayunado nada y mi estómago pedía de rodillas algo para digerir. El hecho de que media escuela me viera hacerlo y me hubieran sacado fotos, es un detalle aparte de que por cierto me avergonzó extremadamente por unos cuantos meses. Después lo olvidaron.
Y es que, todos olvidaron cualquier anécdota el día en que salió el video de la rata arrastrando una pizza en la estación de metro.
-Ya empezó- un murmullo emocionado de parte de Taehyung me regresó a la realidad. Sonreí al voltear a verlo. Comía nerviosamente palomitas mientras observaba la pantalla con los ojos bien abiertos, como si ellos fuera a permitirle ver y entender la película mejor.
De todas formas todavía estaban dando comerciales y trailers. Sí, nada muy interesante.
Nada lo era hasta que ví que a la sala de cine entró Yoongi.
¿Qué mierda hacía Yoongi aquí?
¿Por qué rayos estaba en el cine?
¡Ese chico debía estar trabajando y haciendo que Mino se comiera las uñas de los nervios! ¿¡Qué hacía en el cine, maldición!?
Mantuvo la mirada pegada al suelo, por lo que al pasar al lado de mi fila, no me vió. Continuó subiendo las escaleras hasta llegar a la décima fila (bastante lejos de mí por suerte) y se sentó en uno de los asientos de la mitad.
Regresé la mirada al frente para que no me viera la cara en ninguna oportunidad.
Y todo iba bien (de acuerdo, en parte) hasta que ví que otra persona entraba a la sala de cine.
Era Jimin.
¡Anda, sígueme, mala suerte, sígueme que vas bastante cerca!
El chico de cabello castaño llamado Jimin que de paso en ese mismísimo instante era la última persona a la que quería ver (además de Mino u otra chica que me conociera), elevó la mirada, se detuvo a unos pasos en la escalera, y me vió entre confundido y desconcertado.
Comprensión cruzó por su rostro al ver a Taehyung a mi lado.
Y luego miedo.
¿Qué?
Volteé a ver a Taehyung y noté que seguía con sus ojos pegados a la pantalla tal y como había estado desde... desde siempre. Y segundos después, volví mi mirada a Jimin, mirándolo con el ceño fruncido, demostrándole mi confusión ante su mueca de miedo.
No tardé demasiado en comprender porqué parecía estar entrando en pánico, ya que mini segundos después apareció la figura de un chico, alguien bastante familiar y fue tan sólo ver sus ojos para reconocer quien era.
Jung Hoseok, mi amor platónico y el chico que acompañaba a Jimin al cine.
Jimin siguió subiendo las escaleras junto a Hoseok, intentando que éste no se diera cuenta de mi presencia ni de la de Taehyung. El último gesto que hizo Jimin en mi dirección antes de desaparecer de mi campo de visión fue poner su dedo sobre sus labios, como sí me estuviera pidiendo guardar un secreto.
Me encogí.
¿Jimin estaba saliendo con Hoseok?
No inventen.
Dirigí mis ojos hacia Taehyung, intentando recordar una conversación que habíamos tenido antes, una palabra clave.
Chasqueé mis dedos mentalmente, recordando.
Él me había dicho que Hoseok se había conseguido novio. El único problema en el asunto, era que no lograba recordar si me había dicho el nombre de éste. ¿Y si era Jimin? Él me habría dicho, ¿no? De todas formas, ¿por qué Jimin me habría pedido guardar el secreto de que había venido al cine con Hoseok?
Suspiré. No sé porqué me preocupo, pensé, no tiene sentido.
Seguí viendo la película intentando distraerme de la situación demasiado Sherlock Holmes que se me había presentado de repente y unos diez minutos más tarde me había quedado dormido en el hombre de Taehyung.
Presentía que se comería todas las palomitas.
Y mis presentimientos estaban en lo correcto.
-Jungkook- una voz lejana me hizo removerme en mi lugar-. Eh, Jungkook- continuó insistiendo.
Gemí en queja. ¿Quién osaba despertar mi profundo sueño? ¡Qué le corten la cabeza!
-Ya terminó la película- habló la clara voz de Taehyung.
Ah, no, no le corten la cabeza, es Tae.
-Lo siento, tenía sueño- me disculpé aún apoyado en su hombro, mirándolo. Él me sonrió, besando mi frente cariñosamente.
-No te preocupes. Al menos dormiste bien- susurró. Me incorporé y ambos nos levantamos de nuestros asientos.
-¡Uh! ¿No ronqué, verdad?- dije preocupado de repente, recordando que muchas veces... tenía la mala suerte de hacerlo. Él soltó una pequeña risa.
-No, claro que no, era un completo ángel hasta para dormir- dijo rodeando mi cintura con uno de sus brazos. Me acercó a él y nos dirigimos a la salida de la sala. Ya afuera me separé de él.-. ¿Qué pasa?
-Quiero ir al baño- le contesté, recibiendo una sonrisa más de su parte. Amaba sacarle sonrisas, y lo hacía hasta con las cosas más mínimas-. Ya vuelvo.
-Te espero- dijo antes de que entrara al baño.
La figura de Jimin y su rostro reflejado en el espejo me hizo dar un respingón. Él volteó a verme con los ojos suplicantes.
-No le digas- murmuró de golpe. Me quedé sin entender, ¿ni si quiera un "hola"?-. No puede saber que vine al cine con Hoseok- explicó, y supe que se refería a Taehyung.
-¿Por qué?
-Porque Hoseok tiene novio- respondió a mi pregunta curiosa. Fruncí el ceño y él suspiró mordiéndose los labios-. Se llama Jihoon, y es un cielo,créeme. Hoseok le es fiel y todo lo que tú quieras, pero no le puedes ni comentar por accidente a Taehyung que vine al cine con él.
-No entiendo...- mascullé. Si Hoseok y Jihoon eran novios, ¿cuál era el problema de Jimin con salir como amigos con Hoseok?
-A mí me gusta Hoseok- confesó-. Y sé que Taehyung los sabe, y sé que se enfadará si se entera que vine al cine con él sabiendo que Jihoon debe reconciliarse con su novio.
De acuerdo, esto parecía ser un largo episodio de la Rosa de Guadalupe.
-¿Desde cuándo te gusta Hoseok?- la pregunta salió de mis labios como algo de disgusto. Y es que simplemente... simplemente pensaba que a Jimin le gustaba, o se interesaba en: Taehyung, comprendan que estaba verdaderamente confundido.
-Hemos estado compartiendo más por el tema de que yo me volví amigo de Taehyung y Hoseok ya lo era... y pues de tanto tiempo que pasamos juntos, me empezó a gustar...- suspiró luciendo cansado-. Ambos sabemos que Taehyung no es tonto- murmuró, yo arqueé una ceja y él volvó los ojos-. De acuerdo, el chico no está ciego. Y por eso supongo que lo sabe, o por último, lo sospecha. Y con eso, Jihoon también debe saberlo, ¿entiendes?
Se mantuvo unos segundos callado con la mirada baja. Yo esperaba que explicara algo más, la verdad hasta ahora todavía intentaba comprender toda la historia. Jihoon y Hoseok eran novios, discutieron, a Jimin le gustaba Hoseok, Taehyung y Jihoon sabían acerca de que Jimin gustaba de Hoseok...
Hasta ahora, según mi punto de vista, mi comprensión acerca de este problema iba bastante bien.
-Jihoon y Hoseok discutieron por mi culpa- volvió a hablar de repente la voz de Jimin-. Hoseok me contó que fue porque había hecho un comentario acerca de chicas calientes, y sabía que era para animar a Taehyung, y... Jihoon lo escuchó, y se enfadó con él de una manera drástica- él dirigió su mirada hacia mí duramente-. Conozco a Jihoon lo suficiente como para saber que no fue por el comentario que él hizo por lo que ahora están distanciados. Él es celoso y yo soy poco disimulado. Es muy obvio, Jungkook, y tal como tú me confiaste a mí el secreto de modelo y yo no sé lo puedo contar a Taehyung ni a nadie, tú debes prometerme que no le dirás de esto a Taehyung ni por accidente, porque presiento que eso afirmaría todas mis dudas. ¿Puedo confiar en ti?
Extrañamente me sentí contra la espada y la pared. Por un lado quería contarle a Taehyung acerca de esto, por el simple hecho de que lo impidiera, quería que Taehyung hiciera algo al respecto para que Jimin no se quedara con Hoseok, se me hacía imposible imaginarlos encajando de una manera romántica. Pero eso era un capricho, un bobo y estúpido capricho, y en el fondo sabía que solamente quería que Jimin no estuviera con Hoseok porque ya me había quitado a Taehyung antes y ahora iba por el que alguna vez fue mi amor platónico y ahora era el novio de un chico que según el mismísimo Jimin era un cielo.
Suspiré y finalmente acabé asintiendo. Después de todo, tampoco era el gran problema el hecho de que a Jimin le gustara alguien ¿no?
-De acuerdo, no se lo diré a Taehyung- respondí. Él me sonrió.
-Gracias.
-No te preocupes, tampoco es que quiera decírselo. Puedes confiar en mí- le di una ultima sonrisa, intentando darle confianza, y él la correspondió. Salí de, baño quitándose todas las ganas que tenía de ir y llegué frente a Taehyung.
-¿Listo?- preguntó.
Hice una mueca parecida a una sonrisa. No permitiría que un drama de telenovela que ni si quiera me incluía a mi en el camino, permitiera arruinarme la cita que tenía con Taehyung, a pesar de que sentía que le estaba ocultando un pequeño y bobo secreto más que no merecía saber pero que por otro lado no necesitaba tener en su cabeza.
Lo abracé, y acerqué mis labios a su oído.
-Te quiero- murmuré-. No lo olvides ¿sí?
Me alejé de sus brazos y vi su rostro adornado con una satisfactoria sonrisa.
-Jamás- dijo rodeando mi cintura-. Te quiero más.
Y me dió un pequeño beso en los labios antes de irnos del lugar.
¿Quién dijo que ir al cine sería sencillo? Claramente nadie. Primero fue el hotel y ahora había sido el cine, con el problema de la chica de los boletos y la enorme historia melodramática de Hoseok, Jihoon y Jimin, además de que Yoongi casi me atrapa en la película.
Suspiré, sintiéndome abrumado por todo lo que últimamente me había ocurrido en el día.
Sí, debía ser el karma.
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