#17: Intentando mantener la calma
JUNGKOOK'S POV:
Tenía que estar soñando. Estaba hablando con el mismísimo Jung Hoseok, mi amor platónico, el único chico que no me insultó durante todos aquellos años de sufrimiento, aquel hermoso y guapo alumno de mi escuela que tenía esa perfecta sonrisa en forma de corazón. Era demasiado bueno para ser verdad, es decir en mi otra vida tuve que haber ayudado a muchos ancianos para que me pase esto ahora. De seguro tenía esa cara de tonto enamorado en el rostro, luciendo como un reverendo bobo. Pero ni modo, es hombre estaba tan bueno que me daban ganas de decirle "Se te cayó el empaque" para que luego el dijera "¿cuál? Y yo poder responder "En el que venías envuelto, bombón" Sí amigos, el amor te hace decir piropos de camionero, pero que más da ¡viva el amor!
—Oye, sé qué tal vez digas que no pero... ¿te gustaría que almorzáramos juntos?— dijo él rascando su nuca tiernamente y mirándome con esa sonrisa dulce y galante, una combinación que sólo él lograba juntar.
Me pellizqué el brazo izquierdo para comprobar que no era un sueño, no obstante, no medí mi fuerza por lo que lo hice con más de la necesaria y en consecuencia solté un pequeño gritito provocando que Hoseok me mirara con una expresión de interrogación en el rostro. "Te invita y ya la cagaste en tiempo récord, a veces me avergüenzo de ser tu consciencia" habló mi vocecita interna y justo cuando me iba a golpear mentalmente por mi estupidez caí en cuenta de algo. ¡Si me dolió significa que no estoy soñando! Y con eso en mente volví a la realidad, realidad en la que Jung Hoseok, uno de los chicos más codiciados de la escuela, me estaba invitando a salir.
—Me encantaría— respondí tratando de no tartamudear como idiota.
—Genial—sonrió él abiertamente—. Nos vemos— y dicho esto de su parte, con su jodida voz alborota hormonas, se fue por el pasillo, perdiéndose de mi vista a lo lejos, como una pequeña flor entre la nieve de montaña.
Oh, joder, primero camionero y ahora poeta, esto de estar enamorado me pone raro. Tengo miedo.
Un escalofrío me recorrió la columna vertebral y luego, como un estúpido total, brinqué alegremente hasta llegar a mi casillero. ¿Felicidad? ¿Costumbre? ¿Retraso? ¡No lo sabía y no me importaba! Pero lo que sí sabía, era que estaba flotando en las nubes al tan solo recordar que aquel día, ¡almorzaría con Hoseok!
Aquí es donde me envidian.
Un chillido ahogado de la emoción se presentó en mi garganta, mientras daba saltitos estúpidos frente a mi casillero, y agitaba las manos como si estas se trataran de pompones de animadora. Si alguien me veía así tal vez pensaría que estoy loco y me llevaría a un psicólogo, ¡pero qué más da! ¡iba a salir con Hoseok!
Tomé una bocanada de aire intentando calmarme, y abrí mi casillero para tomar el libro de mi próxima clase.
Y todo se derrumbó ante mí. Biología. Tenía mi cuaderno de biología ante mis ojos, el libro lo tenía en la mochila, la prueba la tenía luego de las primeras horas, y las ganas de tirarme por la ventana del pasillo estaban más altas de lo que deberían. ¡Demonios! No había estudiado para la prueba. Sí, es verdad, todos los días anteriores había estudiado un poco de la materia, pero el día anterior al examen era el momento perfecto para refrescar la memoria.
Y yo no había estudiado.
Y todo por culpa del simio idiota que tenía como compañero para las primeras horas de clases. Oh, Kim idiota Taehyung se iba a enterar. Por su culpa había sido que no pude estudiar para la prueba, por su maldita culpa de haberme echado prácticamente a patadas de las casa para no perder su "popularidad". Gruñí furioso. Definitivamente yo y mi bate tendríamos una linda conversación con él.
Okay tampoco tanto, ni si quiera tengo un bate pero de verdad que tenía unas ganas de darle sus buenos madrazos para que aprendiera a dejar de ser un maldito egoísta.
Tomé bruscamente mi cuaderno, sacándolo del casillero como si se tratara de mi mamá cogiendo su chancla cuando hago algo mal, y cerré la puerta tan fuerte que el sonido espantó a la mayoría que había cerca.
Estaba enojado. Y mucho.
Me dirigí con la cabeza en alto por los pasillos, como nunca lo había hecho y nunca más lo haría, y entré a mi respectiva clase. Al entrar al salón, moví lentamente mis ojos en busca de la causa de mis desgracias aka el simio, y ahí fue a parar mi vista, justo en el lugar donde estaba sentado tranquilamente mientras jugaba con un lápiz entre sus manos.
Perfecto. No había ninguno de sus amigos cerca, era el momento de echarle todo en cara.
—Tae— dije furioso frente a él.
El me miró por medio segundo, antes de desviar su mirada, frunciendo el ceño con una mueca que no sabía muy bien que significaba. Él refunfuñó algo que no entendí por qué lo dijo en voz baja y un leve gruñido de sus labios se escuchó como una queja.
—¿Qué quieres?— se atrevió a preguntar sin mirarme.
A ver, a ver, a ver, el que estaba molesto allí era yo, es decir tras de que por su culpa no estudié ahora el desgraciado estaba molesto con migo, ah no, ahora si me iba a escuchar.
—Por tu culpa— hice énfasis en el "tu"—, no pude estudiar para la prueba de hoy.
Me acerqué un poco más a él, para que absolutamente me escuchara, y le espeté furioso: —Me echaste de la casa para que Hoseok no se enterara de que vivía contigo y por eso no pude estudiar biología por la tarde.
Él resopló.
—¿Qué me interesa? Si tanto quieres estudiar biología, vete y dile a tu preciado Hoseok que te ayude— respondió él, nuevamente sin siquiera mirarme de reojo, y con un tono burlón al mencionar a Hoseok, para luego agregar—. De seguro y te da clases prácticas.
¿Clases prácticas? Pero si estamos viendo la anatomía del cuerpo humano...
Procesando...
Un sonrojo invadió mis mejillas al entender la referencia, pero luego recordé que estaba que anotaba a Taehyung en mi death note y se me pasó.
¿Ahora que tenía contra Hoseok? Agh, entender a este chico es más difícil que entender a una mujer y vaya que entenderlas es un martirio.
Solté un bufido molesto y me alejé de Tae, para luego dirigirme a mi asiento y dejarme caer en mi silla. Bien, si Taehyung no iba a dar la cara, mejor estudiar en el poco tiempo que me quedaba. Así que tomé mi mochila, y de allí saqué mi libro de biología para estudiar. De algo serviría repasar, supongo.
Sin embargo, la llegada del profesor no me dejó mucho tiempo, lamentablemente.
<...>
Mátenme.
No en serio, ya mátenme.
De verdad, quería morir. Quería que la tierra me tragara y me escupiera en donde sea o que ni si quiera me escupiera con tal de no seguir en la escuela. Quería que el salón estuviera en el segundo piso y tirarme por una de las ventanas. Quería que el maldito profesor aplazará la prueba. Pero, como siempre, nada de lo que pedí ocurrió y me puse a llorar internamente.
El profesor de biología nos entregó unas hojas, las cuales eran la maldita prueba que tendríamos que empezar a hacer en segundos, y rogué al cielo que me fuera bien en ese examen.
Sí, había repasado la hora de recreo y de tiempo libre de la materia que entraba en la prueba de la asignatura, pero no era lo mismo que estudiar tranquilamente en casa. Sería la primera mala nota de todo mi historial.
—Empiecen— demandó el profesor estado tranquilamente en su escritorio.
Todos los alumnos voltearon la prueba para comenzar.
Coloqué mi nombre y luego tenía que poner la fecha.
Joder, ya habían empezado las preguntas difíciles.
Estaba nervioso. Bastante. Y yo no era de los chicos que se ponían así por todo, pero sinceramente cuando llegaba el momento, no podía evitar estarlo. ¡Ni si quiera estaba seguro de si mi nombre era Hong Jungkook o Jeon Jungkook!
Si querían saber, coloqué ambos, porque hombre precavido vale por dos, básicas.
Suspiré profundamente, con la decisión de calmarme, y volví a fijarme en la prueba.
Volví a leer que debía colocar la fecha.
Joder, no podía.
Empecé a sentir calor, mucho. Mi mano, fría, la dirigí a mi frente, con la esperanza de que el calor se fuera. Mi frente estaba sudando. Oh, no, estaba mal, muy mal, esto no era normal. Mis piernas comenzaron a temblar y mi respiración ya no era regular. ¡Demonios! Mi tic empezó a ser presente también y mis ganas de irme corriendo de allí estaban en aumento.
Miré al profesor. Me dijo "mantenga la calma" con los labios. ¿¡Pero como rayos iba a mantener la calma!? ¿¡Como quería que yo que me sentía pésimo y estaba considerando matarme con la cuchillita del sacapuntas, estuviera tranquilo!? ¡Aún sigo sin saber si mi maldito apellido era Hong o Jeon!
Y así fue como me di cuenta de que jamás podría calmarme, por lo cual decidí mandar a la mierda la prueba, a mi historial y al profesor, levantándome de mi asiento y dirigiéndome casi corriendo hasta la salida.
Quería ir a enfermería. No, al hospital. ¡Qué va, ventana del segundo piso allá voy!
Lamentablemente, no pude salir del salón, ya que me tropecé a la mitad del camino por sentirme tan terriblemente mal. Ya me daba igual. Si me desmayaba, de todas formas mi pésimo estado se dormiría por un rato.
Pero, no sabía si fue mala o buena suerte, al momento de tropezar, unos brazos me tomaron desprevenido, evitando mi caída y mi probablemente lindo saludo al suelo. ¡Gracias al que lo haya hecho! ¡Te mereces una empanada!
Mis sentidos estaban casi totalmente apagados, por lo que no pude presenciar quien era mi salvador o qué ocurría a mi alrededor. Sólo sabía que, después de unos minutos, estaba recostado cómodamente en una blanda superficie.
¿Ya me morí? ¿Yisus hyung?
No supe en qué momento, pero me quedé dormido. Y al despertar, lo primero que ví fue el blanco cielo.
Ah, no, era la parte alta de la sala de enfermería.
Sustos que dan gusto.
Un gruñido se escuchó de mi garganta y, al intentar moverme para levantarme prontamente, una mano me lo impidió.
No es Trump, ni Obama, es ella que no te ama.
Okay, tengo que empezar a controlar mi retraso.
Bajé la mirada y me di cuenta de que era el simio.
¡El simio idiota me había llevado a la enfermería! Maldición, debía admitir que era muy dulce de su parte, pero... ¿por qué se había dormido? Odiaba cuando dormía. Para empezar no me soltaba la mano por nada del mundo, porque prácticamente la había enroscado con la suya, después estaba el hecho de que roncaba de una manera muy molesta, por el último detalle: no se despertaba ni con un terremoto.
Suspiré. ¿Ahora que haría para despertarlo?
Lo miré cuidadosamente a la cara y otro suspiro salió de mi boca inevitablemente. Por desgracia, y aunque me costara admitirlo, Taehyung era guapo, muy guapo. Podía ser un simio idiota, podía roncar más fuerte que una orquesta, podía ser insoportable la mayoría de las veces, podía ser un tonto de primera, podía confundir frijoles con salchichas, pero eso no quitaba el hecho de que su cabello era hermoso, que sus ojos color café eran los más lindos que había visto, y que su voz era malditamente perfecta, grave y sexy, o en otras palabras, moja tangas.
Tan sólo era su actitud de mierda la que lo arruinaba todo.
—Eh, Tae— le dije suavemente mientras picaba su brazo con mi dedo.
Él se removió incómodo.
—Jungkook... — balbuceó él en queja y escondió su rostro en sus brazos sin querer despertar.
Ni modo, lo intenté. Me encogí de hombros mentalmente y lo tiré de la silla en la que él estaba sentado, por lo que cayó al piso.
—¡Auch!— se quejó él haciendo una mueca de dolor y se levantó del suelo—. ¿¡Es necesario recurrir a la violencia!?— yo asentí en respuesta.
—Te intenté despertar y no quisiste— me defendí—, ya no estaba en mis manos.
—¿Sabes? Una forma más linda de despertarme sería dándome un beso, digo yo— dijo él, en un tono bromista, y yo volqué los ojos.
—Ya es hora de irnos— respondí ignorando su comentario.
—Podrías darme las gracias— dijo él con la voz alta al momento en que dejaba el box de enfermería.
—¡Sigue soñando, que soñar no cuesta nada!— respondí saliendo de la sala y le cerré la puerta en la cara.
—¡Qué dulce!— exclamó él desde adentro, con un toque de sarcasmo, y abrió la puerta para salir igualmente.
Y la preocupación me embriagó de nuevo, pero por algo diferente.
—¿Qué hora es?— cuestioné.
Le echó un vistazo a su celular, el cual guardaba en el bolsillo del pantalón.
—En unos pocos minutos tocará la campana del almuerzo— respondió él volviendo a guardar su teléfono.
Me relajé.
—Gracias al cielo— murmuré yo, poniendo mi mano donde debería estar mi corazón,
—¿Por?— me preguntó arqueando una ceja.
—Almorzaré con Hoseok— dije tímidamente, sintiendo mis mejillas arder fuertemente.
Taehyung desvió la mirada y se limitó a decir "Ah" secamente, antes de irse por el pasillo y dejarme solo.
¿Y ahora qué bicho le había picado?
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ayer subí un nuevo ff por si quieren pasarse por allí. se llama "Enamorando al nerd", lo pueden encontrar aquí en mi perfil ☛☚
sé que de por sí me demoro actualizando algunas veces, pero hace tiempo quería publicarlo y bueno):
¡gracias por leerme! ♡
resubido: 28/12/2020
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