#13: Lo que quería
Nos vemos en la cárcel uwu
JUNGKOOK'S POV:
Me reí leyendo el mensaje que le había escrito la noche anterior a Taehyung y dejé el celular de regreso en el velador, burlándome mentalmente.
¡Y cayó! No me lo podía creer. Creí que iba a ser más complicado, pero la desesperación de Taehyung definitivamente facilitó las cosas. Era mi novio, e iba a alardear aquello todo el día frente las narices de Mino. ¿Cómo se sentiría el hombre "siempre tengo la razón" al ver que efectivamente había conseguido novio en el periodo de tiempo que él me había dado?
¡Era perfecto! Mino tendría que aceptar que yo era capaz de hacer cosas por mi cuenta propia y Taehyung sabría lo que es salir lastimado.
Oh... Taehyung.
Me daba un poco de lástima pensarlo. Es decir, la noche anterior se había visto tan emocionado e ilusionado por el hecho de haberle pedido ser mi novio... Me sentía una terrible persona, sentía que no era el mismo chico de antes, como si ya no me interesara ni si quiera lo que Taehyung podía sentir.
Pero era cierto. No quería volver a lo que era: el ñoño, el vulnerable, el que se escondía por temor a que lo juzgaran más de lo que ya lo hacían. No más, estaba harto.
Taehyung me había herido, antes y después de que tuviera que vivir en su casa por un cierto tiempo. Y era la hora de regresarle todo el dolor, absolutamente todo por lo que había pasado.
Cogí mi móvil nuevamente y busqué el número de Jimin, decidido a no volver atrás. Quería seguir con lo planeado. Si ya lo había empezado, debía terminarlo ¿no?
—¿Aló?— preguntó su voz al responder la llamada.
—Hola, Jimin— saludé levantándome de la cama y empezando a caminar en círculos por la habitación.
—Jungkook, ¿eres tú?— preguntó, yo asentí con un sonido ahogado—. ¿Por qué llamas?
—Necesito hablar contigo de algo— respondí sonriendo abiertamente.
—¿De qué?— dijo lentamente.
—Prefiero... hablarlo contigo en persona.
—De acuerdo...— dijo no muy convencido—. ¿Dónde?
—¿Te parece en el centro comercial? Me encantaría ir de compras contigo— fingí un tono simpático.
Él tardó unos segundos en responder.
—Bien. En el centro comercial— accedió, recibiendo de mi parte una emoción falsa, pero lo suficientemente creíble para que él no sospechara.
Acordamos en juntarnos en el centro comercial que quedaba cerca a nuestra antigua escuela. Sí, aquella escuela llena de malos recuerdos, cosas que yo no estaba alegre, ni quería, recordar en ese momento.
Me vestí con unos pantalones pitillos con las rodillas desgastadas, una playera a rayas rojas y negras y unas botas de cuero.
Guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón, junto a una cierta cantidad de dinero en mi billetera, y salí de la habitación del hotel.
Me iba a vengar de el mismísimo Jimin. ¿Debía no estar emocionado? Mi intención no era arruinarle la vida. Después de todo lo que hizo, después de lo que me hizo sufrir y llorar, había sido en el fondo un no tan mal amigo.
Y yo trataría de ser amigable. Sin embargo, no aseguraba nada. El hecho de tan sólo recordar que él besó a Taehyung frente a mis narices para sacarme en cara que él era mil veces mejor que yo, no me alegraba ni un poquito.
¡Pero mejor ser positivo y creer que al verlo no le patearía las pelotas hasta castrarlo!
Las puertas del ascensor se abrieron y ví las puertas del hotel abiertas. Hoy saldré, pensé, saldré y haré que se arrepientan de haberme subestimado.
Caminé fuera del hotel y tomé un taxi que me llevaría al centro comercial. Iba feliz, claro que lo iba. Al fin todo salía exactamente como yo quería.
Al llegar, le pagué al taxista, salí del vehículo y entré a pasos relajados al gran espectáculo que era aquel centro comercial. Había llegado quince minutos antes de lo acordado con Jimin. Perfecto.
Caminé hasta el café en el cual decidimos juntarnos a charlar y me sorprendió un poco ver a Jimin ya sentado en una de las mesas, jugando con sus manos totalmente nervioso e inquieto.
Sonreí torcidamente. Cuánto amaba saber que tenía un poco de control sobre él.
—Hola— dije repentinamente tocando su hombro.
Volteó a verme con los ojos abiertos como dos grandes platos y suspiró apoyando una mano en su pecho. Yo reí. Lo había asustado.
—Me has dado un susto, Jungkook— bromeó para luego señalarme que me sentará a él, cosa que obviamente hice.
—¿Y cómo has estado?— cuestioné fingiendo interés.
—Bien. ¿Y tú? Me enteré de que eres modelo— sonrió apoyando ambos codos en la mesa.
—Sí. Lo soy— afirmé—. Y justo de eso venía a charlar contigo.
Pude admirar cómo tragaba saliva nervioso y tensaba la mandíbula. Estaba intranquilo, y me agradaba saberlo. Aunque daba igual después de todo, ya me suponía que se encontraría de tal manera.
—Pero ahora quiero pasar un buen rato— agregué con una sonrisa—. ¿Tomamos un café y vamos a comprar ropa? Un modelo necesita estar siempre a la moda.
Le guiñé un ojo bromeando y él soltó una risita. Finalmente nos tomamos un café en silencio, él comió un pastelito, y después de dividir la cuenta entre los dos, como los dos buenos amigos que no éramos, nos fuimos del pequeño café a caminar por el centro comercial.
—¿Y qué quieres comprar?— preguntó de repente.
Me encogí de hombros e hice una mueca.
—La verdad solamente quiero algo relacionado con Seúl. Me gustaría llevármelo de recuerdo cuando regrese a Nueva York— expliqué con la vista al frente.
—¿Volverás a Nueva York?— preguntó sorprendido. Yo asentí.
—Solamente me quedaré unos pocos días, Jimin. Vine a desfilar, nada más— respondí, tragándome mi pensamiento de "y a conseguir novio y sacarme la fama de perra".
—Genial...— murmuró para luego darse cuenta de lo que había dicho—. Me refiero, tenerte aquí es genial. Se te había extrañado muchísimo y Taehyung estaba muriendo sin ti. Imagina, tener que soportar a un muerto viviente no es lo más lindo del mundo.
Me quedé callado y simplemente sonreí. La culpa me invadía de nuevo. Quizás el plan de venganza contra Kim Taehyung no era la mejor idea. Me hacía sentir culpable, y sabía perfectamente que era incorrecto.
"La venganza no es buena, mata el alma y envenena"
Definitivamente aquella vocecita en mi cabeza parecía volverse cada vez más intelectual.
"Siempre he sido intelectual. El estúpido eras tú"
Me la hizo.
Aunque bueno, no era venganza, era hacer justicia.
—Jimin, ¿me acompañas al baño?— pregunté, deteniéndome frente a los baños de hombres.
Él asintió esbozando una pequeña sonrisa y ambos entramos. Me eché una mirada en el espejo, y al notar que no había nadie más que nosotros por el momento, di media vuelta y sin esperar más tiempo...
Le propiné una cachetada a Jimin en su mejilla izquierda.
—¿¡Qué te sucede!?— exclamó llevando su mano inmediatamente a donde le había golpeado.
Un segundo después unos chicos entraron al baño, interrumpiendo y mirando con asco a Jimin. Él los fulminó con la mirada y los chicos lo ignoraron, para después quedarse charlando.
La mirada desconcertada de Jimin volvió a posarse en mí.
—Fue por lo que me hiciste hace dos años— respondí—. Lo lamento, pero debía desquitarme.
—No tenías que hacer eso...— susurró.
—No tenias que besar a Taehyung frente a mis narices y luego hablarme de la forma en la que lo hiciste— contraataqué.
Pestañeó, para luego soltar un solloz. Sus ojos estaban aguándose y eso solamente significaba que se pondría a llorar. Más llorón no podía ser ese chico, además de pésimo actor, según yo.
—De verdad lo siento— sollozó, mientras que los chicos de antes dejaban el baño.
—¿Qué sientes?— cuestioné duramente cruzándome de brazos.
—Lo... lo que te hice. Joder, Jungkook. Lo siento muchísimo. No era mi...— suspiró, cerrando los ojos—, No era mi intención que te enfadaras tanto o... que te... que lloraras. No.
Me miró con tristeza, y noté que no estaba actuando. Podía ser cierto que lamentara lo que había hecho, que estuviera arrepentido, por eso era solamente por cómo me veía ahora. Si siguiera siendo el mismo ñoño perdedor de antes..., me habría echado a volar y lo sabía.
—Jungkook, de verdad lo siento— insistió murmurando.
Aflojé mi mirada y permití a mis dos brazos caer a los lados de mi cuerpo.
—Está bien— sonreí—. Pero el que se debería disculpar, soy yo. No era mi intención golpearte. Yo venía para otra cosa.
Jimin hizo una mueca de confusión. Arrugué la nariz y pasé mi brazo derecho sobre sus hombros, sin dejar de lado mi sonrisa.
—Quiero vengarme de Kim Taehyung, ¿me ayudarías amigo mío?
—¿Vengarte de Taehyung?— cuestionó con el ceño fruncido.
—Sí— asentí saliendo del baño junto a él, quien seguía viéndome completamente confundido por lo que yo quería hacer.
—¿Cómo harás eso?
—Lo primero que necesito saber y asegurarme es...— lo miré fijamente—. ¿Sabe Taehyung que soy modelo?
—No— negó inmediatamente—. Estuvo muy deprimido... Hoseok y yo preferimos no decirle acerca de tu... fama. Se hubiera puesto como loco y eso.
—¿Quién se enteró que yo era modelo?
—Hombre, soy un chico, uso internet. Conozco varios modelos— rió señalándose a sí mismo, recibiendo una sonrisa de mi parte.
—Perfecto. Ahora, te tengo que pedir un favor— dije parándome frente a él, apoyando mis manos en sus hombros.
Arqueó una ceja esperando a que le dijera.
—No quiero que Taehyung se entere de que soy modelo— espeté.
—¿Cómo voy a hacer eso?— preguntó incrédulo, echándose un paso hacia atrás.
—Eres mi amigo ahora, Jimin— dije alzando ambas cejas, él tragó saliva—. ¿Puedo confiar en ti?
—No se enterará— afirmó decidido.
—Así me gusta— sonreí apoyando mi mejilla en mi hombro por medio segundo, para luego soltar una risita de felicidad.
Él sonrió igualmente y lo cogí del brazo, para después prácticamente arrastrarlo por todo el centro comercial. Yo había venido hasta ahí con el fin de comprarme algo lindo, y no me iría con las manos vacías.
Finalmente, yo salí ganando. En una mano llevaba colgando mi bolsa, y en la otra iba mi amigo Jimin.
Sí, había sido un buen día.
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Disculpen nunca dejo que les dure la felicidad lsmsksms
Anygays, Jungkook te vas a arrepentir kdt
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