-¡Vamos Sel levántate!-me gritan los chicos mientras intentan quitarme las sabanas de encima.

-No. Quiero dormir-digo con los ojos cerrados y con voz somolienta.

-¿No quieres ir al agua park?-me pregunta mi primo.

Abro los ojos como platos y me levanto de un brinco de la cama.

-¿Qué?-digo emocionada.

-Iremos al agua park, así que tienes 10 minutos para vestirte-dice Justin mirando su reloj.

-¡Fuera, fuera, fuera!-les grito mientras les empujo a los Cuatro Fantásticos fuera de mi habitación.

Cierro la puerta, me voy al baño y después de hacer mis necesidades, me pongo un bikini negro por parte de arriba con flecos y por parte de abajo una de flores. Unos shorts vaqueros, un kimono de flores y por último mis sandalias planas.

Bajo hasta el salón donde ya me están esperando todos.

-¡Lista!-exclámo felíz al mismo tiempo que salto las dos últimas escaleras.

Jason me mira de pies a la cabeza con su típica sonrísa pícara mientras se relame los labios.

Imbécil.

-Vamos-dice Justin agitando sus llaves del coche.

Justin se pone en el asiento del conductor, Chace en el de copiloto y yo detrás en medio de Mark y Jason.

(.../...)

-Hay mucha gente-comenta Mark cuando entramos al agua park.

-Con el calor que hace...-secunda Justin.

Es cierto, hace un calor horrible, por lo menos unos 35°C y eso que estoy bastante acostumbrada al calor de Barcelona.

Coloco mi toalla en el cesped y a continuación me quito los shorts y el kimono, quedandome solamente en bikini. Mark, Justin y Jason me observan embobados.

-¡Eh! ¡Es mi prima malditos pervertidos!-grita Chace para luego repartiles un zape a los tres, ellos se soban el cuello y maldicen mientras que yo me río.

-¿Alguien viene allí?-digo emocionada señalando un tobogán bastante alto.

-Eh... yo prefiero ir allí-Mark señala una piscina donde hay unos niños de unos 7 años.

-Y yo-dicen Justin y Chace.

-¿Es en serio?-alzo una ceja.

Los tres asienten con la cabeza y yo búfo.

-¿Nadie me acompaña?-hago un puchero.

-Yo-comenta Jason.

-¿Tú?

-Si, yo.-me coge del brazo para luego arrastrarme hasta el tobogán después de despedirnos de los chicos.

Cuando llegamos arriba del tobogán, hay bastante gente y después de unos minutos esperando, es nuestro turno. El chico que está trabajando allí, nos indica que nos sentemos en una colchoneta de forma de donuts de color verde claro.

-Muy bien. Tú-le señala a Jason-siéntate-él le obedece y se sienta en la colchoneta-Y tú, chica sientate encima de él.

-¿Qué? ¿No puedo ir sola?-frunzo el ceño.

-No, siéntate-búfo y me siento encima de Jason agarrando con mis manos a la colchoneta, él en cambio sonríe y me sujeta de la cintura y antes de que le pudiera reclamar algo, el chico nos da un empujoncito.

-¡Aaaah!-grito del susto al mismo tiempo que vamos bajando el tobogán y Jason se ríe.

El tobogán es tan alto que cuando vas bajando, sientes un hormigue en tu estómago.

-¡Ha sido una pasada!-excláma Jason una vez abajo.

-Ahora vamos a ese-señalo otro tobogán un poco más alto que esta, le cogo de brazo y vamos corriendo hasta llegar arriba.

-Vamos rubia, ponte encima mío-me sonríe pícaro al mismo tiempo que me tira encíma de él.

-Imbécil-murmuro y él se rie.

-Muy bien chicos, agarraos que os vaís-grita el chico antes de empujarnos.

Jason pasa sus brazos por mi estómago sujetandome mientras que yo alzo las manos al aire como una niña pequeña. Para mi sorpresa, no me disgusta ni me molesta que Jason esté tan cerca de mí y ni que me rodee con sus brazos.

Ya empezamos otra vez...

Oye, una cosa es que no me disguste y otra cosa muy distinta, que me guste. Hay mucha diferencia.

Si, muchísima...

-Vamos para allá-El castaño sonríe y me pone sobre su hombro como si fuera un saco de patatas.

Vale, esto si que me disgusta.

-¡Bájame ahora mismo imbécil!-le grito sin dejar de patalear.

Y sin dejar de mirar su culo.

Pervertída...

No es mi culpa que mi cara esté a tan solo unos pocos centímetros de su culo.

-Cálmate rubia-dice entre risas y empieza a correr hasta un tobogán.

(.../...)

-Vamos allí, por favor-hago un puchero mientras le jalo del brazo.

-No, ya estoy cansado.-mira su reloj-Llevámos más de 2 horas sin parar.

-Por favor, por favor, la última-digo con voz más aguda de lo normal.

-No-dice cruzandose de brazos, yo le fulmino con la mirada.

-Oye, bonita.-me giro y me encuentro con dos chicos de unos 20 años, uno es rúbio de ojos oscuros y el otro es moreno con ojos verdes. Son muy guapos, los dos.-Si quieres puedes venir con nosotros-señala un tobogán con la cabeza sin dejar de sonreír.

-Si, nosotros también íbamos para allá-secunda el moreno con una sonrisa que derretiría a cualquiera.

-¿En serio?-sonrío como una niña pequeña. Ellos asienten sin dejar de sonreir-Genial, muchas gracias.

Empiezo a dar un paso para acercarme hasta ellos pero una mano sujetando mi brazo me impide. Frúnzo el ceño y le miro a Jason.

-¿Qué?-digo molesta.

-Tú no te vas a ningún lado con estos dos típos-dice mirandoles de arriba a abajo con desagrado.

-Pero yo quiero ir, no soy una niña, haré lo que quiero.-intento safarme de su agarre pero no logro nada.

-No-dice firme.

-Si la chica quiere venir déjala-interviene el rúbio.

-No. He dicho que no-dice Jason muy serio-Te acompaño yo.

-¡Pero si hace unos segundos decías que no querías!

-Pues he cambiado de opinión. Vamos-y sin decir más me arrastra hasta el tobogán.

Miro hacia atrás y me despido de los chicos con la mano y con una sonrísa.

-¿Se puede saber qué coño haces?-le digo enfadada una vez arriba.

-Salvarte de unos violadores.

Suelto una carcajada pero él sigue serio.

-Ah ¿que es en serio?-alzo las cejas incrédula.

-Por supuesto. ¿Acaso no has visto sus caras de violadores?

Niego con la cabeza y ruedo los ojos.

(.../...)

-Pero bueno, hasta que llegaís-dice Mark cuando nos ve llegar.

Mark, Justin y Chace están tumbados en unas hamacas, cada uno con un refresco en la mano y una pajita.

-La rubia, que no se cansa-dice Jason con voz cansado para luego echarse en la hamaca al igual que los demás.

-¿Vosotros cuánto llevaís aquí?-les pregunto mientras me seco con una toalla.

-Pues más de una hora y media-dice Justin mirando su reloj.

-Osea ¿todo el tiempo?-alzo las cejas y tiro la toalla a un lado para luego tumbarme en la hamaca.

-No, hemos estado un rato en el agua-contesta mi primo dandole un sorbo a su refresco-¿Y vosotros que habeís echo?

-Bajar por todos los tobogánes, ha sido muy divertido-sonrío de oreja a oreja.

-Y también la he salvado de dos violadores-apunta Jason.

-¿Qué?-gritan los tres histéricos despegando la espalda rápidamente de la hamaca para mirarme con los ojos bien abiertos.

Búfo y le fulmino con la mirada a Jason, quien esta tumbado en la hamaca con los brazos en la nuca.

-Es un mentiroso. Solo que Jason no me quería acompañar y dos chicos muy monos me han ofrecido ir con ellos-digo tranquilamente.

-¿Cómo que dos chicos muy monos?-Chace imita mi voz.

-Vamos, que estaban buenos.-digo para luego ponerme las gafas del sol.

-Seguro que no tanto como yo-dice Mark con aires de superioridad.

Sonrío y bajo las gafas un poco para mirarle al moreno.

-Créeme. Estában mucho mejor que tú y vosotros todos-les señalo y vuelvo a colocar bien las gafas.

Escucho unos murmúros por parte de los Cuatro Fantásticos y eso hace que sonría aún más.

Me encanta molestarles y picarles.

Qué malvada eres.

(.../...)

Siento un líquido frío recorrer toda mi espalda haciendo que me sobre salte un poco.

-¿Qué coño?-digo molesta frotandome los ojos.

Si, me había quedado dormida.

-Tranquila rubia. Solo te estoy aplicando un poco de protector solar-dice echando aún más.

-¿Un poco?-digo con sarcasmo y él sigue echando aún más-¡Ya basta! Joder, seguro que tengo toda la espalda blanca.

-Qué va...-dice riendo.

-Imbécil... ¿Dónde están los demás?

-Se fueron a comprar helados.

Empieza a masajearme la espalda con sus manos mientras que me va esparciendo la crema por toda la espalda.

Tengo que admitir que lo hace bastante bien, poco a poco voy cerrando los ojos pero segundos después abro los ojos de golpe.

-¡¿Se puede saber qué coño haces pervertido?!-grito e inmediatamente me levanto y cubro mis pechos con mis brazos mientras que el idiota se parte de risa-¡Cállate!

-Pero bueno...-dice entre risas-Si solo te he soltado el bikini para poder esparcir bien la crema-dice mirando fíjamente mis pechos.

-¡Y una mierda! Luego le llamas violadores a los demás...-digo atandome el bikini y él se rie sin apartar la mirada de mis pechos-Deja de mirar mis pechos, estúpido-digo entre dientes con tono amezadora.

Él sonríe y levanta las manos en son de páz.

-¿Quieres ir al agua otra vez?

-¿Ahora? ¿Con toda la crema que me has dado?-arqueo una ceja y él se encoge de hombros-Vale- sonrío.

Cof cof bipolar cof cof.

-¡Pues vamos rubia!-sonríe y vuelve a colocarme encima de su hombro como si fuera un saco de patatas.

Por mi parte no faltan los insultos y las patadas que no hacen ningún efecto en él.

Una vez arriba, vuelve a tomarme por la cintura y yo me siento en su regazo, se ha convertido en una rutina. Y por algúna extraña razón, no me incómoda como lo hacia al principio.

(.../...)

-¿Vosotros no queréis bajar por ese tobogán?-señalo a un tobogán naranja bastante alto, pero también hay más altos.

Chace, Mark y Justin miran donde les indico con mi dedo, abren los ojos como platos, vuelven su mirada a mí y después de unos segundos en silencio mirandome como si fuera un bicho raro...

-¡Ni locos!-gritan a la vez negando con la cabeza.

Qué cobardes...

Alzo las cejas acompañado de una sonrísa burlona.

-Oh... no me digáis que os da miedo. Pero si hay un montón de niños pequeños bajando por ese tobogán-digo señalando de nuevo el tobogan naranja.

Los chicos se quedan en silencio.

-Cobardes...-murmuro.

-¡No somos cobardes!-gritan a coro con voz de niño.

-Pues demostradlo-digo desafiante cruzandome de brazos.

Ellos dudan durante unos segundos, sin embargo, al final aceptan y junto a Los 4 Fantásticos me dirigo hasta el tobogán.

-Yo voy contigo-dice Mark con voz de niño pegandose a mí como un chícle.

-Apártate de mi prima-dice entre dientes intentando alejar a Mark de mí.

Yo me río. No recordaba a Chace tan celoso, pero me hace grácia.

-Mark, solo es un maldito tobogán-dice Jason con un toque de burla que se encuentra de brazos cruzados a unos metros de mí.

-Pues a mí me da un poco de yuyu-comenta Justin inclinandose un poco para mirar hacia abajo.

-Tal vez tenga que cambiar el apodo de Los Cuatro Fantásticos-susurro para mí, pero al parecer todos lo escuchan.

-¿Los Cuatro Fantásticos?-preguntan a coro divertidos.

-Si... os puse ese apodo, pero visto lo visto, tendré que cambiarlo.

-No, no. Me gusta como suena. Los Cuatro Fantásticos-dice Chace con voz seductor y moviendo sus manos en el aire.

-A mí también-dicen los otros tres con la mano en la barbilla y mirando al cielo.

Ruedo los ojos. No pueden ser más estúpidos.

-Anda, vamos-digo para luego sentarme en la colchoneta junto con Los Cuatro Fantásticos.

-¡Eso ha molado!-grita Justin una vez abajo mientras se peina su pelo rúbio con los dedos.

-¡Ha sido una pasada!-secunda Mark con una sonrísa.

-¡Quiero otra vez!-grita Chace como un niño pequeño para luego salir corriendo otra vez hasta el tobogán.

(.../...)

-Oh Dios, ¡por fin en casa!-excláma Justin con cansancio al mismo tiempo que se echa en el sofá.

-Estoy agotadísimo-le secunda mi primo imitando su acto.

-Pues yo me voy a dar una ducha-digo antes de dirigirme al baño.

Después de una larga y relajante ducha, salgo de la ducha y tras envolverme con un toalla blanca abro la puerta del baño.

-¡Jason!-grito llevandome una mano a mi pecho por el susto.

Nada mas abrir la puerta me encuentro con Jason a tan solo unos centímetros de mi rostro con una expresión divertida.

-¿Qué tal rubia?-alza un ceja mientras me escanea de arriba a abajo.

-Apártate-digo entre dientes.

-¿Te pongo nerviosa?

Da un paso hacia mí al mismo tiempo que yo retrocedo un paso.

Que vá. Estoy envuelta en una maldita toalla sin nada debajo y con un imbécil que no deja de acercarse a mí. Estoy relajadísima, como si estuviera en un spa.

Me encanta tu sarcasmo.

-Aléjate si no quieres quedarte sin descendientes-le digo amenazante y con los ojos entrecerrados.

Él se echa a reír. Qué bien, le hace grácia. Después de calmar un poco su risa se acerca más a mí cogiéndome de la cintura y observa mi rostro detenidamente. Primero me mira fíjamente a los ojos, después a mi nariz y por último a mis labios. Trago saliva fuértemente. Quita una mano de mi cintura y con el dorso de la mano empieza a acariciarme mi mejilla. Cada vez su rostro se va acercando más a mí y yo estoy en shock. Estoy casi desnuda y el imbécil esta cada vez más cerca.

¡Reacciona!

-¡Joder rubia!-grita adolorido al mismo tiempo que retrocede unos pasos y coloca sus manos en sus partes sensibles.

-Ya te lo había avisado-digo antes de salir del baño y abrir el armario en busca de algo de ropa.

-Solo venía a avisarte de que los chicos quieren jugar a la botella y si te quieres apuntar-dice aún con las manos en sus partes sensibles.

Abro los ojos sorprendida.

-¿A la botella?

-Si, bueno. A verdad o reto. Ya sabes.

Pienso durante unos segundos antes de aceptarlo y echar a Jason a patadas de mi habitación.

Verdad o Reto.

Esto será divertido.

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