Sopla el viento en la tarde,
caen algunas hojas de un arbol.
Se siente un frio distinto y la melancolia me invade.
Permanezco sentada con mi manta preferida y un escalofrio llega a mi.
Hace tiempo que ese vendaval de emociones no volvia; pensé que no volveria a recordar ese dia donde mi corazón latia como una colegiala enamorada.
No quise ver la realidad, vivi ciega mientras tu me seducias. Pagué caro mi ingenuidad.
Mis ilusiones terminaron en un pozo.
Me vi sumergida en una tristeza durante meses. Sin embargo sali a flote y me recordé que los principes no existen.