4. El Hijo del Dios del Sol y la Muerte Blanca.


Finalmente todos los demás humanos estuvieran presentes y después de una muy breve introducción por parte de Brunhilde todo prosiguió con normalidad... Oh lo que este montón de locos tenía de concepto sobre la "normalidad".

- Bueno que pase el siguiente por favor - Pidió amablemente la Valkiria mayor.

Ante eso un chico rubio de ojos negros y piel pálida, con una ropa muy parecida a la de cierto soldado humano paso al frente, aparte de que en su espalda llevaba arco y flechas, y en sus manos un rifle.

- Hola a todos, me presento, me llamo Jacinto Haya, tengo 16 años y soy el primer hijo del Dios Apolo y del francotirador Simo Haya.

El dios para sorpresa de todos empezó a sonreír y saltando de su asiento pego un grito que asustó a todos.

- ¡SI! ¡LO SABIA! ¡SABÍA QUE TARDE O TEMPRANO CAERÍA! - Grito felizmente Apolo.

Simo por su parte seguía en estado de shock, no sabia como reaccionar o que hacer y sus mejillas se empezaron a poner rojas, aunque agradecía tener la máscara puesta.

- Bueno continuo, solo somos tres hermanos ya que Mamá dejo en abstinencia a papá y porque quiere un descanso de "cambiar pañales" - Dijo sonriendo un poco - Mis padrinos son El tío Rasputin y mi tía Artemisa.

Tanto la diosa como el sacerdote miraron a Simo y a Apolo y asintieron como muestra de agradecimiento ante tal nombramiento.

- Mis mejores amigos son la hija de Tío Jack, Annie, el hijo del Tío Raiden y el hijo del Tío Lu Bu, Cheng y nos llaman el grupo de la muerte - Dijo sonriendo un poco - Ah cierto, y no tengo pareja ya que Mamá se encarga de asustar a todos mis pretendientes.

Cuando termino de decir eso se inclino ante todos y se retiró para ir a sentarse junto a Simo.

Pero cuando Simo pudo reaccionar miro a su hijo.

- ¿Está cargado tu rifle? - Pregunto sonriendo.

- Si ¿Por qué?

- Prestamelo un momento por favor.

Jacinto sólo le paso el rifle a Simo y suspiro cuando el francotirador empezó a corretear al Dios griego mientras disparaba y le gritaba insultos en finlandes, mientras que tanto humanos como dioses o intentaban calmar al soldado o solo disfrutaban el show riendo a pata suelta.

- Que bueno que no dije quien fue el que me gesto - Susurro dando un suspiro.

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