Después de aquel sueño no había tenido más, por lo que dejó de lado, lo consideró una pesadilla que no quería repetir, tampoco había visto a aquel chico nuevamente, su ahora papá trabajaba bastante, al parecer había un operativo importante en la aldea, la puerta del departamento se abrió, el pequeño levantó su rostro de la mesa adormilado observando como el Hatake entraba, el ojo onix vió los azules, sonrió quedito al verlo tallar sus ojos -bienvenido a casa -Kakashi negó con diversión, lo cargó en sus brazos recostando su rostro en su hombro -te he dicho que no me esperes hasta tarde -Naruto negó apretando su chaleco, lo introdujeron al cuarto, lo acostaron en el futón, el Hatake sabía que temía por su vida, suspiró con cansancio acariciando su cabeza -mañana iré a misión, serán tres días, para que no te quedes esperando -Naruto levantó sus azules -¿me traerás algo? -Kakashi sonrió -talvez un dulce si te portas bien -el menor sonrió quedito -qué sean dos, no doy lata y el fin de semana entrenamos, lo merezco -se dió la vuelta haciéndose bolitas en las mantas, le gustaba que lo llevara a dormir, se dejaba mimar, Kakashi sonrió divertido, salió de su habitación a la suya.

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Habían pasado dos días desde que el hatake salió a misión, el pequeño fue a dormir emocionado porque vería a su padre al día siguiente, tal vez le traería dulces y el fin de semana lo llevaría a entrenar; mientras dormía comenzó a sentir frío, bajó su mirada observando que estaba aún en pijama, levantó su vista, el lugar comenzaba a tomar forma, la luna no se veía, todo estaba lleno de bruma, caminó por un espeso y oscuro bosque, sus pies se llenaban de lodo, comenzó a gritar buscando ayuda, escuchó un ruido ligero, levantó su mirada viendo al equipo de su papá correr por los árboles con su equipo anbu y sus máscaras, corrió tras ellos gritando -papaaaaaaaa estoy aquí, aquí -eso había sido raro, corrió al ver que no lo escuchaban, todo se movía en cámara lenta mientras corría, el equipo se veía cada vez más lejos y cada vez la bruma se hacía más espesa, escuchó el choque de metales característicos de armas, vió unos ojos rojos girar en tres tomoes, nuevamente aquel chico, corría con velocidad paralizando al enemigo y asesinando a todos a su paso, estaba asustado, nuevamente temblaba, había sangre y muchos sujetos muertos en el suelo, giró su mirada viendo a su papá, su ojo cubierto ahora no lo estaba, brillaba un ojo rojo como el de aquel chico, lo vió lleno de electricidad atacar del mismo modo que aquel chico, el resto del equipo los cubría a la distancia, abrió sus ojos con terror al ver a un sujeto con una aguja correr tras su padre, kakashi giraba con velocidad deteniendo su ataque -¿kushimaru?, tu estabas muerto -el silencio cubrió el lugar, el sujeto lanzó su aguja una y otra vez, Kakashi lo repelía evitando sus ataques, Naruto corrió con miedo al ver la aguja venir desde su espalda -papaaaaa -la aguja atravesó el cuerpo del peliplata, el pequeño vió a Itachi caer sobre el espadachín y matarlo con velocidad, el pequeño abrazaba a su padre con terror, podía ver sangre y la vida del Hatake perderse, todo se volvió oscuro.

Naruto abrió sus ojos de golpe respirando agitado, era de noche, giró su mirada, estaba en su cama, no había bosque, sus gemas aguadas estilaban lágrimas, su corazón latía con fuerza, era otra pesadilla, ¿no es así?, esta había sido demasiado clara, se levantó tambaleando, caminó con velocidad tropezando hasta abrir la habitación del mayor, no estaba, comenzó a suspirar lleno de miedo, temblaba sin saber qué hacer o sentir, corrió a su habitación, se cambió de ropa, se colocó una bufanda y un suéter, salió de su casa colocando la llave bajo el tapete, corrió con todas sus fuerzas hasta la torre Hokage, al llegar subió con desesperación por las escaleras hasta llegar a la oficina, la luz aún estaba prendida, tocó con desesperación, escuchó la voz del anciano -pase -el pequeño abrió con prisa, entró corriendo, al llegar se abrazó al anciano, su rostro estaba aterrado, lloraba con miedo, el kage lo vió con duda, acarició su espalda sin entender -¿qué sucede pequeño? -Naruto trataba de calmarse -¿cuándo llega?, lo ví en mis sueños, un sujeto alto con máscara y una enorme aguja, lo atravesó por la espalda -el hokage lo vió duda, la descripción correspondía a uno de los espadachines de la niebla -¿de qué hablas Naruto?, tranquilízate para poder entender -el pequeño asintió, el kage con un pañuelo limpiaba sus lágrimas, el peliplata suspiraba quedito tratando de calmarse -soñé que corrían por el bosque, había mucha niebla, cada vez se veía menos, muchos shinobis llegaron atacando al equipo, papá y su equipo se defendía con facilidad, hasta que apareció un sujeto alto con una aguja, papá lo llamó "kushimaru" -el hokage apretó el ceño -¿sabes quién es? -el pequeño negó -nunca lo había escuchado, era tenebroso, atacaba con mucha velocidad, su aguja iba y venía enredándose entre los árboles, hasta que rebasó la velocidad de papá, lo atravesó por la espalda -el pequeño lloraba nuevamente -el de la máscara de comadreja aprovechó que papá cayó, el sujeto iba por el cuerpo de papá, el anbu cayó sobre él, lo asesinó, tengo miedo -el anciano nuevamente lo abrazó, más que un sueño parecía una vivencia como si Naruto hubiera estado viendo todo en tiempo real -aún no llegan, deben llegar en unas horas, ¿te parece si duermes un poco más en el sofá?, deberían llegar por la mañana -el pequeño lo vió con los ojos llorosos, si se quedaba ahí sería el primero en ver a su papá, bajó su mirada, tenía miedo, no quería regresar a casa, giró su mirada al sofá, talló sus ojitos con sueño -llegará, ¿verdad? -Hiruzen sonrió -duerme pequeño -el peliplata se dió cuenta que no le aseguró nada, eran shinobis, sería lógico no afirmar algo así, subió en el sofá, cerró sus ojos, no quería dormir, tenía miedo a soñar esa pesadilla nuevamente o que su padre no llegara, pero aún era pequeño, así que no pudo más, estaba agotado, terminó por dormir nuevamente en el lugar.