Jiraiya veía a su ahijado con seriedad -sostén el chakra, sino puedes soportar la maldad en el chakra de una cola, ¿cómo avanzarás?, enfócate, relaja tu propio chakra y deja fluir el del biju en tu cuerpo -Naruto bajo la cascada recibía el agua que lo relajaba mientras sentía el chakra corrosivo fluir por su red -¿Qué intentas hacer? -el Hatake fue jalado a su espacio mental, abrió bastante sus ojos al ver al zorro verlo peligrosamente, era la primera vez que tenían contacto -si lo que quieres es mi chakra, puedo dártelo, pero siempre hay un costo -el menor respiró hondo tratando de calmarse, observó al zorro tras la celda, su voz se escuchaba peligrosa, con una doble intención, por un momento recordó su vida en el orfanato, sabía lo que era estar encerrado, sus azules veían los rojos con seriedad -dime, ¿qué estás dispuesto a dar a cambio de mi poder?.. -Naruto afiló su mirada, era inteligente, sabía que era un truco -no quiero que me des tu chakra, quiero que me lo prestes -el zorro apretó el ceño, se aventó contra la reja -¿por qué demonios le prestaría mi chakra a un insignificante humano sin nada a cambio? -el Hatake no se doblegó, el zorro lo veía con atención -sé que escuchas lo que sucede ahí afuera, sé que sabes sobre esa organización, sabes sobre ese sujeto que te controló aquella vez hace catorce años, te humilló usando su poder para someterte a sus caprichos, te ofrezco atraparlo y dejarte cobrar venganza -el zorro apretó el ceño guardando sus colmillos que se exponían con coraje, sus ojos se relajaron lentamente -¿los demás bijus te interesan?, ¿son algo tuyo?, ¿dejarás que los atrapen?, sé que eres el más fuerte entre todos los bijus, ¿dejarás que te humillen al no detenerlos? -el zorro sonrió arrogante -creí que era yo quien debía manipularte hijo del cuarto -el rubio sonrió quedito al escuchar como se refería a él el zorro, ambos se veían a los ojos sin doblegarse -te tengo a prueba, veamos qué haces con mi poder -el zorro cerró sus ojos permitiendo al menor usar su chakra, lo botó del espacio mental. Jiraiya lo veía con los ojos bastante abiertos, el pequeño tenía tres colas a su espalda y el chakra se había hecho amarillo, Naruto abrió sus rendijas rojas lentamente, observó sus manos y su cuerpo, sus uñas habían crecido, podía sentir que su vista era superior, sentía el chakra a kilómetros del lugar, parpadeó sintiendo con claridad el calor en el chakra del sannin, era cálido, ahora recordaba el chakra de Orochimaru, ¿esa habilidad era gracias al zorro?, podía desarrollarla, se levantó lentamente, giró hacia la cascada, usando chakra viento la cortó por completo, sonrió arrogante, suspiró quedito asimilando el poder para no exhibirlo, el chakra bajó lentamente, pero podía aún sentirlo, ya no era visible a excepción de sus ojos rojos -¿renacuajo? -el pequeño sonrió, asintió -hablé con el zorro, estoy aprueba -Jiraiya sonrió, tenía dudas sobre la decisión del zorro, pero el menor se veía tranquilo y eso a él lo dejaba igual -vayamos a practicar el rasengan, es hora de pulirlo renacuajo, ocupo ver uno más grande, la odama rasengan es el objetivo -Naruto sonrió ligero, sintió al sannin cargarlo en sus hombros, sonrió divertido dejándose hacer.