Capítulo 18
Naruto caminaba por la aldea con curiosidad, acababa de terminar su tercer nivel de fuinjutsu, no había tenido más sueños desde aquel día de su padre, tenía trece años, había avanzado bastante en esos años, pronto le asignarían equipo, tenía demasiada hambre, pero no quería ir al mismo restaurante de siempre, un delicioso aroma cubrió su olfato, sonrió ligero siguiéndolo como hacía su buen amigo Pakkun, caminó con velocidad llegando a un pequeño puesto, levantó su mirada observando los precios, sonrió con emoción al ver que eran accesibles, subió al banco y se sentó -¿en qué puedo ayudarte pequeño?, ¿qué quieres que te sirva? -Naruto observó el menú, giró su mirada viendo el plato del sujeto a su lado, olía delicioso -quiero uno como ese por favor -el cocinero sonrió gentil -en un momento sale-
Naruto observó como la gente llegaba y se iba con sus platos, Teuchi era el nombre del amable hombre, sintió como alguien se colocó a su lado, ese aroma lo reconocía perfectamente, levantó su mirada inocente con duda -Naru -el rubio se puso algo rojo al ver una sonrisa amable en el mayor y escuchar la confianza al hablarle, el Uchiha lo hacía sentir tímido, era un chico hermoso, giró su mirada al recibir su plato, sonrió contento de ver al Uchiha, trató de ser disimulado -Itachi -el azabache lo vió con cuidado con la mirada seria de siempre, pidió un plato extra -veo que te estás esforzando mucho, escuché que te graduaste -Naruto sonrió, asintió -es algo duro, pero los resultados son los que importan -Itachi sonrió ligero, sacó de su estuche de herramientas un pequeño llavero de un zorrito, tomó su mano libre suavemente, lo colocó en su palma acariciando un poco su piel, el Hatake sintió un escalofrío en su piel, lo observó algo embobado -lo ví en un puesto, creí que podría gustarte, felicidades -Naruto abrió sus enormes azules con emoción, lo tomó sonriendo un poco, sus mejillas nuevamente se hicieron rojas, agradecía a la máscara por cubrirlo, pero para el Uchiha el sonrojo era evidente al igual que su mirada tímida, le agradaba observar esa reacción en el menor -es hermoso, muchas gracias Itachi -de inmediato sacó la llave de su casa, le colocó el zorrito, sonrió lindo, Itachi sonrió quedito observando al menor con cuidado, le gustaba ver esa mirada tan transparente, lo vió comer con emoción, tenía diecinueve años, habían continuado con una especie de amistad entre ambos todo ese tiempo.
-¿Sabes? -Naruto lo vió con cuidado -tomaré una misión fuera de la aldea que durará algunos años -el peliplata abrió sus ojos bastante, su corazón latía con fuerza y miedo -¿por… por qué?, hay más gente -Itachi observó sus ojos, mostraban angustia, sonrió ligero al ver que le importaba -sólo yo puedo hacerlo, mañana me iré -el peliplata tragó pesado -¿Estás seguro?, ¿tu puesto como heredero -Itachi sonrió -me esperarán, para mi clan es un orgullo demostrar poder, recuerda, por otro lado, tengo intereses personales en esa misión -Naruto movió sus fideos lentamente con tristeza evidente -si estás como infiltrado, ¿seremos enemigos? -el Uchiha suspiró quedito, asintió, guardaron silencio ambos -hay feria el día de hoy, ¿quieres ir conmigo? -el hatake levantó el rostro con sorpresa, sonrió ligero y tímido, Itachi pagó por ambos, comenzaron a caminar por la aldea hasta llegar a la zona de la feria.
El azabache había sentido la necesidad de ver al pequeño y despedirse de él, lo vió cargar a un perrito y sonreír, sonrió ligero, observó un mechón de cabello plateado cubrir una de sus hermosas gemas, sin pensar, bajó su mano, suavemente acomodó el cabello tras su oído, Naruto adquirió un nuevo nivel de rojo, levantó sus azules aguados, Itachi sonrió ligero, ambos continuaron caminando, el peliplata se llenó de dudas sobre esa misión -¿por qué te despides de mí? -Itachi suspiró ligero -tuve la necesidad de hacerlo -Naruto jugó un poco con el llavero en su bolso, él también quería regalarle algo para que no lo olvidara, pero ¿qué?, giró su mirada observando un collar en uno de los puestos de la feria, sonrió quedito, se detuvo, con velocidad lo compró, no era caro, pero era un detalle importante para él, Itachi lo observó con cuidado, lo vió estirar su mano con vergüenza y girar su mirada hacia otro lado -toma, te lo regalo -el Uchiha sonrió ligero -¿es para mí? -el pequeño asintió, el azabache lo tomó y lo colocó en su cuello con tranquilidad -lo atesoraré -Naruto sonrió con felicidad al escucharlo, continuaron caminando por la feria platicando como siempre hacían, entre pequeñas risas y sonrisas.
Al final el Uchiha llevó al peliplata a su departamento, el pequeño se detuvo al abrir la puerta -cuando regreses -Itachi lo escuchó con atención, lo vió adquirir un rojo intenso en su rostro a pesar de la máscara -cuando regreses, ¿yo puedo invitar el ramen? -el heredero sonrió ligero -sino me odias para entonces, con gusto lo aceptaré -Naruto sonrió con diversión, se acercó al mayor, se levantó en puntillas, besó su mejilla bajando su máscara en un movimiento rápido, de inmediato se cubrió el rostro sonrojado, Itachi abrió sus onix bastante, un ligero sonrojo cubrió sus mejillas, el corazón del rubio latía con fuerza y desesperación, parecía querer escapar -te estaré esperando -el azabache sonrió, desapareció en cuervos con velocidad del lugar, Naruto veía el lugar donde el mayor había desaparecido, sus ojos se aguaron, bajó su mirada con duda, su corazón dolía -Kakashi y Anko salieron de la cocina al ver la puerta abierta, vieron al rubio con duda, no alcanzaron a ver con quién hablaba, pero era obvio que algo pasaba, le dieron su espacio.
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