Llegamos al hospital y cualquier persona a metros de distancia podría ver lo nerviosa que estoy. Mis manos estan temblando y empiezo a emanar sudor frío en varias partes de mi cuerpo. ¿Ya habia dicho que no me gustaban los hospitales? Bueno, pues eso empeoro a raíz de las malas experiencias que he tenido en ellos. Empezando por Oliver y terminando con la muerte de mi hermana. Supongo que algunas cosas te marcan para siempre y yo no era la excepción.

-- Ratoncita, tranquila. Solo te haran un chequeo. No te dejare sola.-- Sonrió Oliver.

-- Tengo miedo.-- Fue lo único que pude decir.

-- Lo se mi amor. Pero no te preocupes ¿Si? Estaré a tu lado en todo momento.-- Dijo y me cargo entre sus brazos como una niña pequeña.

Entramos al hospital y me aferre mas y mas a su cuerpo. El solo volteaba a verme y sonreía. Eso en cierto modo me hacia sentir paz pero luego los pensamientos negativos volvian a invadir mi interior. Oliver llamo a una enfermera y le platico lo sucedido, a lo que ella le pidió que me recostara en una camilla con una voz tierna y amable. Oliver le hizo caso y me acosto con mucho cuidado.

-- Oliver, no me dejes...-- Dije aferrandome a su suéter.

-- Aquí estoy mi amor. Aquí estoy. No me iré.-- Dijo y beso mi frente.

De repente otra voz masculina se hizo presente.

-- Rose Black. ¿Ese es tu nombre, pequeña?-- Dijo el doctor.

Me quede mirándolo y lo reconocí de inmediato. Era el mismo doctor que me atendio cuando me dio anemia. Lo mire por un rato y no entendia porque su rostro se me hacia tan familiar.

-- Ella esta un poco nerviosa doctor.-- Se disculpo Oliver.

-- De acuerdo. Iremos a mi consultorio para examinarte ¿Esta bien?-- Me dijo.

Asentí sin dejan de aferrarme al suéter de Oliver y me llevaron al consultorio. Me reviso la presion arterial, tomo mi temperatura y todo lo que hacen los doctores mientras anotaba todo en su libreta. Me pidio que me sentara y lo que dijo despues me aterro.

-- No encuentro nada fuera de lo común. Tu presion esta un poco baja, pero estable. Tendré que hacerte algunos análisis de sangre y orina para descartar enfermedades y algun posible embarazo.

Oliver y yo nos miramos.

-- No creo que sea un embarazo, ya que me estoy cuidando desde hace mucho tiempo...-- Dije.

-- Mas vale descartar cualquier cosa. Además es el protocolo que debo seguir con mis pacientes. Es por tu bien. No te preocupes.-- Dijo y se alejo de nosotros.

Me quede pensativa tratando de hacer cuentas sobre mi periodo. Se supone que debio bajarme hace tres días. Pero un pequeño retraso lo tiene cualquiera ¿Cierto?

-- Ratoncita ¿Que piensas?-- Dijo Oliver mientras tomaba mi mano.

-- En nada...

-- ¿Te imaginas si fuera cierto el embarazo?

-- Oliver. No bromees con eso...

-- ¿No te gustaría?

-- No es eso, solo que...

-- ¿Los planes que tenemos?

-- Si... ¿Que pasaría con todo?

Oliver suspiro profundamente y apretó mi mano.

-- ¿Sabes? Creo que encontraríamos la forma de hacer todo y al mismo tiempo cuidar al bebé. Yo no veo ningun problema.

-- ¿De verdad?

-- Claro que si. Además... Seria lindo. Haría lo posible por ser un buen padre.-- Dijo y agacho la mirada.

-- Oliver...

-- Pero no hay que sacar conclusiones todavia. Esperemos al doctor. Pero sea lo que sea estare a tu lado ¿Esta bien?

Mis ojos se nublaron y comencé a llorar. Oliver me abrazo y me ayudo a tranquilizarme. Después de unos minutos el doctor llego con todo lo necesario para tomar las muestras. Primero me dio un frasquito y me pidio que fuera al baño a llenarlo. Obedecí y después de un rato sali del baño y puse el frasquito sobre la mesa. Luego el doctor me pidio que descubriera mi brazo y senti la aguja entrando en mi piel. Hice una mueca de dolor y cerre los ojos. Luego, el doctor puso un pequeño algodon en mi brazo y me pidio que lo sostuviera.

-- Primero haremos la prueba de embarazo, los resultados nos los daran en veinte minutos. Si sale negativo, haremos otros estudios para descartar enfermedades. Todo estara bien muchachos, no se preocupen.-- Dijo y volvió a salir del consultorio.

Los minutos pasaban lentamente y yo no podía con la incertidumbre. Oliver movía rápidamente sus piernas denotando su nerviosismo. Ahora mas que nunca estaba convencida de que el era la persona mas maravillosa del universo. El se merece el mundo entero y aunque quiza yo no pueda dárselo, haré lo posible por hacerlo feliz.

Después de una larga espera. La puerta se abrió. El doctor entro con un sobre en sus manos y lo abrió. Note que su ceño se fruncia mientras lo leía y después sonrió. No sabia lo que eso significaba. ¿Sera bueno o malo?

-- Muchachos. Les tengo una excelente noticia. Ya no tendremos que hacer mas estudios.-- Se levanto y se puso detras de nosotros dándonos unas pequeñas palmadas en la espalda.

Oliver y yo no entendíamos nada. Luego el doctor prosiguió.

-- Serán padres. La señorita Rose tiene siete semanas de embarazo.

-- ¿Esta seguro?-- Balbucee.

-- Si. Esta confirmado. Muchas felicidades.

Oliver me miro y vi como sus ojos se llenaban de lágrimas.

-- Los dejare solos un momento para que platiquen...-- Dijo el doctor.

-- No, espere!!-- Grite.

-- Dime.-- Dijo girándose hacia mi.

-- ¿Lo conozco de algun lado?-- Pregunte tímida.

-- Ya te habías tardado en preguntar, Rose.

-- Perdón... Pero, yo no recuerdo quien es usted. Se que es muy joven, quizá un par de años mas grande que yo...

-- Soy Samuel. Era uno de los amigos de Alice... Estudiabamos juntos en linea.-- Sonrió nostálgico.

Ahora todo tenia sentido. No supe asimilar la información de inmediato. Me quede callada, solo mirándolo. Y vinieron los recuerdos de mi hermana hablandome de el y enseñandome sus fotos. Era el. Sin duda. Fueron ciberamigos por muchos años.

-- Podemos charlar de esto luego, Rose. Ahora cuida a tu novio porque parece que se va a ahogar entre sus lágrimas... Los dejo, chicos. Y de verdad muchas felicidades.

Mire a Oliver y efectivamente estaba llorando a mares.

-- Mi amor. Seremos padres!!! ¿Estas feliz?-- Dije abrazandolo.

-- Si. Muy feliz. Rose, mirame.-- Dijo secando sus lagrimas.

-- ¿Que pasa amor?

El se puso de rodillas ante mi y toco tiernamente mi vientre.

-- Te juro que seré un buen padre y esposo. Seré todo lo que necesites. Ustedes serán mi prioridad ante cualquier cosa. Lo prometo.-- Dijo mirándome fijamente.

-- Lo se. Seremos un equipo. Uno invencible. Tu ya eras mi familia... Solo que ahora se unira un nuevo integrante... ¿Te lo esperabas?-- Pregunte.

-- Lo sospeche, pero no crei que fuera real...

-- Yo igual...

-- Esto parece un sueño. Te amo Rose.

-- Te amo Oliver.

Ambos miramos mi vientre y añadimos:

-- Te amamos, pequeño bebé.

Después de todo, nuestro camino juntos apenas iniciaba.

Fuimos a casa y hojee el álbum de fotos. Puse la siguiente cancion y Oliver la reconocio de inmediato. Se puso frente a mi, beso mi frente, mis labios y bajo hasta llegar a mi vientre.

-- En algunos meses esta pancita va a crecer y crecer... Y sera hermoso verlo y vivirlo a tu lado. ¿Recuerdas que esa canción nos ponía tristes?

-- Si. Eramos muy jóvenes... Y emocionales.-- Reí.

-- Pues ahora esta canción tendrá otro significado. ¿No crees?

-- Así es. Cada que la escuchemos nos recordara este momento.-- Acaricie su mejilla.

-- Mañana hablaremos con tus padres y les daremos la noticia...-- Sonríe tímido.

-- Estoy segura de que se pondrán muy felices. No te preocupes.

Nos acostamos en el sofá y les juro que en ese momento, nuestros corazones palpitaban sincronizados y felices.