Capitulo 41
Es Sábado. Son las nueve y me niego a levantarme de la cama. Abro los ojos poco a poco para evitar que me duelan por el brillo cegador del sol en la mañana. Oliver sigue profundamente dormido y eso me causa mucha paz interior. El hecho de verlo así, tan frágil y en total tranquilidad hace que me palpite el corazón de felicidad. La verdad yo siento que no hemos cambiado mucho. Me recuesto de lado para poder observarlo mejor y tomo un mechon de su cabello negro. Oliver se niega a cortarlo mucho, cada que vamos a la peluquería solo pide que lo recorten un poco y se ve exactamente igual. Eso me da mucha gracia. Pero a la vez me encanta que su cabello este así. Creo que el cabello liso, algo despeinado y en capas ya es parte de el.
Eso me hace pensar ¿Que pasara cuando nos hagamos mas grandes? ¿Dejare mi cabello mas largo y lo peinare todo recogido? ¿Oliver se va a deshacer de su cabello y ahora lo va a llevar corto? La verdad muchas veces me he hecho esas preguntas, pero trato de no darle muchas vueltas al asunto y opto por vivir el presente y dejar que el futuro me sorprenda.
Sigo acariciando su cabello y de repente el abre los ojos.
-- Buenos días amor.-- Le digo dándole un un beso en la frente.
-- Buenos días ratoncita... ¿Desde a que hora estas despierta?-- Dice frotandose los ojos.
-- Hace pocos minutos... No tengo ganas de hacer nada.-- Bostezo.
-- No hagamos nada entonces. Que te parece si nos quedamos en pijama todo el día. Ordenamos pizza y algunos postres. Vemos alguna serie... Lo que tu quieras mi amor.
-- Suena bien. Hace mucho no lo hacemos.-- Digo divertida.
-- Es parte de crecer. La vida de adulto te hace extrañar los momentos de tu niñez y adolescencia. Recuerdo que cuando mamá aun estaba con nosotros, solíamos hacer pijamada los sábados. Nadie salia para nada y solo veiamos televisión todo el dia. Mi mamá era una gran fan de Harry Potter, así que hicimos varios maratónes.-- Sonríe nostalgico-- Es de lo poco que recuerdo... Al menos tengo la satisfacción de tener solo los recuerdos felices con ella...
-- No cabe duda de que tu mamá era una gran mujer y sobretodo te amaba... Amaba a su familia. Me da alegría saber que pudiste compartir momentos maravillosos con ella.-- Digo sonriendo.
-- Me hubiera gustado que la conocieras...
-- A mi igual. Sin embargo, es lindo poder conocer un poco de ella a través de ti.-- Dije y lo bese.
Oliver respondió al beso mas y mas besos. Se aferro a mi cuerpo y sabia lo que terminariamos haciendo, así que me deje llevar.
En la tarde pedimos pizza. Una hawaina y una de peperoni. También pedimos frituras, galletas de chocolate, helado y algunas sodas. Últimamente yo tenia mucha hambre. Siempre he sido de buen comer, pero estos dias hasta yo me sorprendia por todo lo que comia. El otro día me comí tres hamburguesas de golpe. Santo Dios, debo empezar a cuidarme o voy a convertirme en una pelota andante.
Pasamos todo el día en casa, tal y como habiamos planeado. Vimos una serie coreana y termine llorando a mares. Lo curioso es que Oliver termino llorando mas que yo y cuando volteamos a vernos no pudimos evitar reírnos entre llantos. Era una de las cosas que mas me encantan de el. Era como si estuvieramos sincronizados. Al llegar la noche nos bañamos juntos con velas aromaticas y musica a todo volumen mientras cantabamos como dos locos bajo la regadera. Luego preparamos té y Oliver saco un libro de su mochila.
-- ¿Que es eso?-- Pregunte con la boca atascada de galletas.
-- Es un libro que pedí prestado en la biblioteca. Ya lo termine de leer, pero me ha gustado tanto que decidi comprarlo. ¿Quieres que te lea mi parte favorita?
-- Claro!! Y después me lo prestas para leerlo completo también!!-- Dije emocionada.
-- De hecho quería sugerirte algo...
-- ¿Que cosa?
-- Mmm...
Lo mire alzando mis cejas aleatoriamente, cosa que el amaba porque se moria de risa. Luego el prosiguio.
-- ¿Recuerdas la serie que vimos donde el chico le lee un libro a la chica mientras la abraza?-- Dice y sorbe té.
-- Si. ¿Como no voy a recordarla? Esa escena me parecio extremadamente tierna!!!
-- Bueno...-- Carraspea-- Pues yo quiero hacer lo mismo contigo. Quiero leerte este libro por las noches antes de dormir.
-- Oli... Nada me haría mas feliz.
-- Empezamos hoy?
-- Siiii
Terminamos de cenar y nos fuimos a acostar. Oliver me abrazo recreando la escena de la serie y comenzó a leer para mi. Era una historia que comenzaba con un niño que se encontraba solo en un planeta vacio, hasta que un dia, despues de tanto caninar en busca de respuestas, se encuentra con una niña un poco mas pequeña que el. Me encantaba el tono de su voz al leer los diálogos, era como si intentara hacer las voces de los personajes. ¿Existe algo mejor que esto? No lo creo.
Cuando vimos que ya era medianoche, decidimos dormir. Mañana teniamos que ir a hacer algunas compras de cosas que necesitabamos para la universidad. Oliver puso el libro en la mesita de noche y me rodeo fuertemente con sus brazos hasta quedarnos dormidos.
Sonó el despertador y vi que ya había amanecido. Me levante y de lo primero que me percate fue de su ausencia. Supuse que estaba en el baño, así que no le di mucha importancia. No sabia que pasaba conmigo, pero si no tenia un hambre insaciable, tenia un sueño y cansancio horribles. Quise volver a cerrar los ojos pero dos voces masculinas me lo impidieron. Sabia que una era de Oliver... Pero la otra no lograba reconocerla. Me levante rápidamente, cosa que fue un error porque sufri un gran mareo. Me apoye en la pared hasta que se me pasara el mareo y despues camine hasta la sala, pero no habia nadie.
Extrañada abri la puerta principal y Oliver estaba sentado en el pasillo como un niño pequeño.
-- Mi amor ¿Que pasa?-- Pregunte mientras me sentaba a su lado.
-- Rose... Vamos adentro. No es nada.
-- No voy a entrar hasta que me digas quien vino a verte. Estoy preocupada por ti.
-- No es fácil...
-- Se que no es fácil, pero eso no significa que debas callarlo y cargar con ese peso tu solo. ¿Quien era?
-- Mi padre...
Trate de asimilarlo rápidamente y luego lo mire.
-- ¿Que quería? ¿Como supo que vivimos aquí? ¿Te hizo daño?-- Pregunte y tome su mano.
-- No me hizo nada, tranquila. Vino a pedirme perdón. Pero tu sabes que eso no va a ser facil para mi...
-- ¿Quien se cree que es para venir despues de tanto tiempo a pedirte perdón? Sabia que tarde o temprano se iba a arrepentir, pero no pense que fuera a tardarse tanto.-- Dije mostrando mi enojo. De repente senti nauseas. Muchas nauseas. Y corri adentro de la casa hasta llegar al baño.
Vomite y enseguida Oliver entro al baño para ver como estaba.
-- Estas muy pálida ¿Te sientes bien?-- Dijo preocupado.
-- Eso no importa. Ahora me importa mas como te sientes...
-- Shhhh-- Dijo poniendo un dedo en mi boca-- A mi me importa mas que puedas estar enferma.
-- Pero...
-- Pero nada. Iremos al hospital ya. Ahora mismo. Y no quiero quejas ¿Ok?
-- Bueno...
-- Lo mio puede esperar. No estoy tan mal como crees. Solo un poco sorprendido... Así que no te preocupes. ¿Ok?
-- Haré lo que me digas si dejas de decir ¿Ok?-- Bromee.
-- Rápido. Te ayudare a ponerte tu abrigo.
Oliver tomo mi abrigo y me lo puso. Luego tomo el suyo. Busco las llaves de la casa y el auto y tomo su billetera. Salimos del departamento y yo me odie por unos instantes. Debía ser su apoyo en estos momentos, pero el estaba cuidando de mi. Que irónico.
-- ¿En que piensas ratoncita?
-- En que tengo un novio maravilloso.
Oliver sonrió y se sonrojo.
Amaba causar ese efecto en el.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top