Capitulo 24

Cuando llegue ala casa de Oliver estaba demasiado agitada por haber corrido tan rápido, así que espere unos segundos para calmarme antes de tocar la puerta. Respire hondo, me limpie el sudor de la frente y toque la puerta. No obtuve respuesta. Volví a tocar impacientemente y nadie salio a abrir. Comencé a preocuparme y me di cuenta que no se escuchaba ningun ruido. Decidi sentarme en la banqueta para ver si Oliver o alguien de su familia llegaba. Volví a marcarle y tampoco obtuve respuesta.

Decidí revisar las redes sociales y vi que la ultima hora de conexión de Oliver fue cuando nos escribimos cuando salí al almuerzo. Me metí a su perfil y no habia nada. No sabia que hacer, empecé a sentirme muy nerviosa y tenia un muy mal presentimiento. Trate de calmarme y guarde mi teléfono. Comencé a morder mis uñas por los nervios, detestaba tener esa manía pero en ese momento no me importo.

No se cuanto tiempo me quede ahi esperando, pero comenzaba a tener hambre. Me abrace a mi misma para intentar consolarme pero no funciono. Para mi mala suerte, comenzó a llover en ese instante.

- Maldita sea. Genial.- Murmure.

Me levante de la acera y camine hacia la puerta de la casa. Trate de refugiarme pero era inútil. La lluvia comenzaba a caer mas fuerte y ya tenia la espalda bastante mojada. En mi intento por refugiarme, me recargue demasiado a la puerta y esta se abrió. Di un paso hacia adelante y pense en cerrarla correctamente, para ser sincera me asuste mucho porque la familia de Oliver es muy cuidadosa, no pudieron haber dejado la puerta mal cerrada. Me invadieron pensamientos negativos y un fuerte trueno me hizo dar un salto. Termine adentro de la casa. Empapada y con frío.

Lo primero que hice fue asegurarme de que no habia nadie. Y asi era. Entonces fui a la habitación de Oliver para buscar algo para secarme. Me sentia mal por estar en su casa sin pedir permiso, pero no tuve alternativa. Sabia que si me quedaba afuera mojandome, pescaria un resfriado.

Abrí uno de los cajones de ropa y encontré una toalla. La tome y comence a secar mi cabellera. Me quite la sudadera y la colgué en un gancho para que se secara un poco. Sentí mi estomago gruñir y me estremeci. Saque mi telefono para ver la hora y vi que ya eran las seis menos cuarto. Me quede inmóvil por un momento tratando de entender como el tiempo se habia pasado tan rapido y me sacudi porque un escalofrío invadio todo mi ser. Algo andaba mal, podía intuirlo.

Baje a la cocina y busque algo que pudiera comer para evitar que me doliera el estomago por hambre. Ya despues me encargaria de disculparme con Oliver por el allamiento a su hogar. Encontré sopas instantáneas y me prepare una. Tenia sed, así que me servi un poco de agua también. Comí rápidamente, no me importaba que la sopa estuviera caliente. Además eso hizo que entrara en calor. Me dispuse a limpiar y a tirar la basura. Me acerque a la ventana de la sala y note que seguia lloviendo mucho. Me sentia incomoda de estar aquí, pero no podía salir en esas condiciones.

Saque mi teléfono y le mande un mensaje a mi mamá para que no se preocupara. Dude en contarle lo que estaba pasando, pero preferí no decir nada hasta saber algo de Oliver. Empecé a caminar dando vueltas sobre la gran casa, me gustaban mucho las pinturas que habia como decoración. Me pregunto si el padre de Oliver las habia escogido. Me quede un rato mirándolas y después fui a sentarme en el sofá. Me gano el cansancio y el frio y me quede dormida. No debí hacerlo. Fue irresponsable de mi parte, pero no pude evitarlo.

Eran las once de la noche. Desperté de manera abrupta y estaba asustada. Revise mi teléfono y tenia mas de cuarenta llamadas perdidas de mis padres. Me frote los ojos con nerviosismo y le marque a mi mamá.

- Rose ¿Donde demonios estas?- Grito mamá.

- Yo... Yo. Estaba esperando a Oliver y me quede dormida. Perdón mamá.

- ¿Oliver? ¿No estabas con el? ¿Que has estado haciendo todo este tiempo entonces? ¿Donde estas?- Mamá estaba desesperada.

Le conté todo lo que había pasado. Me sentía demasiado ansiosa y culpable. Mamá dijo que vendria con papá para recogerme. Me regaño bastante y dijo que hablaria conmigo seriamente. No la culpo, después de todo sabia que esto no estaba bien. Subí a la habitación de Oliver por la sudadera y note algo que no había notado cuando llegue. La habitación de Oliver estaba en perfecto estado, excepto por la cama. Estaba sin tender. Toda desordenada y las almohadas estaban tiradas a los lados. Conocía a Oliver. El era mas aseado y perfeccionista que yo. Su habitación nunca había estado así. No se porque no me había dado cuenta al principio. Pero algo raro estaba pasando.

Escuche el claxon de un auto. Me asome por la ventana y vi que era el auto de papá. Baje las escaleras, tome mis cosas y apague las luces para evitar sospechas de que había estado ahi. Salí por la puerta y me asegure de haberla cerrado bien. Ya no llovia. Así que camine lentamente hacia el auto, sabia lo que me esperaba, quizá me castigarían.

- Rose ¿Estas bien?.- Pregunto papá sin mirarme.

- Si papá, de verdad lo siento...

- Esto no estuvo bien Rose. Espero que lo entiendas!!!.- Me interrumpio mamá muy molesta.

- Lo se... Perdón... Hoy no fue un buen día... No es excusa... Pero por favor... Lo siento.- Me solté a llorar.

Mamá y papá se miraron y vi como mamá se rascaba la nuca con desesperación.

- Rose, calmate... Esta bien hija. Solo deber entendernos... Estabamos muy preocupados.- Dijo mamá mas calmada.

- Lo se. Soy una tonta.- Dije entre lágrimas.

- Esta bien hija, ya no llores.- Dijo papá y arranco el auto.

Todo el camino hablamos sobre lo sucedido. Al parecer mis padres también estaban muy preocupados por Oliver. Intentaron llamarlo, pero la llamada se desviaba al buzón de voz.

- Mamá... Papá... ¿Creen que este bien?.- Pregunte desanimada.

- No lo se, hija... Esperemos a poder comunicarnos con el o alguien de su familia... ¿No viste nada raro en la casa?.- Dijo papá.

No se me ocurrió otra cosa mas que contarles lo de la cama sin arreglar. La verdad no me puse a husmear por toda la casa porque sentia que estaba invadiendo demasiado la privacidad. Pero ahora que lo pienso, quizá debi haberlo hecho. Pero ya era tarde.

Llegamos a casa. A pesar de haber dormido me sentia muy cansada. Entramos y Alice y Dylan me observaron y corrieron a abrazarme. Me sentía una idiota por haberlos preocupado tanto. Mamá me sirvio una taza de té para calmarme y le conte lo sucedido a mis hermanos.

- ¿No tienes el numero de su hermano mayor?- Pregunto Alice.

- No. Nunca se me ocurrió pedírselo. Tampoco a su hermana.- Suspire.

- Tranquila. Trataremos de averiguar si algo paso.- Dijo papá pensativo.

- Podemos preguntarle a los vecinos mañana.- Sugerí.

- Buena idea Rose. Yo los acompaño.- Dijo Alice.

- Tendremos que esperar a mañana. Ahora todos debemos ir a descansar.- Dijo mamá mientras masajeaba mi hombros.

Todos asentimos y nos fuimos a dormir. A pesar de sentir tanto cansancio no podía pegar los ojos. Me desespere y puse una película para tratar de relajarme.

Cuando estaba cabeceando hasta quedarme casi dormida, mi celular sono y lo tome rápidamente.

"Hola Rose
Soy el hermano de Oliver, perdón por avisarte tan tarde
Esta tarde Oliver cayo por las escaleras
Tuvimos que traerlo al hospital de emergencia
Fue un caos
Lamento no haber contestado tus llamadas
Me acabo de dar cuenta al ver el teléfono de Oliver
El esta bien, ya esta estable
Pero va a necesitar reposo y quizá necesite estar internado un par de dias
En estos momentos esta dormido
Pero si despierta le diré que lo buscaste
Ojala puedas venir mañana al hospital
Esta internado en el hospital de el centro, los horarios de visita son de tres a cinco de la tarde.
Descansa
Mañana hablaremos de lo ocurrido."

Al leer el mensaje las lágrimas salieron a mares. Sabia que algo no andaba bien. Y no creia que Oliver fuera tan descuidado para caer por las escaleras. Me toque el pecho, porque lo que estaba imaginando me estaba doliendo, quemando por dentro.

¿Adivinan lo que estoy imaginando?

Si. Su padre.

Supongo que estaba llorando muy fuerte porque en ese momento vi que la puerta de mi habitacion se abrio y se encendieron las luces. Eran mis padres viniendo a consolarme. No podía dejar de llorar, así que le di el teléfono a mi mamá para que leyera el mensaje. Parece que me leyo el pensamiento porque empezó a mover su cabeza en forma de negación y comenzó a llorar también. Papá solo se quedo inmovil, apretando su mandíbula.

- Rose. Trata de dormir. Se que es dificil pero tienes que hacerlo. Iras a la escuela temprano y cuando salgas, pasaremos por ti para ir al hospital.- Ordeno papá.

Me limite a mirarlo y asentir mientras limpiaba mis lágrimas. Finalmente me dieron un beso en la frente y se marcharon a su habitación.

Necesitaba ver a Oliver.

El cansancio me domino y me quede profundamente dormida.

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