Me levante temprano para ayudar a mi mamá a hacer el desayuno. Le ayude a preparar una torre enorme de Hot-Cakes, ya que Dany y Liam se habian quedado a dormir. Mientras los preparábamos mamá me observaba pensativa. Sabia que era por lo de Oliver, pero no tenia ganas de hablar sobre ello asi que cambiaba de tema esporádicamente por cosas de el colegio o sobre mi indumentaria.

- Rose... Quiero que sepas que puedes hablar conmigo. Después de la platica de anoche, no puedo evitar pensar en como te sientes... Como te sentiras cuando Oliver se vaya a Suecia. Se que ustedes tenian muchos planes juntos, pero no olvides que si el destino quiere que se vuelvan a ver, así sera.- Me dijo en un tono suave y calmado.

La escuche y me quede inmóvil. Podía sentir que lloraría en cualquier momento.

- No tienes que hablar ahora Rose. Solo quiero que sepas que no estas sola.- Me dijo sonriendo.

No pude evitar alzar mi mirada mientras sentia que mis ojos se cristalizaban. Abrace a mi mamá y me desmorone. Ella solo se quedo de pie, rodeandome con sus brazos sin decir nada mas. Me separe y la mire, ella seco mis lágrimas mientras me miraba preocupada.

- Mamá, no quiero que se vaya. Se que suena egoísta pero detesto mucho a sus padres. ¿Para que quieren llevárselo? Si aqui nunca estuvieron con el, allá, estando tan lejos se que Oliver se va a sentir mas solo que de costumbre.- Dije y me limpie la nariz.

- Rose, lo se y no es egoísta que pienses asi. A decir verdad yo también estoy muy molesta con ellos. Sus hijos estan creciendo y necesitan apoyo, me pone triste pensar en ese niño, porque sabes que desde que Oliver vino por primera vez a esta casa, lo hemos visto no solo como tu amigo o tu novio, si no como un hijo.- Mamá estaba al punto de llanto.

- Lo se mamá. Y creeme que el esta muy agradecido de que lo vean de esa forma. Pero, no podemos hacer nada y eso es lo que mas me lastima.

Nos abrazamos nuevamente y tratamos de dejar las lágrimas a un lado antes de que bajaran todo a desayunar, pero era tarde. Papá ya estaba en la entrada de la cocina mirándonos con tristeza. Quizá a simple vista mi papá pueda parecer una persona de carácter muy fuerte, pero en el fondo era una persona muy sensible. Se unio a nosotras y nos abrazo. Se sentia bien tenerlos asi conmigo y la culpa me invadió porque se que Oliver nunca ha podido sentir eso. Ni siquiera cuando era mas pequeño. Ni siquiera cuando se lastimo jugando baloncesto. Ni cuando se peleo con un chico en el colegio. Ni cuando esa chica lo obligo a tener sexo. Nunca han estado con el. Ni en sus logros ni sus tropiezos. Pero se creen con el suficiente derecho de llevarselo lejos. Maldita sea. Me pregunto si han visto que se dejo crecer el cabello porque el vocalista de una de sus bandas favoritas lo tiene de esa forma. Me pregunto si saben cuanto mide y cuanto ha crecido. Me pregunto si han notado su piercing en la oreja. Y lo mas importante de todo ¿Alguna vez habran visto su sonrisa?

Nos quedamos así un rato hasta que nos tranquilizamos. Luego empezamos a poner la mesa porque se podia sentir que todos bajarian en cualquier momento y en efecto, así fue. Nos sentamos en la mesa y ya me sentia mas tranquila a pesar de los pensamientos que se cruzaban en mi mente. Note que todos me miraban pero nadie dijo nada y agradeci que así fuera. Al terminar subi a mi habitacion para ducharme y comenzar a arreglarme para mi cita con Oliver. Quería verme perfecta para el. Aunque sabia que si me ponia jeans rotos y sudadera, de todos modos el me diría que me veia linda. Tome el album de fotos que me regalo y lo puse en mi mesita. Algo me hacia falta... La carta. ¿Donde diablos esta?

Me puse a buscarla por todos lados y no la encontré. Le pregunte a mi familia si alguno de ellos habia visto un sobre color azul, pero nadie lo sabia. Incluso me ayudaron a buscar, pero la carta nunca aparecio. Me sentia fatal por haberla perdido. Ahora nunca sabria lo que decía y no queria ni mencionarselo a Oliver. Opte por ocultárselo. Ya se que esta mal, pero no queria que se pusiera triste por mi culpa.

Subí a terminar de peinarme. Me mire en el espejo y mi cabello ya habia crecido bastante, al igual que el flequillo. Tome las tijeras para despuntarlo un poco y me agrado mucho el resultado. Me encantaba mi cabello negro. La gente decia que contrastaba con mi color de piel pálido. A diferencia de Oliver, mis ojos eran de un tono café claro, casi miel. Soy la única en la familia que tiene ese color de ojos. Enseguida mire el reloj y me apure a ir por mis botas negras. Me mire en el espejo por ultima vez y me moria de emoción de saber lo que diria Oliver al verme con mi falda a cuadros. Sonó el timbre y me toque el pecho. Sentía que mi corazón saldria disparado de mi cuerpo en cualquier momento.

Baje las escaleras y el estaba ahí, tan lindo como siempre. Mamá volteo a mirarme y se tapo la boca con sus manos. Alice me miro y alzo sus pulgares arriba. Todos me miraban y podía sentir su aprobación. Oliver estaba de espaldas, y al escuchar mis pasos se giro para verme. Su rostro se ruborizó sin quitarme los ojos de encima.

- ¿Y bien?- Pregunte nerviosa.

- Te ves perfecta.- Dijo Dany.

- ¿En serio eres tu Rose?- Dijo Dylan.

Estaba muy avergonzada. Camine para acercarme mas a Oliver y en ese momento, me miro y sonrió. Oliver, ¿Eres consciente de lo que tu sonrisa me provoca?

- Te ves hermosa.- Dijo con su voz tan grave.- Siempre has sido hermosa para mi. Pero hoy... No se que hiciste pero... Wow.

Sentí como la sangre subía a mis mejillas y lo abrace.

- Gracias amor. Tu tampoco te ves nada mal.- Dije alegremente.

- ¿Amor?- Dijo y me miro nervioso.

No me había dado cuenta de que le dije eso.

- Yo... Este...

- Shhhhh- Me encanta. Nunca nadie me había dicho así. Quiero escucharlo todos los días.- Dijo y pude sentir que iba a besarme.

- Heeeey, aun seguimos aquí.- Dijo papá burlándose.

Todos se rieron y yo quería que me tragara la tierra. Pude ver que Oliver trataba de ocultar su mirada con el cabello. Lo tome de las manos y le hice señas para que nos fueramos. Nos despedimos y mamá me recordó la hora de llegada. Tome mi abrigo y salimos de ahí lo mas rápido que pudimos.

Caminamos varias cuadras hasta llegar a la fuente que se encontraba cerca y nos detuvimos para tomar aire. Aun sentia la vergüenza en mis venas. Pero eso se esfumo rápidamente. Oliver me pidio que me sentara y el se puso en cuclillas enfrente de mi. Lo tenia tan cerca que no pude evitar besarlo. Quería detener el tiempo, era lo unico que queria. Parecía que Oliver deseaba lo mismo. Nos separamos al mismo tiempo y me quede mirando su rostro, contemplando el maravilloso ser humano que tuve la suerte de conocer y tener tan cerca. El se quedo mirándome fijamente, me acaricio la mejilla y note que sus manos eran mas grandes y estaban frías. Me sentí jodidamente afortunada de ver crecer a Oliver Thompson y crecer a su lado.

- Rose... No sabes cuanto desearía regresar el tiempo y decirte que te amo desde antes...- Dijo y beso mi mano.

- Yo también. Pero fui muy cobarde porque creí que solo me veias como una amiga y no queria arruinarlo.- Dije acomodando los mechones de pelo en su frente.

- Yo pensaba lo mismo. Que imbécil soy...

- No digas eso. En todo caso, los dos somos unos imbéciles.- Dije riendo.

- Me daban celos cuando te invitaban a salir.- Dijo haciendo una cara muy tierna.

- Pero nunca acepte salir con nadie. Eres el afortunado que conquisto a Rose Black.- Dije alzando los brazos.

- Lo se. Por eso me siento como un tonto. No debi contarte lo de esa chica...- Su rostro se apago al decir eso.

- No no no. Oliver, eso es diferente. Olvidalo... No fue tu culpa. Y me alegra demasiado que me hayas confiado algo así.

- Pues quiero que sepas que para mi eso no cuenta. No tuvo ningun significado positivo en mi. Quiero olvidarlo y hacer de cuenta que nunca paso. ¿Podemos hacer eso? Olvidarlo y nunca mas mencionar el tema? Por favor.- Dijo tomando mis dos manos.

- Siempre voy a pensar que debiste decirselo a alguien mas... Pero, Ok... Si eso es lo que quieres, así sera. ¿De que estabamos hablando?.- Bromee.

- Te amo. Mas de lo que piensas. Voy a regresar por ti. Lo hare aunque mis padres se opongan. Te lo juro.

- Y yo voy a estar esperándote, amor.

Pude notar que esa simple palabra revolvía todas las emociones de Oliver. Lo podia notar a través de sus ojos.

- ¿Y a donde iremos?- Pregunte.

- A mi casa. Voy a presentarte como mi novia.

- ¿Que? Pudiste habérmelo dicho... Y si... ¿Y si no les agrado?

- Te van a adorar. Creeme. Nos estan esperando, les avise que vendria por ti.

Nos levantamos y caminamos hacia la parada de autobuses. Nos subimos a uno y yo no podía contener mis nervios. Iría a casa de Oliver. Nunca había ido a su casa. Mucho menos he hablado con su familia. Estoy muerta.
Pero me ponía mas nerviosa pensar en otra cosa. ¿Y si pasaba algo? No no y no. Debo quitarme esos pensamientos horribles de mi cabeza. Después de lo que le paso a Oliver no puedo ser tan tonta para incitarlo a hacer algo mas. Pero últimamente no dejaba de pensar en eso. ¿Que me pasa? Nunca me había sentido así. Me siento como una pervertida. Y para ser sincera, además del coraje y enojo que senti cuando Oliver me contó lo de esa chica, también senti tristeza. Tristeza por el, pero también tristeza por mi. Porque desde que me di cuenta de lo enamorada que estaba, siempre soñe con la estúpida idea de que nuestra primera vez fuera juntos. ¿Ven de lo que hablo? No estoy bien de la cabeza.

Llegamos mas rápido de lo que pense. Mire a Oliver y se veía muy impaciente y feliz. Me hizo sentir tan bien que me olvide de los nervios. Nos bajamos del autobús y caminamos hacia el fondo de un conjunto de casas y departamentos. Oliver me señalo una casa de color blanca y me dijo que esa era. Camino mas rapido tomandome del brazo y casi al llegar, note que una chica nos estaba esperando en la puerta. Era una chica rubia y de piel muy blanca. Esa no era su hermana. Ya habia visto a su hermana de lejos un par de veces y no era ella. Oliver me apreto mas fuerte y no sabia lo que pasaba.

- Es mi mamá.- Dijo secamente.

¿Su mamá? ¿Que hacia ahí? No podía estar mas confundida.

- Oliver. Por fin llegas.- Dijo su madre y me miro de reojo- ¿Quien es ella?

- Es mi novia mamá.

- No sabia que tenias novia.

Hay muchas cosas que no sabe. Dije en mi interior.

- Pasen, por favor.- Dijo y me extendió la mano- Soy la madre de Oliver, pero dime Nancy por favor. Mucho gusto.

- Soy Rose.- Dije y le di la mano.

- Bienvenida Rose.

Entramos a su casa y se sentia tan vacía. Note a Oliver enojado. Le acaricie el brazo para que se calmara pero no funciono. Podía sentir su ira acumulada. Y empeoro cuando un hombre muy alto, de cabello negro y barba estaba frente a nosotros.

- Oliver. Que grande estas muchacho.- Dijo el hombre.

No tenias que ser adivino para saber quien era esa persona. Era su padre. Y para mi sorpresa, Oliver era su viva imagen. Eran idénticos. Ahora entendia de quien había heredado su altura y los ojos verdes.

- Jovencita, ¿Quien eres tu?- Se dirigió a mi, pero no pude contestar porque la madre de Oliver no me lo permitio.

- Es su novia, cariño. Se llama Rose.

Y ahi en ese instante, sin saber que hacer mire a Oliver y note que algunas lágrimas caían por sus mejillas. Se veia tan indefenso y no podia soportarlo.

- Vámonos.- Dije tomandole la mano. Pero el no se movio.