capítulo 21

P8: "ahora... Las confesiones se aproximan".

1:00 AM

Narra t/n

— ¿Albert?.  

En vez de una afirmación más bien sonó como una pregunta. Pero claro, cómo no si pensaba que él estaba muerto.

Deje de pestañear unos segundos. Todos estábamos impactados, se suponía que el debería estar muerto por aquella explosión.

— El mismo — respondió con una leve sonrisa.

— ¿Cómo... ¿Cómo sabremos que en realidad eres Albert y no un clon de él? — preguntó Taehyung en un tono de confusión y duda.

Albert solo suspiro. Él se acerca a John y de un maletín saca la computadora, la misma que tenía yo.

La enciende para después ponerla sobre la mesa. Mientras que tecleaba respondió la pregunta de Taehyung.

— Les mentí. Los llevaron a la corporación por mí. Le dí a t/n una USB que contenía los recuerdos de Jill. Fuí el creador del virus T y el creador de la cura. Terminaron con la casa blanca y afortunadamente pude salir de ahí. Eso te responde la pregunta Taehyung.

Levantó la mirada de la computadora para observar a Taehyung, quién asíntio con asombro por las palabras de él.

Luego él vuelve a mirar la computadora y sigue tecleando. Cuando finalizó, el la gira quedando la pantalla frente a nosotros.

— Listo. Quedó bloqueado el chip 1, nadie puede controlarte ni decirte nada por ese medio, excepto Irina y yo.

Yo lo miré perpleja.

— ¿Cómo sabes de Irina...

— Los estuvo vigilando — me interrumpió John —, todo este tiempo los a estado vigilando. Desde el primer día en que pisaron este lugar, los vigilaba noche y día, no solo a ustedes si no que también a la colmena... En especial a Leon.

— ¿Y tú desde cuándo estás de nuestro lado?.

— Siempre supe que este momento llegaría... Leon contagiando a los sobrevivientes de este lugar y terminar con lo que él empezó.

— Pero él no empezó todo esto.

— Valentine, hay muchas cosas que no sabes — intervino Albert mirándome fijamente.

— Pues adelante — hice un ademán con mi mano, indicándole que me diera una buena explicación.

De pronto, un grito desgarrador hizo que nos pusiéramos en alerta, volteamos a ver y Jin y Hoseok se encontraban en el suelo, ambos agarrándose la pierna dónde les habían disparado. Ellos tenían un gesto de dolor, y cuando menos lo espere, las vendas poco a poco se manchaba de sangre.

Rápidamente me acerqué a ellos y los ayude a sentarse en el suelo. Me hago en cuclillas y noto como ambos se ponen nuevamente pálidos y sudorosos.

— ¿Qué tienen?.

Ellos no responden. Así que les quité las vendas que cubrían parte de sus piernas, y cuando lo hice, ví que había algo pequeño pero duro, y que estaba cubierta de la sangre que brotaba,  ahí es donde caí en cuenta de que eso era una bala. El maldito no le había sacado la bala a ambos.

Me levanto enojada y me acerco hacia John.

— ¿Porqué no les sacaron la bala cuando los curaron?.

— ¿No sé la sacaron?, yo pensaba que si.

— No te hagas el idiota, solo respóndeme antes de que me arrepienta.

— ¡Pero es la verdad!, no sé nada, yo no estuve ahí cuando los curaron.

Me callo cuando veo que Albert se levanta con un pequeño botiquín y se acerca hacia Jin y Hoseok.

Del botiquín saca algodón, alcohol, vendas limpias, gaza y pinzas... Esperen ¿pinzas?.

— Oye, oye, que... ¿Que harás con esas cosas? — preguntó Hoseok viendo las pinzas con temor.

Jin no decía nada, pero con solo mirarlo, uno se daba cuenta de que él estaba igual que Hoseok, la diferencia es que se ahorraba las palabras.

— Escuchen, si ambos quieren sobrevivir tienen que poner de su parte y dejar que haga mi trabajo.

Ambos asienten no muy convencidos. Pero aquel asentimiento fue suficiente para dar inicio con la curación.

— oye... ¿Esto dole... ¡Ah! Mierda.

Hoseok soltó un quejido cuando sintió que las pinzas se adentraron a su pierna. Poco a poco Albert sacaba la bala, en el suelo ya había mucha sangre esparcida y Hoseok a veces hacía gestos de dolor o se mordía el labio inferior.

Cuando terminó, Albert le da unos leves golpecitos en su muslo indicándole que eso era todo. Ahora era el turno de Jin, él suelta un suspiro y se muerde el labio cuando sintió la pinza, se movió y eso hizo que gritara.

— ¡Quieto!.

Jin dejo de moverse pero a un así movia su otra pierna, estaba nervioso y sufriendo. Lentamente me acerco a el y me hago en cuclillas, quito algunos cabellos que se habían apegado en su frente por el sudor.

— Inhala y exhala, Jin. Inhala y exhala.

El hace lo que le dije, pero de todos modos algunas veces hacia gestos de dolor.

Acaricié su cabeza y sonreí, él iba a devolverme la sonrisa, pero en vez de eso, hizo un gesto de dolor y soltó un gemido.

Albert había sacado la bala por completo, ahora solo faltaba desinfectar el lugar y colocarle una venda.

— Acércate — murmuró Jin.

Lo miré un poco indecisa pero sin importar me acerqué a él. De un momento a otro, sentí cuando sus labios cubrieron los míos. Abrí mis ojos sorprendida pero después reaccioné y le seguí el beso.

El momento era lindo y tierno, pero es interrumpido por un carraspeo.

— Listo, buen trabajo. Déjame decirte que lo distraes muy fácil.

Miré a Jin y este se sonrojo.

— Ojalá a mi también me hubieran distraído para no sufrir tanto — murmuró Hoseok con sus brazos cruzados y desviando la mirada.

Sonreí.

— Bueno... Ahora que están bien, podemos hablar.

— Por supuesto — dije levantándome y ayudando a Hoseok y a Jin para que se sentaran en el sofá — Adelante, empieza.

Albert se sentó al lado de Hoseok.

— Iré por partes, y creo que empezaré por la más importante.

— ¿Cuál es?.

— Sobre el virus que había en el frasco.

— ¿Era el virus T... No?.

Albert asíntio.

— Pero este es diferente, al parecer lo mejoraron.

— ¿Para bien o para mal? — preguntó Jungkook.

— ¿Tú qué crees?.

Jungkook no dijo nada y siguió prestando atención.

— El punto es que el virus T fue mejorado por él. Miren por la ventana y me dicen que ven.

Camino hacia la ventana y aparto la cortina. Mis ojos se agrandaron más de lo normal gracias a lo  que acabo de ver.

Me aparto y camino de nuevo hacia Albert y los demás.

— ¿Porqué... Porqué se ven diferentes?.

— Hace unos días he investigado sobre Leon y no es que haya encontrado mucho, la verdad. Pero supe que él tenía un frasco, el último frasco del virus T, la diferencia es que estaba mejorado. Una vez que el virus fuese esparcido y la persona que lo absorbiera se convertiría en caminante, la diferencia es que no se vería como los otros, estás personas que absorbieron el virus, su cambio fue increíble y algo perturbador. Si los observan, ven que ellos no tiene cabello y están totalmente calvos, su color de piel es entre un color blanco, gris y rosado, y sus ojos grises. En todo su cuerpo ven que tienen unos leves vasitos notables en sus mejillas y más que todo en sus brazos, a las que son mujeres son notables sus pechos más no tienen pezones, eso es lo más extraño. Ahora ellos son más inteligentes y poseen habilidades, diferentes a las de t/n.

«Ahora, ellos desarrollaron más su olfato, tienen demasiada fuerza parecida a la de t/n, poseen más habilidad para correr y les llaman mucho la atención la luz, sea de cualquier cosa. Lo más importante y que debemos impedir es que, ellos ahora tienen más hambre de lo normal, buscan y buscan comida y son mucho peor que los otros caminantes, a todos ellos le llaman la atención la sangre, en cualquier momento lo percibirán así estén a kilómetros, pero si les huele a sangre ellos se pondrán en alerta y empezarán a buscar hasta encontrar a su presa. La sangre los volvería locos, tanto así, que hasta se podrían pelear entre ellos mismos.

Cuando Albert terminó de hablar, un silencio se formó en la sala. Inconscientemente mi mirada viajo a la bandeja donde estaban las vendas sucias, junto con las pinzas y las dos balas.

Si el dijo que aquellas cosas perciben el olor a sangre en dónde sea que estén, y aquella bandeja contenía lo nombrado y aparte... Había demasiada sangre en ella y en el suelo, no demoran en derrumbar la maldita puerta.

— Entonces...

— Entonces estamos en peligro — interrumpí a Jimin.

Y como era de esperarse, aquella puerta fue golpeada brutalmente.

Estábamos enserios problemas, y lo peor es que no teníamos armas para defendernos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top