Amigos


>¡Hola! Ayer no viniste al torneo semanal.
>¿Pasó algo?

No sé que voz tienes, pero inevitablemente uno tiende a darle un tono a la gente con la que comparte mucho. El tuyo me parecía siempre nervioso y ahora, en vista de mi descubrimiento, dulce. Diría hasta tímido.
Te veías como esas chicas a las que cuesta hacerlas hablar, y nótese que no soy experto en mujeres. No he tenido citas en mis 18 años.

Las mujeres me parecen... aburridas. Este es un caso muy extraño, al que me estoy adaptando.

Acabas de cambiar mi concepto.

<No.> miento y doy un enorme bostezo. Estoy destruido por dentro y por fuera.

Tuve sueños, mas bien dicho pesadillas, con tu maldita cara pecosa e ingenua descubriendo que actué como un acosador.
Durmiendo, volvía a hacerlo. No pude distinguir el color de tus ojos, giré el rostro muy rápido al ver mi "tienda abierta".

Pero creo que eran verdes, igual que el cabello.

Todavía no puedo creer que no me haya dado cuenta. Que haya compartido tantas cosas que ni a compañeros logré confiarle a una mujer.
Ahora que lo analizo mejor, ¿por qué una chica así jugaría esto?. No quiero ser sexista pero es la primera real que conozco aquí; en curioso personaje masculino.

¿Y por qué no usó una mujer? Estaría llena de objetos. Hasta yo estoy por darle uno que me soltó/dropeó un subjefe y le otorgaría un poco de femineidad a su ahora, a mi vista, andrógino personaje.

¿Qué pretendes?

¿Engatusar hombres y hacer que duden de su sexualidad?

> Puedes contarme lo que quieras, somos amigos.

Histérico intento pensar en la forma de decir que le he visto. Quiero decirlo, exponerla en su mentira. Porque eso ha hecho, me ha engañado.

Y a mi nadie me hace quedar como tonto.

...

No hay forma, si lo digo sabrá que soy el idiota que no sabe montar su bicicleta y expone su masculinidad en los parques.
<Discutí con mi vieja.> no miento, esto es más bien un cambio de tema.

>¿Pelean mucho?

<No tanto.> Aquí sí mentí.
<Deja de preguntarme tonterías y mejor dime quién ganó el torneo de ayer.> pido incómodo todavía.

Quiero tratarle como antes, pero me es imposible. Siento una absurda necesidad de saber más cosas de ella, como sus motivos. Porque el resto no me interesa. Esto es cuestión de orgullo maldición. ¡Me está tomando por un idiota!

Hoy no quiero irme a la arena de combate y dejarla haciendo misiones acordes a su nivel. Quiero saber hasta dónde puede engañarme.

> En tu ausencia ganó la Katty Perry. < comenta.

<¿Hotandcold?> Pregunto y mi ira se descarga ahora por completo sobre él <Ese bastardo se está pasando de listo.

Esa perra mestiza llevaba buscando mi lugar hace meses. Hasta se atrevió a acosar a Deku pidiéndole información de mis movimientos.
Cuando me enteré por el mismo Deku de ello, ese mal parido vio finalmente nuestra diferencia de nivel. Fui específicamente a destruir su maldita base en el torneo grupal y ni siquiera tengo grupo, sólo a esta embustera con quien sigo hablando.

>¿Irás a matarle?

<Por supuesto.> Sentencio y en nada ya estoy cambiándome el equipo. Voy a descuartizar a ese animal.

>Está en la arena 3.

<¿Cómo sabes?

>Supuse tu reacción y le dejé agregarme, ahora puedo saber su posición.

<¿Son amigos?> un sentimiento para nada agradable me agobia. Quizás él si sabe que eres mujer y ambos me están haciendo pasar por tonto.

> Eso te animará ¿no?< contestas bailando con tu personaje a mi alrededor, como si hicieras una fiesta.

<Sí> respondo sonriendo sin siquiera darme cuenta.

Y dejo a mi personaje bailar un poco, mientras elijo que arma usaré para desterrar a mi adversario. Ahora que lo pienso, todo tiene más sentido, no conozco hombre que baile y mande tantos stickers.

< Me gustaría saber algo antes de irme.> pido parando de bailar. Ya equipado con el traje de arena que armamos juntos. Esta mentirosa debo admitir que es lista y sabe como combinar armas. Se ha estudiado todas las herramientas del juego y yo sólo tengo que traer los objetos.

Maldita sea, cada vez que miro su personaje y le recuerdo me enfado más.

> Dime Kacchan.

< ¿Tienes algo que me quieras decir?

> No entiendo a qué te refieres.

< Algo qué desees liberar para sentirte mejor, no sé.

Te estoy dando una última oportunidad de confesarme tu género.

Aunque, ahora que lo pienso nunca dijiste que eras hombre, es algo que yo asumí. Y estamos en una realidad virtual, por ende no debería tener importancia.

Aquel último pensamiento me hace recapacitar. Quizás solo te gusta más ese diseño y yo estoy armando escándalo por un tema insignificante.

> Me agradas.

?????

< ¿Cómo? > pregunto y de alguna forma mi momentáneo alivio se va.

Me acabo de poner muy nervioso y tiré la maldita bebida en el teclado.

> Porque quiero que lo sepas. Me has ayudado muchísimo y me lo paso bien contigo. Creo que finalmente conozco a alguien que comparta mis gustos y me haga sentir en tanta comodidad.

No era lo que quería leer, pero algo se removió en mi estómago. Una señal de que estaba cruzando el límite, uno del que no iba a poder escapar con facilidad.

No quiero admitirlo pero desde ayer en la tarde te estoy pensando mucho, demasiado para mi gusto.

> Disculpa si lo que dije recién te incomoda. No lo digo con mala intención.
> Ehm... ¿sigues ahí?

< No me molesta. > logro responder luego de resucitar mi teclado a punta de secador.

>¡Que bueno! Me preocupé de que sonara extraño. Amigos, ¿verdad?

Algo en esa pregunta no me gustó.

Tu PJ se sienta junto al mío y otra vez aparece el malestar estomacal.

< Sí, amigos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top