Ogawa estaba frustrado. Odiaba estar en coma. La mayor parte del tiempo, era como dormir, y tal vez era por lo mal que los doctores se habían metido con su cerebro y cuerpo, pero había momentos en los que podría haber jurado que podía escuchar lo que estaba pasando afuera. Era extraño y alucinante y se sentía como si estuviera escuchando cosas desde seis pies bajo el agua, pero era mejor que estar a seis pies bajo tierra. Demasiadas veces, se le había ocurrido que estaba tan desesperado por algo que lo estaba imaginando, pero si era real, entonces Bakugo era su visitante más frecuente, además de quienes suponía que eran médicos y enfermeras. Realmente no podía entender lo que estaba diciendo, pero era reconfortante imaginar que era algo así como si no te despiertas pronto, personalmente me aseguraré de que nunca lo hagas. Parecía algo que diría Kacchan. 

Lo único bueno que había salido de todo el asunto del sueño interminable era que había tenido mucho tiempo para conocer las sombras en su cabeza. Bueno, en realidad ya no eran sombras, más como figuras borrosas, como si estuviera mirando su propio reflejo en un espejo empañado después de tomar una ducha o algo así, y se estaban volviendo más y más sólidas a medida que se acostumbraba a ellas. Todavía no podían hablar entre ellos ni nada, pero por ahora se estaba acostumbrando más a la forma en que se comunicaban. Pensó que también podría llegar a conocerlos y tal vez incluso convertirse en amigos, ya que no era tan estúpido como para pensar que todo lo que Sensei le había hecho podía revertirse. Esta era su vida ahora, y solo tenía que acostumbrarse. 

Las sombras nunca estuvieron muy activas durante los momentos en que Bakugo visitó. Claro, tenían curiosidad, pero no lo conocían, no como lo hacía Ogawa, así que tomaron un asiento trasero y lo dejaron sentarse y disfrutar de la compañía tanto como pudo aunque no estaba seguro de que las visitas fueran reales. No era mucho, pero era consistente, lo que hizo que la visita actual fuera tan sorprendente. 

La primera cosa sorprendente en realidad no tenía absolutamente nada que ver con las sombras. Fue que Bakugo trajo un visitante, o al menos una voz desconocida, pero eso no debería haber sido gran cosa. ¿No fue gran cosa! Excepto por el hecho de que la voz solo le resultaba desconocida.  

Su sombra más audaz reaccionó de inmediato y se sintió casi abrumado por un muro de ansiedad. Sintió que prácticamente estaba saltando de su piel y fragmentos de emociones e incluso recuerdos que no eran de él pasaron por su mente. No sabía si debía tratar de calmarse o simplemente seguir adelante, pero no parecía tener muchas opciones en el asunto. Su sombra se estaba volviendo más ruidosa y ansiosa y Ogawa literalmente sintió que estaba a punto de explotar mientras luchaban por salir o despertar o lo que sea que estuvieran tratando de hacer. 

La voz desconocida dijo algo más y Ogawa se vio abrumado por una nueva ola de lucha y emoción de su sombra. Había tanta energía que no había ningún lugar al que pudiera ir, así que simplemente se apagó.  

Ogawa jadeó cuando más recuerdos que no eran suyos fluían a través de él y de repente supo exactamente quién estaba de visita, reconociéndola y no reconociéndola al mismo tiempo, "Mina..."

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Mina miró al chico en la cama en estado de shock. Ella juró que él nunca antes había visto a este tipo Ogawa en su vida, pero obviamente él la conocía, y aparentemente estaba lo suficientemente emocionado de verla como para despertarlo de un coma. Si en realidad hubiera sido la tía Dai en la cama, habría estado emocionada, pero tal como estaba... no sabía cómo sentirse. ¿Se suponía que todo esto era espeluznante? Porque se sentía un poco espeluznante. 

A diferencia de ella, Bakugo aparentemente sabía exactamente cómo sentirse, porque estaba enojado, "¿Qué diablos? ¡Idiota! Te salvé el culo de esas malditas abejas y he estado viniendo aquí durante semanas y ni siquiera te inmutas, pero llega este estúpido extra rosa y de repente estás cantando y bailando como si tuvieras un maldito boleto dorado o algo así. ¡¿Es en serio?!"

"No fui yo, hombre". El extraño gimió. "Fue... bueno, bueno, es un poco complicado y realmente no sé cómo explicarlo. ¡Te juro que no es nada personal! ¡Si hubiera podido despertarme, lo habría hecho!"

"UH Huh." Bakugo se burló. "Seguro. Bueno, al menos una de tus peculiaridades aparentemente se preocupa por otras personas más que tú.

"Otro…?" Los ojos de Ogawa se agrandaron. "¿Sabes sobre ellos?"

"Iz..." Bakugo se detuvo. "Viridian lo descubrió, pero, sinceramente, ¡era jodidamente obvio! Quiero decir, ¿vuelves y de repente puedes producir ácido? Como, obviamente, no tienes tanto talento, así que debe haber venido de alguna parte".

"Oooh." Él sonrió. "¡Podrías haber dicho que me extrañas!"

Bakugo puso los ojos en blanco, "Como si, idiota. ¡No puedo creer que te hayas despertado por la ojos de mapache y no por mí!"

"¿Ojos de mapache?" Ogawa la miró y respiró hondo, "Mina. Yo... wow, esto es realmente extraño. Lo siento mucho, ni siquiera me conoces, y supongo que yo tampoco te conozco a ti. Lo siento, esto es incómodo y es realmente un poco complicado..."

 "¿Tía Dai?" Mina no supo qué más decir. Este chico obviamente no era su tía, pero al mismo tiempo, Bakugo tenía razón. Tenía que quedar algo de ella para que Ogawa se despertara cuando Mina entró. Y tal vez por eso la reconoció, aunque nunca se habían conocido. Probablemente solo fue una ilusión, pero al mismo tiempo...

"Eh, no sé". Ogawa se encogió de hombros. "Eso se siente bien, de alguna manera. Creo que ellos te reconocen".

"¿Ellos?" preguntó Bakugo. "Me imaginé que tenías su peculiaridad o algo así, pero ¿me estás diciendo que en realidad puedes saber de quién proviene tu peculiaridad?"

"¿Más bien sentirlos y verlos un poco?" Ogawa frunció el ceño. "Todavía no tengo muchos detalles, pero ¿quizás eso cambie? Kumo dijo que debería conocer…"

Los ojos de Ogawa se abrieron con pánico y trató de ponerse de pie, solo para casi caer al suelo y tener que ser atrapado por Mina y Bakugo, "¡Kumo! Todavía está allí y no sé cuánto tiempo… ¡y si ya… tenemos que sacarlo!

"Desacelera. Te han envenenado, idiota, e incluso un poco de esa mierda me dejó fuera de servicio durante días." Bakugo lo intentó. "Vamos a empezar de nuevo. Kumo. ¿Ese es el tipo que querías que salvara?"

Ogawa asintió frenéticamente, pero a regañadientes dejó que lo sentaran de nuevo en la cama, "Yo… Él… Estuvo allí más tiempo que yo. No sé quién es... era... ¡uf!"

"Bien." Bakugo asintió. "¿Cómo lo encontramos? ¿Puedes describirlo o qué?

"Uh, ¿él es... mayor que yo?" Ogawa frunció el ceño. "¿Probablemente a finales de los veinte o algo así? Um, él... tenía una peculiaridad de nube, como, el tipo básicamente tenía vapor de agua para el cabello, pero me hicieron lo mismo que le hicieron a él. Uh, ellos... como ahora, ¿está todo oscuro y esas cosas? Pero no le dijeron lo que hizo, así que yo no... ¡Tienes que salvarlo! ¡Tenemos que irnos! ¡Ahora! ¡Antes de que lo muevan!"

Intentó ponerse de pie de nuevo, pero Bakugo simplemente lo empujó hacia la cama cuando los médicos entraron corriendo a la habitación "¡El paciente está despierto pero los signos vitales están elevados! ¡Fuera de aquí, niños!"

"¡¿Qué?!" Bakugo parecía casi listo para luchar contra los médicos. "¿Estás bromeando? Estaba a punto de decirnos el…"

Mina tiró apresuradamente de su brazo "Vamos y deja que los médicos hagan su trabajo, ¡siempre podemos volver después de la excursión mañana y hablar con él!"

"Tu presencia obviamente lo está angustiando". Uno de los médicos advirtió. "No se preocupe, es bastante común en pacientes en coma, pero por ahora, no podemos asegurarnos de que no se vuelva a dormir, ¡así que cualquier estrés innecesario debe salir!"

"¡Bien, bien, nos vamos!" Bakugo gruñó. "¡Pero no creas que esta conversación ha terminado, fanático de los tentáculos! Tienes que ayudarme a acabar con estos monstruos.

Los médicos los empujaron fuera de la habitación y cerraron la puerta antes de que Ogawa pudiera responder, y se quedaron en silencio, mirando a la puerta mientras Mina hacía todo lo posible por no entrar en estado de shock, "Eh... ¿de acuerdo? Eso simplemente sucedió, supongo."

"A la mierda esto". Bakugo gruñó y comenzó a alejarse. "Voy a encontrar a esos bastardos y haré que paguen".

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Kacchan sabía que debería estar en cualquier lugar además de en las calles en este momento. Debería estar en casa, en el hospital o incluso en casa de Izuku porque el nerd probablemente sabía más que él en este momento y probablemente podría descubrir la estúpida identidad del amigo misterioso de Ogawa mucho más rápido que él, pero estaba tan inquieto y enojado que necesitaba hacer algo, y en ese momento, ese algo golpeaba el pavimento y perseguía media pista. Entonces, aquí estaba, contactando a sus contactos y enfocándose hasta el punto de que estaba distraído y no le importaba nada excepto encontrar la fábrica de villanos para poder destrozar toda su operación.

Probablemente por eso había terminado con un cuchillo en la garganta. Genial. 

"Ooh, eres el héroe del que el Sr. Stainy estaba hablando, ¿eh?" La chica que sostenía el cuchillo estaba demasiado emocionada para sostener un arma mortal. "Tu nombre es Kacchan, ¿verdad? Eso es súper lindo, ¡pero sabes que serías aún más lindo si me dejaras cortarte un poco!"

"De ninguna manera." Kacchan gruñó. "Aléjate de mí, maldito asesino en serie kinnie".

"Oooh. Eso no es divertido." 

La chica hizo un puchero y movió su cuchillo, pero no antes de herir la piel de Katsuki, haciéndolo sisear cuando una gota de sangre comenzó a deslizarse por su garganta. Cuando vio la forma en que ella lo miraba, retrocedió y se apresuró a limpiarlo. Si su peculiaridad era como la de Stain, no la quería cerca de su sangre. 

"¿Qué quieres?" Katsuki gruñó. "Estoy un poco ocupado y no tengo tiempo para jugar con psicópatas".

"¡Oh, solo quería presentarme!" La niña sonrió, mostrando sus colmillos. "¡Soy Himiko Toga! ¡Amo al Sr. Stainy y quería ver al lindo héroe del que estaba hablando! Eres tan lindo como me imaginaba, pero deberías..."

"No voy a dejar que me cortes"  Katsuki frunció el ceño. "Bien, me has conocido. ¡Uau-de-doo! ¡Ahora déjame en paz, tengo lugares para estar!"

Se alejó, pero la chica simplemente saltó detrás de él, "¡ooh! ¿Estás investigando el gran ataque de mañana? Realmente no entro a grupos grandes, no hay suficiente sangre para todos, pero sonaba interesante".

Katsuki se detuvo en seco, "¿Qué?"

Toga se rió, "¡Oh! ¿No lo sabes?"

Katsuki la miró con sospecha, "Tal vez lo sé, tal vez no. ¿Por qué no me lo dices y lo averiguamos?"

"Mmm, podría." Toga tarareó. "¡Pero eso no sería divertido! ¡Aunque podría hacer un intercambio! Pareces divertido, así que no quiero que mueras demasiado pronto, ¡especialmente cuando no estoy allí para verlo!"

"Vaya, gracias". Katsuki arrastró las palabras. "Ahora, qué tipo de intercambio".

"¡Tu sangre!" ¡Toga sonrió! "¿Puedo probar? ¿Bastante por favor?"

"¿Qué?" Katsuki retrocedió. "¡Joder, no!"

Toga hizo un puchero, "Bien. ¿Entonces puedo cortarte? ¿Solo un poquito más pequeño? ¡Te prometo que ni siquiera golpearé ninguna de las arterias principales!"

Katsuki no podía creer que realmente estuviera considerando esto. ¿Dejar que la espeluznante Stain lo corte o qué? ¿Sabía que hubo un ataque para el que podría haber ayudado a la policía a prepararse y ni siquiera sabía lo suficiente para ayudar? Esto podría ser un truco, pero por alguna razón, Toga realmente no parecía del tipo que pensaba que era divertido mentir. Sería más probable que le dijera la verdad de una manera adecuadamente críptica para sacarlo de quicio y, desafortunadamente para él, estaba funcionando. 

"Bien." Escupió. "Solo acaba con esto de una vez".

El rostro de Toga se iluminó y Katsuki tragó saliva mientras trataba de no arrepentirse de su decisión. Fue solo un poco de dolor, ¿verdad? No es como si no hubiera hecho pasar a Izuku por cosas peores. Todo era solo una parte de ser un héroe. 

El cuchillo de Toga brilló rápidamente, pero ella se tomó su tiempo para darle un largo corte en la mandíbula. Katsuki contuvo su estremecimiento, pero saltó hacia atrás cuando ella fue a lamer la herida, "Ni siquiera lo pienses, fanática de la sangre. Eso no es lo que acordamos".

Toga volvió a hacer un puchero "¡Pero te queda tan bien!".

Katsuki la miró, "¿Vas a darme la información o no?"

"Bien." Toga lanzó un profundo suspiro. "Probablemente deberías faltar a la escuela mañana. Hay una organización reuniendo a un grupo de personas para mañana, y no estoy seguro exactamente de dónde y cuándo van a hacer las cosas, ¡pero podría recordar más si me dejas probar!"

Katsuki negó con la cabeza. Por mucho que quisiera la información, el riesgo era demasiado alto. No tenía idea de lo que esta chica Toga podría hacer si pusiera sus manos en su sangre y hasta que supiera eso, no había forma de que pudiera dejar que ella tuviera ese tipo de poder sobre él. Ya sabía que iba a haber un ataque a gran escala y que probablemente sería suficiente. 

Tenia que serlo.

"Nos vemos, perra sanguinaria". dijo Katsuki, alejándose. "Oh, y si alguna vez intentas ponerme un cuchillo en la garganta una vez más, nunca volverás a ser linda".

La única respuesta que obtuvo mientras se alejaba fue una risita que sabía que acecharía sus pesadillas. Mañana iba a ser un día largo.

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