Capítulo 13
La luz en mi corazón
Vi hacia el patio donde se podía entrenar observando a Maki, Toge y Panda jugando, yo mantenía un rostro serio pero en realidad me agradaba que Maki se divirtiera con ellos.
Ella al voltear hacia acá levantó su mano con una ligera sonrisa, yo respondí su acto y Maki me hizo una seña de que me acercara con ellos.
- Hitomi-sama, ellos son mis compañeros Toge y Panda -el joven de pelo blanco y el panda me saludaron con una sonrisa-
- Eres del Clan Inumaki, cierto? -asintió el joven- Panda, cuando te conocí estabas cachorro -el se acercó para olerme-
- Hitomi -susurró y yo sonreí, al parecer me recuerda aún- dónde estuvo?
- Salí por unos asuntos de mi clan -sonreí nostálgica, el se acercó a mi para yo acariciar su suave pelaje- muy bien Maki, tienes excelentes compañeros
- Gracias Hitomi-sama -hizo una leve reverencia- perdón el atrevimiento, pero, que hace aquí?
- Vine hablar con el Director Yaga, avisarle que llegue y platicar con el un poco -Panda retomo su posición para verme con una ligera sonrisa-
- Claro, entonces no le quitamos más el tiempo
- No te preocupes Maki, agradezco que me hayas presentado a tus amigos -sonreí ligeramente mientras ella acomodaba sus lentes- me retiró, Maki, hoy tendrás una evaluación para ver como has progresado con tu entrenamiento
- Claro, contra quien? -pregunto algo extrañada-
- Contra mi
Ella se puso seria, yo fui con ella para poner una mano sobre su cabeza.
- Esta bien, solo para evaluar tus movimientos, no tengas miedo
- S...si, digo, claro Hitomi-sama
- Tantas formalidades no, Maki -solté una pequeña risa nasal mientras que ella se mantenía seria-
- Perdón -negué-
- Tranquila -palmee dos veces su hombro y me fui de allí- nos vemos en la tarde en el dojo
- Si! Allí estaré -escuche, seguí caminando hacia la entrada al pasillo del colegio cuando siento que mi celular comienza a sonar-
Kento
Una sonrisa idiota se formó en mi rostro, yo respondí enseguida la llamada para colocar el celular sobre mi oreja.
— ¿Bueno? —
— Hitomi —
— Hola Nanami —
— Quería escucharte, acabo de terminar la misión, voy en camino a casa, donde estás? —
— En el Colegio, vine a hablar con Yaga —
— Cierto, quieres que te espere en el colegio? —
— No me gustaría ser una molestia —
— Jamás lo eres, voy en camino —
— Con cuidado Nanamin — se escuchó una ligera risa.
— Claro que si pequeña — tape mi rostro mientras sentía como ardía-
— Adiós —susurré para escuchar como el respondía con lo mismo y colgué.
- Alguien está muy enamorada -voltee la mirada para ver a Ieri quien se estaba quitando sus guantes-
- Ieri-chan -sonreí en grande al verla-
- A que se debe tu visita?
- Vengó a hablar con el Director Yaga, donde se encuentra?
- En la entrada principal, solo ten cuidado con sus peluches
- Claro -ambas soltamos una ligera risilla para luego alejarme de ahí-
Al llegar con Yaga golpee la gran puerta, luego de escuchar una respuesta positiva entre viendo cómo habían muchos peluches.
- Buenas tardes -salude llamando la atención del azabache con lentes-
- Hitomi -susurró sorprendido-
- Hola Director Yaga
- Has cambiado demasiado, aparte que tu energía maldita ha crecido demasiado
- Gracias señor -hice una ligera reverencia-
- A que se debe tu visita?
- Vengó a hablar con usted, quiero hacer un convenio entre mi clan y el colegio, para mantener protección en mi hogar
- Y que nos daría a cambio?
- Armamento y soldados perfectamente entrenados para cualquier ataque al colegio
- Suena muy buena propuesta -susurró- y tu? Harás misiones con nosotros o seguirás por tu cuenta?
- Hare misiones con ustedes, pero también quiero darle tiempo a mi clan, a Megumi y a Maki, quienes aún están aprendiendo
- Claro, serás como su maestra -asentí- no quieres ser maestra en el colegio?
- Lo he pensado pero realmente necesito estar al tanto con mi clan, la gente me necesita, luego del pésimo mando de mi padre tengo que enmendar sus errores
- Claro, entiendo, cuando necesites el puesto siempre estará abierto para ti
- Muchas gracias Director Yaga -ambos estrechamos nuestras manos- me retiro
- Muy bien, de nada Hitomi, realmente es un gusto tenerte de nuevo acá
- El gusto es mío -sonreí para luego irme de allí-
Al salir del colegio vi como un carro estaba con intermitentes para notar que sobre la puerta del copiloto esperaba un bello hombre.
Kento.
Una sonrisa idiota se asomó en mi rostro pero enseguida la borre al momento de ver cómo el dirigía su mirada hacia mi.
- Hitomi -me acerque para luego sentir como el me aprisionaba entre sus brazos amarrándolos sobre mi cintura-
Yo apoye mi rostro sobre su clavícula oliendo su deliciosa colonia la cual me enloquece, el levantó una mano lentamente sobre mi espina dorsal llegando a mi cabello quien comenzó a acariciarlo.
- Hola Nanamin -susurré causando una ligera risa por parte del rubio-
- Suenas cansada
- Quiero estar acostada -separé mi rostro de su pecho para ahora poner mi barbilla sobre el y ver sus ojos-
- Anda, vamos a mi casa, te prepararé algo, mientras descansas -asentí- en la noche te dejare dormir, no te preocupes
Mi rostro comenzó a arder, yo vi como abría mi puerta para entrar al carro y enseguida lo hice.
El entro al carro por el lado del piloto mientras que yo jugaba con mis dedos apenada. No quería recordar lo de anoche porque fue algo demasiado hermoso y delicioso. Nanami es un hombre quien sabe como satisfacer a su contraparte, realmente me sorprende.
- Linda -escuche, voltee hacia el para sentir como sus labios se pegaban contra los míos-
Yo sonreí en medio del beso y me quede en esa posición, siguiendo con nuestro dulce acto de amor.
Al separarnos el tomo mi nuca y me dio un beso en la frente.
De nuevo me sonroje, este hombre me esta haciendo cosas que realmente soñaba que hiciera.
- Te ves muy tierna sonrojada -me tape el rostro con vergüenza-
El arrancó soltando una leve risa.
Al llegar a su casa el entro primero dejando sus llaves en la mesa que tiene a lado de la puerta y nos quitamos nuestros zapatos. Tomó mi mano para llevarme hasta su cuarto y con delicadeza me cargo para acostarme.
- Gracias Nanamin -sonreí enternecida ante su acción y el me deposito un pequeño beso en la frente-
Yo amarre mis manos sobre su nuca evitando que se separe de mi, quedándose con ambos brazos estirados en las orillas de mi cuello para no dejar caer su peso sobre mi.
- Espera a la noche, linda -susurró depositando un beso en mis labios, conozco su ritual maldito, por eso lo dijo-
En la noche al terminar su jornada de trabajo comienzan las horas extra haciendo que su fuerza comience a aumentar, su energía maldita es más abundante y eso a mi me beneficia en otros términos.
Yo solo me sonroje, antes de que me acobijará tome una almohada para abrazarla, el soltó una pequeña risa nasal y me arropo con las sábanas que contenían su aroma.
- Descansa, yo te despertaré cuando esté lista la comida
- Gracias Nanamin -susurré y sentí de nuevo como me depositaba un beso en la frente-
- Te amo cariño
- Yo te amo mas -hable en voz baja mientras cerraba mis ojos dibujando una ligera sonrisa en mis labios-
Nanami Kento
8:00 PM
Al terminar de cocinar decidí ir a despertar a Hitomi pero al llegar note como ella ya se había levantado por si sola. Estaba viendo mi recamara, la única foto que tenía sobre mi mesa de noche era una que me había tomado con Hitomi.
Estaba de brazos cruzados, como si se abrazara a sí misma. Note como bajaba la cabeza mientras limpiaba algo en su rostro.
«Esta llorando»
Fui hasta ella para abrazarla por la espalda, sentí como se sobresaltó luego del repentino acto pero tomó aire y lo soltó lentamente.
- Perdóname Nanami -susurró-
- Por qué?
- Por alejarme de ti por tantos años -deje que ella se volteara para verme- por hacerte sentir que ya no volvería
- No te preocupes Hitomi, tu debías hac...
- Por mi culpa entraste en depresión -yo me sorprendí, me aleje un poco de ella recordando esos momentos- crees que no me doy cuenta? Tu fuiste un oficinista, lo único que comías era ese sándwich que comprabas cerca de tu casa pero cerro, tuviste que irte a otro, te alejaste completamente de la hechicería -pasó su mano por su cabello mientras tomaba asiento de nuevo- no dormías bien, te matabas por ese trabajo
- Hitomi -hable pero ella me ignoró mientras seguía hablando acerca de mi vida durante su ausencia- Hitomi! -levante la voz y la tome de los hombros para hacer que me viera- cálmate
Ella iba decir algo pero le di un pequeño beso.
- A ver, primero, tú tenías cosas que hacer afuera de Japón, y yo tenía que buscar alguna otra cosa que me diera dinero, nada fue tu culpa -yo la tome entre mis brazos y ella se mantenía aferrada a mi nuca sintiendo como su respiración era entrecortada- tranquila hermosa, ya estamos juntos y nadie nos separará de nuevo, si?
- Júramelo
- Claro, te juro que nadie nos separará de nuevo cariño -pegue nuestras frentes-
Esto me recordó a un momento durante nuestra juventud que también juramos algo importante.
Flashback
- Quiero hacer una promesa -tome asiento sobre el pasto y ella me siguió-
- Bien
- Prométeme que vivirás, conmigo o sin
mi, prométeme que no te darás por
vencida jamas -tome sus manos- aunque
tomes todos los riesgos del mundo,
sobrevivirás.
- Claro Kento -respondió con una hermosa y pequeña sonrisa-
Sus ojos brillaban gracias a las estrellas que relucían esta noche, la luz de la luna la hacía ver más pálida, resaltaba sus ojos ligeramente morados.
- Yo haré lo mismo, sobreviviré para
poder seguir estando contigo y hacerte
feliz de todas las maneras posibles -tome con un poco más de fuerza sus manos- y cuando decidamos retirarnos de la hechicería, vivamos en un lugar lejos de la ciudad
Desearía ser alguien con un trabajo normal donde mi única preocupación sea acerca de mi jefe, y que al llegar a casa me reciba un delicioso aroma de comida mientras que Hitomi esperaba en la sala viendo la tele en nuestro sofá. Sería Perfecto.
Fin del Flashback
Una casita para nosotros cerca del lago, lejos de este lugar, de las maldiciones.
- Anda, vamos a cenar -la tome de las manos para levantarla acercándola a mi-
- Esta bien -dijo acompañado de un ligero suspiro-
Luego de haber comido, ella de nuevo se ofreció para lavar los platos, acepte ya que ella jamás toma un no por respuesta.
Me senté para verla como lavaba los platos, se veía tan hermosa. Su cabello morado azulado y sus ojos morados la hacían ver interesante. Pero realmente lo que me cautivó más, fue su estilo de combate, su análisis antes y durante de cada combate, su frialdad al tomar decisiones. Eso me hizo enamorarme de ella.
- Nanamin -escuche saliendo de mis pensamientos y ver como Hitomi me veía algo preocupada- te fuiste por un momento, todo bien?
- Todo está perfecto -la tome entre mis brazos para pegar mi rostro a su pecho- más que perfecto
- Estas extraño, creo que la comida te afectó -soltó una ligera risa para luego sentir como acariciaba mi cabello-
- Quiero enseñarte algo -dije algo emocionado ya que era algo que siempre había querido hacer con Hitomi cuando regresara-
- Que sucede?
- Vamos -me levante y tome su mano para ir a mi recámara, abrí la ventana y salí para subir al techo-
Ella se asomó levantando la vista y yo estire mis brazos hacia ella.
- Confía en mi
- Siempre lo hago -tomo mis manos para estirarla hacia mi, ella tomó algo de impulso haciendo que cayera sobre mi-
Ambos comenzamos a reír y ella se acosto a mi lado viendo al cielo.
Las estrellas que se veían brillaban como ninguna otra noche, parecía que el cielo estaba feliz.
Una canción comenzó a sonar en mi cabeza.
"Tú eres la luz que me guia
y que me animó a correr
antes de darme cuenta nuestro camino se empezó a cruzar
mira, ahora, en este lugar, si brillamos.
Fuiste tú quien me enseñó que la oscuridad terminará.
Tú, fuiste tú quien me enseñó
que si la oscuridad brilla esta se convertirá en un cielo de estrellas"
- Gracias por ser mi luz, Hitomi -susurré volteando hacia ella causando que ella mirara hacia mi con pequeñas lágrimas en su rostro-
- No, gracias a ti, Nanamin, por ser mi luz
Fukunaga Hitomi
- Gracias por ser mi luz, Hitomi -sentí su mirada en mi rostro haciendo que volteara hacia el-
- No, gracias a ti, Nanamin, por ser mi luz -el se acercó a mi rostro para plantarme un tierno beso-
Luego de ese tierno momento seguíamos viendo a las estrellas, realmente era una noche demasiado hermosa. El cielo nos transmitía felicidad.
Pero algo me interrumpió, el sonido de mi celular me hizo salir de esos pensamientos tan relajantes que tenía.
Lo saque de mi bolsillo para ver qué era Galio.
— ¿Que sucede Galio? —
— Señorita Fukunaga, tiene que venir de inmediato, hay un hombre que demanda verla, se hace llamar el hermano de su padre —
Yo me congele en ese momento, mi corazón era lo único que resonaba en mi cabeza, las imágenes de mi padre muerto llegaron como flash.
Los maltratos, los abusos y los golpes que recibía comenzaron a inundar mi mente.
- Hitomi -escuche a mi lado pero mis oídos ya no escuchaban bien, había un pitido el cual me alejaba de las voces que estaban ahora llamando mi nombre-
— Señorita Fukunaga —
— Va en camino, Galio — respondió Nanami por mi lugar y colgó.
- Hitomi, responde -voltee a verlo sin ninguna expresión, solo mis ojos como platos y mis labios entreabiertos- cariño, que sucede?
- Un hermano de mi padre -susurre-
El lo único que logro hacer es darme un beso, eso hizo que saliera de mi trance.
Baje la mirada sintiendo como mis ojos se cristalizaban.
«Se fuerte, se fuerte, se fuerte» repetía en mi cabeza intentando parar de llorar, pero era inútil, mas lágrimas comenzaban a salir, mi respiración comenzó a hacerse entrecortada, ya no podía escuchar de nuevo a nadie, sentía como mi sudor era frío. Busque la mano de Nanami quien se mantenía en mi pierna y la tome.
Nanami Kento
Sentí como tomaba mi mano, yo inmediatamente la abracé.
- Tranquila cariño, todo está bien, nadie puede hacerte daño -susurraba en su oído acariciando su cabello- aquí estoy, nadie puede hacerte daño amor
Al lograr calmarse yo puse mi frente con la de ella viéndola a los ojos.
- Inhala -tome aire por completo- exhala -ella imitó mis acciones y asentí- de nuevo cariño -ambos tomamos aire y lo soltamos por completo- ya estás mejor?
- Si -susurró- tengo que ir...
- Ambos iremos, no te dejaré sola -ella volteo a verme y asintió-
Bajamos para entrar a mi recámara, salimos de la casa para entrar al carro enseguida.
Arranque con algo de velocidad, note como Hitomi estaba demasiado inquieta, odiaba verla así. No quiero molestarme pero en caso de que esa mala noticia sea una persona odiaría perder el control.
- Llegamos -vimos como un hombre robusto con traje negro se mantenía peleando contra los guardias mientras que Maki se encontraba algo enojada-
Hitomi tomó aire para abrir la puerta de mi carro y salir. Yo apague el carro enseguida para bajarme para escuchar todo lo que sucedía.
- Oi, quien eres? -pregunto con un tono frío-
- Soy Fukunaga Kiro, y se supone que yo debía ser el siguiente en liderar el clan
Fukunaga Hitomi
- Pues yo soy Fukunaga Hitomi, quien le gano a Fukunaga Fugaku en un duelo a muerte para ser la Jefa del Clan -dije mientras me acercaba a él con paso firme- lo cumplí tal y como es en las reglas -al estar frente a él se detuvo- ahora dime -levantó la mirada para verlo- has tenido ese duelo?
- N...no -tartamudeó mientras intentaba voltear hacia otro lado-
- Entonces no vengas a mi puerta peleando por algo que no te pertenece
- Quiero tener un duelo contigo -ella asintió-
- Entremos, entonces -voltee a mi hombro para ver a Nanami con miedo, me estaban matando los nervios-
- Hitomi-sama -hablo Maki llamando mi atención, voltee a verla mientras nos deteníamos- es la mejor
- Gracias Maki -sonreí ligeramente para seguir nuestro camino hacia el dojo-
Teníamos un cuarto especial para los duelos donde también está el armamento necesario que usamos para las misiones y la historia de nuestro clan colocado en las paredes.
- Bien -me quite el suéter que tenía dejándome en una blusa de cuello alto sin mangas, deje mi falta ya que era cómoda-
- Ja -susurró- no planeó ser tan duro, pequeña -se retiró el saco para tirarlo al suelo, yo me asquee por la manera de actuar de un ser tan salvaje-
- Como desees -Maki y Nanami se encontraban viendo atentos a sus movimientos-
- Bien -Galio subió al dojo para tomar aire- Esta será una pelea para el liderazgo del Clan Fukunaga -llevó su mano hacia el hombre- Kiro -luego se dirigió a mi- Hitomi Fukunaga. -la mano la levantó para bajarla con fuerza- comiencen!
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