Capítulo 10

La traición de Suguru

1 Año Después
Agosto del 2007

Gojo se encontraba con Suguru e Ieri, yo me mantenía cerca de ellos viendo lo que estaba sucediendo. Nanami se encontraba a mi lado de pie esperando a no ser molestado por el albino.

Vimos como le lanzaron un borrador y un lápiz, el logro detener con su técnica el lápiz pero el borrador no.

- Me di cuenta, de que puedo clasificar las cosas por su toxicidad y peligrosidad -dijo tomando ambas cosas- ahora puedo mantener mi hechizo sin límites activo casi todo el tiempo con el mínimo recurso

- Pero tu cerebro se freirá -comente mientras seguía sentada sobre el pasto-

- Para eso uso mi hechizo de inversión para complementarlo -cambio, ahora es un Gojo que está usando la cabeza- así siempre mantengo el cerebro fresco -sonreí mientras cerraba mis ojos- también poco a poco estoy aprendiendo a usar simultáneamente el rojo y el azul -voltee a verlo quien tenía su mirada hacia mi aún teniendo esos lentes oscuros siento sus pupilas directas en mis ojos- ahora solo me queda trabajar en el área de efecto y en la teletransportación lejana

- Como lo hiciste en la ceremonia? -pregunte y el asintió-

- En ese momento estaba en una presión de quererte traer enseguida, al parecer, por eso me sirvió perfectamente

Luego de esa gran exhibición tuve que ir con el profesor Yaga, debido que me había mandado a hablar.

- Que sucede Yaga-sensei? -pregunte al llegar-

- Pronto terminarás tu ciclo en la escuela de Hechicería -dijo acomodando unos papeles- quiero saber lo que harás adelante

Suspiré mientras tomaba asiento frente su escritorio.

- Seguiré entrenando a Maki, al igual que cuidare y entrenaré a Fushiguro Megumi -el asintió- aunque tengo unas cosas que hacer afuera de Japón

- Se puede saber lo que es?

- Es solo una misión del clan que tengo que hacer luego de cambiar de líder -el asintió- tengo que ir con mi abuelo, se oponía al liderazgo de mi padre que tuvo que irse ya que si seguía aquí el sería asesinado por Fugaku. Iré para platicar con el, completar una que otra misión sin importancia para mostrarle mi potencial y regresar a Japón

- Cuando sería tu viaje?

- Exactamente el 30 de Agosto

- Apenas un día después de tu graduación de la escuela

- Así es, me iré a Estados Unidos -el tomo aire profundamente para soltarlo mientras se levantaba de su lugar-

- Regresaras?

- Claro, tengo personas que están bajo mi cargo, no puedo dejarlos solos -estiro su mano, yo me levante enseguida para estrechar fuertemente nuestras manos-

- Me siento orgulloso de haber preparado a una fuerte mujer como tu -sonreí-

- Sensei, yo me siento orgullosa de haber sido su estudiante -al separarnos me fui a mi cuarto para comenzar a arreglar mis cosas-

Mañana sería la graduación, será una ceremonia formal con el uniforme de la escuela recibiendo un diploma.

No será como las demás graduaciones pero creo que estar con mis compañeros, con eso tengo.

- Me retiro señor, nos vemos mañana

- Claro que si, hasta mañana Hitomi -me fui de su lugar para ir a la cafetería para conseguir una taza de café ya que hoy había tenido que madrugar ya que Megumi había tenido una pesadilla-

- Hitomi -voltee a mi hombro viendo cómo se acercaba Nanami-

- Hola Nanamin -sonreí mientras sentía como el me daba un ligero beso en mi mejilla-

Al tener listo la cafetera me serví para tomar sobres de azúcar, agarre un pequeño bote de leche para dejar caer un poco sobre mi café.

- Todo bien? -pregunto-

- Algo así -suspire-

Nos sentamos para luego yo pasar mis manos sobre mi cabello sintiendo como mi corazón latía rápido.

- No estas bien -puso su mano sobre la mía-

- Megumi es algo complicado de criar -solté una pequeña risita nasal- Maki sigue aprendiendo a gran velocidad, probablemente me pueda ganar

- Como se dice, el estudiante superó a su maestro -asentí sonriente-

- Exacto -mi sonrisa se borro al recordar mis planes al salir de la escuela- Nanami?

- Dime -acarició con su pulgar mi mano-

- Siempre me amaras? -pregunte, el respondió enseguida-

- Claro que si -yo tome aire y lo solté con pesadez- que sucede?

- Me ire de Japón -solté de repente, el se quedó sorprendido, no respondía ni siquiera se movía- yo...tengo que ir a Estados Unidos para resolver algo de mi clan y regresaré lo más pronto posible

- Esta bien -susurró- si es algo que va significar en tu progreso de chamán entonces hazlo -sonrió ligeramente-

- Tu que harás?

- Desconozco, odio ser hechicero, creo que trabajaré con las personas normales -asentí- prométeme que regresarás viva

- Claro que si Nanamin -solté una risa mientras tomaba su mano- regresaré completa, solo haré una misión con mi abuelo para probarle que soy digna de liderar el clan y regresare

- Cuanto tiempo estarás fuera?

Baje la mirada.

- Sera mucho tiempo, cierto? -pregunto, estaba triste, se notaba en su voz-

- Si, no tanto pero si me iré un tiempo

El se levantó para tomar mi mano y hacer que lo siga, yo me extrañe pero lo obedecí. Salimos de la cafetería para ir a los cuartos, al estar frente a su puerta entramos.

Escuche como soltaba un suspiro pesado.

- Yo...-iba decir algo pero el me callo de la manera más romántica-

Pego sus labios contra los míos delicadamente, yo sonreí entre el beso. Sentí como ponía su mano en mi nuca y otra en mi cintura para pegarme a su cuerpo.

- Entonces esperaré el tiempo necesario para volver a estar a tu lado -nos separamos para el arrastrar lentamente su mano hacia mi mejilla-

- Yo también esperare para volver contigo
-sonreí colocando una mano sobre la suya, con la otra acariciaba su cabello rubio cenizo-

Amaba todo de Nanami, su actitud, su fuerza, su rostro, su cuerpo, el como es con los demás. Aunque sea una persona seria y distante con las personas, si llegar a conocerlo, a ser más íntimos realmente era una cosa demasiado tierna.

Unos golpes en la puerta nos interrumpió la bella escena, Nanami abrió quedándome parada en su cuarto esperándolo para que regresara pero una voz varonil me saco de mis pensamientos.

- Hitomi, tienes una misión -abrí los ojos sorprendida-

Al parecer esta será la ultima, a menos que me quieran llenar de misiones.

- En camino Getou -avisé- regresáremos pronto

- Ten cuidado -asentí mientras acaricie su mejilla con delicadeza-

- Tranquilo, volveré en una pieza -sonreí para luego salir del cuarto con Getou-

- Iremos por tu martillo, cierto? -asentí- bien

- Todo bien Getou? -antes de que dijera algo yo saqué de mi bolsillo unas bolsitas de azúcar que tome en la cafetería- Mira! Las conseguí para ti, para tu técnica que cuando tragues esas cosas feas no lo sepas tan feo -sonreí mientras el se detenía, así yo también-

El se sorprendió.

- Por qué? -pregunto mordiendo su labio inferior, reprimiendo las lágrimas que querían salir de sus ojos-

- Por qué, qué? -incline mi cabeza- oh! Por qué te ayudo? Porque eres mi mejor amigo, no me gustaría que estés con ese disgusto de las maldiciones en tu boca

El solamente me abrazo tomando mi cabeza pegándola a su pecho y otra mano en mi cintura, yo respondí su abrazo sobre su gran cintura, no podía ni juntar mis manos por lo gruesa que era su espalda.

- No te preocupes Getou, siempre me tendrás a mi -comencé a bajar y subir mis manos para acariciar su espalda-

Al llegar al lugar donde era la misión había una pareja quienes culpaban a dos niñas de haber asesinado al pueblo. Querían decir algo pero la pareja no las dejaba hablar, mi sangre comenzó a hervir ya que el egoísmo de los humanos era demasiado grande, no dejaban hablar a las niñas probablemente libres de culpa.

En ese momento todo se hizo negro, me había desmayado.

Lo último que vi fue a Getou pronunciando un:

"Perdón pequeña"

Al despertar vi como maldiciones asesinaban a diestra y siniestra a las personas, no sabía que sucedía, quería levantarme pero no podía, algo me sostenía en el suelo.

Vi como me habían encajado un clavo en la muñeca.

- Que?! -tome la fuerza de no se donde para sacar el gran clavo de mi piel haciendo que suelte un grito de esfuerzo- Getou! -busque a mi compañero para asesinar a las maldiciones pero al salir vi como ese mismo tenía sangre-

No era su sangre...

Era de la gente del pueblo.

La pareja estaba desmembrada, era una escena demasiado traumática. Los gritos, los niños corriendo con sus madres, el sonido de extremidades siendo separados de sus cuerpos resonaban en mi cabeza.

- Getou! Qué haces?! -pregunte viendo cómo el volteaba a verme mientras que su cabello caía sobre sus hombros-

«Suguru, no puede ser»

- Suguru? -pregunte de nuevo para ver como se acercaba lentamente a mi- no quiero hacerte daño...no quiero lastimarte

Por favor Suguru, este no eres tú.

Las lágrimas comenzaban a salir cayendo en mi mentón, mantuve mi postura de ataque mientras la tierra comenzaba a temblar.

- Por ~tome aire~ por el colegio metropolitano de hechicería te matare

Los recuerdos de Getou conmigo me hacían mierda, las lágrimas caían con libertad sin poder retenerlas, mi corazón estaba roto.

- Oi -no me había dado cuenta que ya estaba frente a mi, el retumbar se calmo y el metió su mano a mi bolsillo tomando los sobres de azúcar- gracias mi querida Toga-chan -de repente sentí como sus labios se pegaban contra los míos-

Yo no sabía que hacer, si lo separo acaso me matara?

- Antes de irme no podía seguir aguantándome las ganas de darte un beso como lo hace Nanami, no sabes cuanto envidié a ese hombre -decía al separarse de mi quedando aún a centímetros de mi- no sabes cuanto quise tenerte, protegerte y amarte en mis brazos, sabia que no era el indicado para ti -susurro mientras su mano se colocaba sobre mi cabeza- sabia que no iba hacerte tan feliz como lo hace Nanami, pero hubiera deseado, que esa sonrisa, esos ojos con ese brillo tan hermoso fuera para mi -no emitía ningún ruido, solo lo observaba intentando buscar algo para hacerlo pensar en lo que estaba haciendo, pero el se enderezó-

Sus labios ahora se dirigieron a mi frente, al alejarse me dedico una hermosa sonrisa.

- Serás feliz yéndote? -logre decir haciendo que el se quede algo sorprendido-

- Creo que es lo mejor -susurró-

- Lo mejor para quien?

- Para no seguir defendiendo a débiles, los humanos son los que derraman la energía negativa, hacen que existan las maldiciones

- Getou -susurré limpiándome las lágrimas- quiero saber que estarás bien -baje la cabeza- quiero saber que estarás feliz siendo un traidor

- Solo buscó mejorar el mundo

Getou, me ayudaste demasiado durante nuestra amistad, realmente te aprecié demasiado a mi lado, intenté ser una buena chaman y tu me apoyabas en mis entrenamientos. Cuando me sentía triste ibas a mi cuarto para hacer pijamada, te quedabas toda la noche hasta que estuviera bien ya que no dejarías que durmiera llorando.

Te quiero mucho Suguru Getou.

Creo que este es nuestro adiós.

- Tendré que medio terminar contigo para que no te tomen como si me ayudaras con la traición -sentí como el reunía energía negativa sobre su puño- perdón pequeña, te amo -dijo para luego plantarlo sobre mi estómago lanzándome lejos haciendo que rompa la pared de una casa cayendo desmayada de nuevo-

Getou...no...

Gojo Satoru

Iba caminando para molestar un poco a Nanami pero Yaga llegó conmigo interrumpiendo mis planes.

Tenía rostro serio.

- Gojo, necesito hablar contigo -asentí-

- Dígame

- Esto va sonar algo fuerte, pero Suguru Getou en su misión con Fukunaga Hitomi asesino a todo el pueblo, junto a la pareja que nos pidió ayuda

Qué?

- Lastimó de gravedad a Hitomi, tiene heridas en su muñeca derecha, torso, vértebra y brazos rotos

- No -susurré mientras el corazón comenzaba a quererse salir de mi pecho-

La sangre me helaba, el sudor ahora era frío.

- No quería comentarle a Nanami ya que iba ir enseguida al lugar, pero Hitomi ya viene en camino, la llevarán a su casa para que la atiendan mejores manos

- Ire -hable sin pensar, mi mejor amigo había traicionado al colegio, mi mejor amiga esta delicada-

No se que debo hacer, Nanami aún no sabe. Tiene que saber.

- Tómatelo con calma, si le avisaras tienes que estar tranquilo tu para poder hacerlo -pase mi mano sobre mi blanco cabello, realmente no se si decirle o mejor irme y regresar para decirle que ya está bien-

- Gracias -susurré para caminar hacia el cuarto de mi compañero-

No se como empezaría, ni siquiera se como verlo a los ojos.

Al llegar frente a su puerta vi como este se abría, inconscientemente golpee, haciendo que Nanami se me quede viendo extrañado.

- Qué sucede Gojo? -pregunto algo cansado-

- No se ni como empezar -el rostro del rubio cambió a uno preocupado-

- Le pasó algo? -solté el aire retenido por la tensión en mi cuerpo-

- Si, Getou traicionó al colegio y nos dio la espalda, asesinando a todos los del pueblo donde ellos tenían su misión

- Qué le hizo? -pregunto viéndome directamente a los ojos-

- Hasta ahora solo se que está con herida en la muñeca, tiene la espalda, brazos y torso lastimados -el salió inmediatamente del cuarto pasando frente a mi-

- Vámonos -dijo frío, era la primera vez que lo veía así-

Tome mi celular para marcarle a algún conductor del colegio que nos llevara a casa de Hitomi, al llegar salimos corriendo hacia la entrada pero dos hombres grandes nos detuvieron.

- Por favor, somos amigos cercanos de Hitomi, déjenos entrar

- Ella esta muy delicada -dijo uno mientras veíamos como enfermeras corrían-

- Déjenos pasar, probablemente ayudemos

- En caso de ser mentira sus palabras, los asesinaremos -dijeron haciendo que nosotros simplemente asintiéramos-

- No se preocupen, la haremos regresar -nos dieron el pase para correr hasta donde las enfermeras iban, al llegar vimos como Hitomi intentaba hablar pero no lo lograba, estaba con moretones en sus brazos, una herida profunda en su muñeca derecha-

«¿Que te hizo ese Suguru, pequeña?»

Iba acercarme pero Nanami me gano, las enfermeras detuvieron sus movimientos para ver lo que iba hacer.

- Hitomi -susurró su nombre con dolor- prometiste que ibas a volver en una pieza -tomo delicadamente su mano para mantenerla sobre las suyas- por favor, este no es tu momento

Ella volteo a nosotros para ver como en sus ojos caían lágrimas, estaba demasiado rota, no me imagino lo que sufrió al ver como Geto le dio la espalda.

- Nanami, dame espacio -dije para que el rubio me dejara ponerme a su lado- Hitomi, hare contigo la técnica de maldición inversa -ella solo cerró los ojos como si asintiera para luego tomar una bocanada de aire-

- Creo ~tomó aire~ en ti -susurró para tomar mi mano-

- Gracias Hitomi -sonreí ligeramente para comenzar el procedimiento-

Al lograr la técnica vi como ella tomó una fuerte bocanada de aire sentándose enseguida.

- No, señorita Fukunaga, acuéstese -avisaron las enfermeras con prisa acercándose a ella colocando sus manos sobre sus hombros-

- Gracias chicos -sonrió ligeramente-

- Por favor, déjenos un momento a solas -dijo una señora para sacarnos casi casi a patadas de allí-

Nanami Kento

Quería estar allí, necesitaba estar con ella ayudándola, no podía mantenerme aquí esperando.

- Entrare -avisé pero Gojo me detuvo para luego señalarme a la puerta-

Vi a Hitomi con su uniforme el cual estaba algo sucio.

- Hitomi -las ganas de abrazarla inundaron mi cuerpo, ella abrió sus brazos para yo lanzarme a ella rodeando su cintura- pensé que te perdería -susurré, estaba aterrado, la idea de perderla me carcomía la cabeza durante todo el camino-

- Tranquilo, te dije que volvería completa

- Hitomi -Gojo interrumpió el momento, pero se entiende, quería saber acerca de su mejor amigo- Getou...?

- El...-ella bajo la mirada para luego apretar en forma de puño ambas manos molesta- el se fue

- Lo se, quiero saber si el fue el que ocasionó todo esto? -pregunto de nuevo Gojo-

Ella no hizo ningún movimiento.

- Hitomi, quiero saber si el te lastimó -volvió a preguntar, ahora, su voz era más gruesa- respóndeme

Levantó su mirada con lágrimas en sus ojos.

- Si -susurró para Gojo enseguida darnos la vuelta- Gojo Satoru! Cálmate -gritó haciendo que el se detuviera enseguida- hay que pensar en que haremos para hacerlo regresar

- No, el con una idea no cambiará de opinión -hablo volteando hacia su hombro izquierdo-

- Satoru ven acá -ella ordenó entre dientes para hacer que el albino hiciera caso- crees que yo no quisiera interrogarlo para que me dijera lo que esta sucediendo sobre su cabeza?! Crees que no quisiera regresarlo hasta de las orejas?! -pregunto mientras el dolor comenzaba a salir rompiendo sus palabras, obligándola a tomar aire temblorosamente- Gojo, intente lo que pude para preguntarle qué sucedía, intente lo que pude para hacerlo razonar

Ella bajo la cabeza exhausta.

- El ya estaba decidido, no podremos hacer nada -Gojo tomó sus manos mientras que yo estaba a su lado en caso de que ella cayera-

- Perdón Hitomi -susurró- discúlpame, pero este enojo, este sentimiento realmente me carcome la cabeza

- Lo se, lo se -pegó las manos de Gojo en su frente mientras cerraba los ojos- pero tenemos que seguir viviendo ahora sin el con nosotros, Gojo

Al separarse ella abrió sus ojos.

- Gojo, no hagas ninguna estupidez cuando me vaya

- No lo haré -ambos entrelazaron su meñique-

- Nanamin -volteo a verme- te quiero, por favor, cuídate -me lance a sus brazos para abrazarla, su olor dulce me llenaba la nariz haciendo que mis labios se encorvaran haciendo una hermosa sonrisa- hagas lo que hagas, voy a estar muy orgullosa de ti

Su cabello, su cuerpo, sus labios, sus caricias. Es algo que jamás podré remover de mi cabeza, la extrañare demasiado.

Luego de ese momento, al día siguiente ella se tuvo que ir al viaje a Estados Unidos dejándonos con un vacío en nuestros corazones.

Veíamos como despegaba su avión mientras que Gojo mantenía sus lentes bien colocados.

- Puedes soltarlo -susurré y el se removió la venda sobre sus ojos para agacharse comenzando a soltar unas pequeñas lágrimas-

Yo me mantenía de pie viendo sobre el gran ventanal como se alejaba mi Hitomi.

Te amo Hitomi, espero volvernos a ver pronto.

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