Capítulo 1
¡¡La imagen que usó es cuando ella está más grande pero es para que se den una idea de cómo es ella!!
- Ahora -susurré para luego batear con el martillo de guerra a la maldición sacándolo volando del edificio-
- Te excediste -dijo Nanami pero yo me lance hasta el monstruo poniendo mi martillo en mi espalda y al tomar a la maldición en manos active la vibración exorcizándolo enseguida-
Iba caer veinte pisos del edificio pero Nanami tomó mi mano y me llevo con el quedando de espaldas a su pecho.
Sentí mi rostro arder a lo que me separé.
- Gracias Nanami -hice una reverencia para levantarme del suelo-
- No tienes porque agradecer -le estire mi mano para que la tomara y levantarlo-
- Hay que irnos -asintió-
Al regresar a la escuela fuimos con el maestro Yaga para informarle de cómo fue nuestra misión.
- Hito-chan! -escuche a mis espaldas para al voltear ver un peli blanco correr hasta mi-
Al llegar me levanto del suelo con un fuerte abrazo para luego dar vueltas mientras el soltaba una sonora risa.
- Oi me vas a marear -sonreí y el me bajo pero tambalee un poco a lo que Nanami tomo mi brazo- gracias
- De nada -Gojo acomodó sus lentes para luego volver a sonreír-
- Y como les fue en la misión?!
- Fue sencillo exorcizar a la maldición -comentó Nanami-
- Así es
- Fukunaga, Kento, vengan -escuchamos al maestro Yaga asomarse por una puerta y nosotros enseguida caminamos hasta el lugar-
Nanami golpeó la puerta dos veces para luego escuchar un pase, al entrar ambos nos sentamos frente a él.
- Viendo el video de cómo exorcizaron a la maldición tengo que admitir que fueron un excelente equipo -dijo mientras mostraba en la pantalla nuestra pelea- aunque, Hitomi, fuiste muy descuidada, si no hubiera sido por Nanami que hubieras hecho?
- Usar mi martillo -el maestro Yaga paso su mano sobre su rostro-
Nos siguió dando observaciones, al parecer tendré que entrenar ahorita.
- Eso es todo, pueden irse
- Gracias Yaga-sensei -hablamos al unísono para luego levantarnos e irnos-
- Me tengo que ir -dije doblando a la izquierda, Nanami solamente asintió y se fue al lado contrario-
Al llegar a la pista de entrenamiento saque mi martillo de guerra para comenzar a lanzar golpes al aire, vi como había un muñeco de paja a lo que di un salto hacia el para lanzar un golpe hacia abajo rompiendo la tierra dejando una enorme grieta alrededor mío.
- Estas enojada? -escuche frente a mi para ver a Geto sentado-
- No -susurré para reincorporarme tomando una gran bocanada de aire-
- Ese golpe me demostró lo contrario -sonrió-
Yo solté el aire que estaba en mis pulmones almacenando soltando también los sentimientos que mantenía adentro.
- No estoy molesta, pero necesito mejorar mis habilidades
- Pero eres excelente chaman -asentí-
- Pero no la mejor -la imagen de Gojo apareció en mi cabeza- tengo que seguir practicando, seguir explotando mi energía maldita
Note como Geto se levantaba para acercarse a mi.
Al estar frente a mi estiró su mano y la tome lentamente para el levantarme, pero con la misma inercia me acerco a él.
- Para mi eres la mejor -sentí como mi rostro y orejas ardían-
- No se que decir -susurré mientras el hacía que levantara el rostro con su dedo en mi mentón-
- No tienes que decir nada
Sentí como alguien venía a lo que me aleje con cuidado de Geto poniendo mis manos en su pecho.
- Los llaman, hay que cenar -era Nanami-
- Si, perdón, ya vamos -tome mi martillo para ir a paso rápido a lado de Nanami-
«Gracias Nanami» pensé con un alivio en mi cuerpo, Geto estaba demasiado cerca y me puse muy nerviosa, no sabía que hacer.
Luego de llegar a la cocina me fui a cenar cerca de la ventana que se encontraba allí, pero vi como enfrente mío se sentaba Kento.
- Hola -dije con una ligera sonrisa-
- Perdón, no quería estar con mucha gente
- No, no te preocupes, me agrada tu compañía -el bajo la mirada para luego seguir comiendo-
Al terminar espere a que Kento terminara mientras veía afuera los árboles.
- Ya terminaste? -escuche y voltee a ver a Kento-
- Si
- Por qué no vas a descansar?
- No me gustaría dejarte comiendo solo
- No te preocupes -negué-
- Sigue comiendo tu, yo me quedare hasta que termines -el suspiró-
- Gracias -susurró y yo sonreí luego de regresar la mirada al bosque-
Luego de que terminara Nanami nos levantamos para ir a dejar nuestros platos sucios al lavaplatos y nos fuimos a los cuartos.
- Bueno, aquí nos separamos -yo asentí-
- Descansa Hitomi-chan -sonreí-
- Descansa igualmente Nanamin -entre a mi cuarto para luego cerrar la puerta y taparme los ojos nerviosa-
«NANAMIN?! NA-NA-MIN?!?!? QUE TE PASA HITOMI-BAKA?!?!»
Nanami Kento
- Descansa igualmente Nanamin -cerro la puerta al entrar y yo me quede analizando lo que acaba de decir-
«NANAMIN?! Acaso me dijo Nanamin?! Por qué sonó tan tierna?!?!»
Tape mi rostro ya que estaba ardiendo y me fui de allí para entrar a mi cuarto, el cual estaba a lado del de Hitomi.
- Nanami, que bueno que te encuentro -era el profesor Yaga-
- Que sucede?
- Mañana en la tarde tienes una misión, es sencilla, puedes ir tu solo
- Esta bien
- De hecho, sabes si está despierta Hitomi? Ella también tiene una misión pero no se si esté aún despierta
- Si, acababa de entrar a su cuarto
- Perfecto, iré a decirle
Asentí para luego entrar a mi cuarto y cerrar la puerta.
Fukunaga Hitomi
- Fukunaga, soy el maestro Yaga -me extrañé y abrí enseguida-
- Que sucede sensei?
- Mañana tienes una misión en solitario, una maldición de clase 1
- Clase 1?!
- Esto nos dirá si eres capaz de subir a primera clase o seguir en segunda -suspire-
- Esta bien -susurré-
- Aquí esta el lugar donde se ha manifestado, tiene que ir a las 5 de la mañana -asentí-
- Bien, no se preocupe, terminaré con esa maldición
- Confío en ti
- Gracias Yaga-sensei, daré lo mejor de mi
El se fue luego de darme una ligera sonrisa, cerré la puerta para dormir enseguida ya que tenía que madrugar mañana.
Siguiente día
4:50 AM
Ya me encontraba caminando los alrededores de la ubicación ya que era una tienda de conveniencia abandonada.
Mantenía mi martillo de guerra en mi espalda, junte mis palmas para luego ponerlas en el suelo intentando encontrar alguna vibración extraña sobre la tierra.
- Te encontré -susurré, cerré mis ojos sintiendo los pasos que daba la maldición por el lugar-
Me dirigí a la entrada para ver como en las puertas había un manto de la maldición, una vez que entre no hay vuelta atrás.
Tome aire para luego entrar.
El gigantesco monstruo apareció frente a mi como si fuera un fantasma, este me lanzó un golpe pero yo lo esquivé, yo recargue energía maldita en mi puño para luego golpearlo en sus costillas, di un salto para llegar a su espalda pero el genero filos blancos sobre su cuerpo al momento de recargar de nuevo haciendo que de unos pasos hacia atrás.
Volteo hacia mi para dar un golpe al suelo haciendo que salgan de nuevo esas cosas blancas apuntando hacia mi a lo que yo saqué mi martillo, le di varias vueltas sobre mi para luego tumbarlo al suelo creando una fuerte vibración en la tierra rompiendo su ataque.
- Que es eso? -susurré mientras ponía el martillo sobre mi espalda preparada para otro ataque-
Escuche un crujido a mi lado a lo que di una fuerte pisada haciendo que salga expulsado un pedazo de tierra hacia el lugar donde escuche el crujido viendo a una maldición normal a lo que con el martillo le lance un fuerte golpe asesinándolo en el momento.
- Ahora tu -tome aire para luego encajar el martillo en el suelo rompiéndolo- quiero terminar esto rápido
Iba lanzar otro ataque pero yo enseguida lo contrarreste con un golpe en su cabeza, un destello negro se hizo notar a lo que la maldición quedó ligeramente aturdido.
Di un paso atrás para luego tomar el bastón de mi martillo para darle un swing sobre su cabeza el cual contenía una excesiva cantidad de energía maldita.
«Con esto debería tener» pensé, iba a retomar una postura calmada pero vi como la maldición se regeneraba.
- Mier...-con sus cosas blancas me alcanzó a rasguñar un costado-
Di unos cuantos pasos hacia atrás, la maldición salto hacia mi con uñas largas y gruesas.
Lo que hace crecer me supongo que son sus huesos y uñas.
Comenzó a rasguñarme pero yo me defendía con mis brazos o mi martillo, al momento de este hacer mas fuerte sus golpes aproveché para darle una patada en el centro de su cuerpo lanzándolo a la pared.
- Ya me harté -junte mis palmas para luego entrelazar mis manos- Extension de Dominio: el Retumbar -las paredes de concreto se convirtieron a una de tierra-
Di un paso fuerte adelante para comenzar a crear las vibraciones sobre el piso.
- No podrás escapar de esto imbecil -comencé a golpearlo y por cada que tocaba la pared no podía mantenerse de pie-
Con cada golpe que acertaba mi energía maldita aumentaba cada vez, energía que era robada de la maldición.
- Golpe final! -grite para luego sacar mi martillo y al tocar su cabeza, este bajo por toda la mitad de su cuerpo exorcizándolo-
La extensión de dominio desapareció para luego también el manto comenzó a desvanecerse.
Iba caminar pero la herida que tenía en mi costado estaba peor que hace minutos.
- Que fastidio -dije cayendo de rodillas al suelo-
Saque mi celular para marcarle a Nanami, no quería que el profesor Yaga supiera y me sermoneara por no haber tenido cuidado.
— Hitomi? —
— Hola —un alivio lleno mi cabeza al escuchar la voz de Nanami recién despierto. —perdón por marcar temprano, pero tengo un pequeño problema —
— Donde estas? —escuche mucho ruido, al parecer lo preocupe.
— Te mando ubicación, no te preocupes, estoy...—la sangre comenzó a salir de mi boca evitando que pudiera hablar.
— No estas bien, llegó enseguida —
— Gracias —colgué para luego acostarme en el blanco azulejo del lugar.
En ese momento mi vista se volvió borrosa, realmente me sentía muy agotada, más que todo fue por las heridas que me causó la maldición.
- Oi, Hitomi-chan! -escuche a lo lejos, que extraño-
Deslice mi rostro hacia la entrada para ver quien era.
- Na...namin -sonreí ligeramente-
- Ya estoy aquí, despierta -sentí una calidez sobre mi cuerpo muy bonita-
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