Nota del escritor:

- 𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 🔞: Va a ver escenas ya saben, o bueno puede que solamente hayan menciones. Pero tratare de recortarlas, así que probablemente no lo vean tan parecido con respecto al título del capítulo. Pero todo esto se hizo para que lo lean de manera cómoda por decirlo así :).

Y probablemente algunos no les gustara este tipo de capítulos.
Así que si quieren saltarselo por que les incomoda verlo(leerlo) o algo por el estilo. ¡Pueden hacerlo!.

Esto ya corre bajo su propio riesgo.

También por eso mismo el capitulo será CORTO.

por que tampoco digamos que me siento bien escribiendo tipo de temas.
Me dan asco la verdad si les soy honestamente sincero.

Pero pues...

Todo por traerles actualización :).

Dicho esto.

Iniciemos.

De un momento a otro, todo cambió drásticamente a la trama.

De haber pasado ya 3 días desde el anterior incidente en la casa de Bonnie.

Trap anda más encabronado que nunca.
Y por supuesto.
Más calenturiento que su puta madre.

Y...

Creo que probablemente algunos tendrán recuerdos del primer capitulo subido.

- ¡Ya deja de llorar, Mierda! ¡Mejor ponte a disfrutar como la p*nch* p*ta que eres! - Grito él conejo.

Él lo tenía acorralado contra la pared, y luego tenerlo "encarcelado" en la cama.

Él tocaba cada parte de su cuerpo aun cubierto por ropa, de manera muy morbosa.

Solo quería liberarse.

No quería ya ser parte de eso.

...

Tal vez nunca iba a encontrar un coraje para enfrentarlo.

- ¡Basta, suéltame! - Grito Fazbear, mientras que trataba de liberarse de la silla en lo que lo mantenía prisionero.

Cada de su piel ardía, no solamente por tener a un conejo calenturiento encima de él tratando de cog*rselo, si no también por la heridas que Afton le había provocado con una jodida navaja.

Cada parte que Springtrap pasaba con su mano.
Esa parte era penetrar a por la navaja de una manera fuerte y rápida.

- Solo callate y veras que lo disfrutarás. ¡Deja de quejarte, maldito marica! - Dijo Springtrap, mientras que seguía haciendo lo suyo.

- ¡No, no lo hago y nunca lo haré! - Grito.

Él de cabello verdoso lo tomo demasiado fuerte por la barbilla.
Ambos se miraron.

En una mirada había deseo y maldad.
Y en la otra, miedo y desesperación, pero también una ligera chispa que trataba de encontrar coraje.

- Sabes que decirme que "No", esta mal. ¿Verdad, ricitos de oro? - Amenazó Springtrap, con una sonrisa burlona.

Sus frías manos pasaron por todo el cuerpo cubierto del de ojos azabache.
De manera fuerte y para nada gentil.
Como si quisiera dañarlo.

Quería quebrarlo.

Era algo de cristal sumamente frágil, qué con solo su toque, podía destruirlo.

Con solo frases y miradas, ya lo tenía metido en miedo.

Tenía total dominio sobre él.

...

Todo esto estaba mal.

Y todo paso rápidamente.

... Que bueno que no llego nada más lejos que simples caricias.

Pues...

Si no fuera por que alguien llamo al estúpido conejo.

Él....

Mejor ni quería describirlo.

Era horriblemente asqueroso.

Se sentía sucio.

Otra vez.

No quería seguir sintiéndose así.

Muchos le dijeron que debía aprender a llevar y liderar aquella tormenta que vivía.

Pero...

No sabía como hacerlo.
Trato de encontrar coraje y poner frente a eso.

Pero...

Él miedo termino ganándole.

¿Dónde había quedo aquel chico que le importaba una mierda la opinión de la gente, que odiaba que decidieran por el, que odiaba que lo mandaran como si fuera un jodido perro?.

Al parecer todo se había ido por el puñetero caño.

Solo quería volver a retomar su jodida vida.

Fuera de toda esta Mierda.

Quería encontrar coraje, pero lamentablemente buscaba en el lugar donde no había absolutamente nada más que su estúpida cobardía que se reía de él otra vez.

EXTRA.
[¡Aquí ya no hay escenas subidas de tono!].

Golden salió de la ducha.
Con vendas bastante grandes rodeando sus brazos y parte de su torso.

Su ropa se encontraba empapada de su propia sangre.
Que ya estaba seca.

Él cojeaba.

Realmente le había dolido las especies de navajadas qué había recibido.

Tan solo se sentó en el sofá.

Ni si quiera estaba en su casa.

Estaba en la casa de ese maldito pendejo.

Tal vez sería mejor ocultar todo lo que le había hecho.

No quería preocupar a nadie.

No quería que nadie sufriera o saliera lastimado por él.