Asesinar

Les aviso que el anuncio de arriba es extremadamente violento y explícito, por favor no lo vean si el tema es delicado para ustedes.

 -Hey.- La actriz atrajó la atención de las dos chicas.- Tengo que confesar algo...

 -De acuerdo, ¿qué pasó?

 -Yo... Se donde esta Makoto. 

 Esas palabras dejaron a ambas con la boca abierta, Komaru inmediatamente bombardeó a Kotoko con preguntas.

 -¿¡Donde está!? ¿¡Está bien!? ¡¿Porqué no me lo dijiste antes!? 

 -Escucha, dudaba en decir esto porque confiaba en Monaca y... Enoshima. Pero las últimas veces que lo hemos visto estaba actuando algo extraño, e incluso tenía algunos golpes...- Al escuchar eso, la peli-verde apretó sus puños.- No estoy segura de que fuera culpa suya, pero es mejor que lo sepan...

 El grupo permaneció en silencio por un momento, hasta que la escritora tomó la palabra.

 -Propongo que primero rescatemos a Byakuya, entre más seamos mejor.

 -Estoy de acuerdo.

 "Espero que este bien."

 Claramente, Naegi no iba a estarlo. En esos momentos, se encontraba debajo de su captora. Agradecía que podría irse pronto. O quizás no...

 -Cariño, cada vez estas más distante, ¿me vas a explicar qué pasa?

 El castaño bajó la cabeza. Las lágrimas eran visibles en sus ojos. Junko levantó su cara, y lo acercó más.

 -Bebé, sabés que me tienes, puedes decirme que te pasa.

 -Deja de hacerme esto.- Su voz sonaba quebrada, su mirada estaba casi perdida. Era difícil para la contraria contenerse.

 -Deja de incitarme a hacer esto. Sería un poco más facil, ¿no? Eres mío, haces esto para así compensar que te tenga. Esto lo hago por ti. Deberías agradecerme. Soy la única persona que no te odiaria si descubren que haces esto.

 Se acostó a su lado, dejando que se recueste contra si. Esta vez le permitiría llorar encima suyo. Solo por esta vez lo iba a dejar.

 Horas después, escuchó algo en la puerta. Al ver a Utsugi, sonrió, pensando en lo confiada que estaba para creer que no iba a enterarse de su traición. Contando lo que pasó, la menor fue guiada hasta el dormitorio. Apenas entró, confirmó que el oji-verde estaba ahí, empujó a la modelo, y sacó una de las tijeras que había recibido.

 -¡Naegi sal!

 Al escuchar esto, no tardó en darse cuenta que estaba pasando. Mientras la mente maestra se levantaba, corrió hacia la salida junto con ella...

 Pero solo se escuchó el disparo de un arma. Cayó al suelo, y viendo su herida, sintió como lentamente iba a desmayarse. Podía hacer algo, pero... ¿qué pasaría después? 

 ¿Acaso alguien lo extrañaría?

 ¿Iba a estar a salvo?

 "Lo merezco..." 

 Cerró sus ojos, sin prestar atención a los gritos y golpes que sonaban, ya terminaría todo...

 Un rato más tarde, despertó, y notó que estaba siendo cargado. Confundido, miró alrededor. El primer detalle que tomó en cuenta fue el torniquete que tenía en su torso, cubriendo el daño de aquel escape. Al alzar su cabeza, se percató de quienes eran las personas que lo sostenían.

 -¿Togami? ¿Syo? ¿Son ustedes?

 Ambos frenaron, viéndolo. 

 -¡E-estas bien!- Su hermana tiró una bolsa, y se acercó corriendo.- Pensaba que ibas a morir.- Esto último lo dijo un poco más bajo.- ¡No vuelvas a asustarme de esa forma!

 -N-no te preocupes, estaré bien.- Se estaba empezando a sentir incómodo con el agarre.- ¿Podrían bajarme?

 -¡¿Estás bromeando!? ¡Te dispararon! Además, no pienso cargar nada de esa desgraciada...

 Inicialmente, no entendió a lo que se refería, al menos no hasta que vió hacía un costado, viendo la bolsa que había sido tirada momentos antes.

 -¿E-esa es-

 -Si, esa es Enoshima.

 Una extraña sensación recorrió su cuerpo, sabiendo que ahí estaba el cadáver de su abusadora. ¿Era acaso culpa? Seguramente, después de todo, él mismo había pedido que todo eso sucediera, ¿porqué debería de alegrarse por eso?

 Llegaron al refugio, bastante agotados. Reposando en una cama, el "suertudo" se quedó quieto, pensando. No quería decir nada de lo que pasó. ¿Cómo iban a reaccionar ellos? ¿Iban acaso a odiarlo por haberse dejado? No, no quería que eso pasara.

 Escuchó los pasos del heredero, y haciendole algo de espacio, se sentó a su lado.

 -Me voy a quedar aqui un tiempo extra, ustedes van a irse con la Fundación Futuro, van a buscarlos pasado mañana.- Si no fuera por el siguiente comentario, esta conversación sería más calmada.- Por cierto, noté que tenías algunos moretones-

  -N-no es nada, s-solo fueron un par que me dió Enoshima cuando descubrió que venian a rescatarme.

 -¿Ella ya sabía que íbamos para allá?

 -Su-supongo que si...

 -Estás temblando, ¿pasó algo?

 -N-no, e-estoy bien.

 El rubio se retiró, confundido. Era obvio que algo andaba mal, pero lo diría, ¿cierto?  

 Suspiró sabiendo que ahora tocaba convencer a Genocider de que se quedaría solo. No quería que se fuera, pero tenía que hacerlo.

 Pasado ese lapso de tiempo, el grupo fue guiado hasta el helicóptero que se los llevaría.

 Durante el viaje, Makoto permaneció en silencio. Se sentía inseguro, y por más que intentará, en ocasiones en ambas chicas podía ver por momentos a su agresora (la actriz era una excepción), aumentando su desconfianza.

 Cuando aterrizaron, fueron recibidos por los tres sobrevivientes restantes, y se notaba que los extrañaban...

 -¡Chicos!- La nadadora abrazó a sus dos compañeros.- Los extrañé tanto. Y en cuanto a ti.- Tomando al oji-verde de sus hombros, lo miró angustiada.- ¡No vuelvas a hacer eso! Solo mira como te dejó...

 Volvió a aferrarse al chico, sin saber que ese disparo no era nada comparado a lo que sufrió, o que ahora mismo estaba siendo difícil para el contrario no recordar...

 Y vaya que nadie se dió cuenta, ya que aún luego de dos semanas, estando en la residencia que compartían, no lo habían descubierto. Lo único que podía revelar lo que pasó eran las ocasionales muestras de afecto físicas de parte de otras personas o las veces en las que preveía un golpe que nunca llegaría, los cuales excusaba con ser tomado por sorpresa.

 -Ayer me enviaron un vídeo recopilatorio de anuncios del servicio público.- El clarividente rió.- Se suponía que debía recibir otra cosa, pero que se le va a hacer, jeje. De hecho ni siquiera lo termine de ver, me pregunto como lo habrá confundido. 

 -¿Tan largo era?- Respondió el menor de los dos. 

 -Si, si quieres te muestro hasta donde llegué yo anoche.- Acercándolo, dejó que se sentará en una posición que le permitiera ver la pantalla.

 El anuncio empezaba con tres personas cenando, hasta que una mujer abofeteó a uno de los dos comensales. El otro tipo lo arrastró hasta un rincón, y comenzó a golpearlo repetidas veces con un cinturon. El oji-marrón pausó lo que estaba viendo al notar como la respiración del castaño se agitaba.

 -¿Naegichi? ¿E-estás bien?

 -N-no de-de nuevo...- Empezó a temblar, recordando las veces en las que fue agredido. Intentó retener su llanto, en vano.- No quiero e-eso de nuevo.

 Mientras repetía esa oración, su amigo buscó inmediatamente a alguien para que ayudará. Afortunadamente, esa persona llegó. 

 -Tranquilo, todo va a estar bien, respira profundo.- La detective llevaba un rato tratando de calmarlo, anotando mentalmente sus reacciones.- Nadie va a hacerte daño. Lo prometo.

 Una vez logró salir de ese estado, se maldijo a si mismo por exponerse de esa forma. Ahora lo sabrían. 

 "Esto no tenía que pasar..."     

 -Escucha, si te llegas a sentir incómodo con algo, dímelo. Y si no quieres contar todo lo que ocurrió, puedo preguntarte si te llegó a hacer algo, ¿prefieres eso?

 -Si, pero... ¿Puedo saber algo?

 -¿Qué necesitas saber?

 -N-no me vas a o-odiar si lo supieras, ¿ve-verdad?

 Esa pregunta alertó internamente a la pelimorada, quien se estaba preparando para lo peor.

 -Estoy segura que nada de lo que te pasó fue tu culpa, no te odiaria por algo así. Vamos a apoyarte pase lo que pase.

 -De acuerdo... Puedes comenzar.

 -¿Ella en algún momento llegó a humillarte verbalmente?

 Decidió negarlo, a pesar de ser que si recibió ese trato. 

 -¿Te agredió físicamente?

 -Si...

 -¿Era algo constante?

 -L-lo hacia porque la provocaba-

 -Tu no tienes la culpa de nada. Ella fue la que te hizo daño.

 -Pe-pero yo-

 -No es tu culpa, nada que hayas hecho justifica que te hiciera eso.- Cada cosa que sabía le dejaba un peor sabor de boca.- ¿Te sientes lo bastante cómodo para continuar?

 -Si... No te preocupes.

 -¿Te forzó a tener sexo con ella?

 -Yo... La primera vez... N-no me defendí... Luego empezó a hacerlo por ca-cada vez que me dejaba co-comer y yo- Finalmente, se quebró, llorando.- ¡Lo-lo siento! ¡N-no quería qué me hiciera eso! ¡No pude defenderme! Soy tan patético...

 -No lo eres. Sé que si hubieras podido, te habrías defendido. Ya te dije que no es tu culpa.

 -¿T-tú crees? 

 -No lo creo, lo sé. 

 El resto permánecia en silencio, no tenían ni idea de como manejar esa situación. 

 -Vamos a conseguir ayuda, no te preocupes. Estarás bien. Todo va a estar bien.

 "No creo poder seguir."

 Una vez consiguieron a un profesional, era cuestión de sentarse cerca de ese auto viejo, y esperar que no empeore. 

Esperar a que llevarlo ahí durante cierto tiempo ayude a que se recupere.

Esperar a que vuelva a ser el mismo de antes...

Gracias por leer, fue un gusto presentarles esta historia y repartir mi maldad, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo lo hice.

Ah, por cierto, no voy a decir nombres, pero quiero una explicación de porque hay alguien que pusó esta historia en una lista de lectura NSFW. No es que me moleste, pero bro, ¿porqué? ._.

De todas formas, voy a simpear a Jaz, nos vemos ✌️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top