Había pasado un tiempo desde aquel incidente, Makoto se había aislado tanto como le era posible de su captora, quien no estaba muy feliz con ese cambio.

 -Cariño, ¿podrias venir un minuto?- El suertudo se acercó notoriamente nervioso hacia ella, solo para ser tomado por la cintura y forzado a sentarse en su regazo. Mientras acariciaba su pierna, con su mano libre lo agarró del mentón.- ¿Porque te alejas de mi? No me digas que es por lo de aquella vez.

 El castaño solo murmuró algo inentendible, grave error.

 -¿Qué dijiste?

 -N-no dije na- Fue interrumpido por un golpe de Junko, dejándolo sin aire y debajo suyo.

 -¿Cuantos golpes necesitas para que te haga confesar? Cuéntame, ¿que querías decir?

 -Dije que es como si no supieras el motivo.- Esto último lo dijo con algo de coraje, harto de su situación. La femina lo tomó del pelo, y lo acercó aún más a su cara.

 -Escuchame bien, se que disfrutaste eso, que quieras negarlo para intentar mantener tu "esperanza" no va a cambiar nada.- Paró un momento al ver como este emitía un quejido de dolor ante el agarre, lo soltó y, con una sonrisa, se acercó un poco más.- ¿Qué pasa? Solo estaba jugando amor, ¿o no puedes resistir ni eso? Sabía que eras patético, pero no creí que para tanto.

 "¿Que hice para merecer esto?"