4.1
Ley de hielo
—Bill.
No iba a dejar que aquel suceso de hace momentos pase por desapercibido, oh claro que no. ¿Hablarme después de días sin hacerlo? Me va a explicar que le pasa. Así que les indique a las mucamas que lo buscarán por toda la casa, mientras yo pensaba de las mil formas de estrangularlo. Luego recordé que posiblemente se haya ido al cuarto, y que ahí no entran. . . Entonces me toco a mi buscarlo.
Y aquí estoy, en el marco de la puerta, observando a Bill quitarse su sombrero, en general. . . d-desnudarse. Lo veo sonreír por el rabillo. ¿Leyó mi pensamiento?
—Eres un grosero, Bill Cipher. ¿Acaso no dejas a- a. . . tu esposa escuchar música?
Se pone encima su bata y camina al baño ¿Me esta ignorando?
Pero que grosero-
Escucho la puerta del baño abrirse, con ello, el vapor escapaba lentamente, su pelo mojado para abajo goteando por todo su pecho. Por fin salió. . . en lo que se bañaba me pase viendo mi celular viendo reels, jeje. Sacude su pelo con una toalla que específicamente para eso. Busca entre los cajones ropa, saca un pantalón de rayas negro y se lo pone, cuelga la bata en el perchero de toallas.
No me ha hablado, ni me a dirigido la vista. . . Se acerca a la cama donde yo estoy con los ojos adormilados.
—Bill- !!
¡Su mano cubre toda mi cara! ¡Como-! ¡Ah! ¡¿QUE LE PASA?! POR QUE ME TIRA A LA PARED. ¡Y el se acuesta como si nada! ¡Mírame!
—¡¿QUE TE PASA?! ¡Estas mas grosero de lo normal!
Que ganas de pegarle. . . y antes de que apagara la lampara en el buro, alcanzo a dividir un chupetón en su cuello. . .
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