18.- Monstruo
Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 741.
18.- Monstruo
—No me habías dicho que era tan guapo.
Marc miró a su madre. Desde que coincidieran en la entrada de casa que estaba esperando que soltase algo al respecto, al menos no lo había hecho delante suyo.
—Mamá, déjalo.
—No tiene nada de malo y creo que hacéis muy buena pareja.
—A él le gusta otra persona.
—Bueno, eso no significa que no pueda fijarse en ti. Con el tiempo.
Por supuesto, sólo tenía que convertirse en Ladybug o en algo parecido a ella.
—¡Listo! Ya lo he encontrado.
Marc miró el libro antiguo que su madre sostenía satisfecha entre las manos. Lo sujetó cuando ella se lo ofreció y lo hojeó. En sus páginas se entremezclaban palabras y dibujos. Se preguntó si las palabras habrían inspirado las ilustraciones o si habría sido al revés, si habrían participado dos personas como Nathaniel y él.
—Creo que te gustará y mira, está baratísimo, así que vamos a llevárnoslo —declaró orgullosa—. El que estás leyendo casi lo has acabado, necesitarás otro pronto.
—Mamá, creía que íbamos a comprar un regalo para la abuela.
La mujer le revolvió el pelo con cariño.
—Y es lo que estamos haciendo.
Suspiró, pero abrazó con fuerza el libro contra su pecho. Había llamado su atención y se moría de ganas de leerlo y analizarlo al detalle.
º º º
Estaba mejor o eso se dijo. Su corazón volvía a latir con normalidad, nada de saltarse latidos o dar muestras de lo que fuera que le pasaba. Seguro que no era nada, tal vez sólo era cansancio o nervios. Reprimió el impulso de buscar en internet a qué podía deberse porque sabía que todo lo que encontraría sería desastroso. Tenía imaginación más que suficiente para imaginarse el peor escenario posible sin ayuda.
—Nathaniel. —Dejó el libro de ciencias sobre la mesa del comedor y miró a su padre, no parecía enfadado, pero tampoco contento—. ¿Qué estudias?
—El jueves tenemos examen de ciencias.
Se sentó frente a su hijo y se acercó el libro arrastrándolo por la mesa. A Nath le ponía nervioso que hiciera eso, aunque no dijo nada.
—¿El ciclo hidrológico? ¿Estudiáis cosas tan básicas?
Se aguantó las ganas de soltar un bufido y poner los ojos en blanco, si por el fuera estaría estudiando astrofísica o a saber qué otra cosa compleja más.
—Deberían enseñaros cosas más útiles para la vida, como finanzas, biología, tecnología...
«O a construir una nave espacial» pensó.
—Siendo algo tan simple no creo que tengas problemas para aprobar.
—Tengo que estudiar igualmente.
Arrastró de nuevo el libro por la mesa hasta dejarlo frente a su hijo que se esforzaba por no hacer ninguna mueca.
—No demasiado —continuó y se levantó—. Muy bien, sigue trabajando.
Ya de por sí estaba poco motivado a estudiar, pero aquella charla con su padre había aniquilado toda su motivación para hacerlo. Sacó el móvil y desbloqueó la pantalla. Allí seguía la sala de chat con Marc mostrando las últimas frases que habían intercambiado. No iba a escribirle, estaba con su madre, tampoco quería que pareciera que estaba obsesionado o que le acosaba.
Buscó el blog del instituto y revisó los comentarios que habían ido dejando en sus dibujos, la mayoría eran positivos, menos los de Chloé que le tachaban de altamente ridículo, tampoco podía esperarse otra cosa de ella. Miró las nuevas publicaciones entre las que había algunos diseños de moda de Marinette y fotos de grafitis de Alix. ¿Habría algo de Marc?
«Marc Anciel» escribió en el buscador, la página mostró varios resultados. Eran relatos cortos, entró en el más antiguo y lo leyó con interés. Hablaba de un monstruo pequeño que quería conocer a los humanos y encajar entre ellos, pero que al final se había acabado perdiendo a sí mismo. Le pareció curioso. Él se sentía de aquella misma manera cada vez que trataba de encajar entre la masa de alumnos, acababa sin saber quién era.
Leyó el siguiente y el siguiente y el siguiente, hasta que los hubo leído todos. Eran fantásticos. Eran diferentes entre sí, pero todos tenían en común que le daban importancia a los sentimientos. Suponía que Marc era una persona sensible y que le resultaba más fácil expresar sus sentimientos por aquella vía igual que lo hacía él con las ilustraciones.
Recogió el libro de ciencias y se encerró en su dormitorio. Se acomodó en su escritorio con su cuaderno de bocetos delante, tenía que dibujar algunas cosas.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! No he podido acabarlo en plazo, pero no os preocupéis que llegará a su fin tal y como estaba previsto.
Nos leemos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top