Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 516.

04.- Maquillaje

—Seguro que Rose ha acabado la letra de su canción.

Nathaniel alzó la mirada del cuaderno de bocetos para mirar a Alix que tenía los ojos fijos en las escaleras de metal.

—¿Qué? —le preguntó.

Alix señaló a Rose y a su acompañante.

—Rose está con Marc, siempre se las enseña cuando acaba.

Le reconoció, era el chico que siempre usaba maquillaje. No es que le conociera, nunca había cruzado una palabra con él, pero recordaba haberle oído responder con un firme y sarcástico «el maquillaje no me deja oír tus tonterías» dirigido a Chloé por un comentario hiriente. Le había parecido valiente. Más allá de eso no sabía nada de él.

—¿Se las corrige?

—Marc quiere ser escritor —declaró Alix—. Escribe cuentos y cosas así. Le da consejos.

Así que Marc. ¿Sabría escribir de verdad? No era lo mismo escribir cuentos que un guión para un cómic. Mejor ni planteárselo, no sabía nada de él y dudaba que pudiera funcionar.

—En fin, ¿has pensado ya en cómo hacer que Le Dessinateurr recupere sus poderes?

—No, no se me ocurre nada —admitió olvidándose de las escaleras y centrándose de nuevo en su amiga.

—¿Ladybug no podría dárselos?

—Creo que no funciona así. Ladybug tiene el poder para purificar un akuma, no da poderes.

Alix frunció el ceño. Era complicado dar con algún modo coherente de devolverle sus poderes. A lo mejor podía pedirle consejo a Marc, pero Nathaniel se enfadaría si llegara a enterarse.

—¿Y si la conexión con Hawk Moth no se hubiera cortado del todo?

—Entonces podría dominarme... dominarle y no funcionaría.

—Podríamos preguntarle a Alya, escribiendo el Ladyblog igual se le ocurre alguna idea.

Nath la miró con el ceño fruncido.

—Mejor no.

No era que Alya no le gustase, pero su admiración por Ladybug hacía que no prestase atención a lo que se le decía en cuanto se mencionaba a la heroína de París. No quería enredarse en rodeos absurdos, alabanzas eufóricas y anécdotas sin sentido.

—Se me ocurrirá algo —musitó, aunque cada vez le costaba más mantenerse optimista.

Mientras pensaba en un modo de recuperar los poderes se dedicaría a diseñar a todos los villanos que tenía en mente para el cómic. Quería asegurarse de que había variedad y no usar solo a las personas akumatizadas reales.

Le echó un rápido vistazo a Marc, el chico del maquillaje, ¿si le akunarizasen por qué sería? Los comentarios estúpidos de Chloé le habían resbalado, ella era la causante de la mayoría de las akumatizaciones hasta el momento. ¿Quedarse sin rímel le afectaría? Soltó un bufido, era un pensamiento ridículo e incluso ofensivo. Suponía que a ese chico jamás le podrían akumatizar. Parecía tener un carácter alegre y optimista similar al de Rose, dudaba que le afectasen demasiadas cosas, aunque creía que podría crear un villano interesante basándose en él y en su aspecto.

Sonó el timbre anunciando el final del descanso. Se preguntó si lograría concentrarse en clase por fin. Ya que parecía que su cómic estaba condenado a irse a pique, al menos que sus estudios fuesen bien, tampoco pedía demasiado.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Nath por fin ha visto a Marc, pero no del modo correcto. El de hoy es muy cortito, he tenido un día complicado en el trabajo y no he dado para más.
Nos leemos.