¡Ey, que tal! Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que me he pasado por acá. El mundo adulto no es tan sencillo, como quisiera volver a aquellos días en los que solo tenía 16 años y podía actualizar semana con semana, pero ya han pasado 10 años de eso y yo ya no tengo 16 años; siendoles sincera había pensado no solo abandonar esta historia sino todo el mundo relacionado a los fanfics. He tenido tantos amigos que se han ido que jure que yo no lo haría, pero la presión me había calado tanto que quise darme por vencida.

Y justo cuando volví a entrar hace unos meses para cerrar todo, vi todos los mensajes que me han llegado respecto a esta historia que no se que pensar. Yo siempre he sentido que la historia no tiene sentido, es vacía, simple, que no llama la atención y que es una perdida de tiempo. Y luego leo que les encanta, que los atrapó que esperan actualización a pesar del tiempo.

No voy a hacer promesas, no puedo asegurarles nada, pero no tengo el corazón de cerrar todo y dejarlos a ustedes sin nada, me pasó a mi y se lo que se siente que una historia que te encantaba y que tenía demasiado potencial sea abandonada. Realmente no estoy muy conforme con el rumbo de la historia y no estoy tan cómoda en como maneje las cosas así que habrá algunos cambios.

Este capítulo está escrito y listo para su publicación desde hace uff, creo que casi tres años pero le modifique varias cosas, así como también ya modifique varios puntos de la historia, creo que la trama se puede desarrollar mucho mejor que antes. Para que no tengan que volver a leer los capítulos anteriores en resumen les dejo los cambios que se han hecho (no son muchos descuiden)

En primera se había comentado que tanto la familia de Edward como la de Dragon estaban metidos en negocios oscuros. Decidí cambiar esto definitivamente, no es algo sumamente importante para la trama y aunque si tenía que ver directamente con la historia se puede reemplazar fácilmente. Lo hice más que nada para no modificar tanto la personalidad de los personajes. Son empresarios adinerados nada más ni nada menos.

La carrera de Ace, anteriormente se mencionó que era criminología, pero de aquí en adelante su carrera sera Artes visuales. No es algo sumamente importante ni relevante, pero para futuras menciones prefiero evitar confusiones.

En resumen eso sería lo más importante, ya edite y modifique los capítulos anteriores si gustan leerlos de nuevo pueden hacerlo, si les da pereza no lo hagan, no es algo realmente obligatorio y con los detalles que di acá es suficiente para entender los cambios que se verán en este capítulo. Sin más, los dejo disfrutar, gracias por esperar y siento haber tardado tanto tiempo.

Los golpes en la puerta de mi habitación son lo que me despiertan, maldigo internamente y me tapo la cabeza con la almohada, son las 05:15 a.m. y Marco ya está jodiendo para que me levanté.

—Vamos Ace, ya es hora, no creo que quieras llegar tarde al primer día de clases ¿o sí?

Vuelvo a dar otra vuelta en la cama y lo ignoro, tal vez pueda dormir unos cuantos minutos más si finjo que no lo escucho; no me apetece nada la idea de levantarme tan temprano, el hecho de regresar a la escuela hace que se me revuelva el estómago.

Estoy a nada de volver a dormir cuando escucho como se azota la puerta de mi habitación y una sensación completamente helada me inunda el cuerpo. Rápidamente salto de la cama y maldigo inmensamente el día que le enseñe a Marco a abrir cerrojos.

—¡Maldita sea Marco! Ya estaba a punto de levantarme, no tenías que arrojarme agua con hielo.

—Seguro Ace, eso no te lo cree nadie, vamos apresurate o llegaremos tarde.

—Sí, sí, ya voy, maldición todavía es muy temprano.

Entro al baño a darme una ducha rápida y después bajo para desayunar algo antes de irnos. Tal vez, solo tal vez estoy un poquito emocionado, hace dos años que renuncie a la escuela, justo después de terminar la preparatoria porque todo eso me qitaba tiempo que podía invertir buscando a Luffy. Hoy en día, creo que fui algo precipitado por no decir otra cosa.

Mentiría si dijera que no extrañaba la vida escolar, el ruido de los estudiantes hablando, el olor de café por la mañana, a los profesores dando clases, es algo que no sabía que me gustaba tanto y no imaginé que lo extrañaría de esta manera.

Tal vez esto sea porque la universidad es distinta o tal vez porque desde hace ya un mes que comencé a tener un estilo de vida diferente, no estoy seguro, pero me he sentido más vivo y feliz en este pequeño periodo de tiempo que en todos los años de mi vida.

Me alejo del edificio de artes en busca de Marco y Thatch, es mi primer día y aunque lo disfruto no estoy tan cómodo como para tratar de hacer amigos nuevos. Afortunadamente nuestros horarios coinciden un poco en algunas horas libres; los observo a lo lejos, cerca de la entrada a la cafetería por lo que los llamo y alzo la mano para que logren ubicarme, me abro paso entre los estudiantes que se encuentran en mi camino y estoy a punto de llegar cuando lo veo.

Ese chico de cabello oscuro y ojeras que vi aquella vez en el centro, esta vez no trae sus piercings, pero eso no es impedimento para no reconocerlo.

Marco y Thatch llega a mi lado cuando estoy a punto de ir a hablar con él, necesito respuestas y estoy seguro que este chico me las dará; Marco se da cuenta de lo que pasa en cuanto mira hacia donde yo estoy mirando y enseguida sabe lo que pretendo hacer, él también reconoce al chico, prácticamente realizo su retrato cuando lo describí aquella vez.

—Ni se te ocurra hacer lo que estás pensando hacer Ace —maldigo por lo bajo cuando me toma del brazo con fuerza

—Marco tú también sabes quién es, ¿por qué tendría que hacerte caso?

—Por muchas razones, pero te enumerare las más importantes. Primero, no tienes idea de quién es, como se llama, su familia, nada; ¿qué le vas a decir? Oye el otro día te vi con un chico que se parece a mi hermano perdido, me gustaría saber si realmente es mi hermano así que necesito que respondas unas cuantas preguntas

Giro mis ojos ante sus comentarios sarcásticos y trato de zafarme de su agarre, pero me sujeta con más fuerza, Thatch solo nos observa sin entender muy bien que es lo que está pasando.

—Segundo, si el chico con el que estaban aquel día realmente es Luffy, puede que él esté involucrado en todo, solamente los alertaras y probablemente nunca puedas volver a ver a ese chico de nuevo en lo que te resta de vida

Dejo de luchar con él en cuanto menciona la probabilidad de que eso pase, si realmente es Luffy y arruino esto, no podré volver a verlo nunca más.

—Y por último...

—Ya entendí, sabelotodo, si voy lo arruino. ¿Qué tienes en mente entonces?

—No entiendo muy bien que está pasando, pero me doy una idea —Thatch coloca una mano sobre mi hombro y sonríe— ¿Por qué no me dejan esto a mí? Tengo algunos contactos, puedo averiguar quién es y con algo de suerte, tal vez podamos involucrarnos en su círculo cercano.

—Eso sería estupendo Thatch, te lo agradezco mucho.

—No agradezcas, somos amigos, yo también quiero ayudarte en todo lo que me sea posible.

Le sonrío y nos dirigimos a la cafetería, estoy bastante ansioso por encontrar respuestas, pero Marco tiene razón, no debo apresurarme o puedo arruinar las cosas, necesito tener solo un poco más de paciencia.

—¿No has hablado con Sabo? —me comenta Marco una vez que nos sentamos en la mesa con la comida lista.

—Es cierto, comentaste que tratarías de contarle las cosas nuevas que has descubierto —responde Thatch mientras me observa curioso.

—La verdad es que no —respondo con un suspiro desanimado—, he tratado de marcarle, pero no me responde, las últimas veces que lo intente, mando directo al buzón.

—Ten paciencia Ace, cuando el coraje se le pase te volverá a hablar, te lo aseguro.

—Marco ya me ha dicho lo mismo Thatch, pero lo dudo bastante, fui muy cruel con mis palabras ese día.

—Estabas molesto y tú eres él único hermano que le queda, cuando las cosas se calmen es seguro que todo se arregla pronto, ya lo veras.

—Ayer me marco el abuelo, ¿saben lo que me dijo? Que era un mocoso ingrato y malagradecido, estaba muy molesto, no podía creer que haya entrado a la universidad y que este rehaciendo mi vida.

—¿Eso no es algo bueno? No entiendo cómo puede estar molesto por algo así, además ellos querían que tu...

—Espera —Marco lo interrumpe y me mira entre molesto sorprendido—, para empezar, ¿cómo se ha enterado de que entraste a la universidad?

Me encojo de hombros y comienzo a picar la ensalada que compre, conociendo a mi abuelo, es seguro que mando a alguien a seguirme y esa persona es la que le ha pasado la información.

—Tiene muchos contactos Marco —le respondo sin decir realmente lo que estoy pensando— tal vez alguno de ellos le ha pasado el dato.

—Sea quien sea el que le haya pasado el dato, ¿porque está molesto por rehacer tu vida?

—Thatch, antes de marcharme de casa, ellos me pidieron que hiciera eso mismo, que rehiciera mi vida y lo hice, solo que decidí irme e insultarlos a todos en el proceso, para ellos fue una ofensa.

—No Ace, ellos no te pidieron nada, te pusieron un ultimátum y prácticamente querían obligarte a olvidarte de la búsqueda de Luffy, nuestro padre nunca quiso obligarte a nada, él te lo pidió de forma amable sin tratar de obligarte a dejar la búsqueda de tu hermano de lado.

—Sí, pero...

—Ace —Thatch me interrumpe—, Marco tiene razón, si no son capaces de ver algo así, entonces no vale la pena que trates de arreglar las cosas con ellos.

—Y, sobre todo, si Sabo no puede diferenciar entre algo tan sencillo como pedir y obligar, entonces no merece llamarse tu hermano.

Bajo la vista y comienzo a comer algo irritado por lo último que dijo Marco, puedo entender su punto y entiendo que se moleste, pero, aunque tenga razón, Sabo sigue siendo mi hermano, yo lo sigo queriendo como a uno y nada quita que yo realmente me comporte horrible ese día con él.

Solo espero que las cosas se solucionen, cuando todo esto termine, si termina bien, quiero tener a mis dos hermanos de vuelta conmigo.

Me tumbo directo a la cama en cuanto llego a mi cuarto, ni siquiera me molesto en cerrar la puerta, estoy muy cansado. Fue divertido y emocionante, me siento feliz y lleno de vida, pero hace tanto tiempo que no hacía esto que no puedo evitar sentirme agotado.

Los parpados me pesan bastante, estoy a nada de quedarme dormido cuando escucho la voz de mi padre algo lejana. Levanto la cabeza desorientado, con la vista algo borrosa lo ubico en el marco de la puerta, me siento en la cama y restriego mis ojos en un intento de despertar un poco más.

—Lo siento mucho hijo, no quería despertarte, debí suponer que llegarías agotado —se sienta a mi lado y me regala una enorme sonrisa que yo devuelvo.

—No importa, aún no estaba dormido, ¿necesitas algo?

—Te tengo muy buenas noticias, sobre lo que hablamos la semana pasada.

El sueño se me quita por completo al escuchar eso, siento como miles de mariposas revolotean en mi estómago, el corazón me late de forma precipitada y las manos comienzan a temblarme. Observó a mi padre ansioso, si son buenas noticias quiere decir que por fin, después de tanto tiempo, estoy cerca de encontrar a mi hermano.

—Me ha llegado la fotografía que hicieron en base a la que me diste de tu hermano cuando era pequeño, toma hijo.

Tomo la fotografía con las manos temblorosas y siento como mi corazón se detiene por unos segundos. Es idéntico al chico qué vi aquel día, pasó mis dedos sobre su rostro y un par de lágrimas salen des mis ojos mientras sonrío. La única diferencia entre el chico de aquel día y el chico de esta foto, es la pequeña cicatriz debajo de su ojo izquierdo. Marco tenía razón, no me equivoqué, esa sonrisa tan característica no podía ser de nadie más, era Luffy y lo tuve tan cerca ese día.

Abrazo la foto y trato de contener los sollozos que quieren escapar de mi garganta, siento la mano de mi padre en mi hombro y como puedo me limpio las lágrimas, aunque es inútil, no paran de salir por más que me restriegue el brazo en la cara.

—Es idéntico —le digo una vez que logro calmar un poco los espasmos del llanto—, es idéntico al chico que vi ese día en el centro.

—Estuve hablando con Oden, uno de mis inversionistas de más confianza —me dice mientras asiente con la cabeza— le he comentado que mis hijos han visto a unos chicos que nunca antes habían visto por aquí y que eran algo extravagantes.

Frunce un poco el ceño y eso hace que comience a preocuparme.

—¿Y qué te ha dicho?

—Que probablemente sean los chicos de la familia Donquixote, me ha dicho que apenas llegaron de Australia junto a un amigo de ellos.

—¿Donquixote, Australia?

Tengo la sensación de haber escuchado ese nombre hace muchos años, cuando aún era un niño, no estoy seguro de dónde, pero si se que ya lo había escuchado antes, tal vez de Garp o Shanks, o puede que Dragon.

—Escucha hijo, el líder de esa familia, Doflamingo estuvo a punto de ir a prisión hace unos años por tráfico de sustancias, no recuerdo mucho de eso, en aquel entonces yo acababa de trasladarme a esta ciudad y estaba concentrado en otras cosas, pero hace unos 3 años trato de hacer negocios conmigo y ese hombre es bastante desagradable, estoy bastante seguro de que sigue traficando sustancias, si en verdad ese chico es tu hermano, está con alguien bastante peligroso.

—Gracias padre, necesito investigar unas cosas, no entiendo cómo Luffy termino con ellos.

—No te sobrexijas demasiado, recuerda que no debes descuidar la escuela, apenas vas iniciando.

—No lo haré, te lo prometo, solo necesito averiguar algunas cosas.

—Muy bien, te dejo solo, veré que más puedo averiguar de esos chicos y esa familia, te informaré en cuanto sepa algo.

—Muchas gracias padre.

Tomo mi celular en cuanto se marcha y cierra la puerta, necesito hablar con alguien se la familia pero quien, Sabo no me contesta, el abuelo esta demasiado molesto para escuchar lo que tenga que decir y Dragon, se que tal vez él sea el único que no está molesto conmigo, pero estoy seguro de que no escuchará, no lo hizo las veces anteriores que intente hacerlo, se que no lo hará ahora.

Suspiro y marco el número de la única persona que me queda, solo espero que me escuche, si no lo hace, tendré que buscar la información que necesito de otra manera. Escuchó como timbra un par de veces con el corazón en la garganta, después de unos segundos escucho su voz al contestar.

—Vaya, vaya mira quién se digna a por fin hablarme, el señorito los odio a todos y a todo.

—Shanks, necesito pedirte algo, por favor escucha.

—Claro que necesitas algo, porque otra razón me marcarías sino fuese así, ciertamente estoy algo ofendido, no puedo creer que no me hayas hablado antes y aún peor, que ahora que marcas lo haces solo que soy tu última opción, es increíble.

Sonrío aliviado, Shanks no está molesto, ni siquiera indignado, me arrepiento bastante de no haber intentado hablar con él antes.

—Tú tampoco me has marcado desde que me marche, pensé que no te importaba en lo más mínimo.

—Pero si poco después de que te marchaste te deposite algo de dinero a escondidas de ese viejo amargado de Garp, se que sabes que fui yo, ¿mínimo un mensaje agradeciendo no?

—Lo siento mucho —no puedo evitar reír ante su tono falso de indignación— la próxima vez que me marche, te prometo que serás el primero a quién le marque.

—Más te vale mocoso, saluda al viejo Edward de mi parte. Ahora dime, ¿qué es tan importante que te viste en la necesidad de marcarme?

—Es sobre Luffy, tengo un enorme avance y...

—Ace no —dice sin dejarme terminar, siento como el estómago se me revuelve—, ya habíamos hablado de esto una vez, no pienso seguir...

—Escúchame, por favor solo escúchame —le interrumpo y continuó rápidamente para que no vuelva a interrumpirme o peor, que cuelgue la llamada—. Se que ya lo habíamos hablado, se que han pasado muchas cosas, pero por una última vez, escucha lo que tengo que decir.

Lo escucho suspirar y después nada, solo silencio, un silencio que se prolonga durante unos segundos que me parecen eternos hasta que finalmente escucho su voz de nuevo.

—Esta bien, solo por esta vez Ace, será la última vez que te ayudare en esto.

—Gracias, no te vas a arrepentir, te lo prometo.

"Continuara"

Nami Scarlet