Tarde ruidosa


El ambiente de aquel lugar distaba de ser agradable para la mayoría de quienes empleaban los diferentes cubículos, apoyados en aquellas (para muchos) incomodas sillas sin mayores variaciones que el incesante golpeteo de múltiples teclados, el chirrido provocado por aquellos arcaicos teléfonos individuales para cada uno de ellos sumados al intenso hedor del café acumulado en el lugar gracias a una ventilación defectuosa y el nulo interés por la comodidad humana puesto por quien diseño aquel piso de oficinas.

Aquellas personas que empleaban jornadas completas frente a esos dispositivos solo deteniéndose por razones biológicas como lo era comer o similares no estaban totalmente concentrados en sus labores, pues faltaba poco menos de media hora para que aquella extenuante jornada acabase de una vez y pudiesen tomar sus merecidos descansos, aunque ese día poseía una variante adicional a la general monotonía de sus labores pues debido a la proximidad con las fiestas y en un acto, considerado por la algunos, de redención empresarial, habían algunos encargados limpiando y despejando una zona para que en breve les llamaran a una pequeña convivencia previa a lo que sería un descanso de un par de días.

Entre los varios que miraban sin mayor energía como se preparaba aquella recepción se encontraba Lynn, aunque no distaba de su clásica expresión cansada veía con especial aburrimiento aquello, quizás alguien de mayor cargo que el suyo daría la típica charla de "hermandad corporativa" y otras frases motivacionales sacadas de la primera pestaña de Google que encontró mientras disfrutaban de lo más barato que el comercio pudiese ofrecer en esa época de exceso de reventas, tanto el como varios hubiesen preferido esos minutos para liberarse de aquel ambiente y regresar rápidamente con sus familias, pues si algo sabían la mayoría de los trabajadores en ese lugar, esa torre en realidad era un "cementerio de sueños" sostenido por la necesidad de padres desesperados por cuidar a sus familias, pues la paga era buena a costa de una gran carga laboral.

Entre más lo pensaba, más determinaba que esas cosas no le importaban y ansiaba poder estar con su familia.

Desde hace años que era consiente que por su condición pasaba muy poco tiempo y no había podido estar en muchos de sus grandes momentos como un padre realmente debiera, riendo cuando hubiesen momentos de felicidad, celebrando triunfos, conteniendo malestares, consintiendo debidamente... era totalmente consiente de todo ello y le dolía profundamente.

Eran estas ocasiones donde podría salir antes que podía preparar alguna salida mientras aun le quedase energía, no necesitaba algo de comida barata y palabras falsas.

- Hey Lynn, menuda basura no?

El adulto al escuchar las palabras de su compañero volteo a verle, era un sujeto claramente más joven que él, al menos unos 8 a 10 años con una mirada ligeramente más relajada que la suya, era una de las pocas personas en aquella oficina con la que podía conversar con tranquilidad pues sus situaciones eran similares, a ambos las relaciones sentimentales les habían escupido en la cara y solamente seguían ahí por sus hijos, eran dignas victimas del "cementerio de sueños".

Tuvo que refregar ligeramente sus ojos para enfocarle mejor, pues su vista estaba ya cansada después de una larga jornada, simulando un vago intento de sonrisa a su compañero.

- See, estoy seguro que ni ellos quieren estar aquí y hacen esto para que la empresa se vea mejor, je, lo único bueno son los salarios

- Tienes un punto mi amigo, oye, y que harás después de esto? Dudo que nos tengan horas extras hoy

- Pues... pensaba tener algo de tiempo de calidad en familia, ya sabes, relajarte un poco, conversar, comer algo mientras te enteras de todo lo que ha pasado en tu ausencia, tú me entiendes

- Claro, te entiendo, tengo deseos de ver al pequeño Jeremy desde hace tiempo pero este lugar me tomaría hasta el alma si supieran como

- Jajaja, oye, y que tal el pequeño?

- Bien, todo bien... la última vez que fui a verle me mostro como andaba en bicicleta sin las rueditas de apoyo, se veía muy adorable con esa felicidad en su rostro mientras iba hacía mi... no sabes lo mucho que me gustaría verle todos los días, me hace falta

- Oye, a mi también me duele y me encantaría poder tener tiempo para vivir todas esas lindas experiencias, pero verles en calma y pudiendo disfrutar de sus vidas me hace creer que matarme en este lugar no es una perdida de tiempo, es un gran motivo

- Bueno, para que tú lo digas teniéndola mucho peor que yo, debe ser verdad

- Ni te lo imaginas, incluso hay días en que me cuestiono el levantarme de la cama, como si nada tuviese sentido y no valiese la pena, y es ese momento donde el recuerdo viene a mi cabeza y logro animarme lo suficiente para pararme y moverme hasta poner el trasero aquí

- Bueno, al menos hoy tendrás la tarde completa, aprovéchala bien Lynn y si no te veo más tarde o por si logro escaparme, suerte con las fiestas, intenta descansar

- Gracias cof cof cof 

- Y saca una hora con el medico de una vez

- Si mamá, lo que tu digas

Esa era una frase recurrente en Lynn por lo que su compañero no le tomo mayor importancia y con un gesto de desinterés se levanto del lugar para ir al baño, sabía que no conseguiría nada encaminando más la conversación y lo menos que quería era amargar más a su camarada en lo que quedaba de día, sabiendo que le deparaba una complicada tarde.

El resto del día laboral fue tan aburrido como lo había imagino, frases que no tardo en encontrar en internet una vez reviso su móvil, comida relativamente barata por más que las mini pizzas estuviesen buenas, uno que otro comentario con algún compañero, todo dentro de lo esperado.

Lo que le importaba era que pudo salir antes de la hora que acostumbraba y podría disponer de algunas horas de sol inclusive, algo que le alegraba bastante ya que tiempo y energía era lo que menos tenia, y hoy tendría suficiente para poder conversar y jugar a gusto, algo que le molestaba haber dejado de lado durante tanto tiempo y se había prometido compensar, siendo esta la oportunidad, incluso quizás salir y consentir un poco, todo era posible ese día.

Lo bueno era que su cuerpo conocía mejor la ruta que su mente inclusive, no necesitaba pensar en la dirección o en las señaléticas y semáforos, su cuerpo reaccionaba por si mismo permitiéndole a su mente fluir libremente en todo lo que podría hacer, lamentándose únicamente no disponer de un vehículo para llegar antes y sin ganas de bajar sus recursos en costearse un pasaje de locomoción, pero predominando lo que diría y con que comenzaría, evitando aquel sentimiento de culpa que le agobiaba por no estar ahí.

Al menos para su suerte los minutos que le tomo en llegar al lugar fueron segundos para su percepción, algo que le había dejado bastante feliz al darse cuenta que por fin estaba frente a aquella puerta, una a la que solo le quedaba introducir su llave y poder disfrutar finalmente de aquel amor familiar que solo ese lugar podía entregarle, metiendo su mano en el pantalón e introduciendo la llave que de este extrajo, esbozando una sonrisa en su rostro al contemplar por fin a su familia después de un tiempo sin verle...

- Hola niñas, papá por fin pudo venir a verlas

Al entrar su rostro esbozaba una enorme sonrisa mientras levantaba los brazos con la intención de abrigar con ellos a la primera chica que estuviese en su contacto visual, acción que se quedo en el aire debido a que no había ninguna chica a en la cercanía más que su sombría hija quien observaba la televisión, definitivamente más interesada en esta que en su propio padre.

- Hola padre, creo que no te veía desde hace un par de días

Su tono de voz fue tan frío como lo había sido toda su vida, algo con lo que Lynn tuvo que aprender a vivir y estaba seguro que aquella indiferencia era por su forma de ser, no por su persona.

- Efectivamente mi damisela de la oscuridad, pero debido a las fechas pude salir un poco antes hoy y que mejor que pasar el tiempo con mis rayitos de sol

- Entonces dudo que quieras pasar tiempo conmigo suspiro

- No querida, era una forma de decir jajaja - se acerca a abrazarle - tú sabes que los amo a todos por igual, en todo caso donde están tus hermanas?

- Bueno, deberían estar en sus habitaciones, solo Leni esta fuera, creo que tenía una junta con sus amigas

- Entonces supongo que Rita fue con ella y mi Loricita esta a cargo no?

- Efectivamente padre, ahora si me disculpas hoy comienza una serie que he esperado por mucho tiempo y estoy segura que será todo un éxito

- Como digas mi pequeña, iré a ver a las demás 

Después de darle un segundo abrazo subió a la segunda planta, entrando a cada habitación saludando animosamente a cada una de sus hijas, sobre todo conteniendo a una parcialmente malhumorada Lori y a las revoltosas gemelas quienes al ver a su padre corrieron rápidamente a abrazarle, solo para terminar peleándose por quien abrazaría primero al adulto, algo que le enternecía bastante.

Su plan de salir con alguna de ellas se vio frustrado debido a realmente ninguna compartía aquel deseo, estando algo desanimado debido a no poder tener una mejor experiencia por lo que se dedico a conversar con ellas.

Su tarde paso entre juegos físicos con las gemelas, cocinando junto a su hija comediante, conversando de los distintos partidos a los que había asistido su hija deportista o escuchando las frustraciones de la hija menor, pues las demás no estaban especialmente interesadas en interactuar con su padre aquel día y simplemente le saludaban cuando se topaban entre jugarretas, era una hermosa tarde para el adulto hasta que pudo escuchar como la puerta se abría dando paso a los únicos dos miembros faltantes de la familia, Leni y Rita.

- Ah, Lynn, no te esperaba hoy (a Leni) cielito, ve a tu habitación quieres?

- Si mamá, hola papá, adiós papá - hablaba mientras se dirigía a la escalera, algo que las demás replicaron sabiendo bien lo que iba a pasar

- Bien, que quieres ahora Lynn?

- No preguntes estupideces Rita, sabes que estoy haciendo aquí, mi derecho como padre de las chicas

- (suspira) No te cansas de ese tonto jueguito verdad? Sabes que no valen la pena

- Hasta el día de hoy no entiendo como pudieron darte la custodia a ti, conmigo ellas serían felices y tendrían una verdadera figura paternal que las apoyase incondicionalmente

- Solo tendrían a su billetera personal más cerca, no habría mucha diferencia... a todo esto, Luan volvió a explotar una bomba de pintura en la escuela, Lola quiere comenzar a asistir a una escuela de modelaje y Leni necesita una maquina de coser, la que tenia ya no funciona igual de bien 

La mirada furiosa de Lynn no parecía afectar en lo absoluto a la gélida mirada de Rita, quien se había cruzado de brazos reforzando su postura en aquel duelo de miradas.

Aquel intercambio duro casi un minuto hasta que Lynn termino por bajar la mirada y se dirigió hasta el maletín con el que había llegado, sacando una chequera solo para escribir rápidamente en uno de los recibos y entregárselo a Rita, quien tomo aquel papel sin mayor interés y se encamino a la cocina, deteniéndose justo en el marco que separaba el comedor de la sala de estar para mencionarle unas palabras sin siquiera voltearse a verle.

- Al menos si logras cumplir con la pensión y los gastos, ahora vete que debo hacer la cena

- La cena esta hecha, la hice con Luan

- Oh, ves que puedes hacer bien algo de vez en cuando? No era tan difícil

Al terminar de hablar continuo con su camino, dejando a Lynn solo y en silencio en la misma posición, algo que no duro demasiado ya que entendió perfectamente la indirecta de su ex-esposa por lo que subió a la segunda planta, se despidió de sus hijas y salió de ese lugar.

Mientras caminaba no podía evitar pensar en sus hijas, amaba a cada una de ellas e intentaba ser imparcial con su cariño, después de todo no todos los días podía visitarlas teniendo que estar ligado a ocasiones como estas o una perfecta coordinación con su horario para al menos verlas a la hora de la cena, eso sin contar con los comentarios toscos e insultantes de su ex-esposa, incluso las festividades que podía estar en esa casa eran pocos y aprovechaba todo lo que podía para darles aquel cariño que sabía ellas necesitaban y no ser un padre ausente para ellas.

El único inconveniente era el limite de su cuerpo, su trabajo sumado a las desgastantes actividades físicas a las que se sometía con sus hijas le dejaban realmente agotado físicamente y las palabras de Rita, el sentimiento de vacío al dejarlas solas junto a su trabajo eran quienes le drenaban toda su resistencia mental, energías que apenas le alcanzaban para llegar a su hogar teniendo casi la necesidad de arrastrar sus pies sumado a un esfuerzo sobre humano para impulsar su cuerpo por las escalas de aquel edificio donde se encontraba su segundo hogar, su refugio seguro ante todo y donde podía descansar cómodamente.

Al entrar pudo notar como un agradable aroma a comida recién terminada embriagaba el piso, ese día apenas si había comido durante la recepción en su trabajo y ni hablar de alcanzar a comer lo que cocino donde sus hijas, por lo que pese a todo lo que su cuerpo le demandaba lanzarse a su cama decidió investigar aquella fuente, solo para notar a su hijo servirse un poco de comida recién preparada.

- Lincoln? Tú hiciste eso?

El muchacho ni siquiera se había percatado en la presencia de su padre hasta que este le hablo, pues estaba totalmente concentrado en cocinar.

- Oh, ah... si... es algo que llevaba un tiempo queriendo preparar pero no había podido conseguir los ingredientes hasta hoy

- Vaya, luce sumamente apetitoso... te molesta si pruebo un poco?

El adulto había preguntado más por modestia a su hijo, asegurando que este le aceptaría su petición inmediatamente, pues ni siquiera sabía que su hijo sabía cocinar y estaba seguro que le encantaría compartir aquello con él... o eso pensaba hasta que vio una expresión de duda real en el rostro del pequeño.

- No lo sé... quería dejar para mañana y así ahorrarme tener que cocinar además que no me quedan muchos ingredientes y las ofertas comienzan la próxima semana...

- E-Espera, no te preocupes por esas cosas campeón, esa es la labor de tú padre, además si nos faltaban cosas debiste haberme dicho

La extraña expresión de su hijo se deformo todavía más en ese momento, como si lo que estuviese hablando fuera algo extraño, un idioma diferente o quien sabe... como si no se esperase esa frase.

- No vas a ir a dormir como siempre? 

- Qué? Lincoln, por favor, solo quiero probar la cocina de mi hijo, además podríamos aprovechar de conversar un poco no crees? Ni siquiera me habías dicho que cocinabas y por el aroma no parece ser la mano de ningún principiante además estoy seguro que no sabes esto de tu viejo pero yo solía coci...

- Entonces es por eso? Tú hambre esta vez le gano a tu cansancio y por eso te acercas? Bueno, por lo menos te dignaste a preguntarme y eso ya es algo - mira la cocina y su platillo - sabes que, puedes tomarlo, yo iré a dormir

- Esp... Lincoln... 

El muchacho simplemente dejo el platillo en la mesa y se dirigió a la habitación, dejando con muchas dudas a su padre quien veía al pequeño de 9 años ir con una expresión sería mientras le dejaba con muchas dudas, solo para ver como se detenía en la puerta antes de abrirla.

- Buenas noches

Con eso dicho se interno en la habitación, sin hacer mayor escandalo ni nada, provocando que la habitación se llenase nuevamente del silencio habitual de esta.

- Que le pasa a ese niño?

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