Padre de ellas
- Como esta mi bella princesa esta mañana?
...
- No te preocupes, mamá solo esta algo agitada, ya se le pasará cariño...
...
- La escuela estuvo bien verdad? Se que iba a venir mamá pero...
...
- No te preocupes, es solo... ella necesita entenderlo, todos necesitamos de eso...
...
- Mira cariño, no tienes que preocuparte, papá siempre estará contigo... aun si papá llega a alejarse un poco...
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- Recuerdas nuestra promesa verdad, no te preocupe, esto... esto solo será temporal...
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- Hija, debes ser fuerte, por ti, por todas, y por favor no lo olvides...
"Papá te ama Lori, siempre lo haré, confió en ti"
La reacción de Lori fue instantánea, arqueando rápidamente su espalda mientras levantaba su torso del respaldo de su colchón, sin importarle el estado de sus coberturas o cualquier otro elemento que pudiese estar encima de ella, estirando el brazo en un pobre intento de detener el avance de aquella figura mientras el recuerdo de aquella espalda alejándose de su hogar seguía latente, recordando aquel día donde se sello un momento critico dentro del su familia que todavía recordaba, y todavía le dolía.
Tras unos pocos segundos pudo notar como la realidad se hacía cada vez más nítida mientras unos cálidos rayos de sol entraban perezosamente por la ventana mal cubierta con la cortina, permitiéndole filtrarse dentro manteniendo un tenue ambiente, notando que se encontraba ligeramente exaltada, probablemente producto de aquellos recuerdos tornados sueños que habían castigado su descanso esa noche. Al menos agradecía no haber gritado algo que alterase a alguna de sus hermanas y no empeorar el ambiente que había marcado la tarde anterior en el hogar.
Ver la hora en su móvil y notar que todavía era temprano en parte había calmado su corazón, su intuición le decía que ese sería un día complicado y poder prepararse aunque sea unos minutos antes, pasando su vista por sobre su compañera de cuarto quien dormía plácidamente, algo que no podía evitar que le provocara un poco de celos. Quería a su hermana Leni, era su primera hermana menor pero no eran pocos los conflictos que existían entre ambas, algo que sería normal siendo hermanas, pues nadie tiene una relación perfecta donde no existan discusiones y eso no era lo que le molestaba sino a quien atraía cada vez que algo surgía entre ellas... o mejor dicho entre cualquier hermana y Leni, por lo que ver aquella calma en su rostro cuando un suceso había logrado bajar la moral de todas era algo que no terminaba de entender.
Evitando ligeramente la mirada a esta fue que se levanto y comenzó a prepararse, pues sabia que lo ocurrido en la junta de hermanas de la noche anterior era solo el inicio de tiempos oscuros.
Tras unos minutos se dispuso a bajar, su misión era simple, prepararle el desayuno a las menores y de ser necesario obligar a comer a las que sabía eran las más afectadas aunque para su propia sorpresa mientras bajaba las escaleras un glorioso olor a tocino bañado en sus propios jugos inundo el ambiente, sintiendo como se abría su apetito solo de ser capaz de sentir aquella sensación, una que en otros momentos le hubiera alegrado sabiendo quien sería el responsable, más ahora necesitaba resolver algunas dudas con el mismo. Con ello en mente es que reforzó su descenso hasta llegar a la entrada a la cocina, encontrándose con aquella figura de la que tantas dudas tenía.
- Lorilin Lorilita, mi querida hija, me sorprende verte tan temprano despierta, dame unos momentos y terminare el desayuno
- Papá
Ver al hombre moverse enérgicamente mientras cocinaba siempre le había agradado, era algo que había contemplado desde su más tierna infancia hasta que ese evento quedo reservado únicamente para fines de semana y en muy extrañas ocasiones días laborales entre semanal aun cuando aquel día no se notara con las mismas energías de siempre, observo detenidamente sus facciones, su típica sonrisa en su rostro, sus clásicas ojeras, el mismo atuendo que había usado durante meses con alguna que otra señal de desgaste, nada parecía ser diferente a una usual visita dominical por parte del adulto hacía su familia, algo que no le terminaba de agradar.
- Estas inusualmente tranquila hija, ocurre algo?
- No, tranquilo papá, solo pensaba en tu visita
- Ah... te refieres a porque no vine ayer?
- S...si, siempre avisas cuando no vendrás un fin de semana así que fue un caos por aquí, ya sabes, Lola y sus berrinches, Luan queriendo pasarse con las bromas, Lisa y su extraño gusto por modificar sus juguetes...
- Jajaja, debió ser efectivamente un caos, en todo caso no te preocupes, solo surgió algo repentino del trabajo y tuve que asistir a la empresa, con todo el apuro y lo repentino incluso se me quedo el móvil en mi hogar, lo siento querida
El silencio se apodero de aquella habitación en ese momento, algo que Lynn realmente no discutió pues se encontraba inmerso en terminar las raciones de alimento, Lori por su parte no compartía dicho pensamiento. Para ella solo podía pensar en la naturalidad con la que su padre le había respondido referente a lo ocurrido el día anterior, como si fuera normal para el mentir referente a su trabajo, pero por sobre todo aquello que le dolía era que no le tuviese la confianza para contarle sobre aquella realidad.
Ella siempre fue consiente que la relación de sus padres estaba rota, siendo una sorpresa para ella el nacimiento de cada una de sus hermanas tras Lynn jr y que tontamente pensó en su momento que volverían a unir a sus padres y poder conformar aquella alegre familia que eran durante su más tierna infancia, cuando no habían problemas... cuando tenia a sus dos padres consigo, pero eso ya no importaba, su padre era un hombre libre, si había formado otra familia tenia todo el derecho ¿Pero para qué ocultárselo a ella? ¿Acaso no confiaba en que entendería? Sabía que sus hermanas dependían mucho de su figura debido al trato que les daba Rita pero con el tiempo y una buena forma de explicarlo sabía que podría entenderlo, pudo haber pensado en algo... pero ahora.
- Papá ¿seguro que todo estuvo bien ayer? Si hay algo más puedes contármelo, incluso podría ayudarte
- Lori, cariño - mientras hablaba tuvo que dejar los retoques finales de los platillos para acercarse a su hija, momento en el que la abraza mientras acaricia su nuca - aprecio el cariño, pero el trabajo no es algo en que me puedas ayudar y sabes que lo necesito para poder mantenerlas a ustedes y bueno, sobrevivir también jajaja *cof* *cof *cof* - rompe el abrazo y se dirige a tomar un poco de agua - ah, perdón por eso, ya sabes como son las cosas, tiempos helados y resfríos a la orden del día, no? Ah cariño, podrías ir a despertar a tus hermanas mientras preparo la mesa?
La chica se mantuvo por unos momentos quieta, no había correspondido a la muestra de afecto del adulto y con la misma expresión neutra con la que había recibido el abrazo asintió.
- Si papá
Tras eso Lori comenzó a encaminarse al segundo piso pensativa y algo dolida, pensamiento que fue roto por el otro adulto que se encontraba en el domicilio, Rita.
- Aprovechando que vas a despertar a tus hermanas dile a Leni que baje y se dirija a mi habitación, y ten cuidado al despertarla, no quiero que se asuste creyendo que esta ciega otra vez
Y sin esperar respuesta por parte de la adolescente se dio media vuelta y encamino hasta el dormitorio, algo a lo que Lori no dio mucha importancia continuando su camino. Los siguientes minutos los paso despertando a sus hermanas mencionándoles que bajasen a desayunar y recordándoles encarecidamente que no tocarían el tema con su padre, al menos no en ese momento y con tan poca claridad, en el caso particular de Leni hizo caso del recado de Rita y le pidió que se dirigiera, sabiendo que probablemente no era nada serio o que había encontrado alguna otra "travesura" de la adolescente, en todo caso tenía cosas más importantes que pensar como lo era tranquilizar a las menores.
Los minutos pasaron y la mayor parte de la familia ya se encontraba alrededor de la mesa, a excepción de dos personas que se encontraban en la habitación de la primera planta.
- ...y por eso es que use las cortinas como material para esa falda, lo siento mamá
- No te preocupes cariño, te entiendo, pero debes prometerme que no volverás a usar cosas de la casa de esa forma, menos teniendo todos tus materiales
Leni solo pudo ocultar su rostro con vergüenza en ese momento mientras evitaba la mirada de su madre, sabiendo que en el fondo debía de estar molesta por su actuar por lo que comenzó a cubrir su cabeza con las manos, algo que a Rita le causo cierta gracia.
- Tranquila Leni, en todo caso me dijiste algo de que tuvieron una reunión con tus hermanas ayer verdad?
- Ósea claro mamá, pero como que no se notaban muy emocionadas mientras hablaban, quizás era por como hablaban de papá
- Hablaban de Lynn? (suspira) Seguro que se están preparando con mucho tiempo para navidad esta vez
- No lo creo, Luan hablo de que le vio en familia, pero no tenia mucho sentido, digo, nosotros somos su familia no?
Rita ciertamente no se espero aquel comentario, además de estar acostumbrada a la forma de expresarse de la chica la parte importante de aquel mensaje le había quedado clara, sobre todo si hablaban de otra familia... era muy probable que "él" estuviese involucrado.
- Bueno, quizás tu hermana se confundió cariño, en todo caso no menciono algo más?
- Recuerdo que menciono algo sobre dos chicos y una mujer, realmente no le preste mucha atención, perdón
- No te preocupes cielito, no pasa nada, pero debes prometerme que esto quedara entre nosotras, no vaya a ser que Lynn se sienta molesto por cosas así
- Tú crees que puede molestar a papá? - en los ojos de Leni podía notarse la preocupación por el adulto, algo que ciertamente irritaba un poco a Rita
- Muy probablemente Leni, es... un secreto de nosotras si?
- Oh, claro, entiendo mamá - le mira fijamente con una sonrisa en los labios - de mi no se enterará
- Puedo creerlo hija, por ahora ve a desayunar antes que se enfríe por completo tu desayuno
Con ello le regalo una tranquila sonrisa a su hija mientras esta se retiraba, cambiando a una expresión más seria en el momento en que su hija abandono la habitación, pues tenía mucho que pensar.
Al menos había confirmado que seguía con el muchacho y no lo abandono a la primera oportunidad como el cobarde que siempre había sido, al menos le daría ese punto... lo que le causo inseguridad era la presencia de esta otra mujer y el otro niño.
No sabía nada del otro niño, tampoco tenia indicios de este y sabía que no conseguiría más información por lo que no podía saber si podía ser hijo o no de Lynn, además esta la otra mujer...
Lynn siempre había priorizado a sus hijas, era evidente después de tanto tiempo con las rutinas que tenia establecido, pero este último tiempo se había comportado extraño, como si no sintiese los mismos deseos de antes por cuidar a las chicas, como si su mentalidad estuviese cambiando. Y eso no le agradaba.
Odiaba aceptarlo pero la mitad de la estabilidad en ese hogar era gracias a que concentraba las energías de las chicas en sus visitas y pagaba por la mayoría de los gastos relacionados a sus diversos gustos y problemas en los que se metían permitiéndole llevar más tranquilamente las partes importantes de la familia que requerían de su intervención, pero si esta mujer comenzaba a llevarse dicha atención era muy probable que las chicas se comenzaran a desesperar... Y no estaba dispuesta a tener que reestructurar todo su hogar solo por los caprichos de su ex-esposo, tenia que de alguna forma recordarle que su prioridad era ese hogar y esas niñas, que los demás no tenían que importarle, tal como había hasta el momento.
Pensar en ello solo le causo un breve suspiro antes de levantarse con decisión de la cama, no le gustaba para nada pero era su mejor opción.
Después de todo ya le había dado cuatro recordatorios similares de su lugar y posición... uno más no haría la diferencia...
Para cuando Rita salió de la habitación la mayoría de las chicas miraban con recelo a un incomodo Lynn quien no entendía aquel espeso ambiente por más que agradeciera la tranquilidad que se había formado, pues el día anterior había sido muy pesado para él debido a los juegos con Lincoln y una tarde intentando conocerse, conversando cosas tanto banales como algunos detalles importantes mientras le proponía actividades orientadas a la cocina, trayéndole satisfacción tanto como un sumo cansancio a su cuerpo. Su desgracia comenzó al poco de acabar el desayuno pues cada hija quería su propio tiempo con el adulto, algo molestas por el descubrimiento y con gran necesidad de corroborar el cariño del adulto pero por sobre todo que ellas estaban primero en el corazón de este, tal como lo habían sentido a lo largo de sus vidas, pidiéndole desde ayuda con juegos deportivos, sesiones de maquillaje, duetos instrumentales, petición de dulces... todo cuanto alguna vez habían hecho con él alguna vez, sentir que no sobraban en la vida del adulto.
Lori por su parte solo pudo observar, quería ayudar al adulto pero seguía en parte dolida por aquella falta de confianza a su persona... además otra duda había surgido ¿Y si todo era un malentendido? Quería respuestas pero sabía que no las recibiría de él, al menos contaba con el apoyo de Luna en ello.
Para cuando ya había entrado la noche y las chicas ya se habían calmado, Lynn estaba completamente agotado, deseando irse pronto a su hogar para poder descansar antes de comenzar nuevamente su rutina al día siguiente, momento en el que fue detenido por Rita.
- Parece que por fin terminaste eh?
- Que quieres ahora Rita, ya te pague la pensión y por lo que me contaron no necesitan nada adicional, así que no me vengas con que necesitas más dinero
- Solo me compadecía un poco de esa cara de muerto que tienes, por más que apenas si difiera de tu rostro de siempre
- Ja ja, muy gracioso Rita
- Por favor, es mejor que la mayoría de tus bromas sin gracia
- Ya terminaste de insultarme? Pues me iré de aquí
- Mira... ayer fue un caos y muy a mi pesar las chicas te prefieren...
- Jajaja, tú? Preocupada por las chicas? No vengas con bromas Rita, eso ni tú te lo crees
- Intento preocuparme por ti y así me respondes, es fácil recordar porque nos separamos pero creo que ya no viene al caso, en serio te ves horrible
- Bueno, es verdad que estoy agotado - aunque una sonrisa se formo en su rostro al recordar la sonrisa de Lincoln por unos segundos también recordó los momentos donde inconscientemente recordó a sus hijas, arruinando varios momentos, devolviéndole a expresión lastimada y cansada, algo que Rita alcanzo a notar
- No suenas como alguien que halla ido al trabajo, no lo crees Lynn?
El adulto solo endureció la mirada, pues no estaba de humor para el sarcasmo usual de Rita.
- No me mires así, seamos sinceros, si estas acá es por las niñas así que podrías quedarte a dormir hoy e intenta recuperar algo de color en tu cara
- Lo siento pero yo...
- Vamos, acaso no te gustaría pasar una noche con tus hijas?
- Si... pero...
- Ya deja de poner pretextos Lynn, ellas te necesitan tanto como tu a ellas y te estoy dando una buena oportunidad, imagina... levantarte temprano y poder ver sus rostros durmientes, saber que si hay alguna pesadilla acudirán a ti y te abrazaran, apreciando ese amor que solo su padre puede darles, piensa en Lisa... alguna vez la has visto durmiendo? Ella no será una bebe para siempre...
La expresión de Lynn le decía todo lo que necesitaba Rita.
- Creo... que tienes razón
La mujer suspiro en respuesta, dándole la espalda al cansado hombre.
- Te armaré el sofá, puedes ir a darles las buenas noches por mientras o tomar una ducha, como prefieras
Todo había sido dicho con el mayor desinterés posible, algo que no extraño a Lynn a quien el sueño realmente le estaba pesando, por lo que casi como si lo hubiese tomado como una orden fue donde sus hijas dándoles la noticia que pasaría la noche mientras se despedía para dormir, algo que había logrado sacar más de una sonrisa victoriosa después de entrar en cada habitación y hablar con las chicas. Para cuando bajo pudo notar que el sofá seguía en el mismo estado en el que se encontraba cuando subió las escaleras, algo que no le impresionaba realmente, por lo que se dirigió a la habitación de Rita para conseguir alguna almohada junto a algo con lo que cubrirse mientras su devastado cuerpo todavía funcionaba, solo para encontrarse a Rita sentada en la cama, tranquila, observándole.
- Creo que no sería bueno que durmieras en el sofá, no eres especialmente joven sabes?
- Es en serio Rita?
- Se llama piedad Lynn, no soy un monstruo
Lynn iba a replicar pero en ese momento fue jalado hacia la cama por parte de Rita.
- No te preocupes, no pasara nada malo
- Que estás... - es nuevamente jalado por Rita, recostándolo en la cama, algo que por más que Lynn deseaba resistirse era incapaz, pues la fatiga de cuerpo había aumentado exponencialmente en el momento en que había sido recostado sobre el colchón.
- Tú tranquilo Lynn, todo acabara antes de que te des cuenta
Unas horas después
Rita se encontraba mirando tranquilamente por la ventana de la habitación mientras en la cercanía yacía Lynn quien dormía profundamente en la cama, completamente desvestido y con algunas señales dejadas a propósito por Rita.
- Espero no lo tomes a mal Lynn - acaricia suavemente su vientre - solo que aun me eres útil
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