Padre de él


Con el paso de los días y la proximidad del otoño también lo hicieron las suaves brisas que golpeaban cada vez con mayor intensidad los diferentes panoramas y hogares del pueblo, algo que en realidad no era de gran importancia para Jayden Walker.

El chico a diferencia de otros perezosos inicios de día había despertado con inusuales energías y un objetivo que cumplir, razón que lo llevo a levantarse incluso antes que sonase su despertador, desayunase con su madre y partiese de su hogar con destino a encontrarse con su mejor amigo.

Los últimos dos días el chico de cabello blanco se había comportado extraño, asintiendo en base a monosílabos, limitándose a hacer lo que le pedían y con una mirada pensativa, como si solo su cuerpo estuviese en la escuela y en las conversaciones cuando el grupo se juntaba, algo que le extrañaba pues si bien eran conductas relativamente extrañas en el chico no era la primera vez que le veía en ese estado solo para darse cuenta al tiempo que estaba atravesando por algún problema en su hogar.

Para Jayden pensar en el hogar de su amigo era en parte molesto, pues pese a lo mucho que le molestaba el conformismo de este, después de lo que había visto a lo largo del tiempo sabía que tenia motivos para poseer dicha forma de pensar al punto que más de una vez le había regalado ropa debido a que el susodicho padre del muchacho no tenia dinero o tiempo de renovar los ropajes que ya le quedaban pequeños, sumado a la falta de juguetes y elementos varios, pues el muchacho ni siquiera contaba con un móvil para mantener contacto más directo o una computadora con la que poder distraerse, conversar o algo tan básico como realizar sus deberes de la escuela. Por ello si se encontraba en problemas esta vez actuaria a tiempo, no permitiría que el problema arraigase y empeorara su estado anímico, algo que decidió hacer partiendo con una visita sorpresa, obligando a su amigo a salir de su rutina con frescos aires y sin posibilidades de negarse mientras iban a jugar algo.

Jayden era alguien definitivamente activo, alguien que gusta de actividades físicas siendo quien incitaba a sus amigos a participar siempre que podían en estas, acumulando una suma de momentos fastidiosos y momentos de muchas risas por igual debido a que las chicas no tardaban en apostar y el espíritu competitivo de los chicos se activaba. Por ello pensaba, aunque fuese necesario, sacar a Lincoln de su cama de ser necesario y le llevaría a donde fuese que pudiese liberar estrés, ya sea recorriendo la ciudad mientras conversaban o de llegar a animarse jugar algún partido amistoso en el parque de lo que fuese, lo importante era sacarle de aquella soledad donde se torturaría a si mismo.

Por ello iba a paso raudo con un único objetivo, lo demás sería improvisar dependiendo del estado del peliblanco, llegando frente a la puerta del hogar del pequeño donde no tardo en hacer el mayor escandalo que pudo golpeando la puerta, pues ya fuese que estuviera durmiendo o no así no tendría motivos para fingir que no le oía.

- ¡Heeeeey Liiiiiiinc! - su incesante golpeteo no se detenía pese a sus gritos - ¡Soy yo, abre ya! - sin esperar respuesta al terminar su frase cambio el patrón con el que golpeaba la puerta - ¡Se que estas ahí joven albino y no me iré hasta que me abras! - nuevamente volvió a cambiar el patrón de golpes sin prestar atención a las pisadas que se sentían en el interior del domicilio - ¡No me hagas probar la resistencia de la puerta, ambos sabemos que ella durará menos que yo!

Jayden estaba por cambiar nuevamente el patrón con el que estaba golpeando en su intento de molestar a Lincoln, pero este se vio frustrado debido a que la puerta fue abierta velozmente provocando una sonrisa de satisfacción en la cara del muchacho que realmente duro poco, pues la figura que se paro frente a él no era la del joven con quien compartía su amistad, sino que era una figura mucho más alta, levantando la mirada para encontrarse con el rostro ligeramente molesto de un adulto que le miraba fijamente.

- Quien eres niño y para que quieres a mi hijo? - Lynn realmente hacía poco esfuerzo en ocultar su molestia, algo que sus ojeras no ayudaban a suavizar la mirada del adulto

- Su hijo? Usted es el padre de Lincoln?

- Si lo soy, aunque no has respondido mi pregunta niño

El ver al adulto termino desconcertando ligeramente al niño, pues de todos los años que llevaba de amistad con el chico peliblanco jamás había visto al padre de este, provocando que aquel desconocimiento sumado a la evidente molestia en su expresión lograban espantar ligeramente al pequeño, causándole el temor de que el hombre pudiese reaccionar violentamente si respondía mal, algo que su opinión respecto al adulto de ser posiblemente el causante de que su amigo estuviera sufriendo es que le devolvió una mirada sería, preparándose para cualquiera sea la reacción del adulto.

- Yo me llamo Jayden, soy amigo de Lincoln y vengo para llevármelo - su postura era firme y había intentado verse lo más intimidante posible, incluso se había parado de puntillas para simular un poco más de altura - así que entréguemelo por las buenas

Lynn al ver la expresión del pequeño quedo por un momento perplejo, pensando intentando comprender que estaba pasando y sobre todo porque un niño pequeño le estaba dando una orden de ese estilo causándole junto a ello un poco de gracia, recordando ligeramente las charlas con Dawkins intentando recordar porque el nombre se le hacía tan familiar, aunque no podía negar que con el gorro blanco y la polera naranja le hacían muy parecido a su hijo, siendo algunos mechones rebeldes color dorado y la falta de pecas las principales diferencias que alcanzaba a notar. 

- Pues, Lincoln en este momento se esta preparando ya que vamos a salir

- Van a salir?

Para el muchacho escuchar aquella frase terminado por romper toda su concentración, esa era una situación totalmente anormal para lo que tenia conocimiento y que había corroborado con el paso de los años por lo que no sabía realmente como reaccionar a ello, notándose en su mirada. Lynn pudo notar inmediatamente aquella sensación de extrañeza en el muchacho, sintiendo que no debería de extrañarle si era conocido de su hijo y le tuviese la suficiente confianza para venir sin aviso a su hogar y solicitar la salida de este sin ninguna muestra de duda ante su figura. Era algo que ya tendría que trabajar, pero al menos ver la confianza con la que hablaba de su hijo y pensaba en el cuidado de este le reconfortaba en parte.

En dichas posiciones ambos se quedaron mirando unos momentos, meditando sobre aquella situación dando tiempo para que Lincoln saliera del dormitorio, quien al notar la presencia del adulto en la entrada se dirigió en su dirección.

- Papá, entonces quien er... JAY! - la sorpresa del peliblanco era notoria para las dos personas en la entrada del hogar

- Linc? 

- Que haces aquí Jay? Acaso... te prometí que saldríamos hoy? Vaya... si es así amigo perdóname, con todo lo de papá no estuve concentrado estos días, perdón

- Bueno... eso explica mucho, de hecho yo venía precisamente porque te había visto mal estos días y creía que algo había pasado (en voz baja) algo malo

- Yo... bueno... creo que te debo una explicación

- Y una muy grande, en serio este señor es tu papá?

- Si, bueno, lo es, pero... ya sabes - pese a que Lincoln lucía sumamente incomodo no dejaba de mirar a su amigo - cosas pasaron 

Lynn viendo como ambos parecían necesitar algo de tiempo pensó en cancelar aquella salida, pero eso probablemente decepcionaría profundamente a su hijo y le daría razones para desconfiar de él, otra vez... no estaban en las mejores condiciones pero la soltura con que hablaban ambos muchachos le termino por dar una idea.

- Hijo, y si tu amiguito se nos une? Se nota que son unidos... - ve que sus conjuntos de ropa son idénticos - ...demasiado, creo

- Puede?

- Puedo?

- Dios, incluso reaccionan parecido - Lynn contemplo la inclusión del pequeño al grupo, si bien estaba cansado había hecho cosas similares con sus hijas, dos niños no serían problema además de poder conocer un poco más sobre la vida de su hijo, y que mejor que con uno de sus amigos - bueno chicos, entonces partamos?

- Disculpe la pregunta señor, pero adonde iremos? Si es muy lejos debo avisarle a mamá

- No te preocupes Jay, solo vamos al parque

- Perfecto, en todo caso pensaba llevarte a ese lugar aunque te hubiese tenido que arrastrar

- No serías capaz de arrastrarme aunque quisieras

- A que no? No me desafíes chico - ríe valientemente - sabes que ganaré 

Mientras ambos muchachos conversaban entre jugarretas el grupo comenzó a caminar, siendo ambos niños quienes iban adelante y Lynn vigilándolos por detrás. Lynn sabía que su hijo todavía debía de sentirse extraño ante una situación donde estuviesen solo los dos, algo que había comprobado hace dos días cuando ambos salieron a dar una caminata después del fuerte impacto emocional que ambos tuvieron, algo que agradeció en su momento ya que el ambiente en el hogar no era el mejor y un cambio de aires era necesario... el mayor problema vino después...

Ambos salieron sumamente felices del lugar, en su caso por saber que todavía tenia una oportunidad con su hijo pero los temas con los que reiniciar la conversación, más después de aquel momento de sinceridad mutua, eran escasos, ninguno de los dos se atrevía a hablar de forma tan directa con el otro o preguntar abiertamente para conocerse mejor, si lo pensaba bien su hijo tal vez había desahogado un sentimiento sumamente reprimido en su ser y en ese momento necesitase algo de calma, algo que los llevo a tener comentarios simples mientras caminaban, convirtiéndose más en disfrutar de la compañía del otro que en una charla... por más que no le molestase en lo absoluto. El problema era que ese no era todo su objetivo, sabía que había un largo camino por delante y tampoco era necesario apresurar las cosas pero algo debía hacerse y relacionarse con salidas o compartir todo lo posible era lo único que se le ocurría, incluso mientras caminaba seguía debatiéndose si el parque era la mejor opción, pero ser capaz de ver a su hijo feliz le reconfortaba lo suficiente para calmar aquellas ideas, además comprobar que al menos no había estado totalmente solo calmaba en parte su conciencia.

El viaje no fue muy largo y ya se encontraban en su destino, un viaje sin inconvenientes con algunas interacciones donde Lynn era involucrado gracias a la curiosidad del par de niños terminando en algunas risas por los comentarios o en miradas perplejas ante el humor directo de Lynn.

Ya instalados en el parque los tres comenzaron a conversar y realizar algunas jugarretas inocentes, algo que a Lynn le termino por sacar todo el aire de sus pulmones rápidamente además de dejar muy débiles sus piernas, momento en que el adulto pidió un momento para recomponerse ante la vista algo triste del peliblanco y una mirada seria del rubio.

Lynn sentía como el pecho le apretaba en aquel momento, realmente había corrido su poco contra aquellos hiperactivos chicos por lo que esperaba quedar fatigado pero no al punto de sentir aquella dificultad para respirar, aunque no solo eso le dificultaba para su propia tranquilidad pues algo que no pudo evitar fue recordar a las gemelas, tan similares y tan diferentes a su vez, siendo capaces de coordinarse al momento de verle y exprimirle su energía en medio de juegos mientras veía al dúo jugar, incluso pudo recordar las veces que su hija deportista hacia gala de su honorifico practicando cada deporte que pudiese imaginar mientras con una sonrisa le solicitaba para sus practicas y le demostraba todo amor por los deportes, sensaciones que pudo experimentar por primera vez con su hijo y odiaba no haber sido capaz de soportarlo.

Para ese momento se estaba maldiciendo a si mismo, junto a su malestar físico su mente se encontraba dividida, no podía dejar de pensar en sus hijas, hijas a las que no pudo visitar por estar con su hijo, alguien a quien realmente había abandonado por tanto tiempo, era justo que el también tuviese su tiempo de calidad sin pensar en las chicas tal y como lo hacía con ellas, sin pensar en el en ningún momento... pero aun sabiéndolo no podía quitarse el recuerdo de ellas, por lo que instintivamente saco su teléfono para revisar sus contactos y cualquier posible mensaje de su familia... su otra familia...

Noto como habían algunos mensajes de sus hijas preguntando porque no estaba junto a ellas, algunas preocupadas, otras más por cortesía e insistencia ante la no respuesta del adulto probablemente, eran diversas formas con las que se dirigían a él y en parte deseaba ir donde ellas, hasta de llevar a Lincoln consigo y acabar con todo de una vez... pero sabía que no podía, era lo mejor y sobre todo... era su turno de esperar.

Sintiendo como un segundo aire venía a él y se levanto con su animo algo recompuesto, dirigiéndose donde los muchachos que habían conseguido un equipamiento de beisbol cortesía de uno equipo amateur que practicaba en ese lugar, marcando una sonrisa en su rostro sabiendo que había encontrado una nueva característica con la que acercase a su hijo además de ser un gusto compartido con una de sus hijas, algo que incluso, algún día... quizás podría emplear para presentarlos y tener un motivo para que se acercaran como hermanos.

Pero eso no sería en ese momento.

De momento su prioridad era solo su hijo.

- Hey chicos, les molesta si me uno?

Lynn podía notar la duda en su pequeño, pero no le importaba, con el tiempo mejoraría.

- No lo sé... te veías exhausto recién, seguro no quieres descansar?

- Estaré bien hijo, tranquilo

Lincoln lucía algo dudoso a responder afirmativamente, momento en el que Jayden aprovecho para tomar la iniciativa que sabía su amigo no haría.

- Señor, debo llamar a mamá para que me venga a buscar, olvide que tenia cosas pendientes, así que... (se dirige a Lincoln) por mientras juega con tu papá, ya seguiremos conversando sobre "eso"

- Ah, claro, gracias Jay

Dicho esto Jayden le entrego su guante y la bola a Lynn, quien le agradeció sinceramente al pequeño mientras se acercaba a tomar las cosas, momento que el niño aprovecho para hablarle en voz baja.

- Te tengo en la mira, ni creas que estoy tranquilo después de tanto (a Lincoln en voz alta) bueno, los dejo un momento

Dicho eso se acerco a un árbol desde el que saco su móvil y comenzó a llamar a su madre.

Lynn por su parte había quedado algo impresionado por aquella frase, era consiente de la situación y le dolía, pero que se lo recordaran a cada momento era algo que no le complacía aun si era su castigo, pero si era por su hijo lo recibiría.

Por ello antes de volver a mirar al peliblanco lucho contra su expresión y devolver a su rostro una expresión feliz y afable, intentando olvidar el dolor que cargaba en su espalda por un momento y tener un divertido momento solo con su hijo.

Al principio los lanzamientos eran lentos y débiles, atinando la mayoría pero con una cierta incomodidad, algo que se soluciono en cuanto Lincoln comenzó a hablar de algunas de sus historias en la primaria, pasando de incomodos pases a un ritmo más estable y suelto, dejándose llevar por las historias que ambos comenzaron a contar, a vista tranquila de Jayden quien había preferido mantenerse al margen viendo como las expresiones de su amigo se volvían más tranquilas, incluso para cuando llego su madre a buscarlo quien en un principio se sintió extrañada por ver la situación, sobre todo por aquel adulto a quien no conocía y del que su hijo no menciono en la llamada, momento en que este le explico quien era el adulto, cambiando su expresión por una más sería mientras se cruzaba de brazos y le analizaba, esperando el momento en que la charla con el pequeño cesase para tener una charla con el, una de madre a padre.

Pasaron unos minutos más lanzándose aquella bola en completa comodidad, sentimiento que calmo la mente del adulto y le permitió perderse en sus mejores recuerdos, sintiendo aquella soltura en su cuerpo y en sus acciones como si llevase conociendo de toda su vida a quien tenia en frente... como si estuviese jugando con su quinta hija. Momento en el que Lincoln logró lanzar la bola perfectamente a su mano y con una potencia considerable aun pese al cansancio que ambos comenzaban a presentar, sobre todo por parte de Lynn.

- Lo hice papá, lo hice - la felicidad en Lincoln era evidente junto a su emoción por lograr ese lanzamiento con la bola

- Claro que si... uff... eso estuvo genial, definitivamente ese tiro fue excelente Lynn Jr

Y dicho Lynn logro recordar donde estaba, pero sobre todo con quien estaba.

- Lynn... Jr? Papá? De quién hablas?

- Ehh... lo... lo siento hijo jejeje es... es una historia curiosa 

Lynn había dicho aquella frase de forma natural, ni siquiera se la había cuestionado en el momento que se dejo llevar por la situación por lo que ahora se encontraba en un enorme dilema, mirando angustiado y con clara duda al pequeño quien no hacía más que verle fijamente sin entender que estaba pasando.

Momento en que la conversación entre ambos murió por los balbuceos del adulto y que la espectadora considero que era oportuno para hacer su intromisión.

- Lincoln - por primera vez desde que la mujer había llegado la pareja padre e hijo notaron su presencia - que bueno verte cariño, puedes prestarme un segundo a tu padre?

- Cla...claro

- Bien, ve a jugar con Jayden un rato, tengo cosas de adultos que conversar con tu padre


Mientras tanto, cerca de ese lugar


- Mira, no estoy enojada, pero sabes que lo que hiciste no se debe hacer verdad?

- Lo siento, es que era una victima perfecta y yo...

- No hay pero Luan, esa fue una broma muy fea de tu parte y no quiero que vuelvas a hacérsela a nadie, entendiste?

- Si mamá - el tono decaído de la chica demostraba que realmente le dolía el reproche que estaba recibiendo, pues no había ni una pizca de sarcasmo en aquella frase

- (suspiro) Esto no debería ser así - su voz se notaba cansada, a lo que termino por tomarse del puente de su nariz en un intento de calmar su cabeza - primero las gemelas se desesperan debido a que no apareció, luego lo de Lisa y ahora esto, por favor Luan, eres de las mayores, deberías ser un ejemplo para tus hermanas menores y ayudarme

- (triste) Lo sé, pero te juro que fue porque estoy preocupada por papá, la broma con el mapache fue porque creía que seria gracioso y podría despejarme un poco, él... él siempre viene los sábados y ahora ni siquiera contesto mis mensajes

- Debe estar ocupado con su trabajo, ya le conoces (le abraza) así que tranquila

- Lo sé - mientras correspondía el abrazo y pasaba la su cabeza por sobre el hombro pudo notar a cuatro figuras a la distancia, algo que en no era raro puesto que era un parque ideal para salidas en familia... si no fuera porque una de esas figuras se le hacía particularmente conocida - oye... no estoy segura... pero ese no es... - la duda se había apoderado a este punto por completo de su voz - ...papá?

Escuchar esa frase de su acompañante le hizo sentirse extrañada, algo que caracterizaba al adulto era su constancia, si faltaba era por motivos completamente laborales pues sabía de primera mano lo devoto que era como padre, por lo que encontrarse en un parque a esa hora y ese día era extraño, demasiado para su propia tranquilidad.

- Como va a ser él? Esa broma es de mal gusto hasta para ti Luan

- Date la vuelta y ve, estoy seguro que es papá

- (comienza a darse la vuelta) Y yo estoy segura que no...

En ese momento ambas mujeres pudieron notar la escena, la figura de Lynn era fácil de reconocer para ellas pues por más que no viviesen juntos le veían constantemente, incluso sabían que el hombre gastaba poco en vestuario solo para consentir a sus hijas por lo que sus atuendos tendían a ser repetitivos e icónicos en él.

Lo que no era normal ni les terminaba de agradar era todo lo demás...

Dos niños idénticos y una mujer muy cerca de él, aunque por la distancia no podían saber lo que estaban conversando se notaba que estaban hablando muy cerca mientras los chicos estaban cerca, muy calmados en presencia de ambos adultos para que no tuviesen relación alguna.

Ninguna de las dos lo podía creer, pero la prueba estaba justo frente a ellas... sobre todo a la mayor quien pudo notar un poco mejor parte de las facciones del grupo identificando a su padre, perdiendo todo rastro de duda.

- Es... es...

- Shh... tranquila Luan - rápidamente le envolvió para evitar que vea aquella escena, pues sabía la estima que tenia la muchacha por su padre - vámonos de aquí

- Pero... - los sentimientos de Luan estaban arremolinados, sabía que sus padres estaban divorciados, pero siempre había visto aquella devoción de su padre, podía recordar las promesas que le había hecho a ella y sus hermanas sobre que sus hijos lo eran todo para él... algo que le hizo creer que no había nada más que ellas... que no había otra familia 

- Ya Luan... ya... solo... vámonos - por más que intentase mantener la compostura aquella revelación le había golpeado duro, más cuando estaba de por si preocupada por aquella persona solo para descubrirla... con otra vida, con otra familia, por lo que presionando fuertemente su labio inferior con sus dientes se obligo a mantenerse firme, sintiendo como la única figura paterna que aun respetaba comenzaba a desmoronarse frente a ella - no hay nada que ver aquí, vamos a casa

- Si Lori

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