Nueva familia

Lincoln observaba su mano, cerrándola y abriéndola a intervalos lentamente mientras no hacía más que fijar su mirada en esta, el solo recordar esa sonrisa burlona de aquella sombra le enfurecía, pero ver la destrozada mirada de la chica frente a él era superior a la furia en su interior. No había conversado demasiado con ella, apenas si la reconocía por los rumores y por las pocas veces que se habían visto antes, pero había intentado conversar con él y le estaba ofreciendo un lugar, no estaba tan cegado por su furia para evitar pensar que la muchacha solo había intentado ser amable y había rechazado aquello de la peor forma posible.

Lucy observaba a su compañero peliblanco en silencio, tapando la boca de Lisa quién tenía claros deseos de seguir preguntando, pero siendo abrazada por Lucy y con ambas manos aferradas a su boca era difícil, algo que por más molesto que le resultase a Lucy sabía que debía mantenerse, que su hermano estaba deliberando en su mente, viendo la mejor opción, él sabía más que ella, conoce mucho más sobre la vida, si su pensamiento era el de irse o quedarse ella acataría, por sobre lo que Luna o Lori pudiesen decirle, por eso esperaba, para saber que rumbo debía tomar.

Algo que Lisa no compartía en lo absoluto, pues harta de su encierro comenzó a lamer la mano de Lucy.

- Que asco.

- Fue tu culpa por intentar callarme, - Apunta como puede a Lincoln. - ¿Por qué llevas tanto tiempo callado?

- Lisa, no le hables así a...

- Cometí un error, y los errores siempre traen consecuencias.

Lucy no esperaba una respuesta por parte del muchacho, ni menos una frase tan sería pues un recuerdo del rostro de Lola mirándola en el aire antes de caer vino a su rostro, era consciente de lo grave que podían ser los errores.

- ¿Y qué haces cuando cometes un error?

- Lo arreglas, supongo.

- ¿Y cómo lo arreglas?

- Ese es el problema, no tengo idea.

- ¿Y cual es la consecuencia? ¿Qué Luna se enoje por el golpe?

- Ella no se merecía el golpe en primer lugar, si ella se enoja tiene todo el derecho, actué como un idiota y ni siquiera es la primera vez.

Lincoln podía recordarlo, perdía el control con bastante regularidad, atacando gente ya sea apreciada o agresores, no importaba, solo podía pensar en todas las veces que había decidió actuar agresivamente y pensaba en los resultados.

Cuando estaba harto de la ventana, casi asesino al anciano.

Cuando devolvió pelea a la rubia, perdió todo el aprecio del profesor Dawkins.

Cuando encaro a Lynn definitivamente, tuvo el peor día de su vida.

Sus acciones tenían consecuencias, era algo que más de una vez el anciano le había explicado, algo que se negó a entender durante mucho tiempo, pero que podía entenderlo ahora tras pensarlo detenidamente, algo que no había hecho antes y tuvo que observar ese rostro destruido para entenderlo.

El peso de una acción podía significar demasiado, y ahora el había tomado una bastante mala.

- ¿Y si le preguntas a Luna?

- Ella no querrá verme, debe odiarme en estos momentos.

- ¿Cómo lo sabes? Ella nunca te ha dicho que te odia.

- (Molesto) ¿Alguna vez te han dicho que preguntas demasiado?

- (Feliz) Quiero saber de las cosas, es divertido aprender cosas.

- Entonces aprende que a veces es molesto preguntar tanto.

- Oh... ¿Y cuándo puedo preguntar de nuevo?

- ¿Por qué no mejor le preguntar a cualquier otra persona?

- Porque eres el primero que responde todas mis preguntas.

No había pena o dolor en la expresión de Lisa, tampoco había alguna muestra de apego o serenidad, todo lo que podía expresarse de la mirada de la niña era una profunda curiosidad y la emoción del descubrimiento, para ella muchas cosas seguían siendo nuevas, su mente era capaz de pensar y deducir varias cosas de su entorno pero la información que recibía era escasa, nada satisfacía su ansia de conocimiento, los libros que había escuchado de sus hermanas que contenían dicho saber eran garabatos que no podía entender, manchas borrosas que apenas se distinguían unas de otras y de las veces donde podía preguntar a los demás siempre era la misma historia.

Ocupadas por sus actividades o molestas por alguna razón.

Siempre culpando a que no se sentían bien, ¿La explicación que le dieron? Eran emociones que no les permitían estar bien, ¿Cuál fue su razonamiento?

Las emociones no eran necesarias.

Había contemplado eso como una verdad, del poco conocimiento que el mundo parecía estarle entregando, se había concentrado en obtener lo que pudiese para razonarlo y aprender más, esa era su meta, pero que alguien abiertamente se dedicase a responderle cada cosa que preguntase era casi un milagro, ni siquiera se había dado cuenta de lo emocionada que estaba preguntando cada cosa que pasaba, el muchacho, a veces molesto, a veces fastidiado, a veces con un rostro paciente, no importaba como o con que emoción, el chico estaba respondiendo, no sabía cuanto iba a durar aquel regalo para ella, por lo que nada le callaría.

Ella preguntaría.

- (Emocionada) Quiero aprender más cosas, aprender es divertido y tú eres amable.

- ¿Amable?

- Las demás cuando se sienten mal simplemente se alejan, tú podrías haberte callado y alejarte como las demás, pero sigues respondiendo mis preguntas, ¿Eso significa ser amable no? Recuerdo haberlo escuchado del señor de la nariz grande.

- Lynn.

- ¿Así se llamaba? ¡Cómo mi hermana mayor!

- Espera. - Lucy miro perpleja a Lisa - ¿No conocías el nombre de papá?

- Pues no, nunca me dijo su nombre, tampoco ustedes, él generalmente solo me miraba de lejos por un rato y se iba con las gemelas, a veces jugaba conmigo, pero cuando comenzaba a preguntarle cosas usaba una voz rara y se iba.

- Papá... no hacía las cosas así... él... siempre estaba junto a nosotras, todas nosotras, nos daba tiempo y compresión, no podría...

- Así era Lynn, siempre fue así.

El tono seco que uso Lincoln volvió a golpear a Lucy, era una visión completamente opuesta al hombre que conoció, si bien ya había escuchado dichas quejas del peliblanco era algo que asociaba a alguna molestia que desconociera, a algún problema que hubiesen tenido y que el muchacho, pese a su forma de ser, tenía ese resentimiento contra su familia, ella lo entendía, no supo en que momento su mirada hacía las gemelas o la niña atrapada entre sus brazos se había convertido en un odio profundo, podría haber sido similar al caso de Lincoln y su padre, pero aquellas palabras de Lisa.

- No, papá no fue así.

- Piensa lo que quieras, pero ya no quiero hablar de él. - Lincoln agacho la mirada, mirando nuevamente su puño derecho. - Nada bueno ocurre cuando él está involucrado.

La intención de protestar nuevamente inundo a Lucy, era una de las pocas personas que le había tratado decentemente y Lincoln todo lo que hacía cuando se mencionaba era hablar mal de él, pero si recriminaba en ese momento, si le insistía, ¿Reaccionaría como lo hizo con Luna? No, esa no era su real preocupación, después de lo que había hecho un golpe era lo menos que se merecía, pero conociendo las intenciones del niño le haría algo mucho peor.

Le dejaría sola.

Una vez más, estaría completamente sola.

Y en estos momentos, eso era lo que más le aterraba.

- Creo que lo mejor será que me vaya.

Aquellas repentinas palabras tomaron por sorpresa a Lucy, quien observo como el muchacho comenzaba a levantarse, si la decisión a la que había llegado era no hacer caso a las palabras de Luna y se marcharía, soltando en ese momento a Lisa.

- Entiendo.

- ¿Ya se van?

- Si, ya estuve demasiado tiempo en esta casa.

- Pero...

La voz de Lisa fue completamente opacada por el sonido del golpe con fuerza de la puerta principal al abrirse, obligándolos a ver por el susto como Luan entraba por la puerta quien los ignoro por completo, aunque se encontraban en la sala, subiendo la escalera rápidamente antes de encerrarse en su habitación, ni siquiera se había molestado en cerrar la puerta, casi como una invitación abierta a marcharse del lugar.

- Supongo que estaba molesta. - Dijo con algo de pena Lucy.

- Esa solo es otra razón para irme rápido.

- ¿Cómo sabían que estaba molesta?

Ambos niños miraron a Lisa, quien los veía confundida.

- Pues, porque lucía molesta. - Dijo ahora una Lucy confundida.

- No tengo tiempo para seguir respondiendo sus preguntas.

Lincoln ahora comenzó a encaminarse hacía la salida, si seguía escuchando a esa niña seguiría en ese lugar, se había quedado en un principio por notar que estaba hambrienta, luego por las interminables preguntas, cada una tan inocente como la anterior, cosas simples, cosas que no comprendía que a la niña pelinegra le parecían hasta obvias, no saber diferenciar entre ser inoportuno y ser molesto, el conocía bien esas cosas, había pasado por lo mismo, y aunque lo quería negar entre más respondía sus preguntas más comenzaba a formarse una pequeña idea en su cabeza: "es como yo".

El desconocimiento de cosas básicas por no poder conversar con la gente, el poco interés a cosas como el hambre y la necesidad de extender una conversación ante una persona, podía entenderlo, había pasado mucho desde que esas situaciones comenzaron a apartarse de su vida, pero los recuerdos no eran algo que se desvaneciera fácilmente, si lo fueran...

- No estarías tan desesperado por que me callará, ¿O sí? ¿Qué tan increíblemente despiadado debes ser para rogar por callar tú pecado? No puedes huir de tus propias acciones Lincoln.

Aquella voz que parecía como lentamente comenzaba a dormirse, todo por la intromisión de esa familia, estaba apareciendo nuevamente, para recordarle que en su espalda cargaba algo terrible.

Y... aun así...

- ¿No puedes quedarte un rato más? Por favor.

Esa niña, era como él.

- (Furiosa) ¡Contéstame Luna!

Aunque estaban en el primer piso, la discusión de Luna y Luan podía escucharse, esa era una señal de alerta para Lincoln, la última que necesitaba, los ánimos en esa casa eran los peores como para soportar una presencia ajena como lo era la suya, una vez que esas dos se pusieran de acuerdo posiblemente hablarían de lo ocurrido y estaría en desventaja por lo que giro su cuerpo para encaminarse una vez más a la salida, pero sintió una pequeña resistencia a su paso, un peso que no correspondía que evito su movimiento, girándose con pánico pensando que el peor escenario finalmente había ocurrido, pero no fue así.

Su mirada no encontró una señal de odio o furia, no había nadie con una intensión asesina o con miradas de asco, en su pierna, aferrada, se encontraba Lisa.

Podía sentirlo, sus manos temblaban aun cuando su agarre era fuerte, no solo sus manos temblaban, podía sentir como todo su cuerpo temblaba mientras escondía inútilmente su rostro en la pierna del muchacho.

- Oye, suéltame.

- N..No... por favor... al menos... hasta que se paren... últimamente todos gritan... todos me dan miedo... solo déjame estar hasta que paren.

Ella le recordaba muchas cosas, ninguna agradable, incluso ahora podía recordarle momentos que solo quería olvidar y le molestaban, pero esas eran memorias impregnadas en él, como las noches de tormenta cuando nadie le decía que los truenos no le harían nada, o cuando caminaba a casa tras ser olvidado y notaba como empezaba a oscurecer, todos esos momentos donde rogo que su querido padre estuviese a su lado y lo consolara como tantas veces había visto en la televisión o escuchado en la escuela.

- No te preocupes, ellas no están enojadas contigo.

No quería estar allí, no le gustaba ese lugar, todo ese lugar significaba cosas que él odiaba, pero por sobre todo eso, odiaba la idea que otra persona tuviera el mismo miedo que él tuvo tantos años atrás.

Por lo que puso una de sus manos sobre la cabeza de la niña.

- ¿Uh?

- No te dejaré sola mientras ellos griten, ¿Está bien?

Lisa sintió el calor de la mano del muchacho sobre su cabeza, era una sensación tibia que aplastaba ligeramente su cabello y hacía sentir pesada su cabeza, los gritos del segundo piso comenzaban a calmarse, pero aquel agarre no parecía aflojar, sintiéndole cerca, el temblor de su cuerpo disminuyo ligeramente y se mantuvo en esa posición.

- Yo... no se que hacer en estos casos, ¿Qué debería hacer?

- En este momento, solo dejar que todo pase, porque esto es algo temporal, ese miedo que tienes es solo temporal.

Por más que ahora el silencio se había apoderado de la casa, Lisa se mantuvo en esa posición, sentía que con eso la calma estaba volviendo gradualmente a su ser, aquel miedo que sentía con cada discusión, la posibilidad de que en cualquier momento otra surgiese, era algo que ese simple gesto comenzaba a aliviar, por lo que se quedo allí, sin moverse, aferrado a esa pequeña fuente de esperanza que tenía frente a ella.

- Lincoln, entonces... ¿Nos vamos a ir?

Lincoln levanto la mirada para ver a su compañera, pero luego volvió a bajar la mirada hasta la cabeza de la pequeña niña.

- Al menos hoy, creo que no.

- ¿Estás seguro?

- Completamente, un hombre no se retracta de su palabra. - Pensando - ¿No es así abuelo?

Mientras los niños en la sala de estar terminaban de conversar y el ambiente en la habitación de Luna y Luan se calmaba, Leni se encontraba aferrada con fuerza a un oso de peluche, los gritos no habían sido una buena señal para ella y no tardo en cerrar la puerta con seguro, repitiéndose una vez tras otra que nadie entraría por ella, que estaba a salvo y nada malo ocurriría de nuevo.

- El hombre malo ya se fue, el hombre malo ya se fue, el hombre malo ya se fue...

Al principio podía distinguir las voces de Luan y Luna, las había escuchado millones de veces discutir en el pasado, no era algo nuevo para ella, pero los gritos de esta vez, esos gritos... sonaban como sus propios gritos, recordando como el anciano la llevaba y arrojaba como si tuviera menos valor que un trapo viejo, observándole con esos ojos llenos de furia que podrían haberla asesinado al menor esfuerzo.

Llevo su mano a su boca, su propia respiración era demasiado ruidosa, podría ser escuchada si seguía así, así se aseguraría de que nada malo le pasaría, nada malo tenía que volver a pasarle, solo tenía que esperar a que su ma...

- ¿Quién estuvo a tu lado Leni?

Esa vocecilla en su cabeza, la voz de Lori recordándole el suceso, no, no tenía porque ser así, su madre le amaba, su madre le protegería, su madre...

- No estuvo allí Leni.

Las lágrimas comenzaron a desbordar a través de sus ojos, los gemidos se intensificaron mientras se encorvaba sobre la almohada a la que tan firmemente se estaba aferrando en un intento de disminuir su presencia, cualquier indicio que delatase que estaba allí y pudiese llamar a la fuente de los problemas.

Aquel ruido, esas quejas.

- Por favor... ya déjenme en paz...

Ella solo podía rogar porque esa puerta resistiera lo suficiente para poder sentirse a salvo en su propio hogar.


Algunas horas más tarde

Conversar con tu tío le traía una gran paz a Lori, sentía que había encontrado un buen confidente de sus pesares y que no importaba lo mal que se sintiese, tenía alguna palabra para ella y la escucharía con calma o le daría algún consejo, no importaba si Luan lo había arruinado, su tío se había encargado de enfriar los ánimos y seguir conversando con ella un buen rato sin mayor complicación, además de que no era la primera ocasión donde Leo le incitaba a que se fuese con ella.

Por más que se había negado era una opción que le sonaba bastante atractiva, la posibilidad de olvidarse de todos los problemas de una buena vez y quedarse con alguien que le estaba mostrando un aprecio genuino era algo encantador, pero nuevamente el pensamiento de sus hermanas inundaba su mente.

Al levantar su mirada y observar su casa, no se había dado cuenta lo descuidada que estaba, el césped del patio delantero se había salido de control y comenzaba a parecer maleza, varias cosas tiradas en el piso, algunos juguetes de Lo... no importaba, a su mente vino la imagen de Luan reclamándole esa tarde, recriminándole cosas cuando ella claramente no estaba a la altura de la situación, ni siquiera entendían que las estaba protegiendo y se daban el gusto de molestarse con ella, al menos no tendría que lidiar con Rita, no había sabido de ella en días y su teléfono no había recibido llamadas lo cual era extraño, esperaba que se comunicaran del hospital en cualquier momento de que encontraron ya sea el cadáver o a esa mujer herida, en cualquier caso no le interesaba, y lo mejor era que podría estar una temporada sin escucharla.

Camino hacia la casa y al entrar, dio un pequeño vistazo al lugar, buscando cualquier clase de vida, pero no había nadie en el primer piso, ni un solo esbozo de vida en aquel lugar, podía notar como algunos sectores comenzaban a acumular suciedad y polvo inclusive.

- Si papá estuviera vivo, le daría un infarto ver la casa así.

Suspirando algo cansada tras esa frase se encamino hacía la cocina, generalmente alguien se habría hecho cargo de la cena, siempre había alguien, pero si nadie había cocinado nada no había nada que hacer, llamo a una pizzería y pidió algo, no tenía energía para cocinar algo, quería comer algo y dormir aprovechando que nadie parecía querer dar problemas esa noche.

Tenia que reconocerlo, no había sido ella misma, seguía preocupada de sus hermanas, pero una suerte de fastidio había comenzado a sentir desde que le pudo silenciar la molesta voz de Rita al tirarla en medio de la nada, la sensación de paz era extraña, casi como si fuese un gusto culposo, ver la casa en ese estado si bien no le agradaba tampoco le importaba demasiado, pero entre más lo pensaba más se hacía la idea de cierta cosa que no había vislumbrado antes: la libertad.

- Je, como si fuera tan fácil, siguen siendo mis hermanas.

Esas últimas palabras, pudo notarlo, no las dijo con cariño, tampoco las dijo con furia o asco, habían sido palabras dichas al aire para autoconvencerse, apretó un poco su agarre al pasamanos y termino por subir hasta el segundo piso, observando que, pese a que la casa en general se encontraba a oscuras, la luz podía ser observaba por el contorno de 2 puertas, la puerta de Luna y Luan, además de la puerta de otra persona que no entendía mucho el porqué.

- (Confundida) ¿Lisa?

Presa de un poco de curiosidad se encamino hasta esta, era cierto que sus esfuerzos por mantener a la menor del hogar eran solo para actividades biológicamente necesarias como lo era asistencia para ayudarle a bajar la escalera, comer o cambios de ropa, algo que no siempre hacía, además de impresionarle que todavía a esas edad requiriese tanta ayuda.

- Lola ya se vestía sola a esa edad.

Apretó con algo de furia su puño, las palabras se habían deslizado por sus labios sin que se diera cuenta, un suave susurro inesperado de su inconsciente, pero que le había causado dolor, una molestia real por palabras de alguien que ya no iba a aparecer y que, para su dolor, necesitaba olvidar.

Alejarse, aquella palabra volvió a aparecer en su mente, olvidarse de todo y ser libre, aquel lugar comenzaba a parecer más una cárcel donde pagaba una cadena perpetua con su propia sanidad, aun así, negó con violencia esos pensamientos y puso su mano sobre el pomo de la puerta, girándola con poca delicadeza para ver en que se encontraba su pequeña hermanita.

- ¿Y esto que es?

- Una jirafa, son reconocidas por sus cuellos largos.

- ¿Entonces es otro animal?

- Bueno, sí, digo, una jirafa es un animal.

- ¿Y por que tiene el cuello tan largo?

- Pues...

- ¿Sigues aquí?

La voz de Lori resonó por toda la habitación, tanto Lisa, Lucy como Lincoln, los tres sentados alrededor de un libro en el piso, miraron la fuente de la que procedía aquella voz, notando la mirada extrañada de ver aquella escena, sobre todo por el hecho de que el muchacho del que más de una vez había hablado con su tío estuviese tan tranquilamente integrado en un ambiente de ese lugar, de esa casa, con su familia.

- (Asustada) M..Mamá Lori... yo le...

- Me está explicando cosas mamá Lori, le pregunto una cosa tras otra y me sigue respondiendo, (Feliz) Lincoln lo sabe todo.

La inquisitiva mirada de Lori se enfoco en el muchacho peliblanco, podía notar como se había puesto nervioso de su aparición y había retrocedido ligeramente, casi como si fuese un cachorro a la defensiva el cual pudiese actuar ante cualquier movimiento brusco, parándose lentamente, sin perder el contacto visual en ningún momento contra ella.

- (Pensando) ¿Acaso cree que soy un animal? - A Lincoln - ¿No ibas a irte?

- Pero si ya dije que me estaba explican...

- No estoy hablando contigo Lisa, estoy hablando con este sujeto.

- Pero...

- Lisa, - Aunque la voz de Lincoln sonaba firme, Lori pudo notarlo, el muchacho estaba nervioso. - Este es uno de esos momentos donde no debes preguntar, yo te diré cuando puedes volver a hacerlo.

Ninguna palabra fue dicha con furia u odio, aunque era una actitud firme con una mezcla de nervios, todo fue dicho despacio, como si fuese suavizando el contenido de esa frase para no alterar más a Lisa, ella misma había usado ese tono muchas veces con las gemelas en el pasado para explicarles cosas difíciles de entender, algo que la experiencia y las situaciones le había enseñado.

¿Cómo es que ese niño sabía sobre eso?

Ni siquiera eso.

¿Por qué actuaba así con Lisa?

No llevaba ni siquiera 1 día en la casa y ya comenzaba a tomarse esas libertades, ¿Acaso era un espíritu libre que no le importaba cambiar de hogar y de familia en poco tiempo? Se supone que estaba junto a ese anciano bruto, un peligro para cualquiera que se le acercase, si estuvo tanto tiempo tendría que haber adquirido esos rasgos y ser otro peligro más para su familia, sacarlo de allí y que su tío se lo llevara era solo otra de sus tareas para traer paz a ese hogar, entonces, ¿Por qué actuaba así con Lisa?

- Estaba conversando con Lisa y se me fue el tiempo, eso es todo.

- (Nerviosa) Pero yo te pedí...

- (Serio) Lisa, recuerda lo que te dije, yo te diré cuando puedes hablar.

La pequeña obedeció agachando la cabeza, Lucy se acerco a esta en silencio, como si en cualquier momento fuese a saltar sobre Lisa, preparándose para callarla si volvía a interrumpir, Lincoln no había dado aquella orden en ningún momento pero la niña estaba segura que aquello sería lo mejor, dejar que Lincoln y Lori conversasen sin más interrupciones, preparándose para ser echados una vez más y caminar con la oscuridad y las estrellas custodiando el camino nuevamente a la casa que los había cobijado la noche anterior, muy lejos de todo el dolor y miedo que aquella casa comenzaba a producirle.

- ¿Por qué le das órdenes a Lisa?

- Tú me estabas preguntando a mí, hay que tener respeto por los mayores.

- ¿Eso fue sarcasmo?

- No lo fue, el anciano fue muy estricto con eso.

- Ese anciano... supongo que te enseño más cosas también.

- Ninguna cosa que no me halla agradado haber aprendido.

- ¿Eso implica golpear mujeres sin compasión?

- Eso implica golpear gente sin corazón y que abusa de la situación.

- (Molesta) Mocoso.

Lori apretó su puño con furia, pero podía notar que la sola situación estaba poniendo nerviosa a Lisa, por lo que soltó el aire que contenía para devolverle una mirada molesta a Lincoln, pero lejos de cualquier arranque de furia como lo fue su primer encuentro.

- Lisa, ¿Este niño te hizo algo malo?

Lisa con su mirada busco a Lincoln, quien asintió con la cabeza, pero al notar que la pequeña no reaccionaba decidió hablar.

- Puedes responderle Lisa.

Lisa en ese momento giro su cabeza a Lori.

- N..No mamá Lori, él solo ha sido amable conmigo y ha respondido mis preguntas, a..además de eso me preparo un sándwich de almuerzo, tenia mantequilla de maní y jalea, e..estaba rico.

- Al menos trataste bien a Lisa, eso voy a reconocértelo.

- No trataría mal a una chica como ella, - En voz baja - Nadie se merece esa situación.

- ¿Y qué? ¿Piensas quedarte a dormir esta noche? Como pudiste notar no es que nos sobre espacio en la casa.

- M..Mamá Lori, - Esta vez fue Lucy quien pudo sacar su voz para hablar pese a lo nerviosa que esta lucía. - Luna fue la que invito a Lincoln a quedarse, e..ella le pidió que se quedara con... con nosotros.

Lori no quería escuchar a Lucy, no tenía ganas de dialogar con ella, pero aquellas palabras habían resonado un poco en su cabeza, la idea de que Luna había dado tal instrucción era lo que más había destacado en aquella frase, cambiando su mirada a la pequeña de ojos ocultos quien no pudo evitar retroceder, casi como si hubiese encendido la mecha de una bomba y esta pudiese explotar en cualquier momento.

- Hablare primero con Luna, por el momento, - Se fijo nuevamente en Lincoln. - Quédate aquí, no quiero más problemas en esta casa.

Y tal como entro, se retiró de la habitación.

Mientras avanzaba hacia el cuarto de Luna pudo escuchar un suspiro proveniente de la habitación de Lisa, casi como si las personas dentro de ese lugar se hubiesen sincronizado al dejar de notar su presencia, algo que le molesto ligeramente pero que no detuvo su paso hasta llegar a la segunda habitación iluminada.

Por más que quería aclarar la situación podía imaginar lo que respondería su hermana, más de una vez esta le había comentado sobre su postura de aceptarlo como un miembro de la familia, un punto de vista demasiado amable de su parte, no era tan sencillo, no había tanto dinero, no tenían un espacio donde hacerlo dormir, ¿Acaso pensaba poner una cama en el armario al final del pasillo? Ni siquiera tenían una cama que darle y no podía permitirle usar la de Rita, aun tenía que terminar de revisar la habitación para encontrar cosas que pudieran ser incriminatorias o, en el peor de los casos, usar contra Rita.

Al pensar en ello termino por molestarse, aunque más madura y racional que las demás, Luna seguía siendo una de sus hermanas, alguien irracional que no piensa antes de actuar y que se deja llevar, en pocas horas más cuando el niño tuviese sueño habrían problemas, cuando llegase la pizza tendrían que compartir con él, estaba segura que no había pensado en nada y el solo hecho de que ese niño fuese otra cosa más de la que encargarse termino con la paciencia que le quedaba de ese día, volteándose una vez más hacía la habitación de Luna y golpeando con fuerza la puerta.

- (Firme) Luna, sal.

Pudo sentir algunos ruidos en el interior al igual que murmullos, eso no le importaba, necesitaba aclarar las cosas antes de que todo se saliese de control una vez más.

- Luna, sal, ¡Ahora! - A Lori se le había acabado la paciencia.

Luna abrió la puerta, siendo secundada por detrás por Luan quien miraba con algo de molestia a Lori, algo que la susodicha decidió no prestar atención.

- Lori, dime.

- ¿Tú le dijiste a ese niño que se quedara? - Dijo mientras apuntaba hacía la habitación de Lisa.

- (Confundida) ¿Niño? Ah, es verdad, Lincoln está en casa.

- No estoy de acuerdo con esa decisión.

- Lori, ya hemos hablado de esto, sigue siendo nuestro hermano.

- Hermano o no, no quiero que este en casa, pero tú lo invitaste formalmente de todos modos.

- Técnicamente Rita fue quien lo trajo.

- ¿Y acaso la ves en casa? No, así que no me interesa lo que ella haya dicho.

- L..Lori, tranquila, e..en todo caso ya está aquí.

- Exacto, ¿Qué va a comer? ¿Dónde va a dormir? ¿Qué va a hacer mientras este aquí?

- Bueno, él...

- Ni siquiera se en que o como gastaba el dinero Rita, solo puedo ver lo que gano de mi trabajo, ¿Crees que alcanza para 10 personas?

- Lori... somos 9.

El rostro de Lori se ensombreció instantáneamente, sus pupilas incluso se dilataron mientras observaba a su hermana quien instintivamente termino dando un paso atrás, empujando ligeramente a Luan en el proceso, ambas podían escuchar como la respiración de Lori se volvió irregular por ese momento antes de cerrar sus ojos y, como si nada de eso hubiese pasado, como si hubiese hecho un cambio en esos segundos, darle la mirada más fría que habían visto de ella en sus vidas.

- Si tanto te interesa ese niño, tú te harás cargo de él, su comida, sus cosas, todo, si hace un desastre tú serás la culpable, si algo le pasa será tu culpa, así que no me interesa saber nada de él, ¿Quedo claro?

- (Apenada) Si... mamá.

- Perfecto, encargue pizza para la cena, ve tú que come ese niño.

- Pero si dijiste que...

- Claramente dije que tú te harías cargo de él, si no quieres comer por darle tú comida ya es tú problema.

Sin esperar una respuesta Lori se volteó, dirigiéndose hacia la escalera.

Luna solo podía observar sin ser capaz de gestar palabra, su boca se movía pero era incapaz de emitir sonidos, jamás había visto tan enojada a su hermana o que tomase decisiones tan radicales, cayendo su vista en el momento en que la espalda de la rubia se perdió con el inmueble, Luan por su parte pudo reaccionar un poco, lo suficiente para notar que Luna se encontraba paralizada y abrazarla, pues las palabras tampoco venían a su boca, solo intuía que Luna estaba peor, mucho peor, pues no solo había recibido tal reprimenda, sino que ahora tendría que cargar con la vida de ese muchacho.

Un muchacho que solo le había traído problemas desde aquel día en el parque donde lo vio por primera vez.

Al cabo de unos minutos Luna estuvo se calmo lo suficiente para saber que tendría estaba ante una situación compleja, pues era verdad que no había pensado mucho las cosas, aquel día había sido especialmente duro para su mente y no tenía la menor idea de porque ese muchacho seguía en la casa, por lo que tendría que escoger, negociar una vez más con Lori o hablar con el muchacho y ver como lo harían, después de todo había verdad en las palabras de su hermana, ella fue quien le dio la invitación está vez de pertenecer a ese hogar.

Al mirar hacía el primer piso desde la escalera pudo sentir un extraño nudo en su garganta, así que descarto rápidamente hablar con Lori otra vez, pensado que al menos no le obligo a tirarlo a la calle, algo que bajo la situación intento verlo positivamente, verlo como una victoria para la unión familiar, así que al escuchar su voz en la habitación de Lisa simplemente avanzo, encontrándolo sentado en la cama de esta junto a Lucy con quien hablaba, al lado de Lisa quien se hallaba dormida.

- ¿Lincoln?

Ambos niños se estremecieron, claramente estaban en alerta, podía suponer que había sido obra de Lori.

- No te alarmes, solo quiero conversar.

- La rubia no parecía tener las mismas ganas.

- Se llama Lori, deberías al menos aprenderte su nombre.

- (Molesto) No creo que ella se moleste en aprender el mío.

- ¿Acaso tú abuelo te enseño a tratar así a las personas?

Aquello claramente destruyo la estabilidad mental en Lincoln, quien ahora se veía dudoso, era algo que había pensado durante la tarde, el niño se veía bastante enérgico cuando hablo de ese sujeto, claramente le quería, y podría usar eso para llegar a Lincoln.

- Bueno... él dijo que hay que respetar a los mayores.

- Y Lori es tu hermana mayor, al menos por respeto deberías aprender su nombre.

- Tienes... (Apenado) un buen punto.

Era un gesto pequeño, la situación no era la mejor y posiblemente tendrían que tratar temas difíciles, pero verle aquella expresión inocente de cometer un error, algo que normalmente verías en un niño, reconforto un poco a Luna.

- En todo caso, como te dije, creo que debemos empezar de 0, así que los nombres es un buen punto, ¿No crees?

- Ya me sé algunos nombres, he conversado con Lucy sobre eso.

- Cierto, Lucy. - Al desviar su mirada a la pequeña de negro esta escondió la suya propia, no quería pensar mucho en ella, por lo que devolvió su mirada a Lincoln rápidamente. - En fin, ¿Escuchas la discusión que tuve con Lori?

- (Serio) Si escuche, fue casi imposible no hacerlo.

- Entonces eso me ahorra tiempo, tenemos que...

- No se preocupe, solo tengo que sobrevivir hasta que el anciano salga de la cárcel y puedo hacerlo hasta ese entonces, lo he hecho en peores condiciones antes.

- ¿De qué estás hablando?

- Si es por comida, tengo dinero ahorrado y se cocinar, si es por ir a la escuela conozco el camino y me gusta caminar, si es por mis propias cosas, realmente no tengo mucha necesidad de ser vigilado y supongo que mientras el anciano este en la cárcel mis castigos estarán pausados, así que no se preocupe.

- Lincoln, no hables como si fueras una carga.

- ¿Eso soy no? Tú hermana lo dejo muy en claro.

- Pero... yo... tú... ella...

- Dijo algo de pizza para la cena, aprovechando que Lisa está dormida me cocinare algo, y si ella se enoja dígale que pagaré por lo que ocupare.

- Lincoln, no era eso...

- Y si aun le molesta me puedo larg...

- ¡Cállate! Por favor... cállate.

Si bien Luna alzo la voz, fue más un golpe sonoro, uno lo suficientemente controlado para evitar que Lisa despertase pero que estremeció al muchacho, deteniendo su charla.

- Yo no te considero una carga, te considero mi hermano, quiero que seamos hermanos, se que hay mejores formas de abordar esto y eso es lo que quiero que hablemos, pero por sobre todo no quiero que regreses a esa casa solitaria donde nadie te está esperando.

- Eso no sería un problema, no sería la primera vez.

Lucy no sabía mucho de Lincoln, entre más hablaban, más misterios aparecían en ese niño que no era muchos años mayor a ella, no entendía aquella fuerza y determinación que poseía, el porque le brindo una mano o la estaba tolerando, porque se acerco a Lisa y no la dejo cuando lo mejor hubiese sido irse rápidamente como era el plan original, por que sus palabras hacia su padre eran tan agresivas o aquellas frases llenas de dolor.

No entendía como alguien así podía existir, como un niño que representaba todo lo que ella deseaba ser estaba frente a ella, pero al escuchar esa última frase, sabía perfectamente que esa no era fuerza, ella había repetido frases así una vez tras otra, rogando que llegasen a oídos de alguien, esperando una simple cosa.

Levanto su mano, ignorando cualquier posible reacción de la gente a su lado, y la puso sobre la de Lincoln.

No sabía que decir, todo desde que conoció a ese niño era nuevo y aun no procesaba todas las cosas, pero si algo creyó que necesitaba hacerle entender, es que no iba a estar solo, no importaba si volvía a esa casa o decidía quedarse, quería transmitirle eso, rogaba porque su mensaje fuese entendido, que no fuese malinterpretado debido a su propia torpeza, se sentía frustrada por ser ella, por no tener ni esa fuerza o ese conocimiento que si tenía el niño, pero eso era lo mejor que podía hacer.

Lincoln solo volteó su cabeza y miro a Lucy, algo que duro solo unos segundos, pero ambos sintieron como horas.

- Gracias.

Fue lo único que salió de la boca del niño, tras eso se levanto y se encamino hasta Luna, mirándola fijamente.

- Yo... lo siento.

- No es necesario que te disculpes.

- No... si lo es, por lo de esta mañana, por lo de ahora, lo pensé y... sigh, no actué bien, así que, pensé que, tal como tu dijiste, ¿Empezamos de nuevo? - Lincoln alzo su mano en señal de apretón de manos - Soy Lincoln Loud, un gusto.

Eso era todo lo que Luna necesitaba oír, era todo lo que necesitaba para saber que había una oportunidad por pequeña que fuese.

Luna ahora sabía que si había esperanza de que podrían ser una familia.

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