Interacciones ruidosas
El viaje en taxi fue un momento de un silencio incomodo el cual generaba con el pasar de los minutos una atmosfera cada vez más tensa, con el movimiento de las avenidas y el cambio de edificios de pocas plantas al sector habitacional la fría mirada de el que sería el adulto entre ambos pasajeros destruía cualquier intento de generar un mínimo de confort en dicho vehículo por parte del conductor, algo que no beneficiaba en nada el hecho que la escolta de la adulta estuviese concentrada en las estructuras y paisajes con una nula intención de entablar palabra alguna.
A ojos del conductor era evidente que eran madre e hija, no solo por apariencia, sino por actitud.
Una vez se llego al destino las pocas palabras y traspaso de dinero sellaron el viaje dejando a Rita parada en silencio mientras observaba su hogar junto a una Lori quien cargaba con un bolso mientras esperaba la reacción de la mujer mayor.
Rita solo miraba imperturbable la entrada del lugar, el lugar de aquel acto que no estaba dentro de su esquema, aquella falla en la historia que tenia escrita y solo ella debía de manipular mientras no lograra su objetivo, pudiendo incluso recordar levemente el ataque que había sufrido, recordar esa mirada vacía mientras un puño se enterraba cada vez más en su rostro provocando que inconscientemente su mano derecha se aproximase a su mejilla y sintiese la dureza y aspereza de la marca que ahora esta poseía, aquella marca que atravesaba su mejilla hasta llegar a la zona de la boca.
- Imbécil.
Fue dicho con suavidad y sin toque de resentimiento, como una palabra dicha al aire que apenas si fue captada por su acompañante.
- (Pensando) Lo forcé demasiado y se rompió, supongo que hasta algo como él tenia un limite, pero bueno al menos tengo más motivos para hacerle pagar y ahora no necesitare recurrir a eso nuevamente, supongo que algo bueno salió de todo esto - Con ello recordó el suceso desencadenante, aquella criatura que ahora cargaba en su interior, lo que le llevo a poner su mano izquierda en su vientre - ¿Esto tiene algún uso ahora?
Y con esa pregunta en su cabeza siguió meditando de pie por unos momentos, algo que no terminaba de convencer a Lori, quien casi a un nivel instintivo sentía la necesidad de alejarse de la silenciosa mujer.
Pasaron un par de minutos antes de que esta, todavía sin pronunciar palabra alguna, avanzase hasta la puerta y entrara en completa calma, ignorando a las tres muchachas que se alzaban frente a ella en el momento en que entro en la estructura solo para dirigirse hasta su habitación, siendo ese momento en el que giro sobre su propio cuerpo para quedar mirando a los ojos a Lori, quien solo se había limitado a seguirla.
- Contén a tus hermanas y que no entren, lo último que necesito en este momento son sus balbuceos y estupideces para interrumpir mi recuperación.
- Si mamá.
Con ello Rita cerro la puerta que separaba su habitación del resto del hogar sin darle una segunda mirada a Lori, quien se limitaba a observarle con seriedad sin ningún rasgo de sorpresa por aquellas palabras o tono. Una vez confirmo que la mujer no poseía más mensajes para ella retrocedió y dejo caer sin más el bolso que llevaba, encaminándose hacia las afectadas gemelas que se habían quedado en la misma ubicación donde intentaron recibir alegremente a su madre después de una estadía de poco más de una semana en el hospital.
Al apoyarse sobre una de sus rodillas y abrir los brazos ambas gemelas rápidamente saltaron a sus brazos en medio de suaves sollozos.
- Gracias por cuidarlas Luan, en serio me hiciste un gran favor al quedarte con ellas.
- Lori, nosotras...
- Lo sé, pero mamá acaba de salir del hospital y esta cansada, además ella es así.
- Aún así no tenía por qué tratarnos así (Tono molesto) seguimos siendo sus hijas.
Lori quería responder a aquella afirmación con lo que sabía desde hace unos días, pero se limito a morderse ligeramente la lengua mientras levantaba la mirada para enfrentar con ella a Luan.
- Desgraciadamente nos tendremos que conformar hasta que aparezca papá.
Aquella palabra distorsiono la mueca que Luan tenía, llevaba mucho tiempo desaparecido sin contestar sus llamadas, mensajes o siquiera acercárseles para dar alguna explicación y aunque Luna le había dicho a ella que finalmente había dado con el edificio donde debería de vivir su padre tampoco lograban encontrar rastro de él, era como si hubiese huido, como si finalmente les hubiese abandonado...
Tal como lo había dicho Leni.
- ¿Y que haría al llegar? ¿Golpearnos si no le agrada lo que vea?
- Luan, ya hablaremos de eso en privado pero por ahora baja el tono de voz por favor.
- Simplemente hablaremos de otra justificación, quiero creer en papá pero sus actos están demostrando todo lo contrario.
- No lo estoy justificando, es solo... no lo entenderías.
Aquella frase había sido una de las frases más comunes de esa casa la última semana ante todos los sucesos que habían ocurrido, una que si bien lograba molestar ligeramente a todas por el misticismo de todo al que Lori había sumergido a la familia era especialmente dañina para Luan.
Con una madre fría y un padre al que si bien ven seguido no logra distribuirse lo suficiente para sentir que tiene un rol fundamental en ella era consiente que su hermana mayor había tomado un rol poderoso en la vida de ella y sus hermanas, pero aunque fuera la más joven de las mayores o compañera de cuarto con Luna se le hacia evidente la intención de sus hermanas mayores por ocultarle los sucesos que ocurren en su familia, siempre teniendo un rol menor, siendo "cuidada" por sus hermanas mayores mientras vivía bajo la premisa de que "ella no lo entendería".
- (Molesta) ¿Y cómo quieres que lo entienda si jamás dices nada? ¿O acaso solo te sirvo como niñera pero no para explicarme que ocurre mientras la familia se cae a pedazos?
- Luan, solo es un tropiezo que hemos tenido como familia, no compliques más las cosas ni menos con las gemelas en ese estado.
- Claro ¿Para eso si soy madura verdad?
- (Seria) En serio Luan, no es el momento, no eres la única que ha pasado por varios problemas esta última semana, sobre todo ahora que no hemos tenido noticias de papá.
- ¡Papá aquí, papá acá, deja de justificarte detrás de ese cobarde que ni siquiera se ha presentado después de provocar todo esto!
- Hay mucho más en juego de lo que tú crees Luan, así que por favor cálmate de una vez y no alteres más a las pequeñas.
- ¡¿Entonces aceptas que hay mucho que nos ocultas no?!
- ¡Son cosas que no importan en este momento! - La frustración era evidente en Lori pero con las pequeñas en sus brazos no podía alterarse demasiado - ¡Lo que importa ahora es que tenemos que estar unidos como la familia que siempre hemos sido, papá incluido!
- ¡¿De qué familia estás hablando?! ¡¿En serio te parecemos una familia feliz después de todo esto?! Y si fuera por eso ¡¿No tiene ese tipo un respaldo por un caso como este?! ¡¿O ya olvidaste a esos dos niños!? ¡Seguro que estaba buscando la oportunidad de...
- ¡Ya deja de gritarle a mamá Lori! - La molestia, pena y angustia era evidente en Lola quien ya no soportaba el griterío en que se había transformado esa conversación, pero por sobre todo aun con todo ese caos no iba a soportar un ataque así a Lori - ¡Si alguien aquí provoco todo esto sería mamá Rita, porque seguro que papá...!
- ¡Ya cierren la boca todas de una vez y sobre todo no hablen sobre ese maldito infeliz!
Aquel bramido proveniente de la habitación donde yacía la rubia mayor termino por hacer callar a todas las presentes principalmente por la furia con la que aquel grito había sido hecho, acción que no hizo sino provocar miedo en las dos rubias menores transformando sus sollozos en un silenció profundo el cual rápidamente estaba transformándose en un llanto temeroso.
Haciendo uso de toda su capacidad física y emocional Lori cargo a ambas gemelas y se dirigió a la entrada, si quería calmarlas debía de ser en un entorno fuera de esa criatura a la que llaman madre. Mientras comenzaba a acercarse a la puerta enfoco una última mirada en Luan, había un claro mensaje en esta y la muchacha de prominente dentadura lo entendió perfectamente por lo que procedió a salir detrás de sus hermanas sabiendo perfectamente que su conversación estaba lejos de acabar.
En ese momento, ciudad de Detroit
- ¿Murió?
- Si, le doy mis sinceras condolencias por tener que informarle así pero necesito que conversemos de otro tema relevante al caso del señor Loud.
- ¿Su hijo verdad?
- S..si - El tono frío con el que le había respondido aquella persona logro hacer dudar a la encargada.
- Entiendo.
La conversación en ese punto solo fueron monosílabos ante las palabras de la operadora quien le explicaba toda la información que habían sido capaces de reunir en esos días como algunos aspectos generales respecto al padre o el estado actual del muchacho terminando con una cita para entregar el resto de la información de forma presencial antes de despedirse cordialmente y acabar la llamada.
Mirar la pantalla de su móvil era la única acción que en ese momento era capaz de procesar, habían pasado unos 10 años desde la última vez que se hablaron y todo se había ido de mal en peor, peleas, disputas y enfado eran los últimos recuerdos que tenia de la persona que fue Lynn, recuerdos que se trasponían con otras vivencias más agradables, los tiempos donde ambos eran felices juntos y no solo había entendimientos, sino comprensión y apoyo, todo antes que Lynn destruyera todo ese vínculo entre ambos.
Fragmentos de su memoria se reactivaron rápidamente para escuchar aquellas amargas palabras con las que el castaño le había sacado de su casa.
- ¿Cómo puedes ser tan insensible respecto a esto?
- No estoy siendo insensible, solo te digo que esa mujer no hace más que causarte daño, ya la has visto y mírate ahora ¿Siquiera vas a poder vivir bien aquí?
- Lo haré, no lo dudes, no puedo abandonar a mis hijos.
- ¡¿Pero a que costo?! ¡¿Cómo vas a mantener todo y más considerando lo que hará Rita?!
- ¡Deja de meter a Rita en todo, las cosas simplemente no salieron bien por ahora!
- ¡Pero si tú...! - Algo en su mente logro unir las piezas en ese preciso momento, cambiando por completo su furia por otro sentimiento que no hacia sino preocuparle todavía más, lastima - No... Lynn... por favor... no me digas que todavía la amas.
- (Furioso) ¡¿Y eso que te importa?! ¡Sabes, si solo te vas a dedicar a cuestionarme todo lárgate de una vez, no te necesito en mi vida mientras tenga a mis hijos conmigo!
Ese incidente solo logro que desde el interior del departamento un chillido comenzase a sonar, el llanto desconsolado de un bebé quien no entendía el mundo que le rodeaba y solo le quedaba llorar.
- ¡Solo lárgate de una vez!
- ¡Pero Li...!
- ¡Ya lárgate!
Su sangre hervía en esos momentos y si el mismo Lynn había decidido apartarle de su vida respetaría eso sin importar las consecuencias, aquel pensamiento concebido por la furia y la tristeza ahora le resultaba tan ridículo, aquel pensamiento que no le permitió acercarse nuevamente, intentarlo nuevamente mientras hacia recapacitar al castaño y sacarle de aquel agujero de desesperación y dolor donde sabía que se había sumergido, si solo su orgullo no hubiese cegado su pensamiento, si solo su empatía hubiese sido mayor que su furia.
Si solo...
Si solo...
Eso ya no importaba, él ya no estaba.
Ya no podrían disculparse, aquella llamada que por tanto espero jamás será ejecutada, aquella visita que por tanto deseo hacer ya no tendría sentido, aquellos sueños que de vez en cuando surgían donde se reunían, reconciliaban y se ponían al día, todo aquello ya no tendría la oportunidad de ocurrir, pues la persona a la que iba dirigida toda esa emoción... ya no existía.
Por eso seguía mirando la pantalla de su móvil, ni siquiera sabía cuanto tiempo había pasado desde que se quedo en esa posición y no le importaba, pues el nudo en su pecho era la única sensación que ahora le recordaba que estaba consiente por más que desease que fuese una más de las pésimas bromas que tanto hacía y eso fuese su más desesperado y estúpido intento de hablarle, que el móvil sonaría una vez más y esta vez sería la voz del castaño con un tono jocoso diciéndole "Caíste".
Pero el móvil no volvía a sonar.
Y con ello sus esperanzas de que fuese una retorcida broma solo se intensificaron, solo que sabía que quien se la estaba gastando no era Lynn, sino la vida misma. En ese momento fue cuando se permitió llorar.
Tras unos minutos de desahogo pudo incorporarse, sabiendo las repercusiones que aquella noticia traería por lo que desbloqueando la pantalla del móvil se dirigió a sus contactos mientras se quedaba fijamente observando uno de estos y se cuestionaba.
¿Era realmente necesario hacerlo?
¿Siquiera se justifica ser quien de la noticia después de lo ocurrido? ¿Después de ser quien proclamase la indignación contra Lynn y consiguiera aislarle tal como el castaño deseaba?
En ese punto sentía que siquiera tenía fuerzas suficientes para realizar aquel acto tan simple pero a la vez difícil como lo era hacer esa llamada.
Aun así, tras muchos minutos de reflexión, termino por pulsar el correspondiente botón.
- ...
- ...
- ...
- ¿Quién es?
- Tenemos que hablar, es sobre Lynn y Lincoln.
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- Entonces ¿Qué quiere capitana?
- Gracias por venir, necesito conversar un par de cosas contigo.
- ¿Hice algo malo? De lo que yo se no he hecho ninguna falta a las reglas el equipo.
- No es por el equipo chico, es algo más personal y tiene que ver también con tu mellizo.
Aquella palabra provoco que el rubio se sorprendiera, no tenía ninguna idea del porque estaría hablando de su amigo pero sabía que no era el mejor de los momentos para ello.
- (Curioso) ¿Qué necesitas de mi amigo?
- ¿Amigo?
- ¿Eh?
- ¿No eran hermanos?
- No lo somos, se que nos parecemos pero solo somos amigos.
- Entonces, podría hablar contigo sobre... eh... sobre... (Suspiro) tú padre...
Jayden al escuchar eso realmente le había sorprendido, pues no solo era una extraña escena el ver a la capitana de la mitad de los clubes deportivos de la primaria hablando con algo de miedo sino que le preguntaba sobre su difunto padre, cosas que no lograba conectar de ninguna forma.
- No creo que podamos hablar de mi padre, lo siento.
- Mira chico, no tengo malas intenciones pero por un asunto familiar necesito hablar con él, por favor.
- Y yo te digo que eso no se puede, así que si eso era todo me voy.
- ¿Por qué tan testarudo con el tema? ¿Temes que te lo robe acaso? - La pasividad con la que había comenzado su charla se había terminado, ella necesitaba respuestas.
- (Molesto) Ya te dije, no se puede, el no está aquí.
- (Molesta) ¡Mientes, mis hermanas te vieron jugando con él hace unos meses!
- ¡De que demonios estás hablando si ni siquiera recuerdo a papá!
- ¡¿Cómo puedes decir eso de tu papá cuando se veían tan felices jugando junto al chico peliblanco?!
En ese momento el cerebro de Jayden pudo conectar la información, ella no buscaba a su padre, sino el de su amigo.
- Mira, al que buscas no es a mi papá, sino al de mi amigo pero no es un buen momento para él así que por favor déjale en paz.
- Chico, tú realmente no entiendes por todo lo que estoy pasando, realmente necesito encontrarme con él, han pasado muchas cosas en casa y el esta envuelto en todo.
- No se lo que hizo ese sujeto pero te lo advierto, deja a Lincoln en paz, además ese tipo solo sabe hacer sufrir a la gente.
- ¡No hables así de él si no lo conoces!
- Lo conozco lo suficiente para decir que si fuera por mi le rompería la cara por desgra...
Jayden no pudo terminar su frase pues la furia de Lynn supero su propia paciencia, no iba a permitir que un tipo cualquiera insultase a su familia, menos todavía a su padre en medio de todo el caos que ahora era lo que llama su hogar.
- ¡Cállate! ¡Si vuelves a insultar así a papá juro que te romperé la cara!
El golpe había sido fuerte y su mejilla comenzaba a arder, incluso estaba pensando en levantarse y devolverle aquel golpe el cual sentía que no tenía motivos de haber sido ejecutado por lo que rápidamente comenzó a levantarse con el objetivo de enganchar un golpe en la mejilla de la chica de pecas pero su cerebro nuevamente comenzó a trabajar al analizar aquellas palabras mencionadas por la chica, acción que le detuvo al incorporarse solo para quedarse observándole con incredulidad.
- ¿Papá?
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