Cumpleaños
- Que ocurre muchacho, no te veías muy animado durante el taller, paso algo?
- No estoy seguro, ha sido un tiempo algo extraño para mi
- Con extraño a que te refieres? Si tienes algún problema sabes que puedes contarme y quizás pueda ayudarte con eso - su voz se vuelve más grave mientras en su mirada se nota un poco de furia reprimida - más si tienes problemas con alguien
- Gracias Sr. Dawkins pero creo que esto es algo que debo solucionar personalmente, es... algo familiar
- Tiene que ver con tu padre verdad?
Que el muchacho apartase la mirada era suficiente para que Ethan entendiera que había acertado.
- Lincoln, todo lo que hablemos quedara entre los dos, no te preocupes
- Lo sé, y se lo agradezco pero (suspiro) ni siquiera yo entiendo bien todo lo que esta pasando
- Pues, podrías contármelo y entre los dos entenderlo no crees?
Ethan miraba ahora con calma al pequeño, sabía que cuando estaba indeciso apartaba la mirada mientras jugueteaba con sus manos mientras pensaba en una forma de poder tranquilizar al otro pues no le gustaba involucrar a las personas con sus propios problemas ya que en el fondo temía dañar a la gente en quien confiaba, era al noble por su parte pero sabía que eso le causaría más daño a largo plazo por lo que tendría que presionar un poco al muchacho.
- Lincoln, hijo, no te pongas así - tras pensarlo unos segundos prosiguió - te propongo algo, tú me dices que te acompleja y yo te respondo cualquier cosa que gustes, aun si no quiero responderlo
- Pero acaso no me podría contar algún secreto suyo? - había llamado la atención del muchacho, lo que formo una sonrisa en el rostro el maestro - digo... podría preguntar algo que le avergonzase
- Ay muchacho, te queda mucho antes de lograr sacarme algo realmente importante, pero bueno, todavía no me dices si aceptas - aquello había sido dicho con un tono jocoso, risa que se transmitió al niño
- Esta bien, esta bien, usted gana
- Perfecto, antes... quieres ir por algo de beber? Creo que el ambiente de la escuela no es el más...
- No - ante la repentina respuesta el adulto quedo aturdido por un momento, algo que el niño noto y con mucha vergüenza escondió ligeramente su rostro - n...no, preferiría aquí, me siento más cómodo
- Seguro chico?
- Si, este salón... me calma un poco
La mirada de Ethan se endureció ligeramente tras escuchar eso, pues podía notar el nerviosismo del muchacho a la hora de mencionar su problema, más sabiendo que ese sujeto estaba involucrado.
Después de haberle conocido se reunieron un par de veces para indicarle algunos aspectos de la vida del muchacho, lo que sabía podían ser los gustos de este, las amistades que había podido presenciar, los logros que había tenido a lo largo de su tiempo en la primaria, lo esencial para que se hiciera una idea de la vida del niño y adicionalmente darle a entender el maravilloso niño al que había estado ignorando, todo para que el muchacho pudiese cerrar aquella herida mal tratada durante tanto tiempo en su corazón y que, por la expresión del muchacho, parecía haber estado tratando no de muy buena forma.
- Como te trata tu padre Lincoln?
- Es... extraño, lleva un tiempo charlando un poco conmigo cuando llega del trabajo pero la mitad de las veces... no lo sé, pareciera como si estuviera pensando
- Recuerdo que la última vez que hablamos sobre esto me contaste que tu padre no te daba atención, parece ser que hubo un cambio
- Si, bueno, como le dije ahora charlamos en ocasiones hay... días donde se sienta conmigo y me pregunta cosas pero... hay veces en que lo noto fastidiado, como si se estuviera obligando a sentarse y escucharme
- Bueno... quizás... llega muy cansado del trabajo pero quiere saber de ti - aunque por dentro Ethan estuviera molesto no era bueno para el muchacho que viviera conociendo ese odio, si al menos este pensaba en que era esfuerzo paternal y lo tomaba a bien algo podría hacer en el futuro para mejorarlo - no te preocupes
- (decaído) Supongo
- Hay... algo más, verdad?
- Bueno... - la incomodidad con la que hablaba el muchacho era evidente, movimientos involuntarios de sus brazos y la duda tanto en su tono de voz como expresión eran claros - él... tiende a confundir mi nombre
- Confunde tu nombre?
- Si, hay veces que hacemos algunas cosas juntos y cuando le veo algo más relajado me llama con otros nombres, aunque me dijo que eran los otros nombre que pensó para mi antes de nacer, no lo sé, los dice muy convencido, como si no... - su tono de voz decae, al igual que su mirada - se sintiera cómodo con quien soy
- No digas eso, es... un error común entre padres, y si me dices que se le ve muy cansado debe ser la acumulación de todo
Lincoln se notaba claramente indeciso ante las palabras del adulto, quien ni siquiera lograba convencerse a si mismo debatiéndose el trabajo que estaba realizando el padre del niño, viendo como ahora el chico se sentía inseguro. Lo único que podía agradecer de toda esa situación era algo que había podido notar durante algunas sesiones del club de arte, pues sabía que algo le impedía al muchacho confiar en plenitud incluso con sus amigos cercanos en una sutil indiferencia ante el trato de estos y el resguardo ante ciertas solicitudes, eran cosas que pudo notar como empezaban a aflojarse sobre todo en el trato con el chico castaño, su amigo del club, reaccionando más abiertamente a este, como si se estuviese permitiendo confiar más en él y quizás... con el resto de las personas.
- Es que, hay ocasiones donde me ha dicho nombres femeninos, por ejemplo la semana pasada estábamos preparando una tarta y mientras colocábamos el glaseado me llamo Luan, no lo sé... creo que quizás el quería tener una niña y no un niño, tal vez por eso quería estar tanto tiempo conmigo, quizás...
- Lincoln, n..no te preocupes, estoy seguro... que tu padre solo esta distraído por el cansancio, dale tiempo, tampoco esta acostumbrado a buscar convivir contigo no? Es solo... algo temporal
- Usted cree eso?
Quería decirle que no, insultar al adulto por seguir descuidando al muchacho pero no era ni el momento ni el lugar, sobre todo teniendo al pequeño con una clara necesidad de confianza y esperanza frente a él, por lo que se trago todo aquello y le dio la mejor sonrisa que pudo antes de abrazarle.
- Así lo creo muchacho, ya verás que todo mejora... solo... dale tiempo... pero bueno - rompe el abrazo para mirarle fijamente mientras sostiene los hombros del muchacho, ya era suficiente y debía levantarle el animo al pequeño - un trato es un trato, alguna pregunta que hacerme pequeño, te puedo adelantar el próximo proyecto si lo quieres - mientras reía le dio un guiño, esperando que entienda que era una broma sino tendría muchos problemas
- Cierto, aunque me la guardare para otro momento
- Hey, eso no era parte del trato
- Usted dijo que respondería una pregunta mía sea cual sea, no dijo cuando así que sigue siendo valido - fue su respuesta mientras muestra una ligera sonrisa, mejorando algo su aspecto melancólico
- Chico astuto - por más que pusiese molestia en su tono de voz la sonrisa en su rostro le delataba - pero bueno, creo que fue suficiente de esta especie de sesión de terapia por hoy, quieres que te lleve a casa?
- No gracias, preferiría caminar
- Y yo preferiría que me acompañaras por un momento, creo que te haría bien cambiar de aires sobre toda la situación en tu hogar y nada mejor que un vuelta por ahí para ello
- En serio le agradezco la oferta pero...
- Vamos chico, si sumo un helado a la oferta aceptarías?
La expresión de Lincoln en ese momento era algo que Ethan estaba disfrutando, sabiendo que tarde o temprano caería en la tentación y terminaría cayendo en su trampa. Para cuando el chico se decidió y le devolvió la mirada sabía que su parte del plan se había cumplido, además debía quitarle de buena forma esa melancolía que le había traído su conversación inicial.
Al mismo tiempo, hogar de Lincoln
Los amigos del albino se encontraba en el hogar de este trabajando en adornar y preparar el ambiente con la esperanza de que su maestro les consiguiera el suficiente tiempo, con un único inconveniente en aquel plan pues la mayoría veía con no muy buenos ojos al incomodo adulto que ayudaba a con la preparación de los alimentos para la ocasión, pues aquel grupo no esperaba conseguir preparar aquella sorpresa en ese lugar, tal como había pasado los años anteriores donde habían recurrido a la escuela y a la casa de Jayden ya que la única vía de acceso sería el mismo muchacho, arruinando la sorpresa, algo que en esa ocasión fue diferente pues Jayden había conseguido contactar con el padre de Lincoln, quien acepto rápidamente el plan del muchacho.
En caso de Jordán y Mollie veían algo extrañadas el hogar del chico, pues no habían tenido la oportunidad de visitarle antes y comprobar lo vacío que era aquel departamento en comparación a las casas donde habitaban pues habían ocasiones en las que no le creían en su totalidad al muchacho pecoso, al menos les servía de motivación para trabajar en la sorpresa del chico al conocer un poco más de la historia de este. Cosa que termino motivando a Mollie para intentar romper aquel silencio y a su vez entender un poco mejor aquella situación.
- Entonces... señor Loud?
- Si chica?
- No se supone que usted no quería a Lincoln? - la pregunta cayo pesado al incomodo ambiente, notándose en la pobre expresión del adulto además del enorme suspiro que le siguió a ello
- Mollie, no estamos aquí por eso, aunque tratándose de ti no me sorprende
- Vamos Jayden, sabes que todos aquí pensamos eso
- Si pero...
- Esta bien muchacho, ustedes tienen sus razones para creer eso y no es como si hubiese hecho mucho en el pasado para demostrar lo contrario
- Entonces... es verdad?
Esa pregunta detuvo el actuar de todos, concentrándose en Lynn quien también detuvo el movimiento de sus manos, alejándose un poco del mesón de la cocina mientras limpiaba sus manos de los restos de harina seca que en ellas tenía para devolverles correctamente la mirada, una que seguía intimidando ligeramente a los chicos debido a las ojeras que esta presentaba y el ligero hundimiento de sus mejillas, resaltando ligeramente sus pómulos, elementos contradictorios con la afable pero cansada sonrisa que ahora les mostraba.
- Para nada (suspiro) verán chicos, no todos los adultos hacemos bien las cosas o tenemos todo controlado, incluso hay veces en que podemos cometer errores muy grandes sin siquiera darnos cuenta y... - en ese momento tuvo que exhalar todo el aire que había en su cuerpo, como si necesitase un recambio general de aire, dando el mayor suspiro que había dado en su vida - yo cometí serios errores con mi hijo, más de los que ningún padre desearía y me costo mucho darme cuenta, él quedo solo durante mucho y es algo que me pesara para siempre - en ese momento su voz tranquila paso a una más enérgica, regalándoles una mejor sonrisa a los niños - pero ustedes estuvieron con él, le apoyaron cuando lo necesito y le hicieron sentir más en familia que, bueno, yo jeje, ahora estoy intentando enmendar el daño que hice, por ello les pido que sigan cuidándolo como lo han hecho hasta ahora, más si vuelvo a cometer alguna estupidez, ok?
No hubo respuesta a eso, ninguno de los niños se sentía en condiciones de darle una, algo que pudo notar el adulto y le causo una ligera sonrisa, quizás era un tema demasiado serio para niños de su edad o quizás no había usado bien las palabras, al menos había entregado su mensaje y eso bastaba por el momento por lo que retomo su tarea en silencio, algo a lo que no los demás no tardaron de hacer, pues por mucho que quisieran pensar en esas palabras no sabía cuanto tiempo su profesor podría conseguirles.
Al grupo le tomo cerca de una hora volver a los ánimos iniciales y dejar atrás aquel incomodo momento, algo permitido en base a las conversación de Karen con Lynn sobre su técnica para elaborar el pastel, las malas bromas de Lynn que eran respondidas por Trent para la desesperación grupal y las discusiones entre Jayden y Mollie.
Poco después de la recomposición del ambiente todo ya estaba listo, teniendo que esperar solo un poco más antes de que el festejado apareciese.
Lincoln entro en el domicilio siendo seguido por Dawkins, notándose claramente sorprendido de encontrar a sus amigos en su hogar y con la sala decorada con un pastel en el centro de la mesa, siendo una con decoraciones naranjas mientras dos velas que formaban el número 10 se alzaban a la vista y algunos regalos repartidos por la zona del sofá, pero sobre todo lo que le impresiono más fue ver a su padre detrás de sus amigos, con un sombrero de fiestas en la cabeza y una sonrisa en su rostro.
Después del saludo inicial entre risas pudieron notar como el albino se había quedado en silencio contemplando la escena, con los ojos abiertos por completo mientras una temblorosa mano se acercaba a su boca y la otra tímida y temblorosamente se alzaba frente a él, como si esperase que en cualquier momento aquella escena frente a él fuera destruida cual papel tapiz adornando la sala de su hogar, balbuceando palabras apenas entendibles y a un nivel casi inaudible, dando lentos pero muy temerosos pasos en dirección hacía el grupo que le esperaba dentro.
Cuando vieron esa expresión todos quedaron en completo silencio, expectante de lo que hiciera Lincoln, quien tras unos segundos en aquel estado pudo débil y con una muy quebrada voz modular lo suficientemente alto para que le escuchasen.
- Esto... es real?
Lynn al escuchar esto se le formo un pequeño dolor punzante en su pecho, pero no iba a demostrarlo, sino que reforzó su sonrisa mientras daba un paso hacía adelante, abriendo los brazos en dirección a su hijo.
- Bueno, se que me tarde muchos años pero como dicen, la decima es la vencida no?
- Realmente... estas aquí?
- Si hijo, estoy aquí - cierra los ojos mientras ladea su cabeza, regalándole la expresión más afable que pudo - feliz cumpleaños Lincoln
Tras eso abrió los ojos, donde pudo ver a su hijo.
Lincoln se encontraba completamente estático mientras su boca se contraía e intentaba taparla fallidamente con una de sus manos, viendo como algunas cálidas lágrimas comenzaban a formarse en su ojos y caían raudas por sus mejillas espolvoreadas en pecas, dejando escapar un suave tono desde lo profundo de su ser, viendo como la mayor parte de su cuerpo comenzaba a tiritar, algo que comenzaba a preocuparle y estaba por preguntar, si no fuera porque el chico se le adelanto y corrió con todas sus fuerzas hasta impactar con el cuerpo del adulto quien casi fue incapaz de soportar aquel impacto y ser lanzado contra él piso, pero que fue capaz de soportar al final.
Ahora en sus brazos yacía el emocionado niño, quien lloraba felizmente abrazado a la figura de su padre, aferrándose a este como si fuese a desaparecer en cualquier momento si llegase a soltarle, temiendo ser simplemente uno de esos antiguos sueños que tenía y que en cualquier momento desaparecería y se encontraría solo en aquella habitación, sintiendo el frío de la tarde y la única compañía del recurrente silencio de ese hogar.
Pero más allá de eso, se aferraba a esa oportunidad, sin importarle realmente si era una cruel treta de su actual dudosa mente o si era un viejo deseo hecho realidad, lo importante era que estaba abrazado a ese adulto, ese día y le había dicho aquella palabras que ya casi no recordaba haber escuchado brotar de su boca, sintiendo calidez en aquel abrazo correspondido, sintiendo como el silencio era destruido por algunos emotivos comentarios de sus amigos, dejándose llevar por lo que su corazón le decía.
Sintiéndose realmente querido por aquellos que consideraba su familia.
Con el paso de los minutos aquel abrazo fue roto para proceder a las felicitaciones individuales de cada uno, viendo con ojos serios al maestro quien se había encargado de distraerle provocando la risa de este.
Se dejaron llevar por los juegos, la comida y el ambiente, viendo como Lincoln reía a plenitud en aquella pequeña fiesta, algo que por primera vez pudo presenciar Lynn tanto como Ethan, quienes compartían la felicidad del muchacho sintiendo regocijo de verle genuinamente feliz.
La tarde comenzaba a apagarse y en breve debería de prenderse las velas del pastel antes de los actos finales, momento en el que el móvil de Lynn comenzó a sonar.
Estaba dispuesto a ignorarlo, pues podía prevenir que debía de ser alguna de sus hijas pidiendo algo o contándole algún suceso, cosas que en ese momento no tenían ningún peso en la mente del adulto pero que terminaron rompiendo su concentración tras unos minutos de continua molestia, por lo que tras disculparse un momento para contestar y así poder explicar que no era buen momento, salió del domicilio por precaución, temiendo que en un descuido alguien además de Ethan se enterase de su realidad.
El problema fue al revisar el móvil y encontrarse con una fotografía que le había sido enviada.
Algo que rompió la mente de Lynn e hizo que comenzara a correr.
- Bueno niños, creo que es hora de la torta no es cierto Lincoln?
- Por supuesto, ya quiero probar la torta que hizo papá
- Claro, entonces comencemos...
- ESPEREN - el repentino grito de Lincoln paralizo a todos los presentes, quienes no esperaron aquella reacción - lo siento, pero probablemente papá tuvo que tomarse un día de vacaciones para esto y además él hizo la torta, así que voy a esperarlo para que la probemos juntos
Aquella frase molesto un poco a los niños pero le terminaron dando la razón, algo que se corroboro cuando Jayden hablo.
- Bueno, es tu decisión Linc
- Gracias, después de todo... se que esta vez esta conmigo
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