Contraste

El fin de semana acabo relativamente pronto para Lincoln, no se había preparado tanto como le hubiese gustado o siquiera como lo había hecho en años anteriores, no era alguien con notas sobresalientes pero al menos siempre se había defendido en el promedio, en el pasado habría intentado conseguir las mejores calificaciones posibles para sorprender a Lynn o a su profesor, pero todo eso ya había quedado en el pasado pese a que una que otra cosa que le agradaba, más ahora pensando que Lisa parecía ser un agujero negro de información, siempre demandando más y más al punto de sentir que comenzaba a no ser capaz de seguirle el ritmo de preguntas y respuestas al que la niña lo sometía.

Ahora, tal como lo había hecho gran parte de su vida se dirigía caminando hacia la escuela, quizás la ubicación era diferente, pero no era algo que le molestase, aunque si tenía que ser sincero consigo mismo no estaba del todo conforme con la niña que caminaba a su lado y parecía no querer despegarse de su lado.

- Esto, Lucy, no tienes porque seguirme tan de cerca, ya te dije que el señor no me va a secuestrar de la nada, ya conversamos de que tomaría la decisión cuando terminara el año escolar.

- Es mejor estar seguros, la gente mayor no es muy confiable. - De forma sutil Lucy se apego más a Lincoln mientras decía eso, pellizcando su polera suavemente de modo que Lincoln ni siquiera se percató de esta acción.

- Soy mayor que tú, ¿Entonces no soy confiable?

- En efecto, no confió en que no te dejes secuestrar y por eso es mi deber como hermana menor cuidar de ti.

- Tengo un mínimo de sentido de supervivencia.

- Y a un anciano detrás de ti queriendo llevarte lejos.

- Para ser alguien tan oscura, puedes ser bastante paranoica.

- Un poco de paranoia no es malo.

Lincoln la miro con confusión, que aceptase tal condición era cuanto menos extraño para él.

- ¿Aceptas ser paranoica?

- Si. - El buen humor de Lucy no parecía romperse.

- Lucy.

- ¿Sí?

- ¿Sabes que es ser paranoico?

- Es quien escucha sonidos paranormales.

- Eh...

Lincoln solo se detuvo un momento intentando comprender que había pasado, tampoco pensaba ser quien rompiera la ilusión de la pequeña.

En su mente la idea de que ser un hermano mayor era agotador se fortaleció un poco más.

- o -

Desde que Luna la había despertado hasta que se subió al bus escolar Lynn no sintió nada, casi como si el propio mundo hubiese perdido su color camino a la deriva de las instrucciones que le dieron, no le importaba su destino o lo que necesitase hacer en el camino para lograrlo, obligo a sus extremidades a dar paso tras paso hacia un lugar señalado, era seguir una orden, no había necesidad de pensarlo demasiado ni tampoco de tratar, ¿Por qué intentar hacer algo? No tenía razones para hacerlo, cosas como terminar la primaria lo sentía algo ridículo, si no era capaz de superar el quinto grado la experiencia de llegar finalmente a sexto o los grados superiores era simplemente una perdida de tiempo que le guiaría a fracasar, algo que tampoco era tan relevante, no le importaba a ella, no le importaba a nadie más, intentarlo era agotador y un esfuerzo malgastado.

Eso era lo que ella había aceptado.

Era una molestia para los demás, para sus hermanas y para todo el mundo.

Inclusive cuando Luna estaba preparando a todas para ir a clase estaba claramente más preocupada de ese niño y Lucy quienes prefirieron caminar reduciendo su interacción con Luna a un simple "se te va a hacer tarde".

Eso era todo, no había más, al llegar a la escuela nadie se volteó a mirarla tampoco, no era necesaria en ningún lugar.

Al momento de cerrar su casillero esta ajusto el gorro de su sudadera para ocultar su cabeza todo cuanto pudo, elevando su cabeza para observar la entrada a su salón de clases.

- No quiero estar aquí.

- o -

Las horas de clase pasaron rápido y Lincoln solo podía pensar en que si ese examen sería el estándar para los otros exámenes estaría en serios aprietos, o quizás era que odiaba esa asignatura y por ello se le había dificultado, no era importante en ese momento, solo el hecho de que ya termino.

- Si te sirve de consuelo Linc, todos están tan destruidos como tú.

- Me sorprende lo poco preocupado que te ves.

- Ya me rendí con esta, pero se que puedo salvar el año con las demás asignaturas. - Jayden levanto su pulgar y le dio una sonrisa a su amigo mostrando el diente que le faltaba.

- Tu mamá te va a matar.

- Eso será un problema para el Jay del futuro.

- Ajá.

Ambos chicos se quedaron conversando un momento cerca de la entrada mientras comparaban respuestas del examen, tiempo en el que ambos pudieron notar que Karen salió del salón ignorando por completo la existencia de los dos, Jayden no le dio demasiada importancia pero Lincoln se quedo observando un poco a su amiga alejarse, su amigo le había comentado lo que había ocurrido y se lamento por esto, pero un suave zape devolvió a Lincoln a la conversación.

- Linc, conmigo, aquí.

- No había necesidad de tanta violencia.

- Ni tú de poner esa cara de tonto.

Pese a los comentarios la expresión de Lincoln no mejoro, ver las consecuencias de su influencia sobre su amigo no era algo con lo que pudiese convivir tan fácilmente, más cuando todavía podía ver las señales de la pelea grabadas en su rostro junto con las secuelas sociales que implicaba el haberse puesto de su lado por sobre mantenerse con los demás.

- No me agrada que te hayan dejado solo por mi culpa.

- No estoy solo, seguimos siendo amigos, al principio éramos solo los dos, ¿Recuerdas?

- (Decaído) Si. - Aunque su expresión inicial fue cabizbaja el peliblanco abofeteo sus mejillas y puso una expresión repuesta, mirando fijamente a su amigo. - Tienes razón, al demonio con todo, además aún quedan exámenes.

- Podrías perfectamente haber hablado de que venían las vacaciones, pero no, tenías que recordarme que quedan más exámenes, Linc, realmente apestas como amigo.

- Perdón por ser realista.

- Ese anciano realmente afecto tu cerebro.

La mirada de Lincoln se desvió ante la mención de aquella persona, ese seguía siendo un pesar en su interior del cual no había querido seguir pensando, no tenia la intención de hacerlo considerando que el mismo anciano le había renegado y proclamado que todo había sido por nada tampoco era que tuviese que pensarlo más, el anciano lo había renegado, él tendría que hacer lo mismo, era lo mejor para ambos.

- Si, supongo que si es el caso.

- Oye, si te sirve de algo, ¿Te parece que estudiemos para el resto de los exámenes en mi casa? No creo que mamá se enoje si te invito por eso.

- Ya estuvo complicado el ambiente el otro día, no me gustaría repetirlo, además le prometí a otra de las niñas que la llevaría a la biblioteca así que no podré estudiar mucho, aunque realmente me ayudo con matemáticas.

- Espérate que me pierdo, ¿Una de tus "hermanas" te ayudo a estudiar? No sabía que ya se llevaban tan bien.

- Pues... yo la ayude, ella me ayudo, fue extraño, esa niña es extraña.

- Para haberte ayudado con tan poco tiempo en esa casa te creo, ¿Y si nos juntamos en la biblioteca a estudiar?

- Estudia en tu casa por las tuyas.

- Vamos, no quiero tener problemas viejo, ayúdame esta vez también.

- Tengo que cuidar a esa niña, no quiero tener que llevar dos biberones.

- Por favor. - Jayden había usado la técnica de la suplica con los ojos llorosos, algo que si bien funcionaba perfectamente con su madre el 90% de las veces en Lincoln solo provoco una mueca de asco.

- No.

- No seas un amargado, la edad te está afectando.

- Tenemos la misma edad.

- Corrección, tu cumpleaños es antes del mío, eres más anciano que yo.

- Bien, puedes ir, pero no te prometo que te pueda ayudar estando con esa niña.

- Vamos, alguien que te pudo ayudar con matemáticas seguro que puede cuidarse por sí misma.

- Tiene 3 años.

Jayden solo sonrió mientras parpadeo rápidamente por unos segundos, esperando que Lincoln se riera en cualquier momento.

- ¿Qué edad dices que tiene la persona que te enseño matemáticas y quiere que la lleves a leer libros a la biblioteca?

- 3 años.

Y otra expresión usual de su mejor amigo se hizo presente frente a Lincoln, esa expresión que el peliblanco había denominado en el pasado como "mirada de las mil yardas" según había escuchado a un profesor años atrás.

Al menos tendría una tarde bastante curiosa, eso ya era algo bueno para variar.

- o -

En cuanto Lynn entrego su examen pudo ver la decepción en la cara de la profesora Johnson, no había que ser un genio para comprender que en el rápido vistazo que esta le dio a las respuestas las cosas iban a salir nuevamente mal y eso era algo que no le importaba, lo que si le provoco una fuerte reacción fue el momento donde cito a sus padres para conversar sobre su situación escolar, el año pasado ocurrió lo mismo cuando le mencionaron que tendría que repetir quinto grado y Lori había encontrado la forma de suplir la falta de Rita o su padre, pero ahora su padre no estaba, Rita tampoco y Lori parecía despreciarla tanto como Rita lo hacía, no tenía figuras a las cuales llamar para esto tanto como no sabía que sería de ella si nadie se presentaba, una preocupación que duro poco antes de volver a relajar sus hombros los cuales se habían contraído presa del pánico hasta dejarlos sueltos por su propio peso.

¿Importaba siquiera esa situación? Quizás ahora si la expulsarían y la escuela se desharía del problema que ella significaba, sería un gasto menos para todos, no había importancia en ello, por lo que casi arrastrando sus pies se encamino hasta su casillero deseando simplemente irse, aun quedan clases pero no tenía deseos de estar en ellas, era un esfuerzo inútil, casi tan inútil como ella, ya había perdido el año y no había forma de salvarlo, su cabeza era tonta e inservible, no logro conectar con los conocimientos del año pese a ser la segunda vez que los recibía, simplemente otra muestra más de lo inútil que era, por supuesto que nadie querría estar cerca de algo así, todo ese esfuerzo volcado en encajar claramente no tenía ninguna utilidad.

Después de guardar algunas de sus cosas y cerrar el casillero observo el pasillo, prácticamente ya no quedaba gente transitando por este considerando que las clases ya habían terminado y los pocos que lo hacían conversaban en grupos o se dirigían a alguna de las posibles actividades finales de los clubes, había participado en varias de estas durante varios años y podía imaginar que es lo que harían, ese año había participado en varios de esos grupos para bien o para mal, ella debería haber sido llamada por alguno de todos esos donde hubiese participado, recibir alguna mención o algún agradecimiento, algo que demostrase alguna preocupación por que seguía viva siquiera, pero todo lo que veía era como los pocos que quedaban pasaban a su lado como si esta no fuese más que un fantasma al cual su vidas no tuviesen razón de coexistir.

Apretó con fuerza por un momento el tirante de su mochila recién puesta con indignación, pero aquel atisbo de furia no duro demasiado antes de que lo aflojase y simplemente se voltease rumbo a la salida, su única preocupación ahora era volver a casa y tratar de poder conversar con Lori y que hiciese su magia una vez más, pues realmente esa tarde no tenía nada que hacer, no había nada que hacer.

Nada referente a ella importaba para ser más precisos, pues ella solo era una molestia.

- o -

Mientras Lincoln caminaba por la calle Lisa intentaba seguirle el paso al estar tomada de la mano de este, pero cada pisada de Lincoln era un esfuerzo considerable para la niña por tratar de seguirle el ritmo gracias a la diferencia de estatura, el peliblanco simplemente disfrutaba de la caminata intentando no pensar demasiado en nada más que el paseo, una costumbre que nunca dejo de disfrutar y era un punto que realmente extraño en su último hog... lugar donde dormía por lo que el que nadie en esa casa le molestase o más bien importase que saliese libremente era un pase libre a retomar aquel gusto, el tener que llevar a la pequeña consigo para ir a estudiar a la biblioteca era simplemente un añadido que no le molestaba, en parte era gracioso contar con las inquietudes usuales de la niña por más que entre más hablaban más comenzaba a sentirse arrinconado a muchas cosas que no tenía idea de como funcionaban o que eran, pero que la chica comenzaba a interrogarle y este no podía hacer más que avergonzarse de si mismo y negar su conocimiento para decepción de la niña, algo que realmente no le agradaba.

Lisa por su parte forzaba sus ojos más en ver la mano que le tenía gentilmente sujetada la suya pese al agotamiento que sentía, provocando que en cierto punto tropezase y de no ser por precisamente ese agarre hubiese impactado directamente contra el pavimento, cosa que casi provoca que el mismo Lincoln cayese pero que logro mantenerse firme evitando el daño en ambos.

- ¿Estás bien Lisa?

- Si, si, solo fue... una situación inesperada. - Entre cada palabra podía sentir la respiración forzada de la niña, cosa que causo una interrogante en el chico.

- ¿Segura que estás bien?

- ¿Cómo no estarlo? Por fin sabré cómo funciona un colibrí, llevo más de un ciclo de luz deseando saberlo.

- De verdad que disfrutas de la palabra ciclo desde que te la dije.

- Suena más preciso que decir que paso un día, este funcionamiento del "sol" es cuanto menos curioso para las tareas de las personas y creo que merece bastante de mi atención.

- ¿No que querías saber de aves?

- También tienen mi plena atención.

- ¿Puedes tener tanta atención de varias cosas?

- Hay muchas cosas interesantes por las que tengo muchas dudas y quiero responder todas esas dudas.

- Eres la persona más cerebrita que he conocido en mi vida.

- ¿Qué es un cerebrita?

- Amm... algo que te explicaré cuando terminemos de estudiar para mis exámenes.

- Esta bien, ¿Sigue siendo valido el continuar con la lectura de ayer?

- No entiendo por qué te gusta tanto leer mis libros de texto para la escuela, pero sí.

Lisa mostro una nueva sonrisa, algo que Lincoln respondió con una similar, preguntándose de donde salía tanta pasión por el conocimiento en alguien tan pequeño, recordándole un poco cuando veía por el balcón de ese viejo departamento e intentaba pensar el que hacían las personas que pasaban por la calle, imaginándose distintos escenarios de que estaban haciendo, a donde se dirigían, como eran sus vidas, era su propia curiosidad la cual podía ver en ella.

- Sabes, en la biblioteca también prestan libros, la señora es bastante amable en ello, creo que podríamos llevarnos alguno para futuras lecturas.

- ¡¡¡¿En serio?!!!

- Si, ¿Por qué no?

- ¡¡¡Si!!!

Era tierno ver a alguien de su edad tan animado, pero sentir que esta le estaba jalando del brazo con tal de que se apurasen fue extraño, más cuando claramente la niña no tenía idea a donde se estaba dirigiendo, pero verla tan animada era extrañamente reconfortante.

- o -

Observar la habitación de sus hermanas mayores no le agradaba, ver ese desastre después de las veces en que le habían dicho que ordenase su habitación lo encontraba un acto de pura hipocresía por más que Luna fuese la que ahora le decía cada cierto tiempo que limpiase parecía que incluso ella se había hartado de intentarlo, peor el estado en el que veía el cuarto de Lori y Leni, quienes deberían ser las que lideraban el hogar tal como Lori lo había hecho desde siempre o como el caso de Leni quien al menos usaría la imagen de Rita para defenderse, pero ahora solo veía el cuarto deshabitado, Leni había sido prácticamente obligada por Luna en la mañana para ir a la preparatoria y probablemente seguiría allí, ella era una chica popular después de todo, incluso cuando estuviese mal habría gente que se preocupara por ella dentro y fuera del hogar, estuviese o no Rita presente, ese era un destino para alguien que si era amada y no una molestia para su familia.

Caminando hasta la otra posibilidad que se le ocurría se acerco al cuarto de las gemelas, mirando detenidamente la escalera en el proceso, era relativamente cercano aquel suceso pero ya no podía recordar la imagen de ver a Lola tirada en el final por más que fuese un suceso espantoso, más podía recordar el rostro de Lucy mirándola con el mismo horror que imagino ella le miraba, hasta ese día creía conocer un poco a Lucy pese a lo poco que conversaban, por un breve momento creyó que podría hablarle ese día y preguntarle por los sucesos pero su voz no salió, sus actos se quedaron en mirarla horrorizada, ni siquiera recordaba si le había dicho algo o no, todo su recuerdo era el espanto de Lucy por la situación y el como todo cayo aun más en picada después de eso.

La actitud de Lori, ese cuaderno, la distancia de Lucy, sus calificaciones, la llegada de ese niño... era demasiado para ella, para poder llevarlo de buena manera, para poder llevarlo de cualquier manera.

Ya no importaba, realmente no lo hacía, tenía que dar esa nueva molestia más al primer familiar maduro que encontrase y este se encargaría de resolver el problema con la escuela ya fuese expulsándola o logrando permitirle pasar de alguna forma, y este apareció en forma de Lori al lograr acortar la distancia con la habitación de las gemelas y abrir la puerta luego de acumular suficiente aire en su pecho para tragarse sus propios nervios.

Podía ver a Lori arreglando el cabello de la niña, la gemela no era una fanática de la estética como la otra y más de una vez la había visto prácticamente revolcándose en el lodo como si fuese un animal, una niña así era un fenómeno en toda forma y era lo que creía, pero ahora toda la atención de Lori estaba volcada sobre ella y esta parecía feliz de aquella tarea, entregándose por completo a trabajar el descuidado cabello de su hermanita.

- ¿Mamá Lori? ¿Puedo pasar?

- ¿Qué quieres Lynn? ¿No ves que estoy ocupada?

- En la escuela me...

- Si es de la escuela simplemente diles que estabas enferma o lo que sea, ahora deja de estorbarme.

- Pero...

El cepillo de Lori se detuvo en casi lo que fue un tirón para el cabello anudado de la niña quien mostró en su expresión dolor, pero no dijo nada, simplemente bajo su mirada mientras sus manos se aferraron al vestido que tenía puesto.

- ¿Qué no me oíste? Si no es algo realmente importante no quiero oírlo, estoy ocupada con Lola.

- Pero ella no es Lola, Lola mu...

La mirada de Lori fulmino cualquier intento de terminar esa oración, más cuando dejo a la niña en el piso y comenzaba a levantarse en su dirección con un rostro similar al que ponía cuando discutía con Rita.

- ¿Qué dijiste?

- N..Nada, nada.

Aquella mirada dejaba el hielo inicial por un calor como el infierno por mera furia, Lynn retrocedió por instinto para alejarse de esa persona pero su limite llego cuando su espalda impacto contra el muro de la habitación de Lisa, momento en el que Lori termino por cerrar su distancia y la tomo de su sudadera con ambas manos, elevándola hasta su altura mientras la obligaba a enfrentar su mirada para el terror de Lynn.

- Si vuelves a decir una estupidez como esa literalmente te voy a dejar en el estado que mencionaste de tu hermanita, ¿Entendiste?

- S..Si...

- Lola está bien, estamos pasando un excelente momento entre hermanas y no quiero que molestes, ¿Quedo claro?

Lynn estaba al borde del llanto al ver tanta furia en su expresión, su intención era solo comentar su situación pero lo había arruinado al punto de llevarla a ese extremo, uno en el cual sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas mientras los cerraba rogando que esa pesadilla terminase lo más pronto posible.

- ¡S..Si!

- Más te vale.

Casi como si aquella amenaza a Lynn no hubiese sucedido al voltearse Lori comenzó a recuperar su calma, dirigiéndose nuevamente hacía el interior de la habitación de las gemelas.

- Bien mi linda muñequita, ¿En que nos quedamos? Ah, sí, no puedes dejar que tu condición física empeore así que comenzaremos a retomar las rutinas de baile para tus próximos concursos.

Aquello fue lo último que pudo escuchar antes de que el cierre de la puerta volviese a bloquear su mundo del de su hermana mayor, de la que alguna vez fue prácticamente su madre quien ahora parecía remarcar lo que era obvio en su mente, incluso una breve conversación había bastado para ser considerada una molestia.

Su respiración estaba tan agitada como lo estaban sus emociones, necesitando un momento para recomponerse lo suficiente para levantarse pese a que el terror seguía inundando su corazón y ambas miradas estaban grabadas en su mente, caminando mientras sus piernas temblaban ligeramente hasta su cuarto donde intento olvidarse de todo, cerrando la puerta con sumo cuidado de no hacer demasiado ruido, de no ser reconocida que allí era donde se estaba ocultando, deseando simplemente no haber molestado a nadie más con su presencia.

- o -

Lincoln no se consideraba una persona con un mal físico, al menos se consideraba alguien bastante promedio, lo suficiente para poder seguirle un poco el paso a Jayden quien si era alguien bastante deportivo, pero eso no significaba que fuese alguien con la suficiente resistencia para cargar a un infante por tanto rato en su espalda sin sentirse bastante agotado.

Por un momento estaba preocupado de todo lo que Lisa había preguntado a él y a Jayden, pensando que no los iba a dejar estudiar pero tal como le había pasado durante el fin de semana entre más le explicaba a la niña esta podía desenvolverse con mayor facilidad en los temas llegando a un punto donde ambos le estaban preguntando cosas, algo que era evidente le gustaba mucho hacer con el problema de que, si bien pudieron abarcar gran parte del itinerario que necesitaban la energía de la propia niña no fue capaz de continuar usando su cerebro y cayo rendida, momento en el que ambos decidieron que la sesión de estudios había durado lo suficiente.

Ahora iba cargado de su mochila superpuesta sobre su frente delantero con un libro adicional de peso y en su espalda una niña profundamente dormida quien no hacía más fácil su transporte.

- Eres un genio Lincoln, claro que no necesitabas dinero para una simple visita a la biblioteca, vaya que sabes prepararte.

Sabía que le quedaban un par de cuadras todavía para llegar a esa casa pero sentía que sus piernas ya no daban más y no sabía como quitarse a la niña sin despertarla, algo que si era sincero no quería hacer. Lisa se había esforzado bastante, era muy pequeña y aun así pregunto hasta que pudo responder a todas sus dudas y siempre con una sonrisa, por más que se notase que ella disfrutaba del conocimiento había hablado cientos de veces sobre querer saber más de aves y no habían visto nada relacionado a ello, tampoco insistió en ese tema, se limito a lo que iban a estudiar Jay y él algo que no sabía si fue por coincidencia de ser temas que desconocía o simplemente quería ayudarle de alguna manera, independiente de la razón le había hecho un gran favor y lo mínimo que podía hacer era no despertarla, por más que sus piernas le estuviesen matando en ese momento, arrepintiéndose de no aceptar la ayuda de su amigo por parte del tramo.

- ¿Qué eso de ser el mayor? Necesito callar mi gran bocota.

Cada paso era realmente una tortura y podía sentir el sudor cayendo por su frente, caminar unos metros se sintió como si hubiese caminado por cuadras y que ya comenzase a reemplazarse el color azulado por tonos ligeramente amarillentos no le ayudaba a sentir que el tiempo pasaba, pensando en simplemente rendirse por un momento, bajar a la niña y hacer que camine o descansar un poco, pero en ese momento sintió como alguien llamo su atención tocando su brazo, volteándose con esfuerzo para ver quien era el responsable de dicha interrupción, notando a una de sus hermanas mayores, una la cual no le terminaba de agradar, la chica de nombre Luan.

- Hola.

- (Serio) Hola.

- ¿Qué les paso?

- La lleve a la biblioteca conmigo para estudiar ya que le gusta que le lean libros, pero se canso mucho en el proceso y se durmió.

- ¿Por eso la estás cargando? ¿Seguro que no la noqueaste o algo?

- ¿Y por qué la golpearía? No permitiría que le hicieran daño.

- Eso dices tú.

Luan comenzó a inspeccionar tanto como pudo a la niña, notando que su expresión era la de alguien que dormía plácidamente, aun así llevo su mano para jalar de su brazo y ver la parte de su cuerpo que estaba cubierta por la espalda de Lincoln, algo que este al notarlo se movió como pudo para alejarse de Luan.

- ¿Por qué te alejas? Ni que les fuera a hacer algo malo.

- Lisa esta durmiendo, si haces eso la vas a molestar.

- ¿Y como sabes que la voy a despertar? Solo quiero corroborar que no le hiciste nada.

- Si quieres corroborarlo, al menos no lo hagas de una forma brusca.

- No iba a hacerlo brusco.

- Prácticamente te le abalanzaste a ella, no me das confianza.

- (Indignada) ¿Yo te debo dar confianza? Tú eres el que llego de la nada a armar este desastre.

- ¿Y eso que tiene que ver ahora? Ni siquiera es una excusa válida para esta situación.

- Claro que lo es, tu sola presencia es... es...

- Que yo te moleste es algo que no me importa, es claro que no nos vamos a llevar bien, pero no metas a Lisa en tu problema conmigo, ella esta cansada de ayudarme a estudiar toda la tarde.

Aquel enfrentamiento había agitado lo suficiente a Lincoln para que en sus sobresaltos y tono de voz la niña finalmente comenzara a despertar, tallando sus ojos en un intento de quitarse parte de la pereza, identificando donde estaba por el cabello blanco que llenaba gran parte de su visión, algo que le hizo estirar los brazos tranquilamente para acomodarse, cosa que tanto Lincoln como Luan pudieron notar.

- Te despertamos, lo siento Lisa.

- Fue una buena siesta, pero mis ojos siguen pesando jeje.

- Si te soy sincero ya estoy muy cansado por cargarte, ¿Podríamos llegar a casa antes que te duermas otra vez? - Lincoln intento hablar con toda la confianza que pudo, pero Luan pudo notar como las piernas del niño temblaban, si era verdad su historia debían de venir a pie desde la biblioteca y eso no era una distancia corta, si era el caso, ese niño...

- Pues es más cómodo... seguir en tu espalda.

Y tan tranquilamente como se despertó, Lisa volvió a dormirse en la espalda del chico.

- Jeje, maldición. - Lincoln ahora dio una sonrisa lastimera, resignado a su situación de que de alguna manera tendría que llegar a esa casa.

- Ella si estaba bien.

- Te lo dije. - El tono de Lincoln se endureció casi instantáneamente.

Luan los miro de reojo, llevando su brazo izquierdo a sujetar el derecho justo en el codo mientras parecía jalarlo hacia el interior de su cuerpo, mostrándose ligeramente avergonzada.

- Perdón por eso.

- No pasa nada.

- ¿Quieres que te ayude a cargarla?

Eso logro llamar la atención por completo del niño, mirando ligeramente incrédulo a la castaña.

- ¿No vas a tirarla con fuerza ni nada?

- No soy tan monstruosa ni mala hermana, pero te ves... horrible.

- Tu tampoco es que seas muy linda.

- (Molesta) Me refiero a que te ves cansado imbécil.

- Ah, eso tiene más sentido.

- Déjame ayudarte a cargarla lo que queda hasta casa, creo que al menos te mereces ese descanso.

- Pues... gracias, supongo.

Con delicadeza lograron traspasar a Lisa desde la espalda de Lincoln a la de Luan pese a que les tomo una considerable cantidad de minutos lograrlo sin perturbar el pesado sueño de la niña, encaminándose juntos hasta esa casa.

No dijeron más palabras en el trayecto, no era necesario, pero al menos no hubo ningún acto agresivo entre ambos en toda la extensión del viaje.

Dentro del hogar, un Lincoln adolorido termino por agradecer a Luan por la ayuda mientras esta se dirigió hasta el segundo piso para dejar a la infante en su cama, el peliblanco por su parte decidió ir por algo de agua, había sido un día especialmente largo después de todo.

- o -

Lynn no había comido nada en todo el día, no había llevado nada para la escuela y después de esa discusión no se había atrevido a salir de su cuarto hasta que su estómago le exigió terminantemente el comer algo, no había nada preparado, solo una olla en la que algo había sido cocinado junto a dos platos y cubiertos sobre el fregadero, no necesitaba pensar sobre ello, no quería hacerlo, no iba a hacerlo, pues pensar en ello le haría recordarla a ella y eso era un error, no debía hacerlo, no era necesario hacerlo, no, no, no, no, no, no.

Su tren mental se detuvo cuando finalmente pudo conectar las suficientes ordenes mentales para servirse un vaso de agua al cual se aferro como si no hubiese bebido en días, tosiendo por la velocidad con la que se había agolpado el agua en su garganta, algo que la llevo a cubrir su boca en terror de que ella le hubiese escuchado.

- ¿Estás bien?

La chica se volteó esperando encontrarse con esa imagen amenazadora, pero no pudo encontrar esa amenaza sobre ella, sino a un chico un poco más bajo que ella mirándole preocupado.

- ...

- ¿Quieres un vaso con agua?

- No...

Pero su estomago aun falto de alimentos comenzó a sonar, algo que Lincoln escucho perfectamente.

Él también estaba hambriento, había sido un día largo después de todo y si bien la castaña de hace poco dijo que iba a preparar más tarde la cena, él no podía esperar tanto, recordando un poco el como Luna le había dicho más de una vez que si tenía hambre podía sacar cosas de la nevera este desvió su mirada, algo que Lynn pudo notar.

Se sentía demasiado cansada para continuar allí, incluso pese al hambre que sentía ya no tenía las fuerzas para permanecer allí así que se retiraría a su rincón de siempre a esperar que la cena estuviese lista, encaminándose rumbo a su cuarto, aunque al pasar frente al niño.

- ¿Estás bien con un sándwich de crema de maní? Esa tipa del cabello atado, Luan creo, dijo que prepararía la cena más tarde pero no sé cuánto comas, ¿Estarías bien con eso?

A Lincoln no le agradaba Lynn, le había molestado más de una vez en la escuela, mejor dicho había sido un dolor en el trasero por una buena cantidad de tiempo hasta que un día simplemente desapareció de su vida, pero si había algo que él entendía era tener hambre, algo que independiente si ella no sabía cocinar o no, no le desearía a nadie tener que experimentar.

Y para Lynn esas palabras...

- ¿Te interesa... darme un sandwich?

- Eh.. claro, no es una molestia.

"No es una molestia"

No sabía si era culpa de la fatiga, de su molestia o del día que había tenido, pero escuchar esa frase, esas palabras dichas sin ninguna malicia hacia su persona.

- Gracias...

Lincoln solo sonrió ante esa respuesta.

Era una buena forma de terminar un día tan curioso como el que había tenido.

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