capitulo 62

Con una expresión cansada, Dariel entro a la habitación. Tira tanto el abrigo como el saco al suelo, afloja su corbata con simpleza pero, no lo parecía, ya qué se veía demasiado sexy en la manera que se la quitaba, fue al baño a tomar una ducha de menos de quince minutos.

Solo quiere dormir un rato después de todo, no ha escuchado la voz de Alen, desde la tarde. No tiene ánimos de hablar o pensar en su estado, aún sigue en la ironía y consternación por como todo se vino a bajó en una sola noche.

Ya vestido con su pijama de seda, Dariel se metió bajo las sábanas de la cama. Víctor está más que sabedor sobré no molestarlo, le dio órdenes estrictas de no tocar su puerta. No quería ser despertado mientras sueña con la persona que amas ama.

—¿Te veré en mis sueños?—En menos de un segundo sus ojos se volvieron filosos, muy claros—Si, hoy también podremos sostener su mano—La parte alfa había salido a tomar el control—Estare en un momento contigo, Alen—Desliza hacia fuera el anillo de su dedo. Lo pone en la palma de su mano para luego volverla un puño.

Solo bastó un minuto para que, Dariel cayera en un profundo sueño que le permitía tomar prestado un cuerpo con el linaje de su madre, vendría siendo su primo.

                                          🔹🔷🔸🔶🔹

Una gran sonrisa apareció en los labios de, Dariel. Nuevamente había despertado en la misma habitación de la última vez, a la misma hora.

Me levanté de la cama, observó por la ventana y no puedo contener mi alegría, otra vez veré a, Alen. Quisiera hacerle saber que estoy aquí, frente a él con las mejores intenciones del mundo. Pero eso me haría ver como un completó loco, puede que en verdad se marché y nunca lo vuelva a ver sin importar qué este solo sea un sueño muy vívido.

Dariel busca en ese armario algo que pueda usar, no puede ir al hospital vistiendo esas fachas de pijama con patrones raros, muy infantil para un adulto de 28 años.

Estoy haciendo planes pero, ¿como voy a evadir las preguntas de los padres de este cuerpo? Tengo que ser muy convincente, esas personas miman demasiado a este cuerpo.

Después de vestirse de manera casual, Dariel salió de la habitación esperando encontrarse con esos señores, pero no fue así, solo estaba el hermano.

—¿Otra vez saldrás?—Deja de escribir en el celular para ver fijamente a su hermano—No diré nada no te pongas a la defensiva, solo no tomes alcohol.

—No lo haré—Salio de la casa, subió al auto. Antes de tomar la calle que lo llevá al hospital, se desvió por unos minutos. Quería comprar unas flores, no podia ir con las manos vacías nuevamente.

La idea de está junto al joven Alen, pone de la manera más emocionada a Dariel. Pero, tampoco se va la tristeza en sus ojos.

No es de está manera que quería verlo, Dariel queria hacerlo sonreír por primera vez, acariciar las heridas causadas por esa escoria de padre y familia política.

Aún cuando lo tiene a su alcance, Dariel seguía sintiéndolo inalcanzable, ahora mismo no podría alcanzarlo por más que quisiera.

Estacionó el auto, volvió a subir a recepción. Otra vez está la misma señorita.

—Fue movido a otro lugar—Esta vez le dio la información mucho antes que él se la pidiera—Sala 304, piso 5.

—Gracias—Se apresuró a tomar el ascensor, su pie se movía con nerviosismo al igual que su corazón palpita ansiosamente.

Dariel bajó del ascensor, camina por los pasillos en busca de la sala, siente que no avanza. Que todo esta pasando en cámara muy lenta, por más que caminé no llega a dicha puerta.

—¡Otra vez tú!—Habla el especialista.

—Si, ¿Me echará?—Eso no me detendrá, encontraría la manera de subir.

—No, ¿Pero por qué llegas cuando ya está durmiendo?—Lo mira con cierta inquietud—Tampoco quieres que le dijera sobre tu visita.

—Porqué soy una persona que no existe en este lugar—Su mirada es lamentable—Solo espero y siga manteniendo esto en secreto, por favor.

—No diré nada—Se compadece—Ya hable con el, aún no me pregunta sobre cuánto tiempo podrá vivir con las quimioterapias.

Dariel apreta sus puños, intenta verse inexpresivo pero, es imposible. Sus ojos están llorosos y sus dientes muerden su labio inferior para que el dolor lo mantenga despierto y no caiga al fondo del precipicio.

—¿C-cuanto?—Preguntó con el cuchillo atravesando su garganta, así, de doloroso se siente preguntar—¿C-Cuanto tiempo?—Baja su mirada al piso.

—No hay un tiempo exacto, todo dependerá si las quimioterapias le caen bien, si no, entonces vendrá perdiendo la vida en menos de dos años.

—.....

Mi tiempo para encontrar una solución cada vez va disminuyendo, la vida me esta gritando "No hay esperanza, rendirte" ¡NO PUEDO HACER ESO! ¡NO VAS A GANAR, LOS ÚNICOS VENCEDORES SEREMOS NOSOTROS!

—¿Joven?...¿Se encuentra bien?.

Puedo ver cómo sus hombros tiemblan, la manera en la que apreta el ramo de tulipanes rojos, esta cortado la circulación en sus muñecas, ¿Su mirada debe de verse a un más miserable?

—No lo estoy, no estaré bien hasta que él, lo este—Limpio las esquinas de sus ojos—Con permiso y gracias por ser sincero.

—Puedes quedarte el tiempo que guste, no despertará hasta mañana—Entro a otra habitación a inspeccionar otros pacientes.

Dariel enderezó su espalda, soltó un fuerte suspiró antes de entrar a la sala. Solo que no esperaba encontrar otras personas en la sala.

—Disculpen...creo que me equivoqué de...—Calló cuando vio al joven casi al final de la sala.

—¿Eres familiar de ese joven?—Pregunto el anciano, estaba quedado calvo por la vejez, pero, esos grandes ojos grises son muy bonitos.

—Tal vez un día lo sea—Sonrio débilmente—Por ahora solo me conformo con poder verlo.

Camina hacía la camilla de Alen, sus pasos se volvieron más lentos. Los nervios que se sentían siguen iguales, como el primer día que lo conoció.

—Hola....—Ve la expresión inquieta de Alen, hasta en sus sueños se encontraba desprotegido—Creí que no volvería a verte—Pone las flores a un lado de la camilla—Te traje tus preferidas—Tomo asiento frente a la camilla del joven convaleciente.

Los tres ancianos guardaron silencio, no querían espiar la conversación pero, la manera en la que Dariel hablaba. Les hacía ponerse un tanto sentimental. Se podía escuchar de lo mas normal pero, su expresión decía otra cosa, en ella solo refleja dolor.

—Quisiera poder ver tus ojos...—Sostiene la mano de Alen—Admirar esa mirada que para mí, sería es la más hermosa...tú eres hermoso, estoy haciendo lo posible por encontrar la manera de darte una vida donde....—Agua empezó a mojar la mano del menor.

La voz de Dariel se había quebrado, no podía parar de sollozar. Mientras el alfa se ahogaba en dolor por ver Alen postrado en esa camilla de esa fría y tétrica sala, el padre del joven, no le prestaba mucha atención a su repentino viaje.

—¡Padre!—Salto del sofá para caer en brazos de su padre—¿Cómo estuvo tu día?

Para tener la edad que tiene, se comporta como un mocoso de seis años y su padrastro lo complace con mimos.

—Estuvo cansado como siempre—Palme el cabello del joven—¿Tú madre aún no regresa?

—Estoy aquí, cariño—Se une al abrazo familiar—Bienvenido—Besa los labios de su esposo.

Joven frunció el ceño, no quería ver tales muestras de afecto. Odia ver cómo ambos hacen eso cada vez que tienen la oportunidad de mostrarse afectó.

—¿Aún no regresa Alen?—No creí que se iría en verdad, creí que solo está haciendo una rabieta para llamar mi atención.

—No—Mira directamente a los ojos de su padrastro—Deberíamos llamarle, tal vez este en problemas—Su mirada se tornó triste.

Casi por reflejo o por inconcientemente, Greg llevó su mano al bolsillo de su pantalón, cuando el joven vio que estaba apunto de llamarle a, Alen. Sus ojos brillaron, al mismo tiempo que pone su mano en hombro de su padrastro.

—¿Padre?

—No pienso hablarle, si se fue solo dejado una nota—Saca su mano del bolsillo—No pienso estar rogándole, que se divierta en su viaje—Vamos a cenar.—Porqué debo de cuidar un hijo que quizás no es mío.

Todo iba bien durante todos esos años, pero de un momento para otro, esa burbuja de felicidad se rompió. ¿Si juraba amarme entonces por qué me dejó? Sigo sin entender su lógica, le dió igual que la engañara. Fue entonces cuando me di cuenta que todo había terminado.

No podíamos seguir así, entonces me enteré que yo, soy estéril, ¿Entonces como es que nació Alen?... se lo pregunté y ella me abofeteó cuando dude de su fidelidad. Pero esa duda no podría ser borrada, tampoco quería saberlo.

—Buen provecho—Exprese.

Pobre ilusión si cree que con eso podrá llamar la atención de, padre. Esta muy equivocado, mi padre nisiquiera quiso leer la carta, ¿Que cree que logrará hacer a su edad? Nada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top