capitulo 45
Otra vez el tiempo ha pasado muy rápido, ya estamos a mediados de marzo. El cumpleaños de este cuerpo fue no hace mucho, no lo celebré a lo grande, solo fue entre Kole, Dariel, Jon, Kiara y por último Hodei el primo de mi novio, a mis Padres solo les hice una videollamada. Prometí que el próximo año sería a lo agrande.
Estos últimos días han sido muy pesados, más con Kole que me siguió a la villa, desde ese día que dormí en garden royal, esa linterna no me ha dejado solo con mi novio. Más cuando vio la mordida en el cuello de Dariel, la cual no se ha borrado pero igual sigo mordido por miedo a que se borré.
Quiero tener relaciones con Dariel pero el metiche de hermano siempre me atrapa cuando quiero escabullime a la habitación de mi alfa.
Por lo que no me queda más que usar mi ultimo recurso y ese es Hodei, a Kole lo pone muy nervioso el estar cerca de él.
No sé porque pero mis ganas de hacer el amor con Dariel han incrementado. Al igual que este maldito malestar, las ganas de vomitar y mareos son muy frecuentes quizás he agarrado algún virus. No quiero ir al hospital pero si no se me quita en dos días tendré que ir.
Dariel ven rápido quiero sentir tu presencia, no quiero estar lejos de él. Me siento inquietante cuando no esta junto a mi.
Sam estaba en el clóset tirado en piso con toda la ropa de Dariel esparcida por el suelo, él envuelto con muchos abrigos que pertenecen al alfa mayor.
—Sammy, ¿dónde estás?—Dariel se quita la corbata—Tengo tus galletas favoritas.
No estuve aquí en dos semanas, he extrañado mucho a mi Sammy. Solo pensaba en querer besarlo tenerlo en mis brazos mientras mis manos recorren su piel, desde que hicimos el amor por primera vez no hemos parado. Lo hacemos cada vez que tenemos oportunidades aunque aveces mi cuñado es un tanto entrometido.
—¡Estoy en el clóset!—Grito.
—¿Que haces allí? ¿Te acabas de duchar...?—Dariel, se quedo más que sorprendido al ver la apariencia de Samuel.
Era como estar viendo un gatito arrollado en la ropa de su amo, olfateando su olor. Dariel no podía creer lo que estaba presenciado. Para él, Sammy se veía demasiado adorable.
Me acosté junto a él, pude escuchar como ronronea de felicidad al mismo tiempo que me abraza, huele mi ropa. ¿Por qué esta tan emocionado? ¿Me extraño tanto que tuvo que venir hacer un nido con mi ropa?....¿¡Nido!?
—Sammy, ¿Te has sentido mal últimamente?
—Si, la mayoría de cosas me causa náuseas, ayer casi golpeó mi cabeza cuando me maree de repente.
—¡¿Estas bien, no pasó nada más?!—Lo revisa de pies a cabeza para luego devorar los labios de Sammy.
No hay nada mejor y gratificante que tener a tu alfa junto a ti, sintiendo sus labios, toques. Lo extrañe demasiado, estar lejos de él se ha vuelto difícil pero siempre es llamado a la empresa y se queda de dos a una semana.
—Te extrañé, no te vuelvas a ir por mucho tiempo.
Cuando no puedo dormir junto a él, la noche es muy difícil, siempre recuerdo a media noche en busca de temperatura de su cuerpo.
—Ya soluciones los problemas que habían, no me iré, llamaré al doctor.
—Esta bien—Levanta sus manos para que Dariel lo sostengan en sus brazos—¿crees que tenga algún virus?
—No digas eso—Lo sostiene en sus brazos—Esperemos que no sea nada grave—Besa la frente de Samuel.
—Estas dos semana lejos de ti, fue una completa tortura—Ambos se recuestan en la cama.
Dariel olfatea el cuello de Samuel, al ver la mordida, sonríe para después pasar su lengua por ese lugar, Sam sintió escalofríos.
—Para mi fue igual, es desagradable tenerte lejo. Más ahora que quiero tu presencia a cada segundo.
—Yo me siento igual, pero pronto viviremos juntos—Sumerge sus dedos en el cabello rojizo.
Después de todo este tiempo, Dariel vuelve a tener su melena que tenía anteriormente, el cabello creció.
—Si, aún no le digo a mi familia—Levanta su mano, esperando que Dariel le entregue la galletas.
—Todavía hay tiempo de sobra para hablar sobre eso, no deberías comer si te sientes mal.
—Tengo hambre—Sus ojos lo ven con reproche—¿Me las darás o no?
—¿Y si te doy otra cosa?—Susurra.
—¡Dariel!
—Aquí están—Sonrió al ver cuán rojo esta el rostro de Samuel, besa esa tímida mejilla.
Tan adorable, parece una pequeña ardilla con sus mejillas abultadas de comida. Cada segundo me enamoro más y más de esta belleza. ¿Como reaccionara cuando le cuente que lo conozco desde antes? Espero que no me odie, no podré soportar eso.
Dariel abraza a Samuel con más intensidad, sabía que tarde o temprano tiene que confesarle todo lo que sabe y hacerle saber que su corazón solo le pertenece únicamente a él.
—Víctor—El guardaespaldas entró por la puerta con rapidez.
—¿Si?
—Dile al doctor que venga pero sin que Kole se entere....
—¿De que no debo enterarme?—Apareció de la nada, Samuel casi se ahoga con la comida en su boca, Dariel le dio pequeños golpecitos en la espalda—¿Estas bien?—Le paso un vaso de agua.
Samuel lo tomó de un solo sorbo para quitarse el ardor en su garganta, eso había sido desagradable.
—¿Que haces en nuestra habitación?
—¿N-Nuestra?—Sonríe rígidamente.
—Si, es nuestra habitación—Apoya su cabeza en el hombro de Dariel.
Esa maldita sonrisa de ese León albino quiero arrancarla de ese rostro burlón. Tendremos esta conversación en otro momento, lo que importa ahora es saber quién está enfermo.
—¿Para quieren un doctor?—Pregunta con preocupación.
—Dariel—Si decía que yo, kole armará un alborotó, mejor dicho me llevara al hospital hoy mismo.
—¿Se morirá?—Preguntó con una falsa preocupación.
—Gracias, cuñado. Tu preocupación me pone "tan feliz" pero no, no me moriré.
—Que lastima—Susurra—¿Que tiene?
—No lo se, por eso estoy llamando al doctor.
—Sam, vamos dejemos descansar al maestro simmons.
—Me quedare con él, soy su novio debo estar con él—Entrelazan sus manos—Aparte no lo evisto en dos semanas.
—Te puede contagiar su enfermedad.
Samuel baja de la cama, pone su mano en el hombro de su hermano mayor. Le da una gran sonrisa, Kole también sonríe porque cree que se ira con el.
—Kole—Sonrie más ampliamente, Dariel solo observa pero contiene su sonrisa.
—Largo—Lo empujó hacia afuera—Te quiero pero no voy a permitir que seas una lámpara en mi preciado tiempo junto a Dariel, Víctor puedes retirarte—Este solo asintió.
Kole frunció el ceño cuando escucho la sonrisa burlona de Dariel, pero luego puso una expresión de felicidad al recordar que Samuel le dijo que lo quería. Tenía que ir ha alardear con sus padres.
—¿No harás la cena?—Sube al regazo de Dariel, este limpia las migajas de esos hermosos labios.
—¡¿Te comiste cinco galletas y aún tienes hambre?!—No eran pequeñas.
—¿Me estas diciendo glotón?—Entre cierra los ojos, esperando a ver que responde su novio.
—No—Sostuvo la cintura de Sam—Yo estaba pensando en preparar una rica cena.
—Eso suena bien—Creo que si, estoy comiendo mucho durante estos últimos días.
¿Tendré parásitos? De solo pensarlo me hace sentir nauseas, muy desagradable esas cosas que viven en tu estómago.
—¡Sammy!
Dariel corrió tras de él, entro al baño solo para ver a Samuel en cuclillas apunto de vomitar, el alfa mayor sostiene el cabello del más joven.
Odio vomitar, es muy asqueroso. Por más que te cepilles los dientes ese horrible gusto en tu boca no se esfuma, lo peor es cuando también se te vine por las narices, simplemente horrible.
Samuel jalo la cadena del baño, se dejo ir hacia atrás, Dariel lo atrapo en sus brazos. Con un pañuelo limpio la boca de Sam, para luego doblarlo y dejarlo en el cesto de ropa sucia.
—Me estoy empezando a preocupar—Se aleja de Dariel, necesita cepillarse los dientes.
—Tal vez es estrés por tan ocupado que has estado estos últimos días—Intenta que Samuel no se sienta asustado—El doctor no tardará en venir.
Samuel cepilla y cepilla sus dientes, ya lo hizo por tres veces seguidas, iba por la cuarta pero Dariel lo detuvo, puso un chicle en la boca de Sam, para que dejara de sentir ese feo gusto.
Lo levantado en sus brazos para volver a la cama, Sam cerró sus ojos con mucha satisfacción, más cuando Dariel soltó sus feromonas. Ese olor lo hizo sentir más feliz, era como si eso es lo que estuvo esperando por tanto tiempo, ese malestar desapareció de su cuerpo.
—Ahora me siento mejor, oler tus feromonas me hizo sentir mejor—Lo mira a los ojos—Tengo hambre.
Dariel solo negó con su cabeza al mismo tiempo que sonríe, los cambios de humor de Sam, eran como un sube y baja.
—Solo esperemos al doctor—Vuelven acostarse en la cama, Dariel lo cubre con una frazada.
—Maestro—Habla atraves de la puerta.
—Entra—Víctor así lo hizo.
—El doctor se fue hace media hora, al parece su nieto fue ingresado en el hospital.
¿Tenia que ser justo ahora? Es bueno que en set de grabación no hemos tenido ningún accidente, por lo que solo vienen dos médicos que se turnan por semanas.
—Entiendo, puedes retirarte.
—Si—Salio de la habitación.
—¿Vamos al hospital? Prepararé el helicóptero.
—No—De tuvo los movimientos de Dariel—Ya me siento bien, ¿podemos esperarlo hasta mañana?
Encerio ya me siento mucho mejor, oler las feromonas de mi alfa alivia todo malestar, debio soltarlas antes.
—Sammy.
—Mi amor, por favor—Pone una mirada de súplica.
Dariel cubrió esos dos hermosos ojos, no podía seguir viéndolos, era demasiado peligroso, tan peligro que tenía ganas de tomarlo justo ahora y hacerle el amor hasta que sus cuerpos quedarán débiles.
—Esta bien, pero si te sientes mal no dudes en decirme, ¿Si?
—Si, te lo haré saber—Frota su mejilla con la palma de la mano de Dariel —¿Mi cena?
—Vamos por esa rica cena—Le indica que suba a su espalda, Sam sube encantado.
Salen de la habitación, Víctor y Jon los siguen por los pasillos, Sam revisa el cuello de Dariel, se sorprende al ver que la marca no se borra aún.
—Todavía sigue aquí—Besa esa parte—No se ha borrado.
—No interesa el porque no se borra, lo único importante es qué sigue en mi cuello, el cual sea por mucho tiempo.
—Si—
Al llegar a la sala fueron interceptados por Kole y Hodei, el alfa mayor los ignora para ir directo a la cocina pero son seguidos por ambos.
—No pienso hacerles la cena a ustedes dos—Deja a Sam en la silla.
—No quiero morir intoxicado—Comenta Kole, se posiciona detrás de Sam, comienza a trenzar el cabello de su hermano.
Logre escuchar como Dariel gruñe, esa mirada es como cuchillo, sus feromonas se volvieron tan sofocantes. ¿Que le pasa a ese León albino? Por instinto de protección hacia mi, solté el cabello de mi hermano al mismo tiempo que me alejó, solo así esos ojos volvieron a la normalidad.
—¿P-Primo?—Tartamudeo.
—¿Si?—Como si ese momento donde fue demasiado territorial no fue por parte de el.
—¿Estas bien?—Eso fue espeluznante.
—Lo estoy—Se acerca a Sam—¿Te asuste?—Susurra con preocupación.
Podía sentir un sentimiento de sobre protección viniendo de Dariel, no fue aterrador, fue más bien reconfortante. Me senti a salvó como si nadie pudiera lastimarme.
—Estoy bien—Deja un casto beso en la mejilla izquierda—Solo darte prisa, tengo hambre.
—De acuerdo, de acuerdo—Comenzó a preparar la cena.
Kole no entendía porqué Dariel se puso tan territorial. No era la primera vez que él intentaba trenzar el cabello de su hermano.
—¿Lo revisó el doctor?—Pregunta mientras lo analiza.
—No, el salió. Esperaré hasta mañana.
—¿Estas enfermo, primo?—Toma asiento en la silla a la izquierda.
—Solo creo que me quiere dar un resfriado, nada más. Solo veré el doctor para estar seguro. No te preocupes.
Sam estaba empezando a babear por el olor de la comida que invadía la cocina.
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