capitulo 37
—Alen, cariño despierta—Pasa su mano por el cabello de un durmiente adolescente. Él se regocija de felicidad al sentir ese toqué.
—Cinco minutos más, mamá. Solo cinco minutos más—Se cubre con la colcha.
No quiero levantarme, esta muy bonito el clima como estar levantado.
—Llegaras tarde a la preparatoria, tu padre te está esperando.
Alen abrió sus ojos, se sentó en la cama. Mira a su Madre de una manera extraña.
¿Desde cuándo mi padre me lleva a la secundaria? El nunca me llevo ni una vez, siempre se la pasaba ocupado. Aún cuando era esposo de mamá.
—¿Por qué me llevaría el? ¿No están divorciados?—¿Qué esta pasando aquí.
Estoy de nuevo en un sueño, necesito ir despertar, quiero ver cómo está mi novio. Tengo algo que decirle.
—¡Cariño, nos estás maldiciendo! ¿Cómo puedes decir eso? Greg, ¡tu hijo dice que estamos divorciados! ¿Lo puedes creer?
¿Estoy equivocado? Pero si tengo 13 años, para ese entonces mis padres ya se habían dejado. ¿Cómo es que todavía están juntos?
—Alen, ¿Qué pasa? Estas enfermo—Toca la frente de su hijo—No lo estás, ¿Entonces tuvistes una pesadilla?
¿Pesadilla? ¿Todo lo que he vivido solo fue una pesadilla? O ¿esto es otro sueño?
—Soñe que estaban divorciados y que mi padre no me quería, me veía con despreció.
—Yo jamas haría eso, eres nuestro preciado bebé. Tú madre y yo, te amamos—Lo abrazó fuertemente.
¿Amarme, tú? Eso jamas podría pasar, el hombre que conozco, nunca diría tal cosa, ésto el lo llamaría cursilería.
—Hubo un tiempo donde deseé escuchar esas palabras de ti, pero ahora ya no las necesito. Y también sé que esto solo es uno de mis tantos anhelos.
Ahora tengo personas que me quieren, necesito ir con Dariel, el me está esperando, mi familia también ¿pero como salgo de este sueño?
Cómo el viendo a soplar todo eso se esfumó para cambiar de escenario, Alen ahora se encontraba afuera de una gran casa, con su padre al lado.
—Padre—Se lanza en los brazos de Greg—Quiero mostrarte mis calificaciones—Sonrie.
—Estoy seguro que nuestro Samuel, obtuvo la calificación perfecta—Acaricia su cabello.
El adolescente de 17 años, tiene cabello grisado, rostro ovalado. Piel tan hermosa como la porcelana, cejas negras rectas delgas. Tiene una mirada seductora e arrogante de color gris. Pómulos marcados.
Bien mide 1.78 año, su cuerpo con complexión atlética, está muy desarollado para su edad.
—¿Y él es?—Preguntó curioso.
—Alen, el vivira con nosotros—Entraron a la casa.
—¿Será mi hermano? Qué emoción.
Es agradable que Samuel sea una buena persona, así no me sentiré tan solo en este lugar, quizás sea agradable tener un hermano.
—Si, llevarse bien.
—Claro, ¿Puedo guiarlo a su nuevo habitación?
—Si no es molestia para ti.
—No para nada, por aquí Alen—Lo tomo de la mano, los dos subieron las escaleras.
El equipaje de Alen, solo era la mochila que traía en su espalda.
—Esta será tu habitación—Entraron—¿Te gusta?
—Si, me gusta mucho. El color negro es mi favorito, ¿Padre lo preparo para mi—Sonrio con alegría.
¿Creí que no quería que viviera con él? Pero si preparó este lugar con mis gusto eso quiere decir que le importa mi comodidad.
No quiero seguir viendo esto, ese niño de ahí era tan ingenuo, yo era ingenuo.
—No, fue mi madre quien lo hizo—Cambio de expresión—¿Por qué no te pareces a padre?—Su mirada es más fría.
—Me parezco a mamá—Sus ojos dan miedo, ¿Por qué se volvió hostil de repente?
Alen, agarra con fuerza las mangas de la mochila. Retrocede hacia atrás.
—Es una lastima—Sonrie con malicia—Si tan solo fueras idéntico a padre, las cosas hubieran sido más divertidas.
—¿Aque te refieres?—Tengo miedo.
En ese entonces mi madre solo tenía una semana de muerta, mis emociones eran conflictivas, por lo que estaba en un estado vulnerable, toda acción hostil a mi persona era aterrador.
—Qué eres un lamentable niño que no es querido por su padre—Lo toma por el brazo—No creas que por vivir aquí, padre te hará caso—Hizo más presión en su agarré—Para él, yo soy su único hijo.
Ahora que ya no le tengo miedo, cuanto deseo poder destrozar su cabeza contra la pared de esa habitación. Qué tanto odio.
Alen, veía todo como ver una película. Su mirada es aburrida.
—Sueltame, me estás lastimado—Queria soltarse pero Samuel tenía más fuerza que él—Le diré a mi padre.
—Ve—Lo soltó, fue abrir la puerta—Veamos aquíen le cree—Sonrie.
Ya no quiero seguir viendo esto, estoy cansado de está mierda, solo quiero descansar. Ya no quiero sentir nada ¿Por qué tengo que recordar esto una y otra vez? Quiero olvidarme de esa vida por completo.
Alen, abraza sus rodillas. Llora, grita con odio. El solo quiere avanzar, ser feliz.
Todo el lugar se volvió negro, muy en el fondo se podía ver una luz brillante, ¿Qué pasaría si la cruzará? Debería caminar hacia ahí. No tengo nada, estoy solo.
Alen, camino hacia esa dirección. Sus pasos cada vez son más rápidos. Pero de repente se detiene.
No estoy solo, tengo una familia que me ama, un grandioso novio que esta esperando por mí. Dariel, espérame ya voy por ti.
Alen comenzó desesperarse, su respiración es agitada. Corre por todo el lugar, cae y se vuelve a levantar.
—Tengo que despertar—Golpea el suelo con enojo—Tengo que decirle a Dariel todo lo que no pude decirle.
Sam abrió sus ojos. Parpadea con suavidad, observa todo el lugar.
En el sofá estan acostados Oriel y kolen. Mi Madre sostiene mi mano. Todo mi cuerpo duele, es como si un auto pasó encima de mi.
Samuel, gira su rostro al lado izquierdo, ahí está Dariel. Acostado en la cama, con su cabeza venda. Las lágrimas corren por las mejillas del alfa, está feliz por verlo vivo y triste por el hecho que está en ese estado en la cama.
—¡Samuel!
—Shh, no quiero que se despierten—Señale el sofá, ellos dos se veían cansados.
El rostro de mi madre, seve demacrado, ¿Se quedo despierta toda la noche? ¿Dónde está mi padre? ¿No vino?
—¿Te duele algo?—Susurra, con un hisopo remoja los pálidos labios de Sam—Estaba asustada—Sus ojos se cristalizan—Crei que te iba a perder.
Toda esa angustia, ansiedad, se esfumó al verlo despierto. Pero aun es doloroso el verlo en este estado.
—Lo siento, no quería preocuparlos de está manera. Y me siento como si un auto me aplasto. Mamá, ¡¿Qué sucedió? ¿Por qué andas en silla de ruedas!
¿Se lastimó por mí culpa? Solo les causó problemas a las personas que me rodean.
—No te preocupes, solo me lastimen los pies pero nada grave—Acaricia las mejillas de Sam—No tienes la culpa de nada, no tienes permitido culparte.
—Gracias, ¿Donde está papá?—¿No estuvo presente?
—Salio hace un momento con Víctor, para que Kole y Oriel pudieran entrar. Tu padre se quedó cuidado toda la madrugada ahí—Señala la silla junto a ella.
No puedo negarlo, me siento feliz de escuchar esas palabras. Me hubiera gustado verlo aquí cuando desperté.
—Deberías de ir a descansar, mamá—Intenta levantarse.
Demonios, duele mucho, siento que se se romperá algo adentro de mi, ¿Me fracture las costillas? No es momento para preguntar sobre mi condición, solo quiero estar junto a Dariel.
—¿Qué estás haciendo? No puedes levantarte.
—Quiero estar con él—Señala a Dariel—Quiero sentirlo para converserme de que esto no es un sueño y que ambos sobrivivimos.
July no le dijo que no, ella solo le ayudó con el suero y el oxígeno. Lo movió a un lado de la camilla de Dariel.
Sam subió a lado izquierdo de la camilla, abraza el cuerpo de su alfa. Hundió su rostro en el pecho del mayor, dejó salir sus angustiantes feromonas.
July, solo observa cada momento de su segundo hijo, puede ver cuan desesperado, ansioso, miedoso, se encuentra Samuel.
Mi pequeño está más que enamoré de Dariel, No quiero pensar que hubiera pasado si Dariel, lo olvidará. Samuel no podría soportarlo, es grandioso que nada de eso paso.
—Se que es muy insensible de mi parte...Pero quiero estar a solas con él—Quiero ser el único que esté en este lugar cuando el despierte.
—Esta bien—July, entendía a su pequeño.
—Gracias, mamá. Llevar a esos dos a desayunar o almorzar no se a qué hora son.
—Son las 11 de la mañana—Con sus manos mueve la silla de ruedas—Despierten, salgamos un momento.
—¿Qué sucede? ¿Samuel está bien?—Oriel, se exalta. Con su mirada busca a su amigo y cuando lo ve despierto se pone a llorar.
Oriel quería ir con el pero Kole quién había fingido estar durmiendo, le impidió que fuera hacía su hermano.
—Estamos felices de que hayas despertado—Hablaron al unísono.
Los tres salieron del lugar, en la habitación solo queda Samuel y Dariel.
—Dariel, despierta y mírame. Quiero escuchar tu voz.
Verlo ensangrentado, fue tan aterrador. Hablarle y que no me respondiera me hizo sentir asustado, asustado de que jamás volviera a escuchar su voz. Sentí que mi corazón estaba siendo arrancado.
—Dariel—Besa la mejilla del Alfa—Tengo miedo que esto sea como en esas historias clichés y no te acuerdes de mí.
No podre vivir si despiertas y me rechazas. Eso seria como un puñal en mi corazón.
—Despierta, todavía tengo algo que decirte, amor mío....—Solloza—Tenias que estar despierto mucho antes que yo. Tardaste mucho—Reclama.
—Me disculpo por hacerte esperar, mi amor —Arrulla el cuerpo de Sam—Ya estoy aquí, Sammy.
Samuel, llora desenfrenadamente. Sus miedos fueron apaciguados, saber que Dariel no lo había olvidado, fue como retirar esa estaca que cercenaba su corazón.
Ya podía respirar con más tranquilidad, la so sofocación que no me dejaba respirar normal, se esfumó. Como pude levanté mi rostro para mirar a los ojos a mi alfa.
—Te amo—Las lágrimas brotaban como manantial—Te amo, quiero vivir el resto de mi vida contigo, se que aveces soy complicado pero jamas te rindas conmigo, por favor. Ya no puedo vivir sin ti, Mi alfa.
¿Cuantas veces he imaginado una confesión así? Muchas, muchas veces me imagine a Samuel diciéndome te amo, pero ninguna de esas veces fue tan placentera y llena de emociones como esta confesión.
Sammy me ama y yo lo amo. Es todo lo que puedo pedir, mi felicidad esta completa, soy el hombre más feliz del planeta.
Las temblorosas manos de Dariel, sostienen el lloroso rostro de Samuel, acaricia con cariño sus mojadas, mejillas. Los zafiros azul-Violeta comienza a derramar lágrimas.
—¡¿Te duele alguna parte—Se preocupó—¿Debería bajar para que estés más cómodo?!
—No, nada de eso.
—¿Entonces por qué lloras?—¡¿Su cerebro se dañó?!
—Estoy tan feliz, he esperado por esto mucho tiempo—Besa los pálidos labios de Samuel, lleva sus manos a la cintura del menor.
El beso se profundizó, volviéndose más cariñoso, cargado de muchas emociones que no lograron decirse ese dia.
Este es un beso más significativo que cualquier otro beso que nos hayamos dado, este beso lleva consigo mi más apasionado y romántico amor hacia Dariel. Quiero decirle cuanto lo amo, aveces un beso es mejor que mil palabras.
—Te amo—Intenta regular su agitada respiración—Te amo con toda mi alma, Sammy—Te amo, Alen.
Samuel apoyo su cabeza en el pecho de Dariel, entrelaza su mano con la del alfa mayor, sus anillos hacen un ruido sordo al tocarse.
—Tuve mucho miedo, verte ahí acostado en sangrado e inconsciente. Fue aterrador. Me sentía culpable, en ese momento pensé que era culpa mía. Por un momento también pensé en alejarme de ti...
—¡No, nunca vuelvas a pensar de esa manera! Nada es tu culpa, lo accidentes pasan—esperó que sea un accidente porque si no, esa persona la pagará muy caro por ver interrumpido mi gran momento con Sammy.
—Sin importa nada solo quedarte conmigo. Sammy, por ti estoy dispuesto a todo, no me arrepiento de nada. Si volviéramos estar en una situación así nuevamente, volvería a protegerte con todo lo que tengo. Porque te amo y sin ti no puedo vivir.
—Dariel, ¿merezco tu devoto amor?—Pone un poco de fuerza en su mano que sostiene la de Dariel.
—La pregunta correcta es ¿Soy yo digno de un amor tan puro como el tuyo?
—Si, eres más que digno. Todo este febril amor no podría dárselo a nadie más que no seas tú.
—Sammy, tu eres mi luz en la oscuridad. Si no te hubiera conocido yo estaría en un abismo hundido en lo más profundo—Escuchar tu voz cada dia era lo único que me mantenía cuerdo durante estos últimos años.
Estudiar y trabajar al mismo tiempo era agotador, cuando regresaba a casa no había familia que me recibiera con una sonrisa o un cálido abrazo, era tan solitario. El vacío en mi alma crecía de apoco.
Todo eso cambió cuando en medio de todo ese abismo, Sammy se convirtió en una deslumbrante luz que me era imposible tocar pero me hacia feliz.
—Seamos feliz juntos por siempre y para siempre.
—Justos simpre—Beso el cabello de Samuel.
Ellos podían planear una cosa pero la vida tenía planeada otra, más cuando están siendo observados por alguien que podría alterar la historia con solo una palabra. ¿Como lucharán con eso?
Nota🤍
Tienen suerte, gracias a dios estoy mucho mejor. Anoche me llegó la inspiración y me puse escribir este capitulo y el de la historia de "No quiero decirles adiós"
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