Capítulo 7: ❝Inconvenientes familiares❞ [Parte 1]
16 días para la operación EVIE.
Una semana más tarde, todos los habitantes de Auradon estaban reunidos en el jardín trasero del Castillo Bestia, en donde se celebraba el Día de la Familia.
Y todos estaban acompañados de sus parientes, excepto cuatro personas.
Mal, Jay, Evie y Carlos se sentían perdidos, pero tenían que disimularlo.
Para los ojos de los Auradianos, ellos pertenecían a Costa Luna, un país en el que jamás les había faltado nada.
Y eso no podía estar más lejos de la verdad.
—Ma chere Mademoiselle, es con profundo orgullo y enorme placer que les damos la bienvenida hoy. —Habló Ben, dirigiéndose hacia su prometida, a quien le besó el dorso de la mano; siendo consciente de que todos les estaban prestando atención debido a que ellos eran los encargados de iniciar con esta celebración.
—Así es, mon amour, ahora los invitamos a relajarse, pónganse cómodos mientras que el comedor presenta con orgullo: ¡su almuerzo! —Prosiguió la futura reina de Auradon, sonriéndole al chico falsamente, para luego hacer una reverencia frente a todo su público. —Si tes lèvres dégoûtantes touchent à nouveau ma peau, je vais te rendre ivre pour que tu comprennes quand je t'aime, mon amour.
— ¿Es legal que la realeza hable en un código secreto frente a sus súbditos? ¿Acaso esta gente lo considera educado? —Inquirió el menor de los VKs, quien metió la lengua en un recipiente lleno de chocolate que había tomado de la mesa de bocadillos. — ¡Esto es delicioso! Ten, amor. —Dicho esto, le ofreció el recipiente a su pareja, quien metió dos dedos dentro de aquel objeto y se los llevó a la boca.
—No digas estupideces, están hablando en francés. —Respondió la prima de Alex Russo, quien estaba a su lado. —Rosie sabe hablar francés con fluidez. —Explicó ella en voz baja.
— ¿Y qué se decían exactamente? —Cuestionó la chica de cabello morado antes de meterse tres fresas en la boca. — ¿Algo sexual? —Sugirió, recibiendo como respuesta una mirada desaprobatoria de su mejor amiga.
—No. —Se opuso la chica que solía vender cebo en Luisiana, negando con la cabeza e intentando aguantarse la risa que le causaban esos comentarios. —Ella le dijo que si los asquerosos labios del príncipe vuelven a tocar su piel ella hará que él se intoxique para que entienda cuanto lo ama.
Los cuatro mejores amigos intercambiaron miradas.
—Be our guest, be our guest, put our service to the test. —Comenzaron a cantar Lonnie, Chad, Audrey; Doug y Jane mientras hacían una reverencia hacia la izquierda, otra hacia la derecha y nuevamente otra hacia la izquierda y luego hacia la derecha. Delante de ellos, la pareja real saludaba al público que se encontraba en la primera fila. Rosalinda le sonrió a su madre, quien había viajado exclusivamente desde Costa Luna para estar con ella durante dos semanas. —Tie your napkin 'round your neck, cherie, and we'll provide the rest.
—Es verdad. —Aclaró el príncipe heredero al trono de Auradon, dándole la servilleta que tenía sobre su brazo a su prometida, quien lo miró extrañada.
—Soup du jour (uh-huh), hot hors d'oeuvres (come on), why, we only live to serve (whoo!) —Dijeron los AKs mientras bailaban. —Try the grey stuff, it's delicious (alright), don't believe me? Ask the dishes.
—Ask the dishes! —Insistió el castaño mientras que las chicas se hacían a un lado para dejar pasar a los hombres, quienes avanzaron hasta donde se encontraba el hijo de Bella y Bestia. —Yeah, they can sing, sing, sing, they can dance, dance, dance, after all, Miss, this is Auradon (uh-huh), and a dinner here is never, never second best (come on!)
Rosie se colocó en medio de Lonnie, Jane y Audrey mientras bailaban detrás de los chicos para luego arrojar lejos sus servilletas.
—Go on, unfold your menu, go on, take a glance and then you'll (alright) —Siguieron cantando mientras se movían de izquierda a derecha y viceversa, entonces los chicos formaron una fila. —Be our guest (hey), be our guest (hey), be our guest, yeah, yeah, come on, yeah, be our guest, guest, yeah, yeah.
— ¿Y además este tipo rapea? Pobre Rosie, lo va a tener que soportar cantando cada mañana de cada día por el resto de su vida. —Murmuró Jay, haciendo una mueca. —Y encima es feo.
—Tú tienes mejor gusto en chicos, y no lo digo porque te enamoraste de mí, cariño. —Replicó el chico de cabello blanco y negro, mirándolo de reojo.
—Ya cierren la boca, Mal y yo estamos intentando apreciar la anatomía femenina y no podemos concentrarnos cuando ustedes dicen cualquier cosa. —Protestó la princesa malvada, quien estaba concentrada admirando a la chica del PPP que bailaba a unos metros de ellos.
—Beef ragout, cheese soufflé, hey, pie and pudding en flambé, flambé, we'll prepare and serve with flair, a culinary cabaret. —Siguieron cantando los AKs.
—Sounds so good! —Comentó la futura reina, emocionada.
—You're alone, oh and you're scared, yeah, but the banquet's all prepared. —Dijeron Jane, Lonnie y Audrey al unísono.
—It's all prepared! —Repitieron los chicos.
—No one's gloomy or complaining, while the flatware's entertaining. —Aseguraron las princesas.
—We tell jokes (jokes), I do tricks (tricks), with my fellow candlesticks (fellow candlesticks), and it's all in perfect taste, that you can bet (you can bet). —Dijeron Ben, Doug y Chad.
—Come on and lift your glass, you've won your own free pass, to be our guest, if you're stressed, it's fine dining we suggest, be our guest, be our guest, be our guest, yeah, come on. —Continuaron todos.
—Be our guest, be our guest, come on, come on. —Prosiguieron los AKs, sin dejar de bailar, colocándose en sus posiciones para el gran final de aquel número musical. —Be our guest!
Todos los presentes aplaudieron y entonces Rosie se acercó a donde se encontraba su madre junto a los VKs y su Consejera Real mientras que Ben recibía elogios por parte de sus padres.
— ¡Eso fue hermoso, mi reina bonita! Es el mejor regalo de bienvenida que he recibido. —Habló la ex reina Sophia, rodeándola con sus brazos inmediatamente. —Te he extrañado tanto, cariño.
—Muchas gracias, madre. —Exclamó su descendiente, correspondiendo aquel abrazo, luego se separó. —Yo también pero todo aquí es maravilloso, excepto por...
— ¿No me vas a presentar a mi suegra, Rosalinda? —La interrumpió su prometido, logrando exaltarla.
— ¿No sabes que es grosero interrpir una conversación privada entre mujeres, Beast? —Le recriminó la mejor amiga de Carter, dándose vuelta para encararlo mientras se cruzaba de brazos. —Y no es romántico asustar a una chica.
— ¿Este es el caballero que no se ha dignado a venir a recibirme ni a ayudarme con mis maletas cuando llegué? —Intervino la madre de Rosie, indignada.
—Así es, y le pido disculpas por eso, pero los preparativos para la boda y nuestras respectivas coronaciones me han tenido muy ocupado. —Se justificó el castaño para luego tomar la mano de la ex reina y besarla. —Es un placer conocerla finalmente, suegra, pero también deseo conocer a su esposo; ¿dónde está él?
La futura reina de Auradon apretó los puños al oír aquello, pues era obvio que Ben ni siquiera se había molestado en averiguar algo relevante sobre su vida.
—Él falleció hace dos años, lo sabrías si me prestaras un poquito de atención, te sorprendería saber que el mundo no gira alrededor de ti. —Dijo la chica de Costa Luna, pensando en que no sabía cómo lo soportaría por doce largos meses. —Pero he invitado a un hombre que es como un segundo padre para mí, él estará aquí junto a mamá por dos semanas. —Prosiguió, haciéndole señas al mayor Mason para que se acercara, él lo hizo.
—Buenas tardes, Benjamín. —Lo saludó el agente del PPP, estirando su mano. —Soy el padre de Carter, así que te recomiendo que trates bien a mis chicas, porque lo merecen.
—Que gusto conocerlo, gracias por venir. —Dijo Ben, estrechando su mano. —Jamás me atrevería a faltarles el respeto, señor. —Mintió.
Hipócrita de mierda, pensó su prometida, lo has hecho desde que llegamos.
Por otro lado, Evie y Carlos observaban la escena desde lejos, mientras escuchaban como la Consejera Real de Rosie y la hija de Mulán les estaban enseñando a jugar al cróquet a Mal y a Jay, por otro lado Jane había ido a buscar más agua para llenar la botella de su novia.
—Estas reglas me están agobiando, creo que necesito un descanso para comer. —Se excusó la chica de cabello morado, cuyas manos temblaban desde que se había dado cuenta de que el progenitor de la joven de Luisiana estaba en Auradon, ese hombre la intimidaba por alguna razón que no lograba comprender. — ¡E! Quiero fresas con chocolate. —Pidió la hija de Maléfica, acercándose a ella quien sostenía un recipiente lleno de aquellos frutos deliciosos, tomó varios y los metió dentro del bowl en el que había chocolate derretido que le menor de los VKs comía, luego se los metió a la boca.
—No creo que te esté oyendo, M, los celos no la dejan. —Se burló el chico de cabello blanco y negro, pues la princesa malvada no dejaba de mirar a la pareja real, intentando escuchar su conversación a pesar de que la distancia se lo dificultaba. —Ya has comido mucho, y estás temblando, pronto empezarás a sudar...—Exclamó él, observando a su otra mejor amiga.
— ¿Si le doy un golpe en el trasero con este palo de cróquet, crees que sí me preste atención de una vez por todas? —Sugirió la villana, tratando de ignorar las señales que le estaba dando su cuerpo, pues no era su intención arruinar esta celebración. —E-estaré bien, yo solo... necesito respirar y... escribir en el d-diario. —Murmuró con algo de dificultad.
— ¿Qué dijiste sobre mi trasero? —Reaccionó la chica de cabello azul, pestañeando varias veces y dirigiendo su mirada hacia su compañera de cuarto. —Ten, pero podemos irnos cuando lo desees. —Le recordó, sacando de su bolso el libro que le pertenecía a Carter junto a un bolígrafo y entregándoselos a la chica.
—Dejemos esto en la mesa, no creo que sea conveniente que nos quedemos aquí cuando ella claramente no está bien. —Habló el menor de los VKs, dirigiéndose hacia Evie, quien asintió. —M, ya volvemos, ¿ok? Quédate aquí donde Jay pueda verte. —Pidió antes de marcharse junto a la princesa malvada hacia la mesa de bocadillos para dejar los recipientes allí.
Mal dejó caer el palo de cróquet al suelo y abrió el diario con algo de esfuerzo pues sus manos aún temblaban, entonces comenzó a escribir mientras sentía como su pecho comenzaba a cerrarse.
—Discúlpenme un momento, por favor. —Exclamó el mayor Mason antes de alejarse de la realeza con la que seguía hablando al ver una situación que le pareció sumamente sospechosa. — ¡Tú! ¿¡Qué crees que estás haciendo!? —Alzó la voz mientras caminaba hacia la villana, logrando que la última se sobresaltara.
Al escuchar aquello, todas las personas que se encontraban a su alrededor comenzaron a prestarles atención. Carter comenzó a acercarse.
—Y-yo... e-escribo en este libro. —Susurró la chica de cabello morado, sin entender si estaba haciendo algo malo. Esa no era su intención, solo quería poder estar bien durante una estúpida celebración en la que ni siquiera se sentía cómoda.
—No te hagas la inocente conmigo, Mal. —Replicó el hombre, acercándose peligrosamente hacia ella. — ¡Le robaste el diario a mi hija! —La acusó, señalándola con el dedo.
En ese instante, los VKs también caminaron hacia donde se encontraba su mejor amiga, teniendo un mal presentimiento.
—E-eso no es verdad, y-yo... —Murmuró la descendiente de Maléfica, pero antes de que pudiera seguir justificándose, sintió como sus piernas temblaban aún más. Quería huir, pero no podía moverse.
—M, respira hondo. —Exclamó la princesa malvada cuando llegó a su lado, tomando su mano, mientras que Carlos la sostenía por la cintura. —Estamos aquí.
—Siempre supe que no eras más que una mentirosa. —Prosiguió el mayor Mason.
Audrey miró a su madre, que se encontraba a su lado, y después observó a sus amigas. La descendiente de la Bella Durmiente miraba la escena mientras bebía un poco de ponche, pues aquella situación no hacía más que confirmarle lo que ella había averiguado durante el transcurso de la semana, pero necesitaba pruebas para que alguien le creyera.
—Papá, déjala tranquila. —Intervino la morocha, tomando del brazo a su progenitor antes de que dijera demasiado. —Esta bella chica no es una ladrona, yo puedo explicártelo todo si...
—Te dije que te mantuvieras alejada de ella porque no quería que algo como esto sucediera. —La interrumpió el hombre, mirándola de reojo. —Pensándolo bien, si estoy de acuerdo contigo, ella no es una ladrona; es mucho más que eso.
Los ojos de Mal brillaron en ese preciso momento y todos a su alrededor comenzaron a murmurar.
—Mal, no lo escuches. —Susurró el menor de los VKs en el oído de su mejor amiga, tratando de calmarla. —Él no sabe lo que dice.
— ¡Ella es un monstruo! —Continuó el papá de Carter, furioso, se volteó para ver a la ex reina de Costa Luna. —Sophia, querida, ¿recuerdas cuando te conté que...?
—No tienes que avergonzarla de esta manera. —Dijo la madre de Rosalinda, caminando hacia él y colocando una mano sobre su hombro. —Este no es el lugar ni el momento adecuado para discutir esto, así que déjala en paz.
Jay observó a Evie, ella miró a Carlos y el último dirigió su mirada hacia Mal, ninguno de los cuatro entendía qué demonios estaba pasando.
— ¿Qué significa esto? —Dudó en voz baja el príncipe de Auradon, confundido.
—Algo que no te incumbe, así que ni se te ocurra decir algo inapropiado. —Contestó su prometida para luego alejarse de él, acercándose al progenitor de su mejor amiga. —Yo creo que Mal merece que le des una oportunidad para conocerla mejor.
—No Rosie, no voy a tolerar que alguien como ella esté cerca de mi hija. —Gruñó el hombre. —Ellos ya te han mentido una vez, ¿qué te hace pensar que no son capaces de hacerlo de nuevo?
Al escuchar aquello, Jane llegó hacia donde estaba su novia y la última la abrazó por detrás, mientras observaban aquella discusión de la que realmente no comprendían nada.
— ¡Eso no es verdad! —Protestó la princesa malvada, quien era consciente de que él estaba diciendo la pura verdad, pero no podían arriesgarse a ser descubiertos. —Carter y Rosie mejoraron nuestras vidas desde el momento en que las conocimos.
—Ellas creyeron en nosotros desde siempre, por eso jamás traicionaríamos su confianza. —Prosiguió el hijo de Jafar, quien estaba detrás de su pandilla.
—Y hemos estado acompañándolas desde que llegamos a este país tan extraño. —Habló el pecoso, mirándolo seriamente.
—En cambio, usted jamás se ha preocupado por su hija, pero viene aquí a fingir que ella realmente le importa. —Añadió la ojiverde, observándolo con desprecio. —No es el mejor padre del mundo, ni siquiera es mejor que el mío, señor Mason.
— ¿¡Cómo te atreves a decir semejantes mentiras, mocosa desagradecida!? —Protestó el hombre, ya harto de su actitud insolente, fue entonces cuando se acercó a ella dispuesto a ponerla en su lugar.
— ¡Nadie insulta a mi mejor amiga excepto yo! —Intervino Jay, siendo más rápido e interponiéndose entre ambos para proteger a Mal. — ¡Retrocede antes de que te regrese a Costa Luna de una patada, imbécil! —Le advirtió, empujándolo.
—Y yo no permito que nadie denigre a mi familia delante de mí, tarado. —Replicó el progenitor de Carter, empujando a su adversario, quien quiso golpearlo pero el agente del PPP fue más rápido y le hizo una llave al brazo. El chico de cabello largo gritó de dolor y maldijo entre dientes. —Nadie se mete con los Mason sin afrontar las consecuencias, deberías saberlo, Mal.
—Te vas a arrepentir de haberte metido con mi novio. —Gruñó De Vil, quien tomó el palo de cróquet que su pareja había usado y golpeó la cabeza de aquel bastardo con aquel objeto, satisfecho por darle su merecido al bastardo que se había metido con su persona favorita en el mundo, el último se acercó a él con torpeza debido al golpe que había recibido mientras que la chica de cabello azul sacaba su espejo mágico de su bolso.
—No vas a seguir hiriendo a mis amigos. —Gruñó ella, mientras que los ojos de la hija de Maléfica brillaban con más intensidad. — ¡Espejito mágico en mi mano, muéstrame tu luz para hacer caer a este gusano! —Pidió mientras apuntaba al hombre con aquel objeto, logrando que él se desconcentrara y soltara a Jay.
— ¡Papá! —Se quejó su descendiente, acercándose a él para verificar la gravedad del golpe que había recibido. —Tú te lo buscaste, pero esto ya fue demasiado lejos, te curaré pero tú y yo tenemos que hablar. —Sentenció y lo tomó del brazo para sacarlo de allí, siendo seguidos por la madre de Rosalinda.
Inmediatamente Carlos & Evie se arrodillaron alrededor del villano que aún seguía en el piso y lo ayudaron a incorporarse con algo de dificultad, mientras que la ojiverde no podía sentirse más impotente en ese momento, pues aún seguía paralizada debido a la maldita ansiedad que la atormentaba.
— ¿Así que confías en ellos pero te traicionaron? —Le recriminó Chad a Rosie, tomándola por sorpresa.
—No te atrevas a cuestionar mis decisiones, Charming, esto solo ha sido un malentendido que no te incumbe. —Se defendió la futura reina, manteniendo la compostura. —Esto no es culpa de ellos.
—No, Rosalinda. —Habló su prometido, mirándola con seriedad. —Es tuya. —Dijo antes de alejarse junto con el rubio, al igual que lo hicieron Lonnie y Jane, pues ambas deseaban continuar con su cita sin tener más problemas.
Ella se acomodó el vestido y suspiró hondo, pensando en que debía hacerle caso a su corazón, y no a los prejuicios que tenía el señor Mason sobre los VKs.
Lamentablemente, la chica estaba tan distraída y abrumada que no se dio cuenta de que Mal aún seguía teniendo aquel maldito ataque de ansiedad.
Audrey era la única persona que se dio cuenta de que la hija de Maléfica todavía seguía necesitando ayuda.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top