Capítulo 4: ❝Bailes y promesas❞ [Parte 1]
La celebración en el Castillo Bestia ya había comenzado hace casi una hora y no había rastro alguno de Rosalinda y los demás, por lo tanto la gente de Auradon –quienes acostumbraban a ser puntuales– comenzaba a impacientarse.
— ¿Cuánto tiempo más me hará esperar? —Protestó el castaño, caminando en círculos alrededor de su mejor amiga. — ¿Y si se quedó dormida, como tu madre?
—Una chica siempre tarda, pero... no demasiado, ¿¡en serio esta es la clase de doncella con la que vas a casarte!? —Le recriminó Audrey, antes de beber un sorbo de su copa llena de champagne. La rubia estaba tratando de no mandar a la mierda a su ex novio; quien había heredado la poca paciencia de su progenitor. —No hagas ese tipo de bromas, Florian. —Le advirtió, mirándolo con desaprobación, pues ambos eran conscientes de que la Bella Durmiente había sido víctima de la maldición del hada más malvada de todas: Maléfica.
— ¡No tengo elección, ya hemos hablado de esto! —Masculló el descendiente de Bella y Bestia, sin dejar de moverse, mientras que la hija de Aurora continuaba observándolo. —Perdón, es que toda esta situación me pone muy nervioso.
—Deja de caminar en círculos, estas estresándome. —Suplicó la rubia, viendo como uno de los tantos meseros se acercaba hacia ellos, por lo tanto le depositó su copa ya vacía en la bandeja. —Tú necesitas distraerte, así que ¿me concedes este baile? —Dicho esto, ella le ofreció su mano a su mejor amigo.
Ay, si mi abuela me viera en este preciso momento, me regañaría porque las dos sabemos que los chicos deben invitarnos a bailar... según ella; pensó la princesa de Auroria.
—Sabes perfectamente que eso no nos conviene, ¿qué va a pensar la gente si me ve danzando con alguien que no es mi prometida?, ¿cómo le podríamos explicar todo eso a la prensa o al Consejo Real? —Dijo el futuro rey, cruzándose de brazos. —No podemos fingir que no hemos terminado, hace un año que ya no somos pareja, no creas que la tardanza de Rosalinda te da derecho a tratar de seducirme de nuevo.
—Lo único que te importa son las apariencias, maldito superficial egoísta, y no estaba intentando seducirte; mi vida no gira alrededor de ti. —Le recriminó la descendiente de Aurora, cansada del comportamiento inapropiado de su mejor amigo. —Me alegra que hayamos roto porque no eres más que un arrogante imbécil, ya no necesito tu bondad. —Afirmó antes de alejarse de él, furiosa.
Ella sabía que en Auradon las apariencias eran muy importantes, pues toda su familia la había educado para que se mantuviera cerca de la realeza, pero –a pesar de que eso no era lo que la rubia quería– les había obedecido pues no quería decepcionarlos.
No necesito a otro chico para pelear mis batallas ni para eclipsarme, pensó Audrey, él puede llamarme una princesa todo lo que quiera, porque le gusta tenerme impotente a su lado, pero le mostraré como tratarme como a una reina.
— ¡Audrey, regresa inmediatamente! ¡Es de mala educación dejar a un rey con la palabra en la boca! —Exigió el castaño, comenzando a escabullirse entre la gente para llegar hasta ella.
La música que sonaba en los parlantes cambió de repente, pero a pesar de que Crown era la canción favorita de la princesa de Auroria, eso no logró que la chica se detuviera.
— ¡Audrey, no corras más, no puedes huir de tu destino! —Alzó la voz Ben, acelerando el paso. — ¡Te dije que dejes de armar un escándalo, en el nombre del rey! —Ordenó cuando llegó hacia ella, tomándola del brazo con fuerza para obligarla a mirarla.
—Ya no dejaré que ningún hombre vuelva a decidir qué es lo que debo o no debo hacer con mi vida, tener un título inferior al tuyo no me convierte en alguien a quien puedes tratar como si su opinión no importara, yo me pertenezco a mí misma. —Aseguró la rubia, observando con desprecio a su mejor amigo, mientras forcejeaba para que él la soltara. —Yo no te considero mi rey. —Gritó, captando la atención de la gente que se encontraba a su alrededor.
Algunas personas dejaron de bailar y dirigieron sus miradas hacia los dos, pero antes de que alguien decidiera intervenir –o no hacerlo, porque cierta gente pensaba que Ben estaba haciendo lo correcto para callar a la hija de Aurora–, la llegada de nuevos invitados logró captar la atención de todos los presentes.
—I'm running for the crown, running for the crown, so heavy on, heavy on my bones, when I'm sitting on, I'm sitting on my throne, I'm running for the crown, running for the crown, now, I'm running for the, I'm running for the crown, running for the crown, now, I'm running for the... —Se oyó en los parlantes del salón de baile mientras Jay, Evie, Rosie; Carter, Mal y Carlos comenzaban a bajar las escaleras para unirse a la fiesta de una vez por todas.
El hijo de Bella y Bestia soltó a su ex novia, sin poder apartar la vista de su prometida, pues realmente era la chica más bella de Costa Luna que él había tenido el placer de conocer.
Audrey lucía sorprendida, no solo porque la recién llegada –a quien le había destrozado el vestido– traía un atuendo más hermoso que el anterior, sino también porque la chica de cabello morado que la acompañaba era atractiva; pero era una completa desconocida que había llegado de repente a su hogar, y necesitaba saber más sobre ella.
Recordó una de las reglas fundamentales de las princesas: no enamorarse de quienes no conocen, así que la investigaría. Teniendo eso en mente, la joven aprovechó la oportunidad para marcharse sin que nadie le recriminara por su actitud.
Cuando la futura gobernante de Auradon y su séquito avanzaron hacia donde se encontraba todo el mundo, el castaño reaccionó.
— ¿Creen que este es un buen momento para aparecer? —Cuestionó el príncipe, dirigiéndose a ellos, pero manteniendo la mirada fija en su prometida.
— ¿De qué estás hablando? —Exclamó la última, haciéndose la desentendida. —Una reina nunca llega tarde, los demás siempre llegan temprano. —Dicho esto, ella le guiñó el ojo.
— ¡Que empiece la fiesta! —Gritó el descendiente de Jafar, posando su mirada sobre una de las mesas en las que había todo tipo de comidas, no dudó en dirigirse hacia allá; siendo seguido por el pecoso y la ojiverde.
— ¿Acaso Scarlett y Cinder no venían atrás de nosotros? —Le preguntó la descendiente de Regina a la chica que solía vender cebo en Luisiana.
—Sí, pero tal vez fueron al baño, de seguro no tardarán mucho. —Mintió Carter, quien era consciente de que sus amigas estaban colocando cámaras y micrófonos por todo el castillo para garantizar su seguridad, pero no iba a decirlo. —Ven, tenemos que comer algo. —Cambió de tema, tomándola de la mano y caminando con ella hacia la mesa.
Rosie iba a seguirlos pero el chico Bestia la tomó del brazo.
—Ya que llegaste tarde, tengo que presentarte a todos los miembros del Consejo Real ahora, por lo tanto te recomiendo que seas más puntual la próxima vez; cariño. —Habló él.
— ¿Y no puedes hacer eso en alguna reunión del Consejo Real a la que yo pueda asistir? —Sugirió la gobernante de Costa Luna. —Quiero disfrutar de mi bienvenida.
—No porque no tienes permitido ir a alguna hasta que seas reina de Auradon. —Se opuso el castaño. —Y lo harás, pero tendrá que ser más tarde, querida. —Aseguró antes de guiarla hacia el otro lado del salón.
Cuanto extraño pretender que soy una chica normal cuya única responsabilidad era pasar desapercibida, pensó su prometida mientras seguía al príncipe.
—Todo esto es para nosotros. —Chilló emocionada Mal, tratando de elegir qué delicia comería primero. —Hay tanto que no sé por dónde comenzar...
—Permíteme recomendarles las fresas. —Masculló la Consejera Real de Rosie, tomando uno de aquellos frutos que se encontraban en un recipiente encima de la mesa, los VKs imitaron su acción. —Pueden comerlas solas o pueden complementarlas con algo aún más delicioso. —Añadió, dándose cuenta de que la chica de cabello morado ya la estaba masticando antes de que ella terminara de hablar.
— ¡Esto es lo más rico que he probado en mi vida! —Dijo la ojiverde, hablando con la boca llena, luego tragó y tomó otra. — ¿¡De verdad esto puede mejorar!?
—Me recuerdas a mi prima, Alex también come así. —Se burló la descendiente del mayor Mason, cubriendo su boca con su mano libre mientras se reía. Se acercó a una fuente llena de una sustancia líquida y sumergió el fruto dentro de la misma para luego sacarla. —El chocolate mejora todo, ese es mi lema. —Dicho esto, se llevó el fruto a la boca, mientras que el cuarteto hacía exactamente lo mismo que ella.
Los dos chicos intercambiaron miradas luego de saborear aquel manjar y no tardaron en tomar aún más frutas que habían sido previamente cortadas y llenarlas de chocolate para acto seguido comérselas como si su vida dependiera de ello, ensuciando así sus rostros pues tenían mucha hambre.
—No olviden sus modales, les recuerdo que estamos en una fiesta exclusiva. —Susurró la princesa malvada, tomando varias servilletas y ofreciéndoselas a sus amigos, quienes las tomaron y se limpiaron. — ¿Y qué hacemos además de comer toda la noche?
— ¡Bailar hasta que te duelan los pies! —Respondió una chica de cabello pelirrojo, acercándose hacia ellos junto a Cinder. —Entonces te quitas los tacones y sigues danzando.
—Yo no soy muy fanática de los bailes pero es bueno divertirse. —Admitió la otra recién llegada, frunció su ceño al darse cuenta de que su otra compañera no estaba allí, no le gustaba estar lejos de sus amigas en un país extraño. — ¿Dónde está Rosie?
—Que bueno que ya han vuelto, Scar, porque afortunadamente hay mucha comida que te encanta. —Masculló la joven que solía vender cebo en Luisiana, luego dirigió su mirada hacia la rubia que tenía bastantes dudas con respecto al paradero de la futura reina de Auradon. —Está con Ben, tal vez deberías ir a hacerle compañía. —Sugirió y Cinder no tardó en ir a buscarla.
Mientras los minutos pasaban y los VKs continuaban alimentándose, la música cambiaba hasta que de repente una de las canciones llamó la atención del ladrón del grupo y le tocó el brazo a su novio, quien no tardó en reaccionar.
—I've been afraid of my place, of this way, of my feelings. —Empezó a cantar Carlos, mirando a su pareja. —But I'm amazed at how we talk, it's so chill, but there's tension...
—What was the deal when your eyes locked on me?, what was the deal when you smiled at me like that? —Prosiguió el hijo de Jafar, el pecoso le sonrió mientras lo señalaba. —You see I try to be cool, but the problem is...
—You're messing my emotions up, my air gets stuck, I'm scared to show just how I feel because people talk, don't want to worry about whatever, just got to know your deal. —Dijo el menor de los VKs, ofreciéndole la mano a su chico de la mano con la intención de guiarlo hacia la pista de baile.
—See, half the time I'm wondering if this is real. Why not say something's on my mind if I feel love? —Cantó el chico de cabello largo, tomando su mano para hacerlo girar. —But when the moment's right I freeze, that's how I know my heart is his.
—If you want to kiss the boy, then you better kiss the boy right now, you ain't got to be afraid, of the words you want to say right now, 'cause love is a game we deserve to play out loud. —Gritaron ambos a coro mientras avanzaban hacia el centro de la pista de baile. —So if you wanna, then you better kiss the boy, oh, you better kiss the boy right now. —Dicho esto, fue Jay quien unió sus labios con los de su novio, sin importarle las reacciones de la gente que se encontraba a su alrededor, pues por primera vez podía ser completamente libre durante una noche y la aprovecharía completamente.
—Mis mejores amigos están cantando su canción en público, estoy realmente orgullosa de ellos. —Mencionó la descendiente de Regina, mirándolos con orgullo. Desvió la vista y se dio cuenta de que su mejor amiga seguía metiendo fresas con chocolate en su boca como si no hubiera un mañana. —No deberías comer tanto, M. —Le aconsejó, teniendo un mal presentimiento, pues la conocía perfectamente y sabía que ella solo hacía eso cuando estaba por tener esa situación de la que nunca quería hablar.
—Déjame en paz, tú insististe muchísimo para que viniera, por lo tanto voy a hacer lo que yo quiera. —Gruñó la chica de cabello morado, hablando nuevamente con la boca llena, por lo tanto Evie hizo una mueca de asco. La última no tardó en notar que las manos de su compañera de habitación comenzaron a temblar.
—No seas terca ni maleducada. —Le advirtió la chica de cabello azul, señalándola con su dedo índice. Sabía que Mal quería irse pero no podía hacerlo, no ahora que apenas acababan de llegar. —Estas a punto de...
—No importa, E, no te preocupes por mí. Yo sé controlar esto. —La interrumpió la hija de Maléfica, pero estaba mintiendo y ambas eran conscientes de eso. —Ve a divertirte en esta fiesta, sé que eso es lo que quieres hacer.
—Pero M...—Insistió la princesa malvada.
— ¡Pero nada! —Alzó la voz la líder de los VKs, cuyos ojos brillaron intensamente de repente y luego dejaron de hacerlo, pero sus manos continuaban temblando tanto que la fresa que ella había tomado cayó al suelo y no quiso arriesgarse a levantarla ya que estaba un poco mareada, por lo tanto se sostuvo de la mesa. —Te dije que vayas a bailar.
La descendiente de Regina suspiró hondo, sabiendo que no era conveniente que se pusieran a discutir en ese preciso momento, no quería dejarla sola pero comprendía que Mal no quería que la viera estando tan vulnerable y decidió respetar su decisión.
La música volvió a cambiar y todas la reconocieron.
—It's out with the old and in with the new, goodbye clouds of gray, hello skies of blue. —Empezó a cantar la pelirroja, quien era una gran fanática de aquella magnífica franquicia. —A dip in the pool, a trip to the spa, endless days in my chaise, the whole world according to moi.
—Iced tea imported from England, lifeguards imported from Spain, towels imported from Turkey, and turkey imported from Maine. —Prosiguió Carter, quien acomodó su cabello.
—We're gonna relax and renew. —Continuaron ambas al unísono, luego señalaron a las VKs. —You go do!
—I want fabulous, that is my simple request, all things fabulous, bigger and better and best, I need something inspiring to help me get along, I need a little fabulous, is that so wrong? —Gritó la joven de cabello azul, Scarlett la tomó del brazo y la arrastró hacia la pista de baile. — ¡No dejes sola a Mal! —Suplicó antes de que las dos se perdieran entre la gente.
— ¡Vamos, bonita! ¡Canta conmigo! —La animó la Consejera Real de Rosie, observando a la chica que tenía a su lado, quien estaba empezando a sudar.
—Crashin' the party, guess they lost my invitation, friendly reminder, got my own kind of persuasion... —Murmuró la chica de cabello morado, entonces sintió como el aire comenzaba a faltarle y las lágrimas no tardaron en acumularse en sus ojos.
— ¡Así no es la canción! —Le recriminó la agente del PPP, pero no tardó mucho en darse cuenta de que su amiga no parecía estar disfrutando de la celebración. —Cariño, ¿puedes decirme si te encuentras bien?
Cuando la villana no contestó, Carter supo que Mal estaba teniendo un ataque de ansiedad.
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