Capítulo 8. Cálido en frío
Habían pasado varios días desde su encuentro. Atsushi se había acostumbrado a entrar y salir de la casa del mafioso, también Kyouka y Gin estaban acostumbrándose a verse seguido. Hacían tarea juntas, tomaban sus baños juntas, jugaban, comían y cenaban. Akutagawa tenía un plan de acercamiento lento, así que a pesar de que si hacía méritos con el albino, eran simples.
Era plena noche pues al día siguiente era domingo y las niñas estaban libres igual que ellos, estaban alistándose, irían al parque de diversiones de Disney; Akutagawa miraba a Atsushi, estaba sonrojado y su nariz hinchada. Las niñas seguían durmiendo, pues iban a salir de noche y llegar de madrugada — Jinko
— ¿mmm?
— ¿estas enfermo?
Atsushi talló su nariz, — estoy bien, ya tome mis medicamentos, pero me siento algo débil
— No te preocupes, yo cuidaré de ti hoy
— Gracias Akutagawa
Claro que lo haría, como omega, Dazai le había explicado los síntomas de los alfas. No faltaba mucho para que comenzara el celo de Atsushi y al notarlo, el menor no tenía ni idea.
Buscó en su botiquín un par de pastillas mientras Atsushi acomodaba a las niñas aun dormidas. El mafioso llevaba una maleta con ruedas para la ropa de los 4. Y una mochila en su espalda. Atsushi llevaba a ambas niñas.
Fueron con cuidado, un auto esperaba por ellos, el mafioso lo había sacado aquella tarde de la mafia. Atsushi mantenía a las niñas dormidas y cómodas mientras Akutagawa conducía y miraba al albino de vez en cuando, parecía estar controlado y eso debía ser por sus medicamentos. Probablemente por eso no lo sentía, por estar siempre medicado.
Después de un par de horas, llegaron a Disney, estacionó el auto y miró al albino dormido también. Entró al hotel donde tenían reservación. Obtuvo las llaves y el personal fue por la maleta; que aunque fuese una, era grande, debía hacer su trabajo.
Akutagawa por su lado entró del lado del copiloto donde estaba Atsushi dormido, dejó sus labios rosar su cuello, el menor se quejó ligeramente pero no despertó. Akutagawa sonrió al ver que no despertó y se acercó ahora lamiendo el cuello.
Atsushi se movió más pero seguía quieto, Akutagawa bajo le corbata, abrió su camisa y comenzó a dejar pequeñas y suaves marcas, para finalizar su audacia, mordió el cuello cerca de la manzana del menor, dejando al menor despertar, el mayor reaccionó rápido para tapar su boca. En cuanto lo soltó, el menor ya mostraba un moretón donde le mordieron. Atsushi estaba molesto pero volteó a ver a las niñas seguían dormidas.
Salió del auto y miró en el espejo del auto mirando su cuello, miró mayor — ¿Que me hiciste? — se quejó molesto
— parecía que necesitabas ayuda
— Akutagawa— le llamó molesto
— vamos, llevemos a las niñas — le respondió ignorando su molestia.
El mafioso tenía al menor donde quería, solo tenía que mejorar su plan, podría disfrutar de Disney con su hija, y quizá con pareja ya establecida.
Atsushi olvidó el hecho, cargo a Gin primero por estar más cerca y la acomodó, Akutagawa tomó a Kyouka y el albino le miró — puedo llevarla
— ¿seguro?
— si
Ambos llegaron al elevador donde las niñas se movieron un poco pero seguían igual de dormidas. Akutagawa abrió la habitación de él, pues habían pedido dos simplemente que estaban conectadas; tenían doble puerta, una afuera y una adentro para hacer una sola habitación grande, era su momento.
Atsushi acomodaba a Gin mientras Akutagawa despertó ligeramente a Kyouka, ella rápido captó que la aparatarían de Gin — noooo — se quejó. — se lanzó desde los brazos del mafioso aunque esta la sostenía bien y fuerte, — ¡Gin!
— Kyouka, calma — dijo Atsushi acercándose — Gin dormirá con su mami hoy y nosotros
— noooo Gin, Gin
— va a despertar a Gin — mencionó Akutagawa
— bien, bien. Quédate con Gin
Atsushi mismo acomodó a Kyouka, rápido bostezo y abrazó a Gin. — disculpa Akutagawa, puedes tener mi habitación
— ¿donde dormirás tu?
— pues — miró los muebles, eran bastante incómodos como para dormir.
— duerme conmigo, las camas son grandes
— pe-pero
— vamos. Somos adultos — añadió tomando su muñeca y jalándolo
— ¿será bueno dejarlas solas?
— sabes lo independientes que son, no pasara nada y tengo las llaves — mencionó saliendo de una habitación a la otra. — además, están conectadas, no temas por ellas
— bi-bien.
Ya en la habitación Akutagawa se quitaba su abrigo, Atsushi trago saliva — ¿Que? ¿No vas a dormir?
— quizá no
Akutagawa se acercó a él con su abrigo a mitad de sus brazos, Atsushi se sonrojó — Relájate Jinko, no haré nada. ¿Tanto me temes?
— te considero una persona de palabra, a-asi que bien.
Akutagawa sonrió. — Claro que no haría nada, todo lo harás tú — Pensó.
Atsushi se había quitado sus botas, Akutagawa abrió la maleta, sacó su pijama y la del albino, Atsushi la tomó y le dio la espalda, se quitaba su camisa mientras Akutagawa lo miraba de frente, contemplando aquella espalda.
Atsushi rápido suspiró y miró al azabache — oye — se quejó
— ¿Que? Solo miró
— tomaré una ducha — mencionó entrando al baño. Akutagawa suspiró, quería ver más. Pero igual imagino que probablemente el menor se sentía caliente. Así que sonrió
Atsushi se quito toda su ropa y se quedó bajo el agua, respiró agitado y talló su cabello — aaah... En serio... Hace mucho calor...
Por su lado, Akutagawa estaba sonriente, había hecho una buena jugada al meter su camisón grande a la maleta, así que vestía solo con una camisa amplia y un bóxer ajustado — Esto cera suficiente. — mencionó sonriente.
Atsushi salió minutos después con su pijama habitual. Akutagawa estaba acostado leyendo el folleto del parque — terminaste
— si... pero hace mucho calor ¿está el aire acondicionado puesto?
— déjame bajarle un poco a la temperatura
— Aaah gracias
Akutagawa en efecto bajo la temperatura, eso no afectaría el celo, y tenía una idea de ello.
Atsushi subió a la cama sintiendo lo fresco, pero dentro suyo subía la temperatura. Vio a Akutagawa taparse — ¿tienes frío?
— claro, la temperatura esta que te congelas — mencionó serio.
— lo lamento, no se que me pasa — mencionó mirándolo
— está bien, no te preocupes. — le miró — pero acuéstate bien. Descansa
— ah, ah si. Descansa
Atsushi se acomodó en la cama, miraba al techo, sentía frío por fuera pero no paraba de sudar. De la nada, se estremeció al ver a Akutagawa, ya estaba dormido cuando el mafioso le abrazaba, pudo sentir lo frío de su piel — está helado... — Atsushi se acercó abrazándolo — lo siento
Akutagawa sonrió, se estaba haciendo el dormido. Una vez entre sus brazos. Dejó salir ligeramente su olor, Atsushi no lo notaba por sus medicamentos pero su sistema se estaba llenando.
Inconscientemente se acurruco en su cuello, Akutagawa sonrió y abrió sus ojos — mmm... Jinko, estas muy cerca
— lo siento, es que... es que así estoy mejor
— ¿que? ¿Abrazándome? — mencionó lo más inocente posible
— Si... — apretó al mayor — esto se siente bien...
Akutagawa sonrió y se acomodó en el pecho del albino — Tienes razón, se siente muy bien. — Aunque sus intenciones no eran puras, el olor del albino lo relajaba pero tenerlo de aquella forma; todo su ser, todo el se olvidó de todo, olvidó la mafia, olvidó la mala vida, la mala salud. Simplemente deseaba estar allí, enredado en aquellos brazos y esperando jamás ser soltado. Era paz.
Akutagawa olvidó su misión y se quedó relajándose, poco a poco fue Atsushi el que llevaba su mano por debajo del camisón y aquello solo hacía a Akutagawa estar más cómodo. Sintió al albino apartar su mano, y es que Atsushi estaba luchando consigo mismo.
El mafioso lo miró, se veía confundido, tomó la barbilla del menor con sus dedos, y fue así como lo besó, y el albino no se negó.
Llevaron su beso al siguiente paso con un fuerte abrazo entre ellos, se separaron un momento por la falda de aire. Se miraron sonrojados, Atsushi trago saliva al ver el rostro serio del mayor y sonrojado, mirándolo tan fijamente.
Akutagawa vio lo tímido en Atsushi, así que dio el primer beso besando su barbilla y bajando por su cuello — A-Akutagawa... — le llamó nervioso
— cierto — se apartó — discúlpame.
Atsushi se puso completamente ansioso, tomó al mayor con fuerza y el beso avanzó por parte de ambos. Entre apretones y quejidos.
Atsushi aún inexperto llevó su mano al abdomen del mayor, su palma en su piel y sus dedos hacia abajo pedían permiso, el cual el mayor le concedió haciendo que la mano bajara — No estes nervioso — le dijo amable — a mi también me gustas
— Se siente... realmente bien...
Atsushi tomó el miembro del mayor, Akutagawa se aferró a la playera del menor, lo movió con lentitud mientras el mayor dejaba salir ligeros gemidos, el instinto del menor le hizo besar su cabeza también. — Ji-Jinko — le llamó nervioso
— Te vez muy lindo Akutagawa — mencionó luego para acelerar su velocidad
— aaah... e-espera, vas muy rápido
— Te escuchas tan lindo — añadió.
Atsushi masturbaba manteniendo la velocidad rápida, los besos en su cuello. Akutagawa comenzaba a rasguñar al menor por encima de su ropa. Mientras Atsushi sonrió de ello — Se siente muy bien...
— si, aaah... se sentiría mejor de o-otra forma
— ¿como?
— Si me sueltas podría enseñarte
Atsushi lo abrazó con más fuerza — no, no te vayas
— no me iré — le dijo burlón mientras pasaba su pierna por el cuerpo del menor y se sentaba sobre su vientre — entraré más en ti
Atsushi lo miró sorprendido y trago saliva. — A-Akutagawa... yo...
— ¿No quieres como la otra vez?
Tapó su rostro con su puño, estaba avergonzado — No quiero... lastimarte, ni lastimarnos, no quiero dañar a las niñas... Yo.... Yo tengo miedo, y tu... eres tan cálido y lindo, y mi cuerpo... Mi cuerpo se siente bien a tu lado, me relaja, mi mente vuela, no tengo idea de nada y ahora menos, mi corazón se siente que explotara y yo... Yo...
Akutagawa tomó su mano. Atsushi sintió como todo su cuerpo comenzó a temblar — Tu también me gustas.
El menor se había puesto completamente rojo, Akutagawa sonrió en victoria, — Tu dices... tengo condones...
Atsushi trago saliva — E-Es repentino...
— La vida es una Jinko. Quien sabe si mañana viviremos
— ¿Que tipo de lógica es esa?
Akutagawa lo tomó con ambas manos y lo beso, había introducido su lengua y hecho de Atsushi, su mente un lío.
El menor se dejó llevar y al separarse, solo podía pensar en más — piensas demasiado Jinko... Ya déjate llevar, estoy impaciente — se quejó el mafioso. Atsushi lo tomó de sus piernas y lo tiró a la cama quedándose encima — oh si, así me gusta.
Atsushi se quitaba la ropa mientras el mafioso tomó los condones con un ligero hilo de Rashomon. Los besos no faltaban entre ellos.
Desbordaban gran calor, sus cuerpos rápidamente se habían calentado entre ellos, el sudor estaba revuelto, y sus suspiros llenaban la habitación.
— Jinko... aaah tu olor... — hablaba exitado mientras se tallaba en el cuerpo del menor
— Akutagawa, no paras de moverte
— Quiero moverme más — se quejó
Atsushi le sonrió, sacó su lengua y lamió desde su clavícula hasta su mejilla, se sentía áspera y esto solo hizo a Akutagawa perder el control. Tomó al albino del cabello sorprendiendo al menor — Metémelo — dijo serio como si estuviera en una urgencia. Atsushi sonrió del acto.
— necesito un condon
Akutagawa soltó al menor y así pudo tomar un condon. Lo puso en sus dedos y comenzó a acariciar al mayor — pa-parece que te enseñaron bien. — mencionó avergonzado
— Limítate a hablar, me estoy esforzando mucho para no perder el control. — mencionó el albino.
Akutagawa lo miró, no era cierto. ¿O si? Observo mejor al albino, pudo ver cómo con su mano libre estaba apretando la sábana. Podía ver que había rasgado parte de ella, las venas de sus nervios estaban exaltadas. Akutagawa lo supo en ese momento. Era una bestia.
Había entrado un dedo, Atsushi había crecido en un orfanato, sin ningún tipo de cuidado, pero eso no significó que Yosano se encargara de explicarle lo que era ser un alfa y más en su estado.
El dedo dentro del mayor se movía de adentro hacia afuera, Akutagawa estaba sintiendo simples movimientos, pero el menor no tardó tanto en introducir el segundo dedo y juntos formar un pequeño gancho que lo acariciaba y jalaba. Akutagawa tapó su boca, las niñas dormían en la otra habitación.
Sentía que iba a explotar con el aroma del menor, sus dedos, su sudor con el suyo. Todo
Atsushi relajó su mano que apretaba la sábana y pudo tomar el miembro del mayor haciéndolo arquear su espalda — Aaah es-espera Jinko
— Te vez... muy bonito así
Akutagawa se había puesto completamente rojo, Atsushi lo soltó haciendo al mayor quejarse de ello. Pudo verlo mejor, su pecho no era fornido, pero era firme. En su costado una herida del pasado, y entre sus manos, su miembro envuelto mientras ponía el condon. El azabache le sonrió. Atsushi seguía avergonzado, pero el instinto era mayor a él. — Debes ser cuidadoso — le dijo el mayor mientras tocaba la punta de su miembro con su pie — es bastante grande
— ¿Acaso no puedes?
Akutagawa le miró, claro el albino sabía cómo respetar el instinto asesino del mafioso, solo tenía que tentarlo con su "debilidad". Akutagawa en automático tomó sus rodillas y abrió lo más que pudo sus piernas — No hay problema para mi
Atsushi se había vuelto de color rojo, la verdad no esperaba tanto por parte del mayor.
Se acercó a su rostro, comenzaron a besarse mientras el joven comenzaba a entrar, el mayor lo tomó con sus piernas y comenzó a rasguñar su espalda. — aaah... Akutagawa
— Jinko... Jinko...
Terminó de entrar, dejando un gran suspiró salir. — aaah Jinko... si que eres un tipo grande...
— Y-Ya no hables así... — pidió mordiendo sus labios — n-no quiero lastimarte
Akutagawa sonrió — Vamos, muévete, no puedes quedarte así nada más, vas a matarme
— E-Es que... e-es ca-caliente... — pudo ver al menor temblando — si me muevo... n-no tendré co-control...
Akutagawa estaba seguro de él mismo, sabía lo dominante que podía ser, sonrió para si mismo, dejó sus codos recargados en la cama para darse presión e impulsó, comenzó a moverse estirando su cuerpo — n-no te muevas — pidió el menor con miedo aferrado a las sábanas — A-Akutagawa espera
El mayor solo lo ignoro.
Atsushi no pudo más, soltó las sábanas y tomó su cadera para hacerlo golpear contra el. Akutagawa iba a gritar pero logró callar
Atsushi comenzó a mover haciendo al mayor dejarse llevar, se movía rápido y fuerte, con movimientos circulates y precisos, era toda una bestia encima de él.
Akutagawa apretó las sábanas sintiendo como el menor se movía, esta vez las estocadas eran más lentas. Entraba con fuerza y vigor, y salía lento y con movimiento. Estaba volviendo loco al mayor sin poder saber que pasaba o que hacía, solo sabía que debí mantenerse callado.
Atsushi se movió hasta lograr terminar, aún con el condon, el mayor pudo sentir como todo salía del menor, haciendo a Akutagawa sorprenderse de ello.
Miró al menor quien se veía cansado y sudoroso, reposaba sobre el vientre del mayor mientras respiraba agitado — Jinko, acuéstate a mi lado — pidió. Atsushi trago saliva
— ¿No me odias por eso? — preguntó sin ni siquiera alzar su mirada
Akutagawa llevó sus manos al rostro del menor — No te odio por esto, hagamos dos cosas. Primero sal de mi Y segundo ayuda a terminar — mencionó y al albino sacó su miembro y pudo ver el miembro del mayor pegado a su pecho — mételo en su boca ¿puedes?
Atsushi lo metió en su boca aún inexperto — ¿así?
— bien, ahora chupa
Atsushi siguió las instrucciones, Akutagawa se estaba sintiendo muy bien, su lengua áspera era lo que estaba matándolo.
Al terminar, Atsushi seguía sintiéndose culpable. Akutagawa tomó sus mejillas y sonrió para el haciendo que se sonrojara — Jinko... me gustó lo que hicimos, me gusta su aroma
— pero dijiste que me matarías...
— si, bueno... hay diferentes formas de matar
— ¿eh?
— hace un rato moriste
— ¿eh?
— moriste como Nakajima Atsushi, y renaciste como el alfa Jinko que me dio una espléndida jornada de sexo
Atsushi se sonrojó — No creo que eso sea lo correcto...
— ¡Jinko! Silencio. Quédate conmigo, no te sientas mal, entiende
Atsushi trago saliva, la verdad se sentía muy confundido pero el calor había desaparecido, así que abrazó con fuerza a Akutagawa para ser consolado.
El mayor suspiró por ello pero no se negó unas palmeaditas para confortar al menor. Ahora podía hacerlo suyo con facilidad.... O eso creía
...
¡Gracias por leer!
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