Capítulo 4 Demonsnow
Capítulo 4 Demonsnow
Las niñas desayunaban avena con fruta y jugo, su postre sería el pan y leche.
Akutagawa y Atsushi estaban en la mesa central del comedor, con el pan en medio y un mafioso cruzado de brazos y bastante molesto
Atsushi trago saliva — Te explicó pero recuerda no decir nada
— Habla
— por favor, es información confidencial
Akutagawa golpeó la mesa — mi princesa estuvo en peligro, da gracias a que llegaste o hubiera acabado con ella
— Tranquilo, tranquilo. Entiendo... — suspiró — Encontré a Kyouka-chan dormida en un vagón de tren hace un mes.
Akutagawa relajó los brazos. — De acuerdo, habla más bajo
— Fue hace un mes, tuvimos una misión puesto que encontraron dos cuerpos asesinados de forma extraña
— Explica extraña
— Parecía suicidio pero no era algo que harías por suicidio.
— continúa.
— en la casa localizamos a la familia, un padre, una madre y una niña. faltaba el cuerpo de La Niña, encontrarla era mi misión, oliendo los rastros de sus cosas, encontré a Kyouka, los registros dicen que estuvo deambulando por las calles esos dos meses, su habilidad la protegió y alimentó mientras.
— Eso... Pero solo tiene 5 años
— Si, es así... — suspiró — Yasha Shirayuki saldrá cada que Kyouka este mal, y ya que solo me acepta a mi, termine siendo el tutor. No hay registros familiares ni nada
— Comprendo... — mencionó y suspiró aliviado — Gin no es portadora — mencionó — por favor, enséñale a Kyouka a manejar su demonio
— Si, trabajamos en ello.
— Bien, aún pienso que esto es muy peligroso
— Estará bien
Yasha apareció nuevamente alertando a Atsushi y Akutagawa. La habilidad se sentó en medio de ambas niñas — Yasha cuidara de nosotras ahora — decía Kyouka
— Kyouka-chan
Yasha amenazo a Atsushi, esto puso alerta a Akutagawa— Le enseñó a Yasha a cuidar de nosotras dos.
— De acuerdo... ¿Puedes decirle que deje de apuntarme con la punta de su katana
— Yasha, deja a papi Atsu — pidió La Niña y Yasha se sentó de nuevo entre ambas niñas para acariciar sus cabellos
— Bueno, eso si me hace sentir más seguro — exclamó Akutagawa
Yasha desapareció después de jugar con ambas niñas, Atsushi estiraba su espalda y suspiró — Creo que ya es hora de irnos — mencionó el albino
— No papi
— tío Atsu no
— Oh vamos niñas — bostezo — necesito una siesta
— nooo papi
Akutagawa miraba a las niñas insistir y al albino agotado, suspiró agobiado por ello — Jinko, ve a mi habitación, yo cuidaré a las niñas
— n-no puedo hacer eso, es descortés
— pero nosotras lo hicimos — dijeron ambas niñas
— Papi, ve a dormir
— Ah, yo...
Akutagawa hizo girar sus ojos y tomó el hombro del albino para llevarlo; lo jalo hasta su habitación y allí lo sentó en la cama — Duerme un rato, yo me encargo
— Akutagawa no, no me siento cómodo
— ¿con que?
— So-Soy un alfa, si duermo dejare algo de mi olor y tu pareja podría...
— Que eso no te importe
Akutagawa salió de la habitación y lo miró desde la puerta — Si no duermes tú, te haré dormir a fuerza
— S-Si
Atsushi trago saliva y miró alrededor, no había ningún olor.
Una hora después, Akutagawa se asomó a la habitación viendo al albino completamente dormido, parecía un gato durmiendo. Volvió con las niñas, ambas jugaban a ser princesas
— mami, mami ¿tío sigue dormido?
— si, así es
— papi ha tenido mucho trabajo — mencionó Kyouka decaída — Quisiera que se quedará conmigo todo el día
— Kyouka-Chan, yo te comparto a mi mami
Akutagawa se sonrojó de ello — Gracias Gin-Chan — dijo Kyouka y miró a Akutagawa— tio, ¿serás mi mami nueva?
— ah....
Atsushi salió de la habitación aún medio dormido — gracias... No pensé que realmente me dormiría — se quejó Atsushi
— papi, papi — corrió Kyouka a abrazarlo
— ¿te estás divirtiendo? — preguntó amable
— mmm... no — respondió sorprendiendo a todos — papi vamos a casa, quiero dormir contigo
— oye, yo ya dormí; Kyouka no es bueno decir mentiras
— es que... papi está cansado
— estoy bien Kyouka-Chan — le sonrió — tío Akutagawa te cuida bien y eso me deja tranquilo. Sigue jugando
Kyouka sonrió y corrió con Gin, Akutagawa se acercó — la estás educando bien
— eso intento. — mencionó suspirando — aún dudo de ser bueno en esto; antes de Kyouka, odiaba a los niños, pero simplemente no puedo rechazar a Kyouka
Akutagawa lo miró y sonrió — Si, me pasó lo mismo con Gin, no fue hasta que la tuve en mis brazos que entendí. Era amor
Atsushi sonrió escuchando al mafioso, este se ruborizó con naturalidad — Cállate
— Solo pensaba que tú y tu pareja deben ser muy felices
— Solo somos Gin y yo
— Oh, discúlpame
— No interesa — añadió — Así estamos bien
— Claro, igual lo que necesites, Kyouka y yo estaremos para ustedes
La sonrisa sincera del menor hizo al mayor estremecer.
Esta vez las niñas habían interrumpido para jugar en el parque. Atsushi las llevó alegre para que Akutagawa descansara.
El mafioso solo se quedó en su departamento, se sirvió un té y comenzó a beber, las palabras del albino resonaban en el. Terminó su té y tomó su abrigo ¿por que se quedaría en casa si tenía el fin de semana para su hija?
Llegó al parque donde vio a Atsushi colgar de un árbol mientras las niñas trataban de atraparlo, ambas reían sin cesar; Atsushi salto del árbol y ambas lo siguieron, los tres se detuvieron de golpe al ver al mayor — ¿Que?
— mami ¿que haces aquí?
— vine a verlos
— oh, de acuerdo — le sonrió — ¿quieres helado?
— ah... bueno...
La tarde siguió entre los cuatro pasando tiempo, riendo y jugando, comiendo dulces y helados. Cualquier pensaría que eran una familia.
Llegó la hora de la siesta, Gin y Kyouka se habían dormido sobre el abrigo de Akutagawa en el pasto. Atsushi bostezaba igual, se dejó caer en algún momento sobre el abrigo también. Akutagawa les vigiló. — Se siente como si esto fuese de personas normales — se dijo a sí mismo el mafioso. Si que lo era.
Claro, con el atardecer Atsushi despertó, Akutagawa leía un libro a su lado. La luz del ocaso atravesaba su perfil y el libro, dando una bonita vista — Akutagawa
— Kyouka se quejó sobre que trabajas mucho, veo que tiene razón
— Estos días tenemos muchos pedidos del gobierno — se disculpó estirándose — fue un gran día
— Yo seguiré descansando mañana, deja que se quede otra noche
— No lo se, no quiero que sospechen
— entonces quédate tu también. Puedes dormir en la sala
— creo que tomaré tu oferta Akutagawa
— ¿pedimos pizza?
— Si, suena delicioso.
Ambos cargaron a las niñas pero fue Atsushi quien terminó llevando a ambas niñas por que decidieron pasar a comer pizza y postre. Además, la temperatura de Atsushi era más cálida para las niñas
Volvieron a casa del mayor y acomodaron todo, Atsushi dejó a las niñas en un tapete de la sala con almohadas y Akutagawa llegó para taparlas — pensé que despertarían al llegar
— Si, ¿ahora que?
— ¿Quieres cenar Jinko?
— Si, ¿porque no?
Acomodaron la mesa, la pizza en medio, las servilletas de tela, dos platos, aderezos y condimentos para la pizza, y claro, ya que las niñas dormían, las luces estaban apagadas y solo había unos pequeños focos de la cocina que no alumbraban de más, solo una tenue iluminación.
Atsushi terminó de acomodar cuando Akutagawa trajo dos copas y le miró escéptico — mi jefe me lo dio en mi cumpleaños, fecha de hoy y no lo he probado. Me tomare el lujo de hacerlo ya que estás aquí
— adelante
— y beberás conmigo
— Akutagawa jamás he probado el alcohol
— ¿Que tan duro puede ser? — mencionó — comamos y bebamos juntos una vez
— De acuerdo...
La cena perfecta en la velada perfecta.
Cenaban la pizza con la luz tenue, el silencio era enorme. El azabache le miró, se sentía bien — Gin no tiene padre, solo a mi
Atsushi casi se atraganta y le miró — Ni siquiera se quien era, jamás lo vi. Era muy pequeño a comparación de el, no pude verlo, no lo reconocería; y llevo más de 4 años buscándolo solo para asesinarlo
— ¿No eres feliz? — preguntó tranquilo lo cual sorprendió a Akutagawa.
Talló su hombro pensando en que dijo algo malo, Atsushi bajo la mirada, el mayor miró al menor una vez más. — Tienes toda la razón — dijo llamando la atención del menor — Pensé en asesinarla dentro de mi. Cuando supimos no podía abortar así que intenta varias veces apuñalarme, en cuanto estuvo en mis brazos, me di cuenta que seguía odiando esto — suspiró — pero su sonrisa me hizo feliz — subió los hombros — con los años he entendido que no es nada mala, me gusta el tiempo con ella. Pero... si pudiera regresar el tiempo. No, no la tendría
— Vaya... pero — trago saliva — ¿eres feliz?
Akutagawa dejó salir una pequeña risa — Si, lo soy — miró al albino sonreírle y suspiró — tú tampoco lo haces mal
— Lo agradezco
Siguieron comiendo, y cuando terminaron, Atsushi fue a acostarse con las niñas, Akutagawa fue a su habitación, pudo sentirlo, sonrió con tranquilidad. — Aquí... jamás olía a nadie, — respiro inhalando — Huele a tierra mojada
Se cambio de ropa, oliendo y disfrutando... Se acostó sobre su cama, sonrió y talló su piel en ello — me gusta...
...
El amor...
¡Gracias por leer!
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