• Parte 2

Dos meses más tarde, Orquídea continuaba cuidando de la niña en todo sentido, y la relación de Felicity con su padre era de confianza y cariño, comprensión por parte de él hacia ella y compartir momentos juntos, sin contar con que de vez en cuando Nate le daba regalos porque quería y no por obligación o por alguna fecha en especial.

La relación de la niñera con su jefe era buena y sin ninguna discusión de por medio y para Felicity ver eso, era sinónimo de alegría porque aún tenía la ilusión de que su padre y su niñera terminaran juntos.

La joven mujer se había terminado por integrar a aquella pequeña familia y si bien mantenían un trato respetuoso y laboral, Nate se estaba soltando en agradecerle con constancia el trabajo que estaba haciendo con su hija, algo que antes no lo hacía porque creía que era solo responsabilidad de ella, cuidarla.

Para el último día del mes de julio Felicity fue corriendo hacia el cuarto de su niñera para contarle sobre el festival de verano que realizaba el pueblo todos los años.

—¿Irás al festival?

—Lo escuché y vi panfletos, pero no creo que vaya.

—¿Por qué no? Papá dijo que iría.

—Porque mi trabajo no es divertirme, cariño, tu padre tampoco me dio el día libre de esa noche.

—Entonces le diré que te lo dé así van juntos —sonrió con picardía.

—No le dirás nada, por favor. Felicity soy tu niñera y como tal debo cuidarte, no estoy para otra cosa más que para hacer mi trabajo.

—No creo que le moleste que salgas una noche, Orqui. Papá está distinto, ¿no lo crees así?

—Sí, lo está, pero eso no me da derecho a pedirle la noche libre.

—Le puedo pedir quedarme en la casa de Ofelia.

—No, no hay necesidad de molestar a los demás, Felicity.

—Le podemos pedir a Ofe que me quede con ella, por favor —le insistió uniendo las manos en señal de súplica y la joven se rio ante el gesto y la expresión del rostro de la niña.

Ambas parecían dos hermanas, pero para Felicity era el anhelo de ser algo más que su niñera, anhelaba que fuese su madre, una madre que nunca conoció y que no había querido tener hasta que comenzó a relacionarse con Orquídea.

Nathaniel iba hacia su dormitorio cuando vio la puerta entornada del cuarto de la niñera y las voces de las dos hicieron que sintiera curiosidad por escuchar con atención lo que estaban hablando.

Orquídea escuchó un leve movimiento cerca de la puerta y frenó la conversación con la niña.

—Me parece que tenemos a alguien que le gusta escuchar detrás de las puertas —le comentó dándole una señal para que abriera la puerta.

—¿Sí? ¿Y quien será? —preguntó entre risitas y miró a su padre que estaba por girarse en sus talones para no ser descubierto—. ¡Te atrapamos! —gritó y se echó a reír.

—No las estaba escuchando.

—Ay papá, no mientas, no es bueno mentir. ¿Le darás la noche libre para el festival del sábado próximo? —cuestionó sin vueltas y los dos adultos se quedaron sorprendidos por la pregunta.

—Felicity, ya te dije mi opinión —le respondió su niñera.

—¿Y tú con quien te quedarás si le doy la noche libre? —formuló con las manos a los costados de su cintura.

—Le preguntaré a Ofelia si puedo quedarme en su casa.

—Lo veremos después eso.

—No creo que Ofelia se niegue, por favor, dale la noche libre del sábado.

—Felicity, no insistas —repitió la joven.

—De acuerdo, pero si ella no puede, no le insistas en que estés en su casa.

—Está bien —le habló y fue corriendo a la cocina para preguntarle.

En la cocina, Ofelia estaba preparando la cena para dejárselas y la niña se puso a su lado para hacerle la gran pregunta.

—Ofe, ¿puedo quedarme el sábado de esta semana en tu casa? ¿Vas al festival?

—No iré, ni mi marido y ni yo, ¿por qué?

—Porque le pedí a papá que le diera la noche libre para que Orqui vaya al festival.

—¿Y tú quieres que vayan juntos? —La miró con mucha fijeza y la niña le regaló una enorme sonrisa—. Te puedes quedar todas las veces que quieras —se rio en complicidad junto a ella.

En el cuarto de Orquídea, ambos estaban hablando también.

—No hay problema en que me quede aquí si Ofelia no puede, no vine para divertirme.

—No se preocupe, si Ofelia puede, tiene la noche libre del festival, creo que le vendrá bien distraerse un poco después de tantas semanas sin tener un día para usted.

—Tengo momentos libres cuando Felicity está en el colegio.

—Pero son pocas las horas, que vaya al festival, si nuestra cocinera puede cuidar de mi hija, me parece lo ideal, un poco de diversión no le hará mal.

—¿Lo dice usted? —Levantó las cejas quedándose un poco sorprendida.

—Puede que sea serio y que no me gusten las estupideces de la gente, pero soy divertido también.

—De acuerdo —acotó con un poco de gracia en su voz.

—Si Ofelia se queda con mi hija, podríamos salir de aquí juntos y regresar juntos el sábado.

—Está bien —asintió con la cabeza—, no veo lo malo en ello.

Felicity volvió contenta para comentarles que Ofelia no tenía problema en que fuera a su casa.

—Después me puedes llevar con ella, ¿no? —se dirigió a su padre con una sonrisa.

—Lo haré, si ella te dijo que podías quedarte, luego le diré que te llevaré y acordaré el horario con ella.

—Bueno —asintió con la cabeza.

Él pronto las dejó solas para continuar su camino hacia su cuarto y darse una ducha.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top