Capítulo XXVI Segundo Mundo, Parte15

Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

Pensamientos

—Hablando—

<acción>

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Los miembros del público estaban sorprendidos por diversos objetos que se le habían dado a Perseo, lo que hacía a los que no eran los griegos del futuro, preguntarse que tan importante se volvió el chico en el futuro.

La imagen se volvió a iluminar, la mayoría espera un cambio de mundo debido a la cantidad que habían visto antes de continuar con el segundo mundo, pero vieron que no hubo cambio alguno.

En retrospectiva, por segunda vez en menos de cuarenta y ocho horas, Percy deseó no quedarse dormido. Sinceramente él no sabía con claridad por dónde empezar a hacer el recuento de malos sucesos que le aquejaban, golpeándolo hasta derribarlo y continuar con el castigo hasta que se sintieran satisfechos.

Aquellos que se preocupaban completamente por Percy Jackson, pensaban en formas de ayudarlo en el futuro.

No le era necesario ser un Oráculo o Augur para presentir que todo empezaría a ir cuesta abajo para él ahora que veía su antebrazo izquierdo, maldiciendo por lo bajo ya que si su madre se enterara, de seguro que esta vez lo mataría. Suficientes explicaciones tuvo que dar la primera vez que le vio el tatuaje del Campamento Jupiter, el cual comparado al actual era tan solo una mancha. Fácilmente reconoció los tres símbolos colocados uno encima del otro, pues se relacionaba con los panteones que había trabajado directa o indirectamente en el pasado, siendo griego, egipcio y nórdico el orden correspondiente que disponían de arriba hacia abajo.

Entre los griegos pasados, estaban algunos que sentían algo de celos, ya que ambos padres del Jackson se preocupaban por él, mientras que estos mestizos no contaban con esa suerte, a veces sus padres mortales ignoraban quienes eran realmente el padre/madre de sus hijos, así como lo que sus hijos eran, otros tenían relaciones distantes o tensas, y con sus padres divinos era distante para la mayoría.

Poseidon así como otros hacían nota del orden en el que el chico se encontró con los otros dos panteones.

-Odio tanto mi vida...- incapaz de hallar mejores palabras para expresar lo que sentía en ese momento pues se imaginaba lo que le deparaba, Percy musitó, saliendo de la mullida cama y buscando algunas de sus ropas, adentrándose al baño segundos luego con la clara intención de asearse.

Si no conocieran la suerte del ojiverde, o se hayan empezado a dar una idea con todo lo visto y aprendido, la gran mayoría pensaría que estaba empezando a ser melodramático.

Los ojos del joven adulto dieron un último vistazo a la habitación, buscando saber si le faltaba algo. La meditación duró menos de un minuto, siendo que con prontitud se hizo de un par de galletas que obtuvo con la cornucopia, así como el trébol de cuatro hojas, ya que suerte sería lo que más necesita si lo que piensa se vuelve realidad.

Varios de los griegos del futuro, murmuraban sobre injusticias de que el Jackson tengan un suministro de galletas azules a su alcance. Cuando era su propia madre quien las hacía.

El camino hacia la gran sala lo ejecutó el semidiós por instinto, hallándose ensimismado en un mar de pensamientos que cada vez se volvía más tormentoso con lo que recordaba de la última noche, donde le epítome resulto en que una oveja que contenía la divinidad de Apolo le quitó su maldición ante varios testigos. De solo pensarlo, el dolor de cabeza regresaba, a lo que Percy solo podía desear más que nada el estar con su novia para que ella le brinde al menos un poco de normalidad y raciocinio a la situación.

-Vaya...mala noche de sueño? – burlona se oyó la interrogante proporcionada por una fémina de cabello rosáceo vestida de pirata.

Aprovechando que las cazadoras no estaban, aun más de los varones observaron descaradamente la belleza de fémina.

Calypso por alguna razón sentía que conocía a esa mujer.

El hijo de Poseidón atinó a tan solo dedicarle una mirada inexpresiva antes de tomar asiento y esperar que la comida apareciera frente a él como estaba acostumbrado, y eso desearía que le hubiese ocurrido, no obstante tuvo que ponerse de pie y seguir la larga fila que todos los Servants y Master hacían para recibir el desayuno.

-Qué te pasó? – refiriéndose al hecho de que primero se quedó sentado por largos minutos en la mesa, un hombre de tez tostada y extenso cabello blanco desordenado le preguntó.

La peculiar apariencia de algunos de los individuos mostrados, sorprendía a aquellos que no habían estado antes de que derrocaran a Zeus, los demás estaban casi acostumbrados para este punto.

-Costumbre...y parece que ahora sí entiendo bien la frase de los romanos y Roma- explicó el semidiós, sobreviviendo a la larga fila gracias a la energía que le brindaba una de sus galletas, la cual compartió la mitad con el Espíritu Heroico que tenía delante.

Los futuros griegos sintieron una leve molestia sobre que su amigo estaba con los romanos es su época, mientras que Hera había enviado a Jason a que tomará su lugar. Los romanos por otra parte sonreían un poco, con excepción de Octavian obviamente.

-Gracias. Por cierto, no te preocupes por Francis, suele ser bastante...vivaz a cualquier hora del día, más si ha estado bebiendo- el Saber se explayó mientras señalaba a la pirata que vociferaba sobre estar deseosa de pelear y buscar tesoros.

Calypso ahora sabía porque la chica pelirosa se le hacia familiar, era Francis Drake, uno de los pocos que llegaron a su isla y de los que se enamoró, pero el reconocer quien era solo causaba sorpresa al ver que en otro mundo era una mujer. Los atlantes también reconocieron el nombre, ya que en este mundo era uno de los descendientes distantes del mar.

-Eh? Oh, está bien. Ni siquiera la noté. Estaba sumergido en mis pensamientos sobre lo que descubrí esta mañana- recapacitando y recapitulando sobre lo sucedido momentos atrás, el pelinegro tranquilizó al hombre, revelándole parte de la razón real de su actitud.

-Descubrir qué cosa? – tomando por sorpresa al Jackson ya que apareció de la nada, Da Vinci preguntó mientras tomaba lugar en la fila.

Ver de nuevo a Da Vinci, atraía la atención de Atenea y sus hijos, a pesar de que ya superaron parte su sorpresa.

-Nada, solo unas marcas...- trató de desestimar el salvador del Olimpo, quien en la creencia de no decir lo que ocurría en verdad lo alejaría de los problemas.

La redacción de lo narrado ya les daba a entender a varios que las cosas resultarían en lo contrario.

Lamentablemente, ni siquiera el trébol de Tyche pareció funcionar en ese momento, siendo que Percy se convirtió en el indiscutido centro de atención, y principalmente analizado por Gudako que abandonó su lugar en la fila para tomarle las manos, empezando a sollozar aliviada.

Percy empezó a murmurar entre dientes, de que al parecer siempre atraerá problemas y la mala suerte. Poseidon en cambio hacia una nota mental de investigar el porque la mala suerte de su hijo. que al parecer tiene o tendría, solo para recordar que el quebró su juramento, cambiando su nota mental de hablar con la diosa del rió Estigia, y hablar con Tyche sobre bendecir a su hijo.

-Dime que no mientes. Dime que tienes una marca parecida a esta. Dime que aliviarás mi trabajo aquí- le rogó la pelirroja alzando su mano, ganándose exclamaciones de indignación por parte de sus convocaciones, aunque sabían que decía la verdad.

Estaban confusos por lo que la pelirroja dijo, que tanto trabajo le daban, solo Hades murmuraba sobre que nadie podía superar el nivel de trabajo que el tenía, así que la chica debería dejar de quejarse, lo que sea que ella tenga, debe ser pan comido

-Bueno...no es parecida...- incomodándose por la cercanía de la chica, el joven adulto buscó hacerse para atrás con el fin de recuperar espacio personal y proceder a arremangarse el lado izquierdo de la campera que vestía.

A partir de allí, al verles las caras a todos, exactamente a todos, Percy supo que nunca debió de haber hecho esa apuesta con Leo. Así como también él sabía que si llegaba a regresar algún día a su hogar, Annabeth le haría algo más doloroso que una simple llave de Judo. Poco pudo entender él lo que decían, voces se superponían sobre otras, todos tomándole el brazo para examinarlo y discutir sobre el origen de las marcas, como también sus significados.

Los atlantes y algunos otros le dieron algunas miradas a la dos hijas de Atenea, preguntándose si el Jackson lo pensaba en broma o no. Los romanos en cambio recordaban la reunión con los griegos. Y los griegos del futuro, exasperados y absteniéndose de hacer comentarios, ya que tenían a la rubia a su lado.

-Por qué parecen tan entusiasmados con las marcas? Hicieron lo mismo con ella? – vocalizó sus pensamientos el hijo de Poseidón, ocultando rápido el brazo y tomando una bandeja llena de comida que le dio uno de los canosos que ayudó a golpear a Heracles.

Para aquellos que sabían o entendían la historia de Zoe y el hijo de Zeus, sentían algo de respeto hacia el canoso. Que hubiera sido mayor por parte de los hombres si el tipo de paliza que le dieron a Heracles, hubiera sido diferente.

Otros en cambio se preguntaban quien era el canoso, cual era su historia con Heracles, porque lo golpeo, los más inmaduros encontraban gracioso que estuviera cocinando un héroe con delantal y todo, a pesar de no saber quien era.

La tácita negación por parte del Servant aclaró la duda del semidiós, quien reinó sobre su temperamento mientras comía ya que no solo debía de soportar el lloriqueo de Gudako, la cual le agradecía con la excusa de no tener que gastar más dinero ella sola, mientras el resto quería seguir desmenuzando el significado de sus marcas, catalogándolo como "Misterio".

El publico tenía dos preguntas, la primera a que se referían con Misterio, y las segunda cuanto dinero hacían gastar a la pelirroja, aunque aquellos que desconocían el origen o naturaleza de la tarjeta de Perseo, se preguntaban de donde sacaría el ojiverde el dinero.

Termino que el Jackson desconocía con respecto a lo que querían decir, pero conformándose con saber que lo que acompañaban a su omega griego eran un ojo de Horus como el que Carter le dio, y una runa Perthro.

Los dioses, Quiron, Atenea, Hecate, los hijos de las ultimas dos y algunos mestizos, se cuestionaban el significado de los símbolos que tenia Perseo, y porque los tenía, no creían que los tuviera por simple casualidad, debía haber una razón, en cambio los demás solo pensaban que se le veían bien a Perseo

-Ya, basta! Déjenme comer tranquilo por favor! – temblándole una ceja después de que fuese incapaz de usar su brazo izquierdo para sostener el tenedor debido a los jalones que sufría, Percy explotó.

-Pero...- intentó decir, mientras desplegaba varias lupas desde un mecanismo adherido a su abdomen, Sherlock.

-Listo, no más galletas para ustedes! – ante la insistencia del Ruler, Perseus Jackson optó por una medida más dramática.

Empleada contra sus primos y con resultados espectaculares. Por ello mismo fue que él no se sorprendió cuando todos perdieron sus colores y aceptaron a regañadientes el dejarlo disfrutar de su desayuno.

Los curioso, tanto Nico como Thalia, murmuraba sobre que el ojiverde solo no quería compartir, justo antes de que tuvieran que fulminar a aquellos que los miraban.

Por desgracia, la paz no duró demasiado. De hecho, para el semidiós arrojado por Gaea a ese mundo nunca tuvo un buen concepto propio de paz, ya sean por los monstruos o por accidentes inesperados que concluían con la destrucción de propiedad ajena.

Poseidon y otros estaban pensando en formas de evitar que el joven príncipe de Atlantis tuviera una vida tan ajetreada.

Arrastrado en contra de su voluntad hacia una sala en el ala opuesta de la gran sala, información respecto a su nuevo tatuaje y su nuevo papel en Chaldea fueron los detalles que mejor entendió el joven adulto, quien a pesar de no agradarle nada la idea de ser alguien que controlara a personas como si fuesen esclavos, tuvo que aceptar después de que le recordaran el propósito real de la organización.

Además del escueto mensaje de Apolo...y la oveja también.

-...y así es como un Servant es convocado- regresando a la realidad, Percy se percató que había ignorado una explicación que parecía bastante importante.

Se pudieron escuchar algunas maldiciones y quejas, dichas en diferentes partes del publico ya que solo escucharon la narración pero no la explicación.

-...- con un semblante regio y sin mirar a nadie en especial, el hijo de Sally Jackson mantuvo silencio de forma sabia.

-No escuchó nada, verdad? – dándole un codazo a Nikola Tesla, Hassan of The Cursed Arm cuestionó.

Los griegos del futuro solo rodaban los ojos o estaban exasperados ante las acciones de la contraparte de su amigo. Los intelectuales veían a Tesla.

-Tenemos suerte de que no se haya desmayado aún...- por lo bajo y uniéndose a la plática, Robin Hood opinó.

La existencia de otro personaje de literatura los sorprendía, pero en el caso de los dioses era menor la sorpresa ya que ellos sabían que el libro de Robin Hood fue escrito por un hijo de Apolo, pero lo baso en la vida de un hijo de Hermes.

-Corrección, tendremos suerte si llega a convocar algo. Aunque lo dudo mucho realmente, no parece gran cosa- altanera y soberbia hasta el fallo, Jalter se expresó en voz alta, restándole importancia al hecho de que el implicado la escuchase.

-Grandes palabras sobre nuestro Praetor...más si provienen de una mujer que ni siquiera sabe lo que quiere con su Master- haciendo flamear su estilizado vestido blanco, Nero dejó a un lado su típico histrionismo, mirando seriamente a la francesa lista para pelear de ser necesario.

Que Nero defendiera a Perseo sorprendió a todos, en el caso de algunas féminas veían curiosas, AnnabethF veía con los ojos entrecerrados a la otra rubia. Otros en cambio veían y se preguntaban quien era la hermosa Jalter.

-No peleen por favor...- buscando amainar el caldeado ambiente que se originó en menos de dos minutos, Mashu tomó el hombro derecho de la Avenger, sin saber que estaba a punto de ser receptora de un golpe.

O eso hubiese pasado de no ser porque Gudako estaba allí para proteger a su linda kouhai, enviándole una asesina mirada a la Servant, haciéndola retroceder a regañadientes aunque internamente sudaba a mares pues sabía de lo que era capaz si era molestada. La retirada táctica de Jalter permitió que todos regresaran su atención al semidiós que miraba curioso un dorado ticket en su mano derecha, analizándolo de lado a lado e intentando leer las inscripciones que tenía.

Todos intentaban entender el mismo ticket y sus inscripciones, mientras al mismo se preguntaban como la pelirroja podía hacer reaccionar así a alguien.

-Con esto invoco a un héroe? – escéptico, Percy alzó la mirada para buscar una clara respuesta en Da Vinci.

Todos seguían sin entender y preguntándose lo mismo, les era difícil de creer.

Ella no quiso darle tantas esperanzas, pues recordaba aún las rabietas que la Fujimaru realizaba cada vez que le tocaban las Craft Essences en lugar de Servants.

-No siempre, algunas veces puede que te toquen cartas...- la versión femenina del renacentista pintor e ingeniero, inició su explicación.

Se podía apreciar rostros de total confusión, así como de incredulidad ante la falta de entendimiento y que tenían que ver unas cartas con invocar a un héroe del pasado.

-Cartas? – tomando una tableta digital que le dio Gudako mientras ella le enseñaba con la suya propia a lo que se refería, Percy cuestionó al mismo tiempo que se incomodaba pues sabía que los semidioses y la tecnología no se llevaban muy bien a causa de los monstruos.

Los mestizos se podían identificar, los dioses en cambio pensaban que Hefesto debería trabajar en ese problema, Quiron recordaba las veces que algunos campistas, principalmente los hijos de Hermes traían tecnología, pero solo terminaban sirviendo como una señal para que los monstruos se acercaran al campamento. Los atlantes pensaban en hablar con los cíclopes de su reino.

-Son para aumentar algunas habilidades de tus Espíritus Heroicos, como por ejemplo la de este viejo vampiro hace que los Noble Phantasm estén cargados al ochenta por ciento al comienzo de una pelea...un Noble Phantasm es el ataque super duper hiper final de un Servant- la pelirroja se tomó su tiempo para explicar, pudiéndole ver el rostro de confusión al semidiós ya que ella pasó por algo similar la primera vez.

Además de apreciar el alzar de las cejas cuando le notificó sobre los NP de cada uno de los presentes.

A pesar de la explicación, ninguno entendía como era posible, también se preguntaban quien era el vampiro de quien hablaba Gudako. Así como entender los NP, ya que solo escucharon lo narrado.

-Entonces, tan solo pongo esto en ese círculo y listo? – virando la cabeza en dirección al círculo que abarcaba gran parte de la habitación, el hijo de Poseidón buscó resumir su nueva tarea.

-...Sí- buscando decir algo más pero fallando en el proceso, Gudako replicó.

-Pueden tocarme Servants repetidos? – sorprendiendo a la Caster que estaba a cargo del Rayshift por lo general, el Jackson realizó otra interrogante.

-Servants y Craft Essences. En dichos casos puedes quemarlos para obtener objetos raros, o también puedes fusionarlos para que, en caso de los primeros aumenten sus NP, o en los segundos para incrementar sus efectos- feliz de que alguien al fin le hiciera una pregunta inteligente, la dama de vestido rojo y azul explicó en términos sencillos para el cabeza de algas.

De nuevo estaba la confusión de como funcionaba todo, no lo entendían, Atenea molesta por la falta de una explicación detallada, junto con sus hijos, así como Hecate y los suyos, el resto termino por mejor no profundizar en ello y solo seguir con esto.

Mirando de nuevo el ticket, Percy analizó sus próximas acciones, resignado ya a tener que actuar como ellos les pedían con el fin de ayudar a la humanidad. Lo único que él deseaba ya, era poder terminar con esto rápido y buscar una manera de regresar a casa...aunque presentía que eso último no sería algo muy fácil o conseguible.

Lo último en la narración, ocasiono que surgiera preocupación de que en el futuro su Percy Jackson también termine alejándose de ellos. Misma preocupación en el propio chico sobre su futuro.

-Qué esperas? – Medea inquirió al semidiós.

-Estoy pensando nada más. Ahora lo haré- negando rápidamente antes de explicarse, el Jackson se apresuró en depositar el ticket en el suelo, alejándose posteriormente al ver un brillante juego de luces y rayos.

-Vaya...parece que le tocará un Servant- Mash murmuró lo que todos pensaban.

-FOU! – el pequeño animalejo que la noche anterior se atiborró con galletas azules después de colarse a la habitación del nuevo Master, chilló.

Algunos dioses entrecerraron los ojos en ese pequeño animal, no les parecía normal

-Ese es un arcoíris!? Díganme que acabo de imaginarme eso! No puede ser que tenga tanta suerte a la primera! – atestiguando un juego de luces multicolores, Gudako gritó en todas direcciones, zamarreando a Edmond e incluso al propio Rey Mes...Rey de los Héroes.

-Suerte de principiante? – Saber Arturia alegó.

Algunos se sorprendieron por el parecido de Arturia con Nero, acaso en ese mundo estaban relacionadas, ya que por la vestimenta eran de diferentes culturas, solo unos cuantos ante la apariencia de Arturia y su nombre, pensaron en una posibilidad sobre quien era, que cobro más fuerzas al recordar versiones femeninas en ese mundo pero que en este eran hombres.

-Eso es malo? – refiriéndose a la vociferada queja de la pelirroja, el pelinegro cuestionó a la bruja de Colchis.

-Al contrario, significa que convocarás un Servant de alta categoría- le serenó la mujer con élficas orejas, expectante de quien aparecería.

Con dicha noticia animándole un poco el día, Perseus Jackson apreció el instante que las luces finalizaron, dejando ver una delgada figura femenina de extenso cabello blondo, ropas rojiblancas y una corona dorada con rubíes adornando su cabeza.

Nadie podía negar la belleza de la mujer, aunque algunas mujeres también se sintieron celosas

-Soy Europa, convocada en la clase Rider. Es un placer conocerte, Master de Chaldea! –

Manteniéndose callado ante tal presentación, Percy solo atinó a ser lo más cordial posible, procediendo luego a abrir su boca para pronunciar las siguientes palabras.

-...Una galleta? –

Algunos se preguntaban si la naturaleza de Percy tuvo algo que ver con que haya invocado a la contraparte de su sobrina, que tampoco se perecía a como lo era en este mundo.

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