Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

—Pensamientos—

—Hablando—

<acción>

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Ver el último mundo ayudo a aliviar un poco el ambiente que se tenía por saber que Perseo cayó al Tartaro, gracias a la sorpresa vista por la ultima contraparte del hijo de Poseidon, más especifico la habilidad, destreza y reflejos con dos espadas, que pocos reconocieron de que tipo eran.

Ese nivel de habilidad les era difícil de creer, que una persona pudiera bloquear cientos de balas,  cortar una ella en dos en dos, en especial si solo era humano como creían ese Perseo era, pero también lo tenían en duda por lo visto.

Si eran dioses, semidioses, entre otros, pero los dioses suelen luchar usando las fuerzas de sus dominios, su poder crudo cuando usan su verdadera forma, pocos optan por llevar todo una lucha con solo sus armas, por no mencionar que siempre usan a los mestizos para hacer su trabajo, por lo que nunca antes se han puesto en ese tipo de situación; con los semidioses y legados, se les ha enseñado a esquivar y usar un escudo para bloquear ataques, nunca a usar una espada así. Sin mencionar que una bala es mucho más rápida que una flecha, e incluso a veces tienen problemas para bloquear las flechas con sus escudos a tiempo o apenas logran esquivarlas.

Los griegos del futuro recordaban que Perseo no suele usar un escudo duran la captura la bandera, pero casi siempre esquivaba las flechas, y aquellas que lo alcazaban solo le dejaban rasguños.

Solo Thalia tenía un recuerdo de la búsqueda para rescatar a Artemisa y a Annabeth, donde eran perseguidos, por los Spartoi, que también llevaban armas de fuego y les disparaban, donde desplegaban sus escudos o buscaban donde cubrirse, pero recuerda que Percy bloqueó un disparo, UN DISPARO con Anaklusmos, no lo había pensado ni recordado hasta ahora, pero Percy tenía solo catorce cuando lo hizo. Pero Jackson solo había mejorado desde entonces, pera aun tenía solo 16, de cuando fueron traídos.

Los romanos recordaban la habilidad del príncipe de Atlantis, en el unico juego de guerra que participo, donde el ojiverde se enfocaba en noquear o dejar fuera de combate a sus oponentes, y las únicas heridas que recibió fueron rasguños o moretones que desaparecieron en cuanto uso el agua. Así como cuando los salvo.

Muchos se cuestionaban que tan hábil, sería el ojiverde en la sala en el futuro, y con frecuencia lo miraban, las cuales el chico se empezó a percatar.

Siguieron pensando algunos minutos más, antes de Hades dijera que deberían continuar, sacando a todos de sus pensamientos. Con todos aceptando, pero guardando sus pensamientos para más tarde.

Hermes inserto el siguiente disco, y vieron aparecer Segundo Mundo

Finalmente el silencio se convirtió en la compañía del semidiós hijo del dios del mar, habiendo conseguido una habitación gracias a la amabilidad de Gudako Fujimaru, Mashu Kyrielight, y una femenina Da Vinci. Siendo esta última objeto de observación por el pelinegro quien solo se imaginaba lo que los hijos de Athena pensarían al verla.

Todos se sorprendieron pero tanto Atenea, como sus hijos estaban en casi shock, por ver a uno de los hijos de la sabiduría que tuvieron una vida más larga, así como uno de los más logrados siendo mujer.

Las amazonas y su señora también sorprendidas, sabían que esa mujer era un hijo de Atenea en este mundo. Hefesto también por llego a bendecir al difunto hijo de Atenea cuando lo sorprendió en sus últimos años de vida con sus creaciones.

Hermes y Apolo, empezaron a hacer bromas a Atenea, que la molestaron, junto con sus hijos, desafortunadamente para los dos hermanos, lo que dijeron también enojaron a las cazadoras, lo que los hizo objetivos de las flechas de estas.

Los otros lado no podían evitar tener leves muecas de diversión, ante la situación.

Sacudiendo la cabeza para despedir tales recuerdos, Percy miró curioso su alrededor, notando que el blanco parecía ser el tono dominante en todo el establecimiento. Solo una cómoda cama, un baño aledaño, un escritorio y un ropero tenía en su interior, hecho que no le molestó para nada pues de haber sido lo contrario él estaría verdaderamente incómodo con tanto lujo.

Todavía recordaba el último incidente en la sala, donde parte de los Servants buscaron refugio bajo las mesadas cuando Nightingale salió a la acción de nuevo, haciéndole cosas inimaginables a un pobre Chiron que tenía un ataque al corazón, mientras su cuerpo parpadeaba repetidas veces como si dudara en seguir allí o regresar al Trono de Héroes. Otro grupo de Espíritus Heroicos se enfocó en la tarea de detener a una furiosa Medea Lily, quien a pesar de lucir tan frágil y pequeña, era capaz de arrastrar consigo a varias personas en la espalda por el objetivo en mente que tenía, el cual era matar a Edmond Dantes.

Podían simpatizar con la situación narrada de Quiron, debido a las reacciones que todos tuvieron. Pero el pensar de nuevo en ello oscureció el ambiente en la sala.

O mejor conocido para Percy como el Conde de Montecristo, luego de que se lo presentaran. Sin embargo no obtuvo una respuesta real al nombre del otro sujeto que parecía empecinado en atemorizarlo, consiguiendo únicamente que le digan su apodo.

El hecho de que el Conde de Montecristo sea real en ese mundo sorprendió a los espectadores, en especial a Apolo ya que fue uno de sus legados romanos quienes escribieron ese libro.

-Sigo diciendo que "Abuelo" no da miedo para nada...aunque no puedo discutir que eso oculte la verdad, Kronos también es mi abuelo y casi me mata en repetidas ocasiones- monologó el Jackson, dejando caer el bolso que transportaba sobre la mullida cama, viéndola rebotar levemente.

La tranquilidad con lo que Perseo hablaba, hizo que se cuestionaran la mentalidad del ojiverde, con solo los mejores que lo conocían dieron un suspiro exasperado, ellos incluso a veces no sabían o entendían que pasaba por la cabeza de su amigo. Incluso Annabeth que era quien conocía mejor su forma de pensar llegaba a tener dificultad o tardanza en hacerlo.

Un movimiento que se detuvo al pasar unos segundos, pero persistió en la mente del semidiós como si de un llamado se tratase. La verdad es que él no sabía con exactitud lo que sus amigos habían puesto en el interior, aunque sí sabía con seguridad de que algo pesado tenía ya que aún estaba adolorido del golpe que le propinaron antes de ser arrastrado por Gaea a Chaldea.

Preguntas sobre que pudieron darle al ojiverde podían escuchar en susurros o murmullos, otros en cambio quien lo golpeo, para tener una ... charla con esa persona. Annabeth en especial.

Grover tuvo un escalofrío, y sentimiento creciente de miedo.

-Aunque me duela admitirlo, nunca debí haber hecho esa apuesta con Leo...sin embargo, me muero de curiosidad por saber lo que me han dado para "sobrevivir" como dicen ellos- adoptando una postura física de pensador, el hijo de Sally Jackson debatió tanto interna como externamente el abrir dicho bolso.

-Sí, nosotros también queremos saber lo que hay allí dentro- el rostro de un hombre se asomó por la diestra del semidiós, tomándolo por sorpresa y haciendo que emita un varonil grito en consecuencia.

Varios reaccionaron sorprendidos como el hijo del mar, por la repentina aparición.

-GAH! NO HAGAS ESO! – cayendo sobre la cama y liberando a Anaklusmos en un reflejo, Percy exclamó al sujeto que vestía como un típico egipcio antiguo.

Ocasionando al mismo tiempo que una fémina de tez canela se ocultara bajo una manta blanca que tenía dibujado un par de ojos.

Hubo quienes encontraron gracioso, otros algo lindo, pero la gran mayoría confusos de los actos de la fémina. 

-Otra vez se asustó Nitocris...- la mujer que anterior habló con Percy y demostró tener conocimientos sobre los romanos, indicó lo sucedido mientras iba acompañada de Julius Caesar.

El reconocer el nombre de la fémina, les recordó a los dioses sobre hablar con los mestizos sobre la existencia de los otros panteones, así como a estos preguntar sobre lo mismo a las deidades. Fuera de eso la apariencia de Julius Caesar, causo dos cosas uno sorpresa en especial para los romanos.

Nombre que Percy oyó por parte de las Nero, y por poco se ríe en su cara ya que nadie, pero nadie el Campamento Jupiter se lo podría haber imaginado como un sujeto rellenito.

Y dos la risa de los griegos ante la apariencia de una de las figuras más famosas del Imperio Romano, ya que no coincidía en nada con la imagen que se tenía de el, lo romanos al escucharlos se sentían ofendidos y algo avergonzados.

-Ehm...Puedo saber cómo entraron y qué hacen aquí? – recordando que en ningún momento dejó la puerta abierta, sino que también escuchó el seguro automático que tenía activándose, Percy trató de averiguar.

-Da Vinci se olvidó de darte tu tarjeta de seguridad ya que vivirás aquí...y también queremos saber lo que hay en tu bolso- sentada detrás de Percy, hecho que lo asustó de nuevo, Circe le tendió la credencial.

Las dos Chase, fruncieron el entrecejo debido a que Circe estaba demasiado cerca de su Percy, la más joven empezó a negar con la cabeza rápidamente esos pensamientos. Calypso y Reyna miraban con los ojos entrecerrados a la fémina.

-GAH! EN SERIO, DEJEN DE HACER ESO! – clamó el semidiós al ver a la Caster a escasos centímetros de él mientras la habitación se llenaba nuevamente de gente, dándole un principio de claustrofobia.

Sin perder más tiempo, se puso de pie, disponiéndose a abrir levemente la única ventana que había en la recámara, permitiendo el ingreso de una fresca brisa. Y lo hizo apenas porque pudo ver el efecto en las Medusa, quienes parecían a punto de dormirse al igual que Stheno y Euryale.

Sorpresa por la hermanas, se podían ver en los demás. —Acaso ellas... —

-Qué te pasó? – Gudako, siendo que ella también se inmiscuyó en la habitación, intentó saber el motivo del súbito acto llevado a cabo por el Jackson.

-Es un hijo de Poseidón, no les gusta los lugares cerrados- fue Artemis quien aclaró la duda a la Master.

Octavian alzó una ceja ante eso, pero sus compañeros se percataron.

Hermes haciendo burlas a su hermana cazadora sobre como sabe eso, y si encontró una forma de aliviarlo, lo curioso es que no solo la diosa y sus cazadoras le dispararon, sino también Apolo le disparo, Hermes apenas se cubrió detrás de su trono.

-Y cómo sabe eso? – una tímida y suave voz perteneciente a la linda kouhai de la Fujimaru, inquirió a la deidad lunar griega.

Hermes repitió sus acciones y se repitió lo anterior

-Lo comprobé con Orion- sonriendo como si fuese la persona más inocente en la existencia, cosa que generó escalofríos en los dos hijos de Poseidon presentes, la fémina replicó.

Artemisa se sonrojo, tanto de vergüenza por lo que pensó que hizo su contraparte peliblanca, cosa que algunas de sus cazadoras también hicieron; así como de furia por las acciones de su contraparte, aunque escuchar después la narración solo dio algo de alivio a estas.

Sin embargo toda lo dicho por dios mensajero le había dado ideas a ciertas féminas, que de alguna manera le causaba escalofríos al joven y avergonzado Percy (que tardo en entender, mejor dicho un sonrojado Grover le explico que insinuaba Hermes), así como querer alejarse de esas mujeres, su mejor amigo era el único que se percataba de su reacción, pero estaba confundido de porque estaba así; las dos Annabeth sonrojadas, en especial la que no era del futuro, debido a que se vieron en sus mentes en la posición que Hermes insinuaba, pero la más joven de inmediato salio de ahí, la joven Clarisse se percató de ella, lo que la hizo pensar en formas de burlarse de ella en el futuro; Reyna estaba en una posición similar a las Chase, Calypso igual. Rachel daba gracias a que su amiga rubia estaba en su propia fantasía ya que ella se imagino así misma por un momento, y sabía lo celosa que era su amiga.

Nadie se percató de que la única cazadora presente, en otras palabras Thalia, estaba mirando el suelo evitando que alguien viera su rostro.

Hazel se abanicaba con la mano el rostro cuando por fin entendió lo que decían los demás, lo mismo sucedió con su hermana, solo que esta pensaba que el Jackson era o sería muy guapo, alguien tenía que recordarle que quiso unirse a las cazadoras, Nico ... eh ... algo parecido, y Solace se sentía celoso por alguna razón, dejemoslo así; pero también el hijo del inframundo estaba molesto de que perviertan la mente de sus hermanas. 

Hades compartía los pensamiento de su hijo, respecto a sus hijas, así que él estaba gruñendo, su esposa trataba de calmarlo y recordarle que sus hijas un día crecerán, al menos una de las dos; pero eso solo ocasiona que el rey del inframundo empezara a pensar en ciertos planes para proteger a sus hijas ... ¿qué? era uno de los que más se preocupaban por sus hijos a pesar de su rara forma de mostrarlo.

Piper estaba sonrojada por entender lo que decían y que consideraba guapo al hijo del mar, pero reprimió la dirección a donde iban sus pensamientos, ella tenía novio, el cual estaba mirándola y sintiendo algo de celos.

Otros solo sonrojados, otros divertidos, otros celosos del ojiverde por lo que provocaba en la mujeres, pero los Poseidon, su esposa, Rodas y Tritón sentían una migraña formándose, al ver las miradas que le daban al joven príncipe de Atlantis en pantalla así como al que estaba en el público, e imaginarse que pasaba por la mente de quienes la daban. Kymopoleia solo tenía una ceja alzada ante esto.

-Me encerraste en una caja de cristal solo por saludar a Boudica! Ni siquiera podía respirar allí! – protestó el oso de felpa, recordando la tortura que padeció.

-Perdona, a quién saludaste...? – girándose para fulminarlo con la mirada, Artemis interrogó mientras apretaba con fuerzas al peluche, casi al punto de sacarle el relleno.

-Na...na...nadie...- con dificultad logró responder Orion, soltando una bocanada de alivio cuando se sintió liberado.

Hermes debía valorar poco su existencia, ya que finalmente hizo explotar a todas las cazadoras, a su señora, y Apolo, que tuvo que salir corriendo, con todos ellos detrás de él. Los demás decidieron continuar.

Perseus Jackson, por otro lado junto a muchos más, decidieron salvar la integridad de sus mentes al enfocarse a pleno en el bolso. Viendo que sea lo que sea que pusieron allí Leo y los demás le sería de ayuda, el pelinegro procedió a deslizar el cierre hasta el otro extremo, revelando a todos varios objetos realmente útiles, ocasionando una inesperada sorpresa ya que por lo general su suerte no era muy buena que digamos.

-Son muchas cosas...- Paris mencionó, sosteniendo en su regazo a una pequeña oveja que llamó la atención del joven adulto con ojos verde azulados, ya que algo raro había con el animal.

Algunos hicieron lo mismo respecto al animal, o pensaban que el ojiverde solo era paranoico.

Sin contar tampoco que su cama se había convertido en un mueble comunitario ya.

Poco a poco fueron reconociendo las cosas en la pantalla, las cuales los dejaban sorprendidos.

-Algunas parecen muy útiles...aunque hay otras que parecen adornos nada más- Alexander se dejó llevar por la curiosidad y tomó sin permiso un cuerno, llamando la atención de todos.

-Oh! Ese es el cuerno del Minotauro que maté cuando tenía doce años- explicó Percy con tranquilidad, ganándose las miradas de asombros de muchos los presentes.

Los romanos, Calypso y las amazonas eran los sorprendidos por el dato del historial de su del ojiverde.

-AHHHHHH! – desgarrador resultó ser el grito de Asterios, sosteniéndose con cariño sus extensiones óseas que salían de la cabeza, teniendo que ser tranquilizado por Euryale casi de inmediato.

Sorpresa había de nuevo en los rostros al reconocer la identidad del servant, no se parecía en nada al que conocían

-Por qué tienes eso?! – Stheno se encargó de interrogar al dueño del bolso.

-Hey! Es un recuerdo de lo que quedó del Minotauro luego de matarlo por secuestrar a mi madre! Además, no es como si muriera definitivamente, siempre revive! – ofendido y molesto porque le griten, Percy replicó enérgicamente.

Ignorando obviamente que Asterios estaba prestándose atención únicamente a la hermana mayor de Medusa, quien le hacía saber que ese cuerno roto no era el suyo.

Varios tuvieron que parpadear ante las acciones del minotauro, así como otros que tuvieron que reprimir un pensamiento que les empezó a surgir, debido a lo último escuchado, y lo dicho por Hermes.

-Niño, mira...una nota a tu nombre- siendo mucho más educado que los demás, Ozymandias señaló un trozo de papel que sobresalía entre unas zapatillas.

-Creo que lo mejor será no tocarla...- presintiendo que algo malo pasaría si leía su contenido, Percy decidió ver qué más había.

Para gran curiosidad de todos, e incluso Percy, una gorra de los Yankees fue lo primero que extrajo, acomodándolo a un costado junto al cuerno del Minotauro. Dejando las preguntas para luego, los Servants, Master, y Demi-Servant guardaron silencio mientras veían atentos, soltando algún que otro balbuceo de admiración con los objetos.

AnnabethF tenía una ligera sonrisa, mientras la joven se veía sorprendida y curiosa, pero luego recordó porque su contraparte se la habría dado a Percy. Sonrojándose en el proceso.

Cuanto más objetos extraía Percy, más palidecía, pues recordaba perfectamente que Leo se había reunido tanto con los hijos de Apolo y Hermes, como con estos mismo dioses y Hefestos. Con cuidado sacó unas zapatillas que se parecían mucho a las que Luke le dio en su primera misión, seguido de una daga que reconoció de inmediato como Katoptris. Dracmas y Denarii en el interior de una bolsa iban acompañados por un trébol de cuatro hojas plastificado, haciendo que Percy suponga que lo primero gastarlo moderadamente y lo segundo como un regalo de Tyche. Como así también una tarjeta de crédito del Hotel Lotus, haciéndole suponer que Nico fue quien depositó esto en un arrebato de ayuda.

Entre más cosas veían que se le habían dedo al Jackson más se sorprendían, los que no eran del futuro se preguntaban que tan importante el ojiverde se volvió para ellos.

Nadie entendió el por qué Percy abrazó con ahínco a una almohada con la forma de oso panda al mismo tiempo que murmuraba sobre cómo evitaría que lo destripen de nuevo, para que luego las féminas presentes se contuvieran de acurrucarse con el peluche pues se veía verdaderamente cómodo después de que el semidiós lo dejara a un costado.

Todos estaban igual de confusos, solo Octavian reconoció para bufar desdeñosamente.

Nectar y Ambrosia estaban colocados cuidadosamente en un bolso más pequeño para que no se desperdigaran, además de un pequeño frasco con Multivitaminas de Hermes. Para asombro y estupefacción del pelinegro, un arco también estaba incluido en el set de supervivencia que le dieron, junto con un carcaj repleto de flechas. Asimismo, mientras todos los habitantes de Chaldea se cuestionaban las dimensiones físicas del bolso, una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del Jackson al extraer una minúscula maceta que contenía una Moonlace en vías de crecimiento, pidiéndole a continuación a Nero que la dejara sobre el escritorio.

Calipso sonrió al ver que Perseo llevaba su regalo, Poseidón recordó que debía revisar a su hijo en caso de que tuviera la maldición que se menciono el primer día.

No obstante, después de haber depositado sobre la cama todos aquellos objetos, el resto puso más de los pelos al hijo de Poseidón. Una manzana dorada sostuvo temeroso en su mano mientras sentía que todos a su alrededor sabían lo que era, pues la misma Penthesilea se alejó un poco cuando la fruta quedó frente a ella, obligando a Atalanta a que haga lo mismo cuando su fascinación por dicha fruta intentaba dominarla. Cerró los ojos el salvador del Olimpo cuando vio la etiqueta de duraznos en una lata, dejándola con cuidado a un lado y le dirigió una lobuna mirada a todos como modo de advertencia para que no la tocaran. La mismísima espada Backbiter estaba allí dentro del bolso también, pudiendo sentir el titánico poder que emanaba de manera constante, provocando terror en los Espíritus Heroicos al ver la composición de esta.

La manzana tenso a varios, pero lo que tenso de plano a todos fue Backbiter, al escuchar que llevaba el poder de un titán, pero aun más cuando los griegos del futuro dijeron de que Titan era.

Pero incluso si el ambiente parecía tenso durante los últimos minutos, todo dio un rotundo giro actitud en el instante que Percy Jackson sacó a la luz un cuerno. No cualquier cuerno, sino uno de la abundancia que el semidiós creyó perdido luego de que su amiga lo ofreciera como sacrificio tiempo atrás.

-No...- Achilles murmuró, relamiéndose con anticipación.

-Lo...- como si supiese la continuación de la frase, Atalanta emuló a quien veía como un hermano menor.

-Puedo...- Iskandar solo se imaginaba el sinfín de resultados que podría tener con dicho objeto.

-Creer...- Chiron, quien se recuperó y llegó a la habitación con un suero conectado al brazo izquierdo por recomendación de Nightingale, dijo.

Estaban igual que los griegos proyectados aquellos que lo reconocían, ya que sabián lo que implicaba para que el Jackson lo hubiera considera perdido, que hubiera ido a Grecia, toparse con Heracles.

También hicieron doble toma al estado de Quiron

-Qué es eso? – desconociendo el cuerno y su función primordial, la Fujimaru formuló la interrogante que le aquejaba.

Viendo que dicho objeto sostenido entre las manos era el último que restaba sin contar la nota que le daba mal augurio, el pelinegro de ojos verde azulados sonrió suavemente y le tendió el cuerno Medea Lily.

-Por qué no lo intentas? – compadeciéndose de la tristeza que tuvo momentos atrás luego del incidente con la galleta, el hijo del dios del mar ofreció antes de tomar aquel dichoso papel que le aguardaba.

Quienes no habían reconocido el cuerno ahora lo hacían.

Apenas el traspaso se realizó, la habitación se llenó de vivaces ruidos, lo cual atrajo la atención en el exterior y terminó formándose una larga fila en donde todos esperaban su turno para que la joven Caster hiciera aparecer las deliciosas galletas que probó gracias al Jackson. El susodicho, por otro lado, estaba mirando fijamente el doblado papel, incómodo por la mala sensación que tenía así como por la pequeña oveja que abandonó el regazo de Paris para quedarse a su lado mirándolo. Dando un último resoplido cansino, Percy desdobló la nota y procedió a ver lo que había allí.

Te deseamos buena suerte.

Leo.

PD: Apolo dice que le digas al otro Apolo que él dice que te quite la maldición por pegarle a Orion...O algo así, la verdad es que nadie entendió.

PD2: Hermes dice que robes mucho...Travis y Conner también.

PD3: Mi papá arregló muchas cosas en un santiamén, dice que de nada.

PD4: Puedo poner más de una posdata en una nota?

Con la primer posdata, se preguntaban si el Apolo de ese Perseo sabía de otros mundos, debido a la implicación de lo escrito.

No lo podía creer. Todo un bolso repleto de diversos objetos...pero ni siquiera fueron capaces de explicarle la razón detrás de ello. Ni siquiera las posdatas daban información coherente! Percy solo cerró los ojos, tomó su almohada con forma de oso panda y gritó con todas sus fuerzas, consiguiendo que el sonido se ahogue en el muñeco gigante antes de recuperarse, notando que todos se dieron cuenta de sus acciones tras leer la nota.

-Hay un Apolo aquí? – observando minuciosamente a todos los Servants, y enfocándose principalmente en la deidad lunar, el Jackson inquirió serio.

-Hmm...no que yo sepa- a punto de devorar su octava galleta azul, Gudako tomó la palabra mientras cruzaba miradas con Da Vinci, Servant que comía con hambre pero educadamente.

-Yo soy Apolo- una voz se oyó en la recámara, haciendo que todos busquen presurosamente el origen.

El publico hacía la misma búsqueda con lo que podían ver en pantalla.

Tras el paso de varios minutos, nadie fue capaz de saber de dónde venía la voz, solo para que finalmente Percy quede petrificado cuando la oveja que tanta compañía le hacía se suba a su cabeza y comience a brillar como un sol, encegueciendo a todos y dejándolos atónitos.

Algunos encontraron divertido, que ese Apolo fuera una oveja, pero otros solo pensaban que tomó esa forma a diferencia de los anteriores.

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